Por Ronald Augusto*
Traducción por Tiele dos Santos Kawarlevski, Karina de Castilhos Lucena,
el autor, Guellwaar Adún y Berta E. Farina (revisión)
Curador de la muestra Fabrício Marques
Crédito de la foto el autor
Por un par de segundos.
11+1 poemas de Ronald Augusto
poema 6
gregório de mattos hueco ojo del culo del
infierno sermón ciego naso torcido
asco
cascos sobre masiegas
maestro-escuece capitán del mato
cazando a silvestre
cardozo
ciudadano blanco decretado
negro
estatua de granito denigrado
porque como cualquier
negro
mal olor en pantalón
se encagazó frente al mar
en hora de grave chispazo
cosa que está en medida para
un negro es un blanco sin carácter
sin espíritu sin un pensamiento siquiera
que se muerda (que se meta) a sí mismo
el barroco boca
mi sangre de sepia
esta sibila en una prosa perturbada
tratando de tomarlo
a contrapié
a través
de un expediente contraespía
contradefiniciones a
sus difamaciones preconceptuosas
entendidas
por sus comentadores (murciélagos
vampífaros ciegos
) comensales como siendo
apenas
la pena desigual y multifacética y carnavalesca y en
perfecta condición isomorfa y la más mundana y la
más desaforada y autónoma (de la colonia) pues
en este caso apartado no es el poeta
quien maldice: es el lenguaje
él mismo en toda
su
radicalidad
diluyendo en exacto por garabatos análogos
queda así:
incluso un
poema racista
glosa soneto asnote sea
que burla
puede obtener sin óbices el
patrocinio interpretativo (
capanga retaguardia) del
paradigma mallarmeico
(traducción al español por Tiele dos Santos Kawarlevski y Karina de Castilhos Lucena)
dos breves elegías
en estos viajes donde los caminos
se desatan en un sin fin
en algún momento
entre una y otra colina desbastada
vislumbro el mismo siempre pajarillo
en vuelo ansioso codo a codo con el cole
por un par de segundos
la noche escapa de las entrañas
de los miles de eucaliptos
y devora despacito
el camino por los dos extremos
jazz cosa
un tipo negro mira el ojo de la cámara
mientras mete los labios en el bebedero
destinado a la blanquitud
otro tipo, un tipo negro con un nombre clausural
manos en el teclado del piano como si dijera
dame eso aquí que van a ver una cosa
adorno golpeando con sus cuernos
en puertas que no se abren a sus presuposiciones
sin tener idea de cómo lidiar con esa forma
de traición con esta no ceremonia al borde
de la liturgia con este
trance de desobediencia civil
simplício
movimiento es principio de physis
los cielos están sujetos a la generación y a la corrupción.
para cada uno de los posibles movimientos simples
el conversivo, moverse según
una premisa que no se tolera.
el fuego
la tierra
donde se oculta el éter indefendible.
los tres movimientos simples estrechan el valle.
el camino y las piedras de sal
la salmuera en los pies desollados de simplício
simplício y la circunferencia.
los cuerpos
los cuerpos
los cuerpos los cuerpos los cuerpos
en el capítulo dos del libro uno.
lo que se puede completar no es perfecto
otra bestia alegórica
la vaca color de barro
yo venía de tanto en tanto
cuando ella me vio
encontré en su ojo de buey
una amenaza
había una bifurcación
adonde meter la esperanza
y el temor
a mis pies en cada paso
sus bostas
antes de este empate
yo oía los sapos
cada croar era un agujero
esponjoso de adonde un sonido
de agua opaca
tiembla rígida la hierba
tiembla rígida la hierba
erizada por la brisa cuya densidad
me hace evocar
la pereza compacta (la nuestra)
para quienes nos disipamos uno en el otro
los cuerpos
la odisea de amor por lilia
la odisea de amor por lilia
me exigió que esperara
alcanzar una edad
tan madura tan avanzada
que fuera imposible esperar
por otra después de ella
la claridad se reduce
la claridad se reduce a un puñado de agua donde
ni se esboza el gesto de la mano ahuecada
mientras un péndulo que no piensa a sí mismo
ser del reloj de pared
en la pared sin márgenes murmura
la música de moacir santos, tal como aparece
para kant no podemos hilvanar las cosas como ellas son
si el alemán hubiera sido contemporáneo con moacir santos
tal vez la cosa no fuera así
el filósofo del idealismo aún tendría que manjar algo de música
después de todo, esto es cosa de negros:
basta que se ponga un piano frente a ellos (por un modernista de 1922)
pero cuando duke se encontró cara a cara con un piano, dijo:
“esto no es un piano, esto es soñar, escucha …”
así que moacir santos con la boca en sus instrumentos de viento
ya que la tormenta esencial del cuerpo,
música: grados de identidad en
insubsistencia impenetrable
humor y política: pronunciamientos públicos
buster keaton
entró por una puerta cuando lo reclamaron,
pero su entrada era esperada por otra;
tomó el micrófono y lo usó como una afeitadora eléctrica.
george w. bush
después de una conferencia de prensa
intentó salir por una puerta que estaba cerrada; pero era otra.
y una vez se esquivó (boxeador de cine mudo) de uno, dos zapatos
arrojados a su cara.
a la fría luz de la última hora de la tarde
a la fría luz de la última hora de la tarde
los cubiertos en la mesa o
en la cocina raspa los platos blancos
cuyas piezas batieron el tono inacabado
en el mostrador de mármol ordinario
uno en el invierno
ha valido la pena esperar,
inmerso en la sombra casi helada,
hasta que vuelva a ver el sol caer
en ese espacio entre la copa y
el horizonte mal definido,
con su llama exhausta. en buena hora.
