¿Quién heredará nuestra miseria? 8+1 poemas de Rodrigo Garcia Lopes

 

Por Rodrigo Garcia Lopes*

Traducción del portugués al español por Josep Domènech Ponsatí

Curador de la muestra Fabrício Marques

Crédito de la foto ©Anderson Craveiro

 

 

¿Quién heredará nuestra miseria?

8+1 poemas de Rodrigo Garcia Lopes

 

 

Salvajismo

 

Al final el magistrado era el cabecilla de una milicia asesina

Y el incendio en la favela celebrado con uzis y bocinas.

 

Más cadáveres encontrados en el lodo de la presa

Y el coronel torturador recibe otro homenaje sorpresa.

 

Dos mil campos de fútbol de selva devastada al día en la Amazonia

Una multitud de jóvenes negros exterminados sin ceremonia.

 

El presentador de la tele integra un grupo neofascista

Y el ministro no duda que la Tierra Plana exista.

 

Una horda de mentecatos pidiendo sangre, destilando odio,

Freddy Krueger, Chucky y La Cosa disputándose el podio.

 

El juez del Supremo mantiene esclavos en sus haciendas

Y el dueño del gran periódico dice que la Verdad es una leyenda.

 

La cuadrilla de empresarios celebra en París sus desmanes

Y el general dice que los derechos humanos son para humanos cabales.

 

El famoso pastor que viola a chiquillas cada sábado      

Y la ministra que secuestra indios y ve al Diablo encaramado a un árbol.          

 

El jefe de Gabinete envuelto en casos de encierros forzosos y necrofilia

El gran héroe nacional era un agente de la CIA.

 

El obispo con maletas repletas de dinero en el helipuerto del templo

Y el diputado asesino de gay’s ensalzado como ejemplo.

 

Un filósofo exastrólogo de tres al cuarto tenido como genio, majadero de oficio,

Y el Empresario del Año vibra con otra tragedia más: todo es beneficio.

 

Una pandilla de canallas, ignorantes y psicópatas en el poder

Y la cínica jueza sonríe al inocente que ella acaba de joder.

 

Legiones de zombis y parados por las esquinas y parques

En la cárcel abarrotada ruedan cabezas en otra masacre.

 

Seis billonarios poseen la misma riqueza que 100 millones de personas

Y el silencio aterrador que por las calles resuena.

 

Miserables en vertederos en escenas de puro desespero

El gobernador genocida que liquida pobres con helicópteros.

 

Un presidente que prende fuego al circo y exalta la tortura

Y el pasmo y el asco de un pueblo hacia su propia criatura.

 

Joder, parece una peli de terror.

Pero sólo es Brasil (todavía es peor).

 

 

Simultaneidades

 

Ahora mismo alguien escucha Wagner a todo volumen, frente a los Alpes.

Ahora mismo un terremoto sacude Tokio, y esta línea tiembla.

Ahora mismo un extraterrestre recoge una caracola en una playa de los Mares del Sur.

Ahora mismo un islamista radical se despide de su reflejo en un escaparate de París.

Ahora mismo una pareja de científicos hacen sexo salvaje en un observatorio de Atacama.

Ahora mismo unos altavoces gigantes con himnos patrióticos despiertan a la población de Pyongyang.

Ahora mismo el sonriente y solícito oficial ruso derrama plutonio en la bebida del espía.

Ahora mismo un cura cuchichea al oído de su amante escocesa.

Ahora mismo en la ventana de un hotel de Leblon un hombre se enamora de una paloma.

Ahora mismo en el litoral de Somalia unos piratas atacan un carguero y son rechazados por artillería pesada.

Ahora mismo una foto caída de un libro lleva al cirujano sueco a las lágrimas.

Ahora mismo un Boeing con 330 personas a bordo desaparece sobre el Océano Índico.

Ahora mismo es un lugar que nunca envejece.

Ahora mismo un ejecutivo panameño realiza una transferencia de un billón de dólares a través de Deep Web.

Ahora mismo una mujer solitaria accede a las imágenes de la Estación Espacial Internacional en su giro por la Tierra en tiempo real y se pimpla la segunda botella de vino.

Ahora mismo un geólogo suizo celebra su aniversario en el cráter de un volcán activo.

Ahora mismo un refugiado libio se da cuenta que en aquella patera nadie conseguirá llegar a Nápoles.

Ahora mismo una gimnasta cuelga una selfie mortal en un edificio en Hong Kong.

