Por Ronald Polito
Curador de la muestra Fabrício Marques
Traducción Josep Domènech Ponsatí
Crédito de la foto Tarcísio de Souza Lima
Un trampolín en la oscuridad.
13 poemas de Ronald Polito
Sin cortes
El cuerpo está a punto.
Blindado,
un chorro expreso
sobre el ancho
(o vacío) contorno
de un gesto / esbozo.
Un prototipo, un puerto,
potro.
Un cuerpo este punto.
Este bote (pote)
de trasiego,
ese hecho justo,
hace falta decirlo,
o casi / poco.
Este cuento, coito,
tocón.
(de Solo)
Entre dos dispersiones
noche anodina
un minuto segundo
una hora
(el teléfono me toca)
ningún número disponible
un sedante
o senda
aún pronto
me da un pronto
el ojo seco
fijo viendo
nada ubicua.
(de Plaza)
Llévame arriba
Al Capitán Kirk
O lejos, muy lejos, allí
donde solo la idea
de algún dios físico
—pantalla de conversión
en eterno transporte—
debe subsistir,
un imperativo categórico
cualquiera, maquinal, que un cuerpo
—o una cosa— fijase
con trabas y clavos y sin
ciencia alguna
por su propia imagen
y semejanza después
redimiese. Donde
al final la carne
ya no quiere sentir.
(de Intervalos)
Fusión
Cuando mi perro sale con el coche
conmigo si vamos
a dar un paseo por
ahí (estamos
fuera de temporada)
y seguimos
acelerando
siempre hacia adelante
en línea recta,
luego hacia arriba, el viento
cada vez más rápido
en las orejas, la punta
helada de la
nariz.
Cuando llega la noche
y, sin querer, quién sabe, tú
(alguien) descansa
de los dientes (de plomo)
oclusos
declina
con los puños
de seda
deshace
cada nudillo
de los dedos
y desnudo por dentro
donde el horizonte equivale
a cualquier lado
—el horizonte es un trazo—
ya puede apoyarse
en un alféizar
e incluso olvidarse
los ojos cerrados.
(de De paso)
Después de la interpretación
Volver a mirar el cielo
tantas y tantas veces
incomprensible.
Y luego cubrirlo de nubes
todavía más incomprensibles.
El tigre blanco
Un claro
siempre
se abre a
mi paso.
Un gran ectoplasma.
Llevo mis polveras conmigo,
para cuando me pinto
de rojo
y todo alrededor
pierde intensidad.
Soy feliz.
Nada (olvidemos
el envidioso tiempo) me devora.
Repetirme es
mi única ligazón
con la necesidad
de elocuencia.
Aunque rápidamente vuelvo a
mi soledad estática e inexpugnable.
El verdadero rey soy yo.
Muralla
Cuando todo desapareció,
la luz y su ausencia
fueron equivalentes, sí y no
fundidos con el silencio
interior, exterior,
definitivos, mayores,
a pesar de ello
faltó olvidarlo
todo. Pero,
sobre todo,
no acordarse nunca más
que lo olvidaste.
(de Terminal)
Deslumbramiento
Ni tus pasos.
Ni tu peso.
O el aliento
como madeja. O
la piel a modo de corriente.
Y un roce de brazos.
Con la plomada del pecho.
Y ya toda la cara.
No. Ni una sola palabra.
En el verdadero camino
Volar sin raíles.
Palpar a través de los velos, de los cristales.
Agarrarse a la superficie del mundo
desprovisto de dedos, dientes, cabellos.
Andar hasta conseguir no llegar.
Construir un abrigo en laberinto.
Insistir en el difícil método de la ignorancia.
Más allá
Libre.
Edenes a la deriva.
El día para siempre.
Allende el horizonte, adentro.
Un trampolín en la oscuridad.
Es el momento del murmullo.
Del desmonte atemorizado. Corte.
Éxtasis aquí.
Solo aquí tiene lugar la muerte de la muerte.
Desaparición
(aquí todavía existe
el lugar)
tú saltas yendo / más allá del salto / y de ti
Oración
que sea un río cuando viento
movimiento de ala
pulsión
ofrecida a todo
si luz en el plomo del núcleo
(un bulto de mundo)
la transparencia que aglutina
figura y fondo
durante un instante (perpetuo)
de aparición
se alcanzan
mano y objeto
(de Al abrigo)
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(poemas en su versión original en portugués)
Um trampolim na escuridão.
