Por Claudia Vaca*
Crédito de la foto (izq.) Raffaelli Ed. /
(der.) www.eju.tv
El existencialismo y la filosofía crítica Memorias de un Iphone (2021),
de Patricia Gutiérrez Paz
La escritora, cineasta y publicista Patricia Gutiérrez Paz** en su último libro Memorias de un iPhone y otros relatos, escrito desde el silencio de una voraz lectora, en tiempos pandémicos y de hipervínculos, tiempos que la creatividad de Patricia Gutiérrez Paz aprovecha para madurar el giro existencialista que tienen sus relatos, y posicionar una narrativa de corte filosófico, desde el humor propio de una sobreviviente dedicada a la estética del pensamiento y la imagen cinematográfica.
Patricia, al estilo Hegeliano en fenomenología del espíritu deja una mirada prospectiva desde los flashes back con los pasajes de la dictadura en Bolivia y cómo estos impactaron el destino de los personajes que atravesaron su existencia.
En sus relatos y twitcuentos nos acoge en un paseo por el recordis, invitándonos a visitar las ventanas de su humor, sentarnos en el balcón de su implacable socio estética, al respecto señaló Barthes en su libro El grado cero de la escritura: “…cuando tus memorias se hacen accesibles y se cruzan fotográficamente con las del otro, entonces has logrado transitar por los cuerpos del olvido desde la infancia misma de una sociedad.”
Patricia Gutiérrez Paz, escribe en uno de sus relatos, titulado “Diario de una niña”: “…rompo el juramento, desde las fisuras de la memoria, escribo este diario como un tributo, un mantra un rezo al único credo posible: la infancia.” En este cuento la autora explora el oscurecimiento de las relaciones sociales gestadas en el seno del hogar, en la escuela y sus mandatos, expresa con valentía las realidades profundas que subyacen en los ojos y acciones de una madre, un padre, una profesora, una niña, etc. no juzga las cualidades de los personajes, las describe desde una fenomenología espiritual que cruza los sistemas de niveles interpretación y representación del lector con los personajes.
El libro, editado en Italia por Raffaelli Editore, cuenta con la traducción del reconocido poeta e hispanista Emilo Coco. El trabajo fue gestado como un impulso posterior a su tesis en la Maestría en Escritura Creativa que la escritora realizó en la Universidad de Salamanca (España); tras una profunda indagación sobre las denominadas escrituras del yo, la memoria, y sus trampas eternas.
Después de sus libros de poesía, Una palabra que no digo, y través del cuerpo, la escritora decidió dar el salto a la narrativa, e incursionar en los cuentos. En palabras del poeta Emilio Coco, “la historia de un IPhone se mueve entre ficción y realidad; sin que se pueda distinguir la una de la otra; atrapando al lector desde su inicio”, afirma el intelectual italiano.
“No es cierto que usted no sepa tejer; teje a las maravillas la trama de sus argumentos; y su urdimbre está hecha de poesía y humor negro”, destaca el poeta Oscar Barbery Suarez, sobre uno de sus cuentos “Memorias de un Porrazo”; donde su personaje insiste en no saber tejer; en una alusión a Penélope.
“El mundo recreado por Patricia Gutiérrez, lleno de mágica y terrenal poesía —porque de poesía se trata, aunque escrita en prosa— donde las presencias humanas son todas suyas; las enfermeras… el muchacho revolucionario… se funden con otras realidades, y vicisitudes, en unos relatos que tienen toda la naturaleza de la prosa; que, sin embargo, el lector percibe y recibe, como verdadera poesía”, ahonda Emilio Coco.
El libro Memorias de un iPhone de la escritora y cineasta Patricia Gutiérrez Paz, es un libro con muchas entradas, como todo buen dispositivo, puede ser leído, interpretado y procesado desde distintos lugares y perspectivas disciplinarias. Su autora, traslada los distintos cables del recuerdo hasta volverlos memoria, asumiendo la palabra memoria como la divinidad griega que es, tal cual indicó Jean-Pierre Vernant en su obra Los aspectos míticos de la memoria, para referirse a Mnemosuné o Mnemosyné.