(Traducciones por Ronald Augusto y Guellwaar Adún, con la revisión de Berta E. Farina)
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(poemas en su idioma original, portugués)
Por alguns segundos.
11+1 poemas de Ronald Augusto
poema 6
gregório de mattos oco olho do cu do
inferno sermão cego naso torcido
asco
cascos sobre macegas
mestre-esfola capitão do mato
caçando silvestre
cardozo
cidadão branco decretado
preto
estátua de granito denegrido
porque como qualquer
preto
mau cheiro nos calções
encagaçou-se diante do mar
numa hora de grave corisco
coisa que está na medida para
um preto é um branco sem caráter
sem espírito sem um pensamento sequer
que se morda (que se meta) a si mesmo
o barroco boca
meu sangue de sibas
esta sibila numa prosa perturbada
tratando de pegá-lo no
contrapé
através
de um expediente contra-espião
contradefinições às
suas difamações preconceptuosas
entendidas
por seus comentadores (morcegos
vampífaros cegos
) comensais como sendo
apenas
a pena desigual e multifacetada e carnavalesca e em
perfeita condição isomórfica e a mais mundana e a
mais desaforada e autônoma (da colônia) pois
neste caso à parte não é o poeta
quem maldiz: é a linguagem
ela mesma em toda a
sua
radicalidade
diluindo à risca por rabiscos análogos
fica assim:
até mesmo um
poema racista
glosa soneto asnote seja
que burla
pode obter sem óbices os
préstimos interpretativos (
capanga retaguarda) do
paradigma mallarmaico
duas breves elegias
nessas viagens em que estradas
se desatam num sem-fim
em algum momento
entre uma e outra colina desbastada
vislumbro o mesmo sempre passarinho
em voo ansioso lado a lado com o ônibus
por alguns segundos
a noite escapa das entranhas
dos milhares de eucaliptos
e vai comendo devagarinho
a estrada pelas duas pontas
jazz coisa
um cara negro olho no olho da câmera
enquanto mete os beiços no bebedouro
destinado à branquitude
outro cara, um negro de nome clausural
mãos no teclado do piano como se dissera
me dá isso aqui que vocês vão ver só uma coisa
adorno dando com os cornos
em portões que não se abrem às suas pressuposições
sem ter ideia do como se haver com essa forma
de traição com essa sem-cerimônia no limite
da liturgia com esse
transe de desobediência civil
simplício
movimento é princípio de physis.
os céus estão sujeitos à geração e à corrupção.
para cada um dos possíveis movimentos simples
a conversiva, mover-se segundo
uma premissa que não é tolerada.
o fogo
a terra
onde se acoita o éter indefensável.
os três movimentos simples entalam o vale.
a estrada e as pedras de sal
a salmoura nos pés esfolados de simplício
simplício e a circunferência.
os corpos
os corpos
os corpos os corpos os corpos
no capítulo dois do livro um.
o que pode ser completado é não perfeito
outra fera alegórica
a vaca cor de barro
eu vinha de longe em longe
quando ela me viu
achei no seu olho de boi
um ameaço
havia uma bifurcação
por onde enfiar a esperança
e o temor
ao pé de mim a cada passo
suas bostas
antes deste empate
eu ouvia os sapos
cada coaxar era um buraco
esponjoso de onde um som
de água opaca
tremelica teso o capim
tremelica teso o capim
arrepiado pela brisa cuja densidade
me faz evocar
a preguiça compacta (a nossa)
por quem dissipamos um no outro
os corpo
a empresa do amor por lília
a empresa do amor por lília
exigiu-me que aguardasse
chegar a uma idade
que fosse tão madura tão avançada
que não pudesse esperar
por outra após ela
a claridade se reduz
a claridade se reduz a um punhado de água onde
nem o gesto da mão em concha se esboça
enquanto um pêndulo que não se pensaria
do relógio de parede
na parede sem margens murmura
a música de moacir santos, como ela aparece
parakant não podemos coisar as coisas como elas são
se o alemão tivesse sido contemporâneo de moacir santos
talvez a coisa não fosse bem assim
o filósofo do idealismo ainda teria de sacar alguma coisa de música
afinal, isso é coisa de negro:
“basta colocar um piano na frente deles”(de um modernista de 22)
mas quando duke se viu cara a cara com um piano, disse:
“isto não é piano, é sonhar, ouça…”
assimmoacir santos com a boca em seus sopros
já que a tormenta essencial do corpo,
a música: graus de identidade em
impenetrável insubsistência
humor e política: pronunciamentos públicos
buster keaton
entrou por uma porta quando o reclamaram,
mas sua entrada era esperada por outra;
pegou o microfone e o usou como um barbeador elétrico.
george w. bush
depois de uma coletiva
tentou sair por uma porta que estava trancada; era a outra.
e uma vez esquivou-se (boxeador de filme mudo) de um, dois sapatos
arremessados contra a sua cara.
à luz fria da última hora da tarde
à luz fria da última hora da tarde
os talheres à mesa ou
na cozinha raspam a louça branca
cujas peças batem a toada inconclusa
no balcão de ordinário mármore
um no inverno
valeu a pena esperar,
mergulhado na sombra quase gélida,
até ver o sol outra vez aparecer, caindo,
nesse espaço entre a copa e
o horizonte mal delineado,
com sua chama exausta. em boa hora.