Ahora mismo un frente frío de desplaza lentamente hacia el punto exacto donde estamos en el mapa: el lenguaje.

Ahora mismo un presidente renuncia y se suicida en directo a través de una red social.

Ahora mismo un asteroide se dirige hacia la Tierra a 72 kilómetros por segundo.

Ahora mismo en Colorado media docena de Papás Noel con equipos de esquí en los hombros bajan corriendo la calle principal de Aspen.

Ahora mismo el hacker se despierta y se ve convertido en un bosque nórdico, en el doble de Hamlet, en una baraja de cartas turca, en un parque de diversiones abandonado.

Ahora mismo en un bar de Manhattan la Belleza le dice al Terror: “Cuando yo termine, tú empiezas.”

Ahora mismo una vieja leona agoniza rodeada de hienas en una sabana africana.

Ahora mismo el sol de casi otoño baña una página blanca.

Ahora mismo una grieta kilométrica se abre en el Antártico.

Ahora mismo un poeta griego inventa una máquina de producir eternidad.

Ahora mismo en un teatro abarrotado en Moscú Anna Fedorova toca el último acorde del Concierto nº 2 de Rachmaninoff.

 

El poeta Rodrigo Garcia Lopes

 

Posverdad

 

Mañana de lluvia, ceñuda

como un general ruso.

 

De repente se pone a pensar:

el metalenguaje repone (peligro-

 

samente) el solipsismo de yo-lírico romántico.

¿Por qué no el sonido del camión de la basura

 

o la cereza en el pico del pájaro

contra un cielo ardiente pizarra?

 

¿La mancha de mostaza en tu blusa?

La menor distancia entre dos puntos

 

no eres tú, Ego, tonto del culo.

Por Dios, ¿qué lucha más inútil

 

se puede trabar en un papel?

¿Para qué entramparse con esta trama

 

de palabras parvas que no llevan a nada,

ningún Valhalla, Alamut, ninguna Atlántida?

 

Y el peor ciego, insisto, es el que dijo

que la vida no vale un comino

 

y que el día es fake news y no existe.

Haz lo siguiente, o no lo hagas:

 

Substituye el arrogante arte del rechazo

por la mera y grata aceptación de las cosas.

 

 

 

Últimas noticias

 

El gobierno anunció el nuevo gabinete del imperio del impermanente y la Policía Federal detuvo a las lilas las dalias las avalanchas en la operación delicada de otoño.

 

Hoy empieza el mayor festival de hojas falsas desvaneciéndose en el viento húmedo de marzo.

 

Las mejores ofertas sólo las encontrarás en el origen dudoso de los recursos de las rocas, en el lenguaje de las conchas, en las corrientes oceánicas con el aval de las proas de los barcos.

 

La sociedad civil debe tomar una actitud contra el exceso de flores fuera de estación, las finas líneas de los troncos, lianas, la savia que sorbe la voz del verde.

 

En su primera declaración oficial, el ministro del maravilloso asusta a la espera y calma a la sombra espesa.

 

El gran clásico de este domingo es entre la línea del horizonte y el bulto de los solitarios en las ventanas de los edificios.

 

Los equipos retomaron este jueves por la mañana el rescate trágico de las penumbras filtradas del ciruelo, la cortina temblorosa de silencios en el Café Déjà-vu.

 

Confirma la previsión del tiempo para ayer, la profecía de las metáforas, la anatomía de la sorpresa.

 

Las encuestas indican la victoria del presidente fugaz, trueno mágico, del recital recursivo de las gaviotas y del esmero de esas mañanas de Homero.

 

En declaraciones a la comisión investigadora, unas olas esmeraldas desabrochan sus blusas y revelan el plan de las crestas y bases y el rugido del mar.

 

Sube a 14 el número de estrellas vistas a esta distancia, a la izquierda de Orión.

 

El mercado ha asimilado mal la noticia de la fuga de neblina en las montañas, el sueño de los hombres, esas malditas ganas de durar.

 

 

El futuro mandó recuerdos

 

El día, gitano viejo, se completa,

llevando su oro a China.

La noche es fresca en la retina.

¿Quién heredará nuestra miseria?

 

La vida una comedia, aunque sería:

playas tan vacías, páginas tan pálidas

de tanto misterio, de tanto ser leídas.

¿Quién heredará nuestra miseria?

 

Amigos lejanos, estas líneas aéreas,

instantes que fueron eso, nada, espuma,

vislumbres, madrugada, alguna luna.

¿Quién heredará nuestra miseria?

 

Mi dolor habita donde otros hacen fiesta.

