5+1 poemas de «Serpiente underground» (2020), de Gabriel Gargurevich Pazos

 

Por Gabriel Gargurevich Pazos*

Crédito de la foto (izq.) Plectro Ed. /

(der.) www.panamericana.pe

 

 

5+1 poemas de Serpiente underground (2020),

de Gabriel Gargurevich Pazos

 

 

Rodando

 

Esta noche no quiero pasear de la mano de Rimbaud

Seré una bola de cuero negro rodando

Un topo angelical con alas de terciopelo

Nadie dirá nada

 

Una mujer policía me dará indicaciones

Y nos miraremos fijamente

Acercándonos

Sonriendo al final

Así como le sonrío al chico

Que cruza conmigo la calle de la plaza de Santiago

Rumbo a los peruanos

Picarones

Anticuchos

Una no-sonrisa en el rostro de uno

Que hace un gesto rapero cuando le tomo una foto

Como si alguien hubiese muerto

Y estuviese flotando en el río Mapocho

O el Rímac

El cuerpo de ese muerto

 

Cantaré una canción en un karaoke:

Ahí me desenroscaré y batiré alas

Cantaré Muevan las Industrias

Para tres parejas en la oscuridad

Será mi lado salvaje

Una copa de vino esperándome en la mesa

La escena de un Western

Donde buscas tu reflejo:

Un buen chico

Un topo angelical con alas de terciopelo

Nadie dirá nada

Harán un gesto de baile

Solo eso

 

Esta noche entraré al callejón parisino

Camino a la avenida Brasil

En el Centro de Santiago

No tocaré la puerta

Seré una bola de cuero negro rodando

Regresaré al hotel levitando

Con las manos en los bolsillos

La música en los labios

Un extranjero de la misma tribu

Rezaré por las almas de Gustavo Escanlar

Sid Vicious

Veré la televisión con el cartel numerado

Debajo de la almohada

Silenciado

Esperando el mejor momento para salir a flote

Hoy no

 

He parado en Los Tesoros del Inca

He comido una causa inmensa con atún

He bebido un pisco sour

Servido por un señor proveniente de Breña

Una señora me trajo la causa de Chorrillos

Sonriente

Como si se le hubiese muerto alguien

Y estuviese flotando en el Río Mapocho

O en el Rímac

Sigamos

Le digo con la mirada

Me levanto y le doy no sé cuántos miles de pesos

Sigo caminando con las manos en los bolsillos

Echando humo por el frío

Locomotora científica

Detectivezca

Alada

De cuero

La locomotora

Se apodera de mí y me aterriza en la cama

A 26 grados

Afuera: -1°

 

Dormiré con la elegancia de un felino

Despertaré como un hipopótamo

Perdiendo agua en el transcurso del día

Los anillos se irán por el wáter junto con los tatuajes

Unos nuevos volverán a salir de mis poros

Con una sonrisa llorosa

 

Como si alguien se les hubiese muerto

 

 

 

Compañero de fogata

 

Hijo amado

Dice la canción que canta

Un cantante que me gustaba cuando tenía tu edad

Pero que ahora está acabado

Como yo

yesoesbastante

 

Hijo amado

No estamos separados por un mar

Sino por un río

Que hace palpitar las piedras

Corazones de éter

Que se enredan con la luna

Reflejada en tus ojos

Hijo amado

 

Los dragones salían de mi cabeza botando fuego

Tú los atrapabas en el aire

Convertidos en hadas

Los dragones

Los dragones

Las hadas

Se convirtieron en manzanas envenenadas

Nos dormimos

Juntos esperamos

De la mano

¡Que venga el hada!

 

En las calles vamos como piedras rodantes

Tú más adelante

Yo atrás

Marchando

Alzando el dedo índice

Eh

¡Eh!

Hijo amado

No estamos separados por un mar

Como dice la canción de mi ídolo

Cuando tenía tu edad

Somos un río

Serpenteamos por la selva de cemento

Esa que tiene una oruga gigante que nos sirve de transporte

A ti

Y a mí

 

Dupla callejera

Gigante escurridizo

El Cielo en tu mirada

La mía:

Chorreada cuando te vi nacer

Cantando canciones

De sangre

Inyectadas de sol

Envenenado

Como las manzanas que a veces nos toca morder

 

Compañero de fogata

Rostro acolchonado

Un tejado en la mirada cristalina

Que me columpia

Hasta

Caer

Al

Infinito

 

El poeta y periodista Gabriel Gargurevich Pazos

 

Canción Pop

 

Hablando de ti

Hablando de mí

Hablando de ti que ni siquiera existes

No eres más que una invención de mis uñas a las que les gusta hurgar en los poros de las dunas salvajes que crecen en el cielo presumiendo formas de cáliz sagrado

El cáliz de Jesús que resplandece en la pantalla del computador

EL cáliz que fulgura entre mis dedos sucios

Callejeros

El CÁLIZ con el que me emborracho cuando estoy solo y sueño contigo

Que no existes

 

Hablando de ti hablando de mí yo quiero que me aconsejes

¿Cómo hago para alcanzarte si eres humo?

