Poemas de VANNA ANDREINI

Caleidoscopio

 

 

Guardo tus cabellos

castaños claro

en el tubo

20 centímetros x 4

en él

voy a poner

mis cabellos

también

tres recortes rectangulares de espejo

18 x 3

trocitos de vidrio

de colores

las semillas del collar

que me compraste

en Rio

enfrente del hotel

Copacabana

sin poder decidir

si mirar al mar

o emborracharse

con la vereda

dos círculos de acetato

transparentes

uno

de cartón perforado

no soy hábil

no soy paciente

con las manos

me esmero

en el proceso

de construcción

de aquello

que nos mostrará

unidos y mezclados

de miles de maneras diferentes.

 

 

 

 

Hirundo rustica

 

Mettici una pietra sopra

 

su voz me envuelve

 

Mettici una pietra sopra

 

me gustan las piedras

que se llevan adentro.

 

Chelidonia

la buscaban en el vientre

de las golondrinas

blanca a manchas negras.

 

Lapilli hirondinum

la cazaban de noche

dormida

sus pequeños

desplumados

disecados

para mezclar la ceniza

de sus cráneos

con miel.

Ella

aterciopelada, suave

la cabeza ladeada

aún hermosa

era privada

de las pequeñas rocas

fabricadas en sus vuelos

por casa

por comida

por hierbas

para curar los diminutos ojos.

Volar y volar

sin tocar nuestro suelo

y ahora

llevadas a la tierra

a desafiar el movimiento

ajeno

la epilepsia

a desafiar la ceguera

de nuestros ojos.

 

Chelidonia.

 

Una pietra punto e basta.

 

Me gustan las piedras

en los cuerpos

sobresaturación del sistema

que tiende a la cristalización

de mí

de mis desechos

vueltos

gemas resistentes

al fuego

de sus palabras

de su insistencia

clausurar

clausurar

obrero incansable

levanta un cúmulo

sobre mi cabeza.

 

Al ritmo de la sangre

fabrico mis tesoros

contra su ceguera.

 

 

Italian Holmes

 

Instruida a conciencia

su devoción

12 años

esperando ese modo

de ser mirada

ahora

la responsabilidad

Certificar que duermen juntos

en esa cama

que fue de ella

La madre

alejada del hogar

por voluntad propia

pero en la búsqueda

-implacable-

del modo de retorcer

los hechos.

Distraída

pasa el umbral

observa el lecho

empieza

desde el lado izquierdo

ve el rastro

Pequeños pelos castaño claro

enganchados

en la fibra blanca

se detiene

el asco la vence

¿serán cabellos

o pelos de ahí?

¿de él o de ella?

había soñado en llevarle a su mamá

un frasco lleno de largos cabellos

de ese rubio indefinido

ahora

la materialidad de la sexualidad paterna

la extenúa

¡mezclada!

al invadir el recinto

en la escena amorosa

El humo de los recuerdos

la ahoga

junto a los maternos cabellos rojos

encendidos y ondulados

tapan la cara

de ese otro

que entraba y salía

de la noche

las ojeras en el desayuno

remarcadas con kajal

definidas insomnio

la confusión

entre sueño y realidad

y el argumento clave

de la mujer su madre

la Pubertad incipiente

es la fantasía del deseo

de cuerpos

a quien entregarse.

12 años

tiene un yo

que escupe humo

y diminutas bolas de pelo

sobre lo que garabatea.

 

 

Rosemary

 

 

Del brazo

de su distinguido padre

camina

 

pasillos crujientes

su sonrisa nublada

se acomoda

a la importancia

de ese transitar

hasta la cura

la suya

 

un balbuceo intermitente

le enciende la vulva

de deseo

una asfixia congénita

le impide respetar

las reglas

una chica de familia

 

del brazo

esmoquin negro

de su embajador padre

en volados violeta

camina

hasta el quirófano

improvisado

en una casa discreta

entre abedules amarillos

y arces azucarados

 

no hace falta desvestirse

recostarse basta

acostumbrarse al olor

del anestésico local

sobre el lagrimal

y no mirar

los ojos ardientes

del Doctor  W. Freeman:

el procedimiento

es fácil

luego

ya no habrá peleas

ni ataques de furia

¡hermosura!

23 años para 24

un altar

un hijo

un picahielo

apenas

un aguijonazo

¿cuál es la distancia

mínima

entre

lo real

y lo ideal?

 

soy linda

me gustan las caricias

gozo al estar en cuatro

la enfermera lagrimea

sobre mi mano

 

caliente

 

corta las conexiones

 

los elijo por su tamaño

 

entre el lóbulo frontal

 

me gusta empuñar sus miembros

 

y el resto del cerebro

 

papá

 

papá

 

papá

 

demócrata enjuto

pasa su mano

por el resto de sangre

que mancha

el surco derecho

de su boca empastada

 

¡Ay ay Rosemary ¡

Rosemary

tu apetito aletargado

vigoriza al clan.

 

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