El pasado es un río que no regresa

y el presente, esa falsa promesa:

¿Quién heredará nuestra miseria?

 

Una sílaba en el aire aún reverbera.

Dunas mudas, dorso negro de montañas,

el cielo, lápida pizarra en esta casi mañana.

¿Quién heredará nuestra miseria?

 

 

 

Oniros

 

En algún lugar al norte de Medusia,

donde no hay música, exiliada inocencia

en el sólido paisaje que la visión

hipnotiza bajo el puente: la farsa

de nuestro futuro. Con ojos lagrimeantes,

truenos rajan el cielo de nuestros afectos,

hacen temblar la catedral de sentidos. Un corte.

Fuimos contratados para un trabajo

insondable: instalar estas cercas eléctricas.

Ahora conversamos entre dispositivos

en algún resort de Borneo o de Normandía

con la contraseña Alberta en bandolera.

El extraño veterano se detiene

delante del escaparate

de una playa de diamantes.

Hay una nave en el cielo.

Ecos de explosiones en la galería Steinway,

aroma de algas rojas y tóxicas,

cámaras de vigilancia, sabotaje.

Unas marionetas macabras sonríen mientras de hunden

en la arena movediza de los días.

Hay un franchising de sueño abierto las 24 horas

y sólo una oportunidad para tocar y palpar

la Tierra para siempre prometida,

antes que el paisaje se haga pedazos

y se convierta en un hotel hecho únicamente de ruinas

y habitado sólo por ángeles.

 

 

Soliloquio

 

Querido pensamiento,

nunca fuimos tan nosotros

como cuando estuvimos a solas

en el instante de tu llegada.

 

Fue poco, me acuerdo,

tu cara, de refilón:

pero ¿cómo estar, entero,

en dos lugares

al mismo tiempo?

 

Es sencillo.

Simple estuvimos a solas.

Pensar es el nombre de ese hueso.

Cuerpo a tu lado, caliente la nuca,

pero la mente, aquí casi nunca,

siempre en algún lugar del pasado,

en hokkaido, almería, tierra del fuego.

 

Viajo a tu lado, parado.

Todos los lugares son éste.

Incluso mirándote a los ojos

estoy ciego a tus pensamientos

y tú a los míos.

Mutuo secreto.

Palpo el mundo en trance

sin poder salir de la cabeza.

Nutro un secreto.

Estoy en la cima de mí,

quizás en el exilio.

 

Así pues, otra vez solos,

cuando menos se espera,

aliviados, nos damos cuenta:

otros nos habitan.

 

Soledad, sólida y real,

y la conciencia

el nombre de esa experiencia, de esa demencia,

el nombre de esa conversación que llevamos con nosotros mismos

todo el tiempo

 

 

 

Paisaje

 

mañana de ojos

nublados

 

caracteres negros

afilados

 

surgen

en la blancura

 

como en esas

pinturas

chinas

 

donde los pinos

entre escarpas

 

parecen

siempre

como estas palabras

 

a punto de

escapar

 

en un instante

se desvanecen

 

entre la niebla

 

El poeta Rodrigo Garcia Lopes. Crédito de la foto: Anderson Craveiro

 

Idilio

 

Un carro pasa

pesado de acacias.

 

El mar y su manto

de blancas heridas.

 

Manos frías naufragan

en la mañana sin labios.

 

Árboles erizados. Luz antigua.

Astillas de niebla.

 

Revuelo de pájaros negros.

Sombras en carne viva.

 

 

 

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(poemas en su idioma original, portugués)

 

 

Quem vai herdar nossa miséria?

8+1 poemas do Rodrigo Garcia Lopes

 

 

Selvageria

 

No fim o desembargador era o chefão de uma milícia assassina  

E o incêndio na favela celebrado com uzis e buzinas.

 

Mais cadáveres encontrados na lama da barragem

E o coronel torturador ganha mais uma homenagem.

 

Dois mil campos de futebol de floresta devastada por dia na Amazônia

Uma multidão de jovens negros chacinados sem cerimônia.

 

O apresentador de TV integra um grupo neofascista            

E o chanceler acredita que a Terra Plana exista.    

 

Uma horda de boçais pedindo sangue, destilando ódio,

Freddy Krueger, Chucky e A Coisa disputando o pódio.

 

O ministro do Supremo mantém escravos em suas fazendas

E o dono do grande jornal diz que a Verdade é uma lenda.

 

A quadrilha de empresários comemora em Paris os seus malfeitos         

E o general que diz que direitos humanos são para humanos direitos.