Un holograma cegador

Hablando de ti: en el parque detrás de mis ojos

Mirando por las orejas

Un telescopio desde mi ventana esperando a que despiertes

Vestida de tules en las nubes cachetes comestibles manzanas acarameladas

Reina encorsetada

Ilusión de adolescente short diminuto entre mis dedos

 

Hablando de mí: Un viejo sentado disparando balas desde la ventana

El hijo mayor: un chico hermoso dreadlocks alto en las nubes Real

Voy a la bodega: ¿Quieres algo?

Lo que quisiera es un poco de cordura y vuelvo la mirada a las fotos que pasan delante de mí

Una tras otra

Disparos de feria

Patos

Manzanas acarameladas

Algodones dulces

Valiente:

Como un ave fénix en llamas para renacer

Más allá

del

final

de los textos

por los siglos

de los siglos

Amén

 

Hablando de ti

Hablando de mí

Hablando de ti que ni siquiera existes

Que me dijiste que NO

En todas las plazas de los parques de la costa del Perú

Un conejo asustado

El pelo mojado

A punto de estallar como un puercoespín

Tu pierna

Real

Inmensa de elefante

Eres otra

¡Eres la misma!

El mismo espíritu que me persigue con una guadaña

Mirada dulcísima

Lloro

¡Bella Muerte! ¡Córtame en pedazos! ¡Hazme cenizas llévame al cielo y desde arriba espárceme en el mar!

Luego absórbelo todo y escúpelo como un chamán

Muriendo es como se resucita a la vida eterna

Hablando de ti

Hablando de mí

Del cáliz de tu sangre

Que No existe

No existes

No existe nada

 

 

 

A veces / Quisiera

 

A veces arriba

A veces abajo

Eternamente la rueda de la bicicleta ciega

Somos los sueños oxidados impresos en el cielo

De los gallinazos amigos

 

A veces la determinación de Rockefeller

A veces un hongo de papel transparente

Un juguete del viento

Lagunas en los ojos

Desbordantes

Los ojos

Las lagunas

Desbordantes

 

Cuando el piso es sólido

Se gana dinero

Se pierde en el camino de los grillos

En casas enrejadas

Verdaderos laberintos

Como las líneas de mi frente formando un arcoíris oscuro

 

La niebla espera detrás de la nuca:

Sirve para correr

Para morir

Tan bien

Tan mal

Salir disparado por los aires

 

Salimos a conquistar el mundo

A dinamitarlo

A fundirnos con él

Formando un arcoíris infinito

Acordándonos de la lava

Los gallinazos la observan como un río

Los gallinazos

Desde lo alto

Con sorna

 

Quisiera ser un águila

El matón del barrio

El protagonista de una pelea callejera

El héroe del barrio con los chicos rodeándome

Arrastrando sus quijadas

 

Quisiera ser un águila despiadada

El centro de la mesa de un directorio

Un holograma en la sala de reuniones

Mientras me humeo en las playas del norte

 

¿De qué me sirve pedir tu mano?

Soy una malagua trémula despedazada

Un bloque de cemento que se hunde en el mar

Un obrero bajo el sol

La niebla gris que espera detrás de la nuca

El pajarito que canta a tu oído

Canciones de un guerrero medieval

 

 

 

Ocaso en Suasi

El viento posee las ramas delgadas del árbol

Les hace el amor suavemente

El viento posee al árbol

Detrás

Como si fuese la vida que pasa

Previsible

Inevitable

Sin rostro

Resignada

El lago

El lago avanza

Procesión apurada que carga al casi muerto

De quien brota

Un último suspiro

Un destello

Una muestra de fulgor

Un detalle de su omnipresencia

Moribunda

Ahora

De otro es el reino

Cuyos castillos son las nubes vivas

Severas

Escamas escasas

Totales

Metálicas

De guerra

La naturaleza me posee

Hacemos el amor

Con agitación cristalina

Ramifica mi corazón

Lo explota

Me hiela las manos

En las alturas la naturaleza es el desprecio de una dama con clase vestido elegante y sin calzón

 

Galaxia Solitaria

 

En medio de la nada:

Totalidad

¿Cómo llegué hasta aquí?

