Por: W.S. Merwin
Traducción: Sergio Camacho
Crédito de la foto: (Izq.) www.thirteen.org
(der.) Ed. Vaso Roto
Un poema de Cuatro Salmos (2009),
de W.S. Merwin
Segundo Salmo: Las señales
Cuando el cuerno de buey suena en las colinas
de Islandia
estoy solo
corre de regreso mi sombra para ocultarse
y no hay espacio para los dos
y el pavor
cuando el cuerno de buey suena en las escaleras azules
donde los ecos son el nombre de mi madre
yo estoy solo
como leche derramada en la calle
instrumento blanco
mano blanca
música blanca
cuando el cuerno de buey está tallado como una pluma en uno
de varios ríos
no todos los cuales yo tengo que visitar
y la nota se dirige hacia el mar
yo estoy solo
como el nervio óptico del ciego
pensamiento escrito frente a mi
Este es el final del paso
Sé Feliz
cuando el cuerno de buey suena desde sus borlas de sangre
me parece siempre estar abriendo
un libro un sobre en la cima de un pozo
ninguno de ellos mío
una bandeja de guantes ha sido dejada
junto a mis manos
estoy solo
como la hora de un reloj detenido
cuando el cuerno de buey es atacado por su hermano
y el pequeño duelo negado
nuevamente avanza a tientas con sus manos negras
yo estoy solo
como la piedra dejada para orar en el desierto
después de que dios se desasiera a sí mismo.
yo estoy
yo aún estoy
cuando el cuerno de buey suena sobre los bueyes muertos
las armas crecen ligeras en las manos
yo el temeroso
trato de destruir el miedo en mí
estoy solo
como un arco que ha perdido su nervio
mis pieles muertas a esconder
como agua en piedras
antes del gran frio
cuando el cuerno de buey es elevado en silencio
el aliento de alguien se mueve sobre mi rostro
como el vuelo de una mosca
pero yo estoy en este mundo
sin ti
yo estoy solo como la tristeza circundante
lo que siempre ha sido de nuestra conveniencia
solo como la nota del cuerno
como la voz humana
el más triste de los instrumentos
como el blanco grano de arena cayendo en un mar inmóvil
solo como las figuras que ella sola destejió cada noche
sola
como yo estaré
————————————————————————————————————
(versión original en inglés)
A poem by W. S. Merwin
Second Psalm: The Signals
When the ox-horn sounds in the hills
of Iceland
I am alone
my shadow runs back into me to hide
and there is not room for both of us
and the dread
when the ox-horn sounds on the blues stairs
where the echoes are my mother’s name
I am alone
as milk spilled in a street
white instrument
white hand
white music
when the ox-horn is raised like a feather in one
of several rivers
not all of which I have come to
and the note starts toward the sea
I am alone
as the optic nerve of the blind
though in front of me it is written
This is the end of the past
Be happy
when the ox-horn sounds from its tassels of blood
I always seem to be opening
a book an envelope the top of a well
none of them mine
a tray of gloves has been set down
beside my hands
I am alone
as the hour of the stopped clock
when the ox-horn is struck by its brother
and the low grieving denial
gropes forth again with its black hands
I am alone
as one stone left to pray in the desert
after god had unmade himself
I am
I still am
when the ox-horn sounds over the dead oxen
the guns grow light in hands
I the fearer
try to destroy me the fearing
I am alone
as a bow that has lost its nerve
my death sinks into me to hide
as water into stones
before a great cold
when the ox-horn is raised in silence
someone’s breath is moving over my face
like the flight of a fly
but I am in this world
without you
I am alone as the sadness surrounding
when the ox-horn sounds over the dead oxen
what has long ministered to our convenience
alone as the note of the horn
as the human voice
saddest of instruments
as a white grain of sand falling in a still sea
alone as the figure she unwove each night alone
alone
as I will be