 

O pastor famoso que estupra garotinhas toda sexta-feira

E a ministra que sequestra índios e vê o Demônio na goiabeira.

 

O chefe da Casa Civil metido com cárcere privado e necrofilia

O grande herói nacional era um agente da CIA.

 

O bispo com malas cheias de dinheiro no heliporto do templo

E o deputado assassino de gays saudado como exemplo.

 

Um filósofo ex-astrólogo porrinha tido como gênio, um chucro,     

E o Empresário do Ano vibra com mais uma tragédia: o que vier é lucro.

 

Uma gangue de canalhas, ignorantes e psicopatas no poder            

E a juíza cínica sorri pro inocente que ela acaba de foder.  

 

Legiões de zumbis e desempregados pelas esquinas e parques

No presídio superlotado rolam cabeças em mais um massacre.

 

Seis bilionários detém a mesma riqueza de 100 milhões de pessoas

E o silêncio apavorante que nas ruas da noite ressoa.

 

Miseráveis em lixões em cenas de puro desespero

O governador genocida que abate pobres de helicóptero.

 

Um presidente que toca fogo no circo e exalta a tortura

E a surpresa e o nojo de um povo com sua própria criatura.     

 

Seria um filme de horror, puta que pariu,

Não fosse só o Brasil.

 

 

 

Simultaneidades

 

Agora mesmo alguém escuta Wagner no último volume, os Alpes à frente.

Agora mesmo um terremoto abala Tóquio, e esta linha treme.

Agora mesmo um extraterrestre apanha um búzio numa praia dos Mares do Sul.

Agora mesmo um radical islâmico despede-se de seu reflexo numa vitrine em Paris.

Agora mesmo um casal de cientistas faz sexo selvagem num observatório no Atacama.

Agora mesmo alto-falantes gigantes com hinos patrióticos despertam a população de        

        Pyongyiang.

Agora mesmo o sorridente e solícito oficial russo derrama plutônio no drink do espião.

Agora mesmo um padre conversa ao pé do ouvido com sua amante escocesa.

Agora mesmo na janela de um hotel do Leblon um homem se apaixona por uma pomba.

Agora mesmo no litoral da Somália piratas atacam um navio cargueiro e são

         rechaçados por artilharia pesada.

Agora mesmo uma foto caída de um livro leva o cirurgião sueco às lágrimas.

Agora mesmo um Boeing com 330 pessoas a bordo desaparece sobre o Oceano Índico.

Agora mesmo é um lugar que nunca envelhece.

Agora mesmo um executivo panamenho faz uma transferência de um bilhão de

          dólares pela Deep Web.

Agora mesmo uma mulher solitária acessa as imagens da Estação Espacial

Internacional em seu giro pela Terra em tempo real e mata a segunda garrafa de vinho.

Agora mesmo um geólogo suíço comemora seu aniversário na cratera de um vulcão ativo.

Agora mesmo um refugiado líbio percebe que ninguém naquele bote conseguirá chegar

         em Nápoles.

Agora mesmo uma ginasta posta um selfie mortal num prédio em Hong Kong.

Agora mesmo a frente fria se desloca lenta para o ponto exato onde estamos no mapa: a

        fala.

Agora mesmo um presidente renuncia e se suicida ao vivo numa rede social.

Agora mesmo um asteroide ruma em direção à Terra a 72 quilômetros por segundo.

Agora mesmo no Colorado meia dúzia de Papais Noéis com apetrechos de esqui nos

         ombros descem correndo a rua principal de Aspen.

Agora mesmo o hacker acorda e se vê transformado numa floresta nórdica, no sósia de

        Hamlet, num maço de baralho turco, num parque de diversões abandonado.

Agora mesmo num bar em Manhattan a Beleza diz para o Terror: “Quando eu terminar,

        você começa”.

Agora mesmo uma velha leoa agoniza cercada por hienas numa savana africana.

Agora mesmo o sol de quase outono banha uma página branca.

Agora mesmo uma fissura quilométrica trinca e estala na Antártica.

Agora mesmo um poeta grego inventa uma máquina de produzir eternidade.

Agora mesmo num teatro lotado em Moscou Anna Fedorova toca o último acorde do

          Concerto n.º 2 de Rachmaninoff.

 

El poeta Rodrigo Garcia Lopes.
Crédito de la foto: ©Elisabete Ghisleni

 

Pós-verdade

 

Manhã de chuva, carrancuda

como um general russo.          

