Por Priscilla Menezes*
Traducción del portugués al español por Lívia Lemos Duarte
Curador de la muestra Fabrício Marques
Crédito de la foto Víctor Curi
Un volcán que nos dejó.
5+1 poemas de Priscilla Menezes
el volcán de Nueva Iguazú es una hipótesis
para tratar las rocas volcánicas
rastros
de un volcán que nos dejó
cráter y bomba
y ninguna prueba de que haya existido realmente
ando pensando en el deseo
como un flujo piroclástico
cuerpos fluidos
veloces compuestos de gas
caliente ceniza y piedra
a 160 km por hora
cuya naturaleza es pasar y llevarlo todo
forjar suelo y rocas
destruir el mundo mientras lo rehace
ando pensando en las cenizas de Maya Deren
que están en el Monte Fuji, ¿sabías que
hay perros abandonados por desobedientes
en la Selva de Tijuca ahora
vive una jauría de perros ingobernables
cada día menos dispuesto a obedecer
Maya Deren tampoco obedeció
no se esperaba que deseara tanto
que hiciera películas, que bailara hasta morir
y después de morir
me imagino las cenizas de Maya bailando en la cima del mundo
imagina
si hay una palabra exacta
que nos despertará de nuestros sueños milenarios
un fuego íntimo y desobediente
que nos hará volcán y rastro de volcán
nos destrozará en mil millones de incendios
jauría humeante a 160 km por hora
ruina de lo que hay: esperanza
esta palabra que titila por debajo de cualquier otra que se pueda decir
percibida primero por los animales, por los sismógrafos
por el tintineo de las cosas que se rompen
por los huesos que ya se han roto, por los parches
subterránea como un fósil de lo que en vida
fue abandonado a su propia suerte
un fósil-semilla, una bomba
que ahora mismo echa raíces
en este suelo que creemos que es nuestro
pero que está de su lado
tú
cuando apareces
tienes la forma de ruina, polvo
cosa para navegar
de un camino que se abre en dos
de una suerte en forma de astilla
de un resquicio de luz que se revela como una hermana
tú cuando apareces traes
una profundidad más que investigar
sino también la conciencia
de que la parte visible del iceberg
es siempre la más misteriosa
eres un instrumento de navegación
que me sitúa en el epicentro del temblor
justo donde todos los instrumentos
pierden su utilidad
yo nunca he entendido cómo funcionan las brújulas
y sobre el magnetismo lo mejor que sé
es que un imán se queda firmemente en la nevera
pero repele a otro igual
de ahí entiendo que el magnetismo es una cuestión
de atracción y rechazo
y que la Tierra tenga sus centros magnéticos
me hace pensar que hay caminos
que nos arrastran o que por el contrario
nos hacen desviar, pero por otro lado
yo pienso: somos nosotros
que encontramos el fuego
forjamos la hoja
nos enfrentamos a los enredos
del mundo y le damos forma
a los caminos
o es el fuego el que nos encuentra
las hojas que forjan nuestros gestos
las marañas que atraen nuestros golpes
y los caminos que, a través de nosotros
pasean entre ellos
no importa cómo
tú cuando apareces
evocas una tregua inaudita
entre las fuerzas opuestas
del mundo
las pones a bailar
a inventar juegos
a hacer el amor
Empezó en El Cairo, eso empezó en mi cama
A primera hora de la mañana tenías un millón de años
yo no te conocía y eso empezó
cuando América del Norte chocó con América del Sur
Te puedes imaginar
la tierra chocando, los animales conociéndose
sintiendo hambres aún no experimentadas
Eso empezó con el hambre
justo antes de que inventáramos
las herramientas, las trampas, las cadenas de producción
Eso fue mucho antes, pero sigue ocurriendo ahora
como un ápice que dura, un big bang in progress
una perpetuación que desmonta la validez de las cuestiones
sobre orígenes, causalidades, genealogías
Esta mañana temprano he visto brillar en tu piel
volátil, incierto, posiblemente peligroso
Lo que conduce a plantear otras preguntas
En lugar de cuando
acompañado de lo que
con qué accesorios
con qué arreglos, cómo se deshacen
cómo se rehacen, cuáles son las multitudes
que componen esta presencia
Poner en las manos de los hombres
Recién nacidos, huertos
Carritos de mercado
Ovillos, dedales
Poner en sus manos el detergente
Los animales
Domésticos ya envejecidos
Las listas de la compra y de las pequeñas reparaciones
Botones perdidos y ropa arrugada
Frigoríficos por descongelar
Sobre todo los recién nacidos en sus manos
Pero también cada uno de sus hijos con todas sus hambres
Que nunca han tenido que apaciguar
Poner en manos de los hombres otras manos
De hombres
Hasta oír
Desmoronar
Las llaves, las armas, los libros
de las leyes
Machirulos a la basura
Y entonces
Entregarme a los torpes
A mis amigas
A las desconocidas bocas, donde reconozco la mía
Que se abren y me dicen: ¿sí?