Surcando el río Huallaga

La música en mis hombros

Un veinticinco de noviembre

Hace veinte años

 

Los frutos regresan a los árboles

Los insectos al centro de la tierra

La madre perdona

Mece la hamaca en el firmamento

Sin dormir

 

Bajo tierra

Despierto de las brumas insolentes

Rompo el compás

Circunferencias:

Pirotécnicas

Retardadas

Malolientes

 

Los sueños que me salvan la vida se entrelazan:

Dos serpientes dispuestas a interrogar

Al presunto asesino

Me absuelven:

¿Quiénes te pusieron tras las rejas?

Preguntan mientras las abren

Salgo como un río desbocado

Llorando

Riendo

Vomitando

Señalan el error de los cretinos que sin conocer la palma de mi mano gimotean sus rencores señoriales

¿Qué saben ellos del trayecto de mi liana?

¿Qué sabes tú?

Todo

Bebes de mis lágrimas

 

¿Qué saben de mí los Chujandama?

Ellos me conducen a ti

Oh nobles guerreros chankas

Custodios del imperio que hoy habito

Donde brota la vida

Que hoy habito

Flaco sin dientes

Resplandeciente

Nadando con insectos en la piscina de esta galaxia solitaria

La vida es dulce (a pesar de lo amarga)

 

 

Quiero empezar con una canción dulcísima

Que me ensenó mi madre

La electricidad en los cables de luz

Quédese ahí:

Muerte

 

Atraviesan el desierto

Recorren kilómetros de kilómetros

I’ve been a bad, bad boy

Sus ojos brillan como antorchas

Cuando salen a la superficie

 

Los caimanes me persiguen

Me aferro a la mochila que flota

Ensayando dignidad

Un viejo punk en el río

Una guitarra estruendosa sin pastillas

 

Quiero seguir con una canción dulcísima

Que haga que todos se vayan a casa a dormir dulces sueños

Como los del guerrero que se afeita la barba

Bajo el sol

Desintegrándose de alegría

 

Cantando con los grillos

Gozando en el pecho

Comiendo tierra

Caminando encima de hologramas

Recibiendo honores de espíritus digitales

Que parpadean y parecen borrarse

Ungiéndome de gracia escarchada

Les agradezco llorando

Les pido ser también un holograma

Y subirme a su nave

 

Dormido

Despierto y ahí siguen las antorchas

Mostrando sus dientes los caimanes me invitan a entrar

En sus barrigas sopla un viento frío

Flotando en venas frías explota mi cerebro

 

A mi columna vertebral le salen aletas de titanio

Engullo a todos en la nave

Incluyéndome

Radioactividad en los dientes

Castañuela asesina

 

¡Qué bailen los deudos del cataclismo!

Nunca me gustaron las fiestas

Aunque suena fuerte la distorsión de la guitarra

Un cementerio en el pecho

Devorado por cuervos

 

Caimanes se ríen la Amazonía explota

Lágrimas explotan en sus colas

Donde me alojo

Intento salir

Respirando el aire del verdadero glamour

Infinito e Invisible

 

 

Estoy bajo el agua

Nadie me puede rescatar

Las lanchas se dan media vuelta y se van

Una tras otra

La mochila flota: eso es suficiente: sonrío y me pongo boca arriba: y me vuelvo a voltear:

 

Y así ad infinitum

 

 

 

 

 

*(Lima-Perú, 1975). Periodista y escritor. Bachiller en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Lima (Perú). Fue compositor, guitarrista y vocalista de la banda nacional El Ghetto. Se desempeñó como coeditor de la sección “Política” del diario La República y periodista de la sección “Sociedad” de ese diario, así como editor de la revista de modas Para Ti Perú; periodista y subeditor de la revista Cosas Perú por siete años, y guionista, generador de contenidos y coach en el programa “Oh! Diosas”, de Plus TV. En la actualidad, colabora con el suplemento “El Cultural” del diario El País (Uruguay). Ha publicado 8 Mujeres. Retratos de peruanas que encontraron el éxito (y el poder) (2015) y en poesía Serpiente underground (2020).

 

 

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