13 poemas do Ronald Polito
Sem cortes
O corpo está pronto.
Blindado,
um jato expresso
ao largo
(ou vazio) contorno
de um gesto / esboço.
Um protótipo, um porto,
potro.
Um corpo este ponto.
Este bote (pote)
de transbordo,
este fato justo,
é preciso dizê-lo,
ou quase / pouco.
Este conto, coito,
coto.
(do Solo)
Entre duas dispersões
noite anódina
um minuto segundo
uma hora
(o telefone me toca)
nenhum número disponível
um sedativo
ou senda
cedo ainda
cedo tudo
o olho seco
fixo vendo
nada ubíquo
(do Vaga)
Leve-me para cima
Ao Capitão Kirk
Ou para longe, muito longe, lá
onde só a ideia
de algum deus físico
— tela de conversão
em eterno transporte —
deve subsistir,
um imperativo categórico
qualquer, maquinal, que um corpo
— ou uma coisa — fixasse
com travas ou fincos e sem
nenhuma ciência
por sua própria imagem
e semelhança depois
redimisse. Onde
afinal a carne
não quer mais sentir.
(do Intervalos)
Fusão
Quando meu cão sai com o carro
comigo se vamos
passear por
aí (estamos
fora de temporada)
e seguimos
acelerando
sempre em frente,
em linha reta,
então para cima, o vento
cada vez mais rápido
nas orelhas, a ponta
gelada do
nariz.
Quando chega a noite
e, sem querer, quem sabe, você
(alguém) descansa
dos dentes (de chumbo)
oclusos
declina
com os punhos
de seda
desfaz
cada nó
dos dedos
e nu por dentro
onde o horizonte corresponde
a qualquer lado
— o horizonte é um rasgo —
já pode se apoiar
num parapeito
e mesmo se esquecer
os olhos fechados.
(do De passagem)
Depois da interpretação
Olhar de novo o céu
tantas e tantas vezes
incompreensível.
E então cobri-lo de nuvens
mais incompreensíveis ainda.
O tigre branco
Uma clareira
sempre
se abre à
minha passagem.
Um grande ectoplasma.
Os meus estojos carrego comigo,
para quando me pinto
de vermelho
e tudo em torno
desfalece.
Sou feliz.
Nada (esqueçamos
o invejoso tempo) me devora.
Repetir-me é
meu único elo
com a necessidade
da eloquência.
Mas rápido retorno à
minha solidão extática e inexpugnável.
O verdadeiro rei sou eu.
Muralha
Quando tudo desapareceu,
a luz e sua ausência se
equivaleram, sim e não
fundidos ao silêncio
interior, exterior,
definitivos, maiores,
ainda assim ficou
faltando esquecer
tudo. Mas,
sobretudo,
nunca mais nem se lembrar
que esqueceu.
(do Terminal)
Encantamento
Nem teus passos.
Nem teu peso.
Ou o hálito
como novelo. Ou
a pele feito correnteza.
E um roçar de braços.
Com a prumada do peito.
E já o rosto inteiro.
Não. Nenhuma palavra.
No verdadeiro caminho
Voar sem trilhos.
Apalpar através dos véus, dos vidros.
Prender-se à superfície do mundo
desprovido de dedos, dentes, cabelos.
Andar até conseguir não chegar.
Construir um abrigo em labirinto.
Insistir no método difícil da ignorância.
Além
Livre.
Édens à deriva.
O dia para sempre.
Horizontes afora, adentro.
Um trampolim na escuridão.
É hora da murmuração.
Do desaterro aterrado. Corte.
Êxtase aqui.
Só aqui ocorre a morte da morte.
Desaparição
(aqui ainda existe
o lugar)
você salta indo / além do salto / e de você
Oração
que seja um rio quando vento
movimento de asa
pulsão
oferta a tudo
se luz no chumbo do núcleo
(um vulto de mundo)
a transparência que arrepanha
figura e fundo
por um instante (perpétuo)
de aparição
se alcançam
a mão e o objeto
(do Ao abrigo)