Darle mucho a quien tiene miedo
Y no lo convierte en munición
de las antiguas armas de conquista
Darle a quien baila con la muerte
Y así no mata
Lo que no puede controlar
Los tiempos de la cosecha
Las sequías
El celo de las hembras
Los apetitos, los rumores
que nacen dentro, lejos
Darle a quien no se desvía
de lo que excede y a nada equivale
Darme a quien tiene
la tarea de inventar un nombre
a su hambre más prehistórica
su deseo no gramatical
Darme por fin a la tierra
que, abundante, me alimenta
y un día me comerá todavía
Este es un hechizo para darte valor
Dondequiera que estés prende
muy fuerte los dos pies
recuerda: allá bajo tierra
techo suelo asfalto tierra
cometa fugaz piedra
materia espesa fuego
fuego arriba techo
grieta techo hendidura
viento mucho viento el cuerpo
ligero a ras de otros cuerpos
centros magnéticos disputando el centro
de tu cuerpo ahora en órbita
el sol irresistible
insoportable fuego
entre fuego y fuego tú
donde estés tú eres fuego
recuerda ahora y entra
en esta oscuridad que es también tú recuerda
y entras como las que llegaron primero a la cueva de Lascaux
las que llegaron antes
de la domesticación del fuego
de los animales y de la voz
antes de los hombres
ellas fueron a la entraña
la oscuridad sin nombre y sin guion
no para protegerse, total qué protección
fueron a imaginar la cosa
antes de que la cosa siquiera tuviera forma
ellas recogieron el grano machacaron el grano hicieron la pintura
usaron la sangre para llamar a las bestias
tengo una teoría sobre Lascaux.
Lascaux era un cine
me acuerdo de eso fue ayer
sobre las paredes proyectamos
nuestros cuerpos transformados
en una bestia entera otra
la que duerme en las cuevas
la que sólo existe en la palabra
(Lascaux fue después del cine mudo)
Hicimos entonces este experimento
que estamos repitiendo ahora
ir a donde hay asombro
mezclar luz y oscuridad
poner el cuerpo entre
ver surgir algo nuevo
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(poemas en su idioma original, portugués)
Um vulcão que nos deixou.
5+1 poemas de Priscilla Menezes
o vulcão de Nova Iguaçu é uma hipótese
para lidar com rochas vulcânicas
vestígios
de um vulcão que nos deixou
cratera e bomba
e nenhuma prova de que efetivamente existiu
tenho pensado no desejo
como um fluxo piroclástico
corpos fluidos
velozes compostos de gás
quente cinza e pedra
a 160 km por hora
cuja natureza é passar e levar tudo
forjar solos e rochas
destruir o mundo enquanto o refaz
eu tenho pensado nas cinzas de Maya Deren
que estão no Monte Fuji, você sabia
que há cães abandonados por serem desobedientes
na Floresta da Tijuca agora
vive uma matilha de cães indóceis
cada dia menos dispostos a obedecer
Maya Deren tampouco obedeceu
não era esperado que desejasse tanto
que fizesse filmes, que dançasse até morrer
e depois de morrer
eu imagino as cinzas de Maya dançando no topo no mundo
imagina
se houver uma palavra exata
que nos acordará de nossos sonos milenares
um fogo íntimo e desobediente
que nos fará vulcão e vestígio de vulcão
nos estilhaçará em um bilhão de incêndios
matilha fumegante a 160 km por hora
ruína do que há: esperança
essa palavra que tremula sob qualquer outra que se possa dizer
percebida antes pelos animais, pelos sismógrafos
pelo tilintar das coisas que quebram
pelos ossos que já quebraram, pelos remendos
subterrânea como um fóssil daquilo que em vida
foi abandonado à própria sorte
um fóssil-semente, uma bomba
que agora mesmo enraíza
nesse chão que pensamos ser nosso
mas que está do lado dela
você
quando aparece
tem a forma de um destroço, poeira
coisa para navegar
de um caminho que se abre em dois
de uma sorte em forma de farpa
de um uma réstia de luz que se revela uma irmã
você quando aparece traz
uma profundidade a mais para investigar
mas também a consciência
de que a parte visível do iceberg
é sempre a mais misteriosa
você é um instrumento de navegação
que me põe no epicentro do tremor
justo onde todos os instrumentos
perdem sua utilidade
eu nunca entendi como funcionam as bússolas
e sobre magnetismo o melhor que sei
é que um ímã fica firme sobre a geladeira
mas repele outro igual
disso eu tiro que magnetismo é uma questão
de atração e de recusa
e que a Terra tenha seus centros magnéticos
me faz pensar que existem caminhos
que nos puxam ou que pelo contrário
nos fazem desviar mas por outro lado
eu penso: somos nós
que encontramos o fogo
forjamos a lâmina
encaramos os emaranhados
do mundo e damos forma
aos caminhos
ou é o fogo que que nos encontra
as lâminas que forjam nossos gestos
