Por Javier Gil Martín
Poemas por Raúl Nieto de la Torre*
Crédito de la foto (izq.) Ed. Tigres de Papel /
(der.) www.raulnietodelatorre.blogspot.com
Sobre Leopardo (2017),
de Raúl Nieto de la Torre
Hay un leopardo agazapado en estas páginas, se esconde entre los versos y las estrofas, en los blancos que quedan en las páginas, en lo que reverbera al acabar de leer el poema. Porque, como dice el poeta, «es el molde, lo otro, lo de fuera, la verdadera estatua no está donde la vemos»; ni el verdadero poema está donde lo oímos, como nos dice después. De esta condición felina nace el nuevo libro de Raúl Nieto de la Torre, el mismo del legendario Zapatos de andar calles vacías (2006), pero a la vez otro, una poética suspendida en el aire, donde el que enuncia parece estar flotando, y el espectador/lector ―o sea, nosotros― está flotando también; un tiempo sin tiempo el del poema. Gracias, Raúl, por encontrar de nuevo la poesía, esta vez en otra piel.
5 poemas de Leopardo (2017)
NO ERES NADIE hasta que has llevado
un pensamiento dentro inconfesable
por toda la ciudad para que no se rompa
la cadena del frío, sin decírselo
a nadie, no eres nadie
hasta entonces.
Pero tampoco luego
y, sin embargo, has llegado a casa
con esa gota gris de lluvia cristalizada en los labios
como una flor de hielo.
………………………………….No eres nadie
y por eso no has roto la cadena del frío:
de nadie a nadie has ido para nada.
EL CIERVO ATROPELLADO aquella noche
y la brillante mariposa atravesada
por el interminable frío del alfiler
de algún modo hemos sido
tú y yo el mismo animal
paralizado enfrente de la misma luz.
SE POSA EL PÁJARO en sí mismo,
tiene la rama dentro, eso explica
la gracia natural de su reposo.
Algún mandato incumple, sin embargo,
pues no se queda allí sino lo justo
para que yo lo vea mientras vivo.
Como esa rama, acaso está la muerte
también dentro de él
y de mí mismo.
TODO LO QUE nacemos
y hay que llamarlo de algún modo
para que no nos muera. (Reparad
en que he dicho «llamarlo de algún modo»
y no «ponerle nombre».)
Todo lo que nacemos, desde la nieve insatisfecha
de los huesos más blancos hasta
la más espléndida hierba
que crece en los tejados, y hay que llamarla
aunque no alcancen nuestros ojos
a ser tan verdes como ella.
Todo lo que nacemos con las manos
y luego dicen que ya estaba en el mundo
mucho antes de nosotros…
que el pájaro tenía dentro
la rama en que reposa de su largo vuelo sin sentido.
COMO EL AGUA que hace
a la piedra a su imagen y semejanza
nos hemos hecho el uno al otro
tanto daño.