 

Do nada, desanda a pensar:                

a metalinguagem repôs (perigosa-

 

mente) o solipsismo do eu-lírico romântico.

Por que não o som do caminhão de lixo

 

ou a pitanga no bico do pássaro

contra um céu ardente ardósia?

 

A mancha de mostarda em sua blusa?

A menor distância entre dois pontos                                                        

 

não é você, Ego, seu tonto.

Céus, que luta mais inútil                              

 

se pode travar num papel?   

Pra que se encalacrar com este encavalar

 

de palavras parvas que não levam a nada,    

nenhum Valhala, Alamut, nenhuma Atlândida?                          

 

E o pior cego, insisto, é o que disse

que a vida não vale um alpiste            

 

e que o dia é fake news e não existe. 

Faça o seguinte, ou não faça:

 

Substitua a arrogante arte da recusa

pela simples e grata aceitação das coisas.

 

 

 

Últimas notícias

 

O governo anunciou o novo gabinete do império do impermanente e a Polícia Federal apreendeu os lilases as dálias as avalanches na operação delicada de outono.

 

Começa hoje o maior festival de folhas falsas se esvaindo no vento úmido de março.  

 

As melhores ofertas você só encontra na origem duvidosa dos recursos das rochas, na linguagem das conchas, nas correntes oceânicas com o aval das proas dos barcos.

 

A sociedade civil precisa tomar uma atitude contra o excesso de flores fora da estação, as finas linhas dos troncos, lianas, a seiva que sorve a voz do verde.

 

Em seu primeiro pronunciamento, o ministro do maravilhoso espanta a espera e sossega a sombra espessa.            

 

O grande clássico deste domingo é entre a linha tensa do horizonte e o vulto dos solitários nas janelas dos edifícios.

 

As equipes retomaram na manhã desta quarta o resgate trágico das penumbras filtradas da ameixeira, a cortina tremulante de silêncios no Café Déjá-vu.                                                               

 

Confira a previsão do tempo para ontem, a profecia das metáforas, a anatomia da  surpresa.

 

Pesquisas indicam a vitória do presidente fugaz, trovão mágico, do recital recursivo das gaivotas e do esmero dessas manhãs de Homero.

 

Em depoimento à CPI, ondas esmeralda desabotoam suas blusas e revelam o esquema das cristas e cavas e o rugido do mar.   

 

Sobe para 14 o número de estrelas vistas a esta distância, à esquerda de Órion.

 

O mercado assimilou mal a notícia do vazamento da neblina nas montanhas, o sonho dos homens, essa maldita vontade de durar.

 

 

O futuro mandou lembranças

 

O dia, velho cigano, se encerra,         

levando seu ouro para a China.

A noite está fresca na retina.

Quem vai herdar nossa miséria?

 

A vida uma comédia, só que séria:              

Praias tão vazias, páginas tão pálidas

de tanto mistério, de tanto serem lidas.

Quem vai herdar nossa miséria?

 

Amigos distantes, estas linhas aéreas,

Instantes que foram isso, nada, espuma,          

vislumbres, madrugada, alguma lua. 

Quem vai herdar nossa miséria?

 

Minha dor mora onde outros tiram férias.

O passado é um rio que não regressa

e o presente, essa falsa promessa:

Quem vai herdar nossa miséria?

 

Uma sílaba no ar ainda reverbera.

Dunas mudas, dorso negro de montanhas,

o céu, lápide ardósia nessa quase manhã.

Quem vai herdar nossa miséria?

 

 

 

Oniros    

 

Em algum lugar ao norte de Medúsia,                     

onde não há música, exilada inocência                     

na sólida paisagem que a visão                        

hipnotiza sob a ponte: a farsa                                   

de nosso futuro. Com olhos lacrimejantes,        

trovões trincam o céu de nossos afetos,

tremem a catedral de sentidos. Um corte.

Fomos contratados para um trabalho

Insondável: instalar estas cercas elétricas.      

Agora conversamos entre dispositivos

em algum resort de Bornéu ou da Normandia

com a senha Albert a tiracolo.

O estranho veterano se detém

diante da vitrine

de uma praia de diamantes.

Há uma nave no céu.

Ecos de explosões na Galeria Steinway,

Aroma de algas vermelhas e tóxicas,

câmeras de monitoramento, sabotagem.

Marionetes macabras sorriem enquanto afundam

na areia movediça dos dias.