os emaranhados que atraem nossos golpes
e os caminhos que, através de nós
passeiam entre si
seja como for
você quando aparece
evoca uma trégua inédita
entre as forças contrárias
do mundo
as põe para dançar
inventar jogos
fazer amor
Começou no Cairo, isso começou na minha cama
Cedo da manhã você tinha um milhão de anos
eu não te conhecia e isso começou
quando a América do Norte esbarrou na América do Sul
Você consegue imaginar
a terra colidindo, os animais se conhecendo
sentindo fomes ainda não experimentadas
Isso começou com a fome
um pouco antes de inventarmos
os utensílios, as armadilhas, as cadeias de produção
Isso foi bem antes, mas ainda agora acontece
como um ápice que dura, um big bang in progress
uma perpetuação que desmonta a validade das questões
acerca das origens, causalidades, genealogias
Isso cedo da manhã eu vi brilhar na tua pele
volátil, incerto, possivelmente perigoso
Isso que conduz a fazer outras perguntas
Em vez de quando
acompanhado do quê
com quais encaixes
com que arranjos, como se esgarçam
como se refazem, quais as multidões
que compõem essa presença
Colocar nas mãos dos homens
Recém-nascidos, hortas
Carrinhos de feira
Novelos, dedais
Colocar em suas mãos o detergente
Os animais
Domésticos já envelhecidos
As listas de compras e de pequenos reparos
Botões faltantes e roupas vincadas
Geladeiras por descongelar
Sobretudo os recém-nascidos em suas mãos
Mas também cada um de seus filhos com todas as suas fomes
Que nunca tiveram que aplacar
Colocar nas mãos dos homens outras mãos
De homens
Até ouvir
Despencar
As chaves, as armas, os livros
das leis
Dar o boy lixo à composteira
E então
Dar-me aos desajeitados
Às minhas amigas
Às desconhecidas bocas, onde reconheço a minha própria
Que se abrem e me dizem: sim?
Dar muito para quem tem medo
E não faz dele munição
das antigas armas de conquista
Dar para quem dança com a morte
E assim não mata
O que não pode controlar
Os tempos de colher
As estiagens
O cio das fêmeas
Os apetites, os rumores
que nascem dentro, longe
Dar para quem não desvia
do que excede e a nada equivale
Dar-me para quem tem
a tarefa de inventar um nome
à sua fome mais pré-histórica
seu desejo agramatical
Dar-me enfim à terra
que, abundante, me alimenta
e um dia ainda vai me comer
Esse é um feitiço para te dar coragem
Onde você estiver firma
bem forte os dois pés
lembra: lá embaixo chão
teto chão asfalto terra
cometa cadente pedra
matéria espessa fogo
fogo em cima teto
rachadura teto fresta
vento muito vento o corpo
leve rente aos outros corpos
centros magnéticos disputando o centro
do teu corpo agora em órbita
o sol irresistível
insuportável fogo
entre fogo e fogo você
onde você estiver você é fogo
lembra agora e entra
nesse escuro que é também você lembra
e entra como as que chegaram primeiro na caverna de Lascaux
as que chegaram antes
da domesticação do fogo
dos bichos e da voz
antes dos homens
elas foram para a entranha
o escuro sem nome e sem roteiro
não para se proteger afinal qual proteção
elas foram imaginar a coisa
antes da coisa sequer ter forma
elas colheram grão amassaram grão fizeram tinta
elas usaram sangue para chamar os bichos
eu tenho uma teoria sobre Lascaux
Lascaux era um cinema
eu lembro isso foi ontem
sobre as paredes projetamos
os nossos corpos transformados
em uma fera toda outra
a que dorme nas cavernas
a que só existe na palavra
(Lascaux foi depois do cinema mudo)
Fizemos então esse experimento
que estamos repetindo agora
ir aonde há espanto
misturar luz e escuridão
colocar o corpo entre
ver surgir uma coisa nova
*(Rio de Janeiro-Brasil). Poeta y artista. Creció a orillas de la Laguna de la Conceição en Santa Catarina. Reside en Río de Janeiro. Magíster y doctora en Procesos Artísticos Contemporáneos por la Universidad del Estado de Río de Janeiro (Brasil). Su práctica artística se centra en los lenguajes del dibujo y de la poesía. Se desempeña como profesora de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (Brasil). Ha expuesto en varios espacios, destacando las exposiciones individuales Partenogênese (2018, Galería Gustavo Schnoor) y Aqui te fervo o teu coração (2021, Galería Refresco). Ha publicado en poesía Erro tácito (2017) y A fera ao meio (2021).
**(Río de Janeiro-Brasil, 1981). Poeta y traductora. Reside en Barcelona (España). Licenciada en Letras por la UERJ (Brasil), magíster en Teoría de la Literatura por la UFRJ (Brasil) y en Filología Hispánica (CSIC). En la actualidad, se desempeña como profesora de portugués y traductora. Ha publicado en poesía Anfibios (2021).