Por Paula Giglio*
Crédito de la foto (izq.) Ed. Píxel /
(der.) archivo del autor
Singapur, un punto del universo
que se repliega como una cueva. Sobre Singapur (2022),
de Andrés Szychowski**
Podría ser otro país, otra ciudad, un no lugar. En Singapur es necesario cerrar los ojos y caminar a ciegas. El autor nos invita a tantear desde lugares recónditos, íntimos, ni siquiera con las manos; dejar que las palabras nos guisen pareciera ser la pista. Porque, lejos de cualquier ambigüedad, las imágenes son transparentes, concretas; no se trata de una vaga sensación. Caminamos a tientas, pero distinguimos de forma tangible cada escenario.
Hay en la poética de Szychowski algo del orden de lo absurdo y lo contradictorio: “Puede que nazca el cristal (…) y por fin se manifieste:/ desgarbado, ojeroso”, o “Algo casi tan confuso/ como la posibilidad/ de que al científico/ le creciera el mismo científico”, pero que sigue una lógica dentro del contexto del poema: “se mete en la boca un cucharón/ de garbanzos en mi ojo”. Metáforas que tienen su peso justamente por oposición: “para dejarte solo/ enteramente orquesta”, y otras que aparecen incompletas y que otorgan a la imagen un sentido diferente: “bajo un sol que se parece / a otro sol que se parece”. Es uno quien debe encontrar las gafas y el cuaderno con las anotaciones para redondear el sentido porque la información está escrita detrás de la lupa. “Se murió la reina de Inglaterra/ pero se murió la reina de Inglaterra”. Una sola palabra de diferencia entre verso y verso, y el autor ha dicho todo, que, en este poema y también en otros, es mucho más que la suma de sus partes.
En Singapur se plantea una verosimilitud (o quizás una verdad) que luego se quiebra: podemos leerlo en el poema Riachuelo o cuando Szychowski escribe: “El sol se infecta y muere, la tierra/ se unta con fuego: no, es el crepúsculo”, o “Mi amante será una buena amiga/ (eso no va a pasar)”. Las metáforas abren más de un sentido: “Cuando estoy frente a un cisne/ lo primero que veo/ es un gran signo/ de interrogación, hecho carne”, e incluso se podría pensar que ciertas palabras operan más bien como significantes, por ejemplo cuando leemos: “Ay, Singapur/ ¿Por qué sos la fuente/ de un dolor genuino/ si ni siquiera te conozco? (…)/ O es la palabra Singapur/ O es la palabra Singapur/ leída al revés y en malayo… (…)/ Lo cierto es que todo tiene que ver con vos/ ¿Por qué amo a una mujer/ que no está en Singapur, si no?”. Viajamos de un lugar a otro, de lo micro a lo macro, como llevados por la corriente de un río. Cuando aparece cierta tensión, “Agarramos el arma/ —cosa fría si las hay—”, hay otro verso que enseguida la redime: “Teníamos la conciencia/ alteradamente limpia”.
Hay una suerte de desafío a la autoridad de aquellas reglas que, sabemos, rigen la poesía por fuera —o más allá— de la poesía. Szychowski nos advierte: “leer en público/ es ensuciar el viento”, o “Con las palabras libertad,/ amor, muerte o silencio/ hay que tener cuidado/ Pueden retrucarte con el/ ¿ah, sí?/ ¿sobre la muerte vas a disertar?”. Mamushkas; el poema dentro del poema y también un secreto, una confesión: “Yo la necesito porque de ella extraigo/ todas mis metáforas/ Un día la vi salir y pensé:/ sale de la cueva con olor a cueva;/ luego recorté: olor a cueva”.
Como sucede en Ella está en mi ojo, la poesía de Andrés Szychowski duerme en nuestras pupilas y nos atrapa —nosotros, lectores de ceniza— en plena vigilia, porque vamos a ciegas y solo sabemos si estamos en el aire, en un cuarto de hotel, en el cementerio, en un mar anestesiado, o allí, “donde comienza el campo/ y se termina la familia”, por la cantidad de veces que nos toca respirar.
*(Córdoba-Argentina, 1988). Poeta y narradora. Licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional del Centro (Argentina). Reside en Buenos Aires (Argentina). Obtuvo el Primer Premio Centrifugados de Poesía Joven. En 2017 participó del XII Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires y de la 33 edición del Festival International de la Poésie de Trois-Rivières (Canadá). Algunos de sus poemas fueron traducidos al alemán para la revista Alba, lateinamerika lesen. Ha publicado en poesía Ella, naturaleza (2012), En el cuerpo (2016, reed. 2022), Un lugar para mis piernas largas (2018), La risa loca de los ángeles (2018) y Hoy llueve en el mundo (2019); y en relatos Teoría del equilibrio (2022).
**(La Plata-Argentina, 1976). Poeta. Ha publicado en poesía 17 discos de música africana (2009), La redundancia (2011), Poezja (2015), Antón Pávlovich (2018) y Singapur (2022).