Por Ana Rosa Martínez
Crédito de la foto (izq.) www.caminosdepakistan.es /
(der.) Ed. Libros del Innombrable
Sobre La condición radical (2023),
de Joaquín Fabrellas
Reúne este volumen todo el material recopilado por Joaquín Fabrellas*, estudioso de la narrativa y de la lírica leriniana, a lo largo de 7 años, desde que empezara, allá por el año 2015, a leer y a estudiar los diferentes libros de Francisco Ferrer Lerín**. Tanto los que publicaría el poeta a partir de 2009, como los que se habían publicado sesenta años atrás, desde 1964, fecha en que aparece su primer volumen De las condiciones humanas.
Sesenta años desde los primeros poemas, en los que el tiempo había reforzado aspectos consolidados en ellos, ya que se podían leer estos poemas más antiguos de Lerín con una pasmosa actualidad, sintagmas que no habían envejecido, versos que podían ser extrapolables al momento actual. Esto no sucedía con otros autores que habían disfrutado de una mayor popularidad en los sesenta y setenta y, que hoy, por diferentes avatares, carecen de la relevancia poética que entonces sí tenían.
Este aspecto de modernidad en la obra leriniana es lo que llamó la atención del autor de este estudio.
Sin embargo, su obra reviste otras dificultades: la difícil clasificación de su proceder, la nula categorización genérica entre prosa lírica, poema narrativo o poesía, categorizaciones que no se contemplan en la trayectoria artística del poeta. Así como la introducción en su poesía de temas y lugares que no forman parte tradicional del canon lírico europeo, salvo en contadas excepciones.
Todo esto fue constituyendo la cuestión Lerín, un enigma que debía ser resuelto desde el análisis concienzudo de sus obras. El conocimiento personal de ambos autores ha ayudado mucho a dirimir esta cuestión: ¿dónde reside la originalidad poética por la que tantos se preguntaban?
La resolución de la crítica acude siempre a los mismos lugares comunes, y tales respuestas no sirven al lector atento, es decir, la calidad de este poeta no se basa en su rareza. Ferrer Lerín es un autor que cuida la palabra como la parte fundacional de su lírica, hasta ahí, nada nuevo, pero también se basa en la sonoridad de la palabra, la parte fónica, el resultado es, además, extrañador, porque se reviste de un agrupamiento sintagmático insólito, que procede del automatismo, así como de otros libros en los que bucea con finalidad creativa.
Pero Lerín escribe con los desechos de un lenguaje antiguo, como si fuese material de derribo a los que él dotase de otra sonoridad, otra significación y otra temática.
La forma de recuperar material textual de lugares que no pertenecen a la lírica, es, en realidad uno de los procedimientos más innovadores del panorama lírico actual, y eso sí lo diferencia del resto de poetas de su generación, los cuales, basan el mensaje de su poesía en el discurso lógico simbólico que se viene practicando en Europa desde hace siglos, y que la vanguardia, y los surrealistas en especial, rompieron, para encarnar su discurso en lo insólito, lo irracional. Un discurso alejado de la razón y radicado en la experimentación para romper los límites de la creatividad poemática.
Así las cosas, en La condición radical se estudian, uno a uno, todos los libros del poeta, siete, para ser exactos: De las condiciones humanas, La hora oval, Cónsul; estos tres suponen la primera etapa, la etapa de juventud del poeta. Después vendrían Fámulo, Hiela sangre, Libro de la confusión y Grafo pez, que suponen la segunda etapa, donde su poesía se hace madura y se consolidada en sus procesos técnicos, a pesar de que, por supuesto, permanecen ciertos temas y obsesiones intocables, como los sueños, las aves, los monstruos y se da paso, asimismo, a otros temas y preocupaciones como la muerte y la decadencia, que rondan en sus últimas composiciones como preocupación y como asunto estético.
A estos libros habría que añadir Edad del insecto, que es una suerte de agrupación del material total que compuso el poeta en su juventud, y que actúa como nutriente de los tres primeros libros.
La segunda parte de La condición radical es donde se expone Mecanismos internos: el poeta nos va desvelando sus manías, sus temas, la manera de trabajar, las diferentes influencias halladas en sus obras. Todo sirve para desmitificar una figura mal entendida, a mi parecer, por parte del lector actual.
Estas y otras cuestiones, además de entrevistas con el autor, algún material inédito, la resolución de ciertos interrogantes, la muestra de la casi totalidad de los procedimientos líricos se agrupan en este volumen, que se completa con una breve biografía y con una extensísima bibliografía, toda la que se ha reunido en torno a un autor que no deja indiferente a nadie, y que tanto material ha dado a la crítica. En la actualidad es uno de los autores más respetados por la calidad de sus escritos, prueba de lo cual, es el último volumen aparecido en Tusquets y que reúne su Poesía reunida, en edición de Aurelio Major, y que muestra la importancia de Lerín en el mundo de la lírica hispanoamericana actual.
Sin duda alguna Ferrer Lerín es un clásico de nuestro tiempo.
*(España). Poeta y profesor de literatura. Escribe estudios críticos, traducciones y reseñas para las revistas La manzana poética y Paraíso, así como artículos en Viva Jaén y en el blog www.lobelloylodifícil.wordpress.com
**(Barcelona-España, 1942). Poeta, narrador, traductor y ornitólogo. Trabajó en la editorial Salvat y en el consejo de redacción de Barral Editores. Ha publicado en poesía de Las condiciones humanas (1964), La hora oval (1971), Cónsul (1987), Ciudad propia. Poesía autorizada (2006), Papur (2008), Fámulo (2009), Gingival (2012), Hiela sangre (2013), Mansa chatarra (2014), Chance encounters and waking dreams (2016), Edad del insecto (2016) y El primer búfalo (2016); y en novela Níquel (2005), Familias como la mía (2011), 30 niñas (2014).