Há um franchising de sonho aberto 24 horas

e uma chance apenas de tocar e tatear

a Terra para sempre prometida,

antes que a paisagem se estilhace

e vire um hotel feito tão só de ruínas

e habitado só por anjos.

 

El poeta Rodrigo Garcia Lopes. Crédito de la foto: ©Elisabete Ghisleni

 

Solilóquio

 

Querido pensamento,

nunca fomos tão nós

quando estivemos a sós

no instante de seu advento.

 

Foi pouco, me lembro,

sua face, de relance:

mas como estar, inteiro,

em dois lugares

ao mesmo tempo?

 

Simples.

Sempre estivemos a sós.

Pensar é o nome desse osso.

Corpo a seu lado, quente a nuca,

mas a mente, aqui quase nunca,

sempre em algum lugar do passado,

em hokkaido, almeria, terra do fogo.

 

Viajo a seu lado, parado.

Todos os sítios são este.

Mesmo olhos nos olhos

sou cego aos seus pensamentos

e você aos meus.

Mútuo degredo.

Tateio o mundo em transe

sem poder sair da cabeça.

Nutro um segredo.

Estou no topo de mim,

no exílio, quem sabe.

 

Então, de novo, sozinhos,

quando menos se espera,

aliviados, percebemos:

outros nos habitam.

 

Solidão, sólida e real,

e a consciência

o nome dessa experiência, dessa demência,

o nome dessa conversa que levamos conosco

o tempo todo

 

 

 

Paisagem

 

manhã de olhos

nublados

 

caracteres negros

esguios

 

surgem

na brancura

 

como nessas

pinturas

chinesas                

 

onde pinheiros

entre escarpas

 

parecem

sempre

como estas palavras               

 

prestes a

escapar

 

em instantes

se desvanecem

 

dentro da névoa

 

 

Idílio

 

Uma carroça passa

pesada de acácias.

 

O mar e seu manto

de brancas feridas.

 

Mãos frias naufragam

na manhã sem lábios.

 

Árvores eriçadas. Luz antiga.

Estilhaços de névoa.

 

Revoada de pássaros negros.

Sombras em carne viva.

 

 

 

 

 

*(Londrina-Brasil, 1965). Poeta, novelista, traductor, compositor y periodista. Licenciado en Periodismo por la Universidad Estatal de Londrina (Brasil), magíster en Humanidades Interdisciplinares por la Arizona State University (EE.UU.) y doctor en Letras por la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil). Ha traducido a Martial, Rimbaud, Whitman, Sylvia Plath, Laura Riding, el anónimo El marino, entre otros. De 2002 a 2015 fue uno de los directores de la revista Coyote. En 2001, sus “Estrofas en meditación” se incluyeron en Los cien mejores poemas brasileños del siglo. Su novela histórico-criminal O trovador y próximamente será adaptada al cine. Ha publicado en poesía O Enigma das Ondas, Poemas coligidos (1983-2020), que reúne su obra poética hasta la fecha. El libro El Enigma de las Olas, fue publicado el año pasado en Portugal y en Italia, en 2023. Poemas Recopilados (1983-2020), que reúne su obra poética hasta la fecha, fue publicado en junio de 2023. Estudio Realidad acaba de ser lanzado en Italia.

 

 

 

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*(Londrina-Brasil, 1965). Poeta, romancista, tradutor, compositor e jornalista. Tem graduação em Jornalismo pela Universidade Estadual de Londrina, Mestrado em Humanidades Interdisciplinares pela Arizona State University e Doutorado em Letras pela Universidade Federal de Santa Catarina. Traduziu Marcial, Rimbaud, Whitman, Sylvia Plath, Laura Riding, o anônimo The seafarer, entre outros. De 2002 a 2015 foi um dos editores da revista Coyote. Em 2001 teve seu “Stanzas in meditation” incluído em Os cem melhores poemas brasileiros do século. O romance policial-histórico O trovador foi finalista do Prêmio São Paulo de Literatura em 2018. Em breve será adaptado para o cinema. O Enigma das Ondas foi publicado no ano passado em Portugal (Officium Lectionis) e na Itália em 2023 (Kolibris Edizione). Poemas coligidos (1983-2020), reunindo sua obra poética até aqui, foi publicado em junho de 2023, pela Kotter. Estúdio Realidade acaba de sair na Itália. O Enigma das Ondas foi publicado no ano passado em Portugal e na Itália em 2023. Poemas coligidos (1983-2020), reunindo sua obra poética até aqui, foi publicado em junho de 2023. Estúdio Realidade acaba de sair na Itália.

 

 

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