En este libro, Patricia Gutiérrez Paz logra lo que nos enseña Platón en su obra El Banquete, con los diálogos: “…que no suceda el olvido, que es pérdida del saber”; su autora inicia cada relato desde la voz narrativa del corazón mismo de la memoria, es decir desde el recordis, por ejemplo en el cuento inaugural de su obra escribe: “…hace tiempo que no tecleabas tan rápido, las comas te huyen (…) tu alma es un poco mía, esa fiereza con la que tipeas, golpeas mis teclas atragantada (…)”, en este cuento que lleva el título del libro, deja clara la humanización con la tecnología, el diálogo disruptivo que establece con ella desde su cotidianeidad y a cadena de acciones en su mente y en sus manos.
La escritora supera las fronteras biográficas narrativas, deja que sus dotes de guionista y cineasta se fundan, llevándola a los terrenos de la semiótica, lugar donde metaforiza los roles de un dispositivo y su capacidad de resistencia, sus teclas, su pantalla, la ausencia de este en su vida, cuando se pierde o la poca resistencia de la batería. De este modo la autora amplifica el tenor de las voces narrativas y líricas de sus personajes, los cuales se transforman en la representación de la totalidad biográfica experimentada por la humanidad durante la transición cultural y comunicacional más reciente de nuestra historia, visibilizada con mayor intensidad en la crisis de la Covid19.
A lo largo de los relatos Memorias de un iPhone convertido en sujeto dialogante y rupturista, en el cuento Vicios Ciber, la voz narrativa genera puentes y quiebres ontológicos en las relaciones que establecemos los seres humanos con las distintas tecnologías y dispositivos creados para la comunicación; y generadores de cortes circuitos, que complejizan la comunicación con nosotros mismos y a la vez amplifican el alcance de nuestros mensajes. Así mismo, en los cuentos de Patricia Gutiérrez, los momentos de la historia personal y colectiva, amontonados y esperando su lugar para ser contados, desde estos dispositivos tecnológicos, que, en interacción con el humano, como lo dijo en su momento Marcuse, trascienden la cotidianeidad y se instalan en la vida adquiriendo una calidad antropológica.
Si leemos el libro desde la mirada del experto en antropología de la memoria Joel Candau, esto podría significar el cambio en el modo de entender las relaciones que hemos establecido con las tecnologías de comunicación y los distintos dispositivos, el modo en que hemos asignado los recuerdos a los cables de un dispositivo y trasmutado los recuerdos de nuestro propio cuerpo en memoria parlante, memoria silenciada, memoria por venir, olvido hecho memoria, dando lugar así una humanización de las tecnologías de comunicación.
Desde dicha humanización, la autora Memoria de un iPhone nos invita a ahondar en nuestro mismísimo devenir como humanidad, a reflexionar sobre nuestro comportamiento con las tecnologías, sobre nuestros modos de recordar, de olvidar, de contar, de callar, de ignorar, de amar, de ser y no ser, de provocar dependencias históricas y alterar las agendas emocionales desde un dispositivo tecnológico.
Este libro contiene las experiencias de muchos habitantes digitales, aunque la autora lo señala como autobiografía, desde el punto de vista estético y filosófico es una propuesta para reflexionar sobre el impacto global de nuestras actividades cotidianas a nivel local, generadas sobre el ecosistema terrestre. Conscientes o no, estamos atravesando el Antropoceno signado por la comunidad científica. De ello da cuenta la autora, en el cierre del libro, con el cuento titulado: antropofagia.
Los seis relatos del libro se asientan sobre estas fisuras sutiles, en los límites posibles e imposibles entre ficción y realidad, generando hipervínculos con los twitcuentos como “Antropofagia”, “Ceguera”¸ volviéndose el libro un juego de algoritmos y contacto, donde el tacto y la vista le dan el uso-desuso al dispositivo, sabiéndolo más dueño de la dueña que al revés, revolviéndose el aparato tecnológico comunicacional —literalmente— en su memoria; en su fiel confidente; trasladándola a los rincones donde el dolor todavía persiste, trasladándola también a los rincones donde la euforia se apropia de ella.
La autora expone desde la prosa con giros líricos rotundos, una crítica de la que, en 1964, nos habló el Filósofo Marcuse en su obra El hombre unidimensional, donde la crítica principal a la sociedad moderna está en que el sujeto es unidimensional y víctima de su propia impotencia, de la opresión continua, de la pérdida de libertad de su propia memoria y privacidad ante un sistema político.
Este libro, es sin duda, una invitación a reflexionar nuestros hábitos de consumo y relaciones con las tecnologías y la modernidad, cuyos preceptos han fracasado. Si seguimos la lógica de pensamiento de la escuela crítica de Frankfurt a la cual perteneció Marcuse, y si exploramos también los aportes de Marx y Freud en Eros y la civilización, publicado en 1955; observaremos que la problemática psicológica y existencial de los personajes que nos presenta Patricia Gutiérrez Paz en este libro son secuencia de problemáticas políticas que se han instalado en nuestra psiquis y cotidianeidad, y que resultan de las decisiones históricas, donde, precisamente, la memoria de los habitantes es transgredida constantemente.
Lo señalado anteriormente se observa por ejemplo en: Memorias de un golpe de estado, la mirada de la autora se ubica en sus diecisiete años, “cuando el miedo aún era ajeno” y las historias que se tejen en las sombras son las que verdaderamente importan, aunque solo las veamos si sabemos espiar y cuestionarlo todo. En su siguiente relato: Autobiografía de un porrazo la autora expone un baño de filosofía existencial desde la reconstrucción de los retazos de la memoria, luego de que su cuerpo golpeara violentamente el piso, desplomado por un desmayo.
Sin duda estos relatos y cuentos son una propuesta innovadora para los lectores. Su autora, Patricia Gutiérrez Paz expresa desde una narrativa impresionista y con una lírica de vanguardia, así como la voz existencialista y rupturista de sus personajes se posiciona cada vivencia experimentada por la humanidad en este confinamiento y tránsito cultural, que han significado la crisis sanitaria del covid19 y las intermediaciones del lenguaje desde las tecnologías, y además, nos cuenta la historia del siglo XX desde la deconstrucción y restitución de la memoria transgredida, deja claro que la memoria de los habitantes de un tiempo y lugar, le otorga humanidad a la historia, otorga la posibilidad de la cohesión de los lazos en tiempos donde queda claro: es urgente sanar las fisuras del cuerpo y alma.
*(Santa Cruz de la Sierra-Bolivia, 1984). Poeta, narradora, filóloga y magister en Ética social y desarrollo humano por la Universidad Alberto Hurtado (Chile). Además, se especializó en Gestión Sociocultural por The Golda Meir Monte Carmel Center en Haifa (Israel) y en educación intercultural. En la actualidad, es doctorando en Educación en la Universidad Católica de la Santísima Concepción de Chile. Es cofundadora del Colectivo LEE, junto a la escritora Jéssica Freudenthal, y columnista en los diarios El Deber, Los Tiempos, Página Siete (Bolivia) y en El Mostrador (Chile). Ha publicado en poesía Versos de Agua (2008), Como vuelan las mariposas (2012), Incendio en el agua (2018) y Pasaporte de un eLector (2019); la novela Diálogos del silencio (2017); el manual didáctico de educación Profes fuera de la caja (2019); y el ensayo El libro es un territorio y el lector un habitante (2019). Sitio web: www.claudiavaca.org / email: cvaca@doctoradoedu.ucsc.cl
**(Santa Cruz de la Sierra-Bolivia, 1960). Poeta, narradora y guionista de cine. Periodista y comunicadora social por la Pontificia Universidad Católica de Brasil y magíster en Escritura creativa en español por la Universidad de Salamanca (España). Es columnista en el diario El Deber y cogestora cultural del movimiento poético La Calleja. Ha publicado en poesía Arte palabra (2017), Una palabra que no digo (2014), A través del cuerpo (1989); y en narrativa Memorias de un Iphone (2021).