Por Eva Tur*
Selección de poemas por Rodolfo Häsler
Crédito de la foto www.noudiari.es
Picos de palomas en el pecho.
5+1 poemas de Eva Tur
Epifanía
Me pides si tal vez yo te podría
poner una lavadora
en un gesto de intimidad destripada
que percibo desnudo y cuesta abajo
ciertamente un
desangrarse absoluto.
Aunque sea sólo ropa de trabajo también tiene
las máculas de yema de huevo de la jaula. Tiene
la huella de la carne, relámpagos de gloria.
Está manchada
de cuando fui el boquete
por donde
se escurría la esperanza,
la guarida donde se curaban las angustias,
el consuelo de las santas que habitaban
el país de los lactantes,
la cocina de butano,
las noches de cucharadas
de aspirinas infantiles y jarabes.
Me pides,
así, sin inmutarte,
que lave tus calzoncillos,
las chispas de piedad,
las galaxias de rencor bordada en los manteles,
los celos, las migas de tristeza
en los bolsillos que tendré que vaciar
antes de elegir bien
qué programa es adecuado,
si el de prendas delicadas
o el de catorce minutos.
Es decir:
el tiempo en que cuaja una nevada,
el tiempo de guarecerse de las babosas,
el tiempo de la siesta
de todas las idiotas
que no saben quererse y
se esconden en su concha y vacían los bolsillos
de la ropa del amante para después hacerle
la colada.
Pían en el nido pequeñas aves / deseos
El sueño de la mariposa blanca
posándose en mi frente
ya no ha vuelto. Sueño, en cambio,
que me roza dulcemente,
con sus suaves alas tiernas,
detrás de las rodillas.
Visita a Temiscira
Sacaré mi aguijón
seré abrazo de pan,
de leche tibia, para hacerme
bálsamo de pesadillas,
lumbre de llama.
Cruzaré
bahías, sabré alejar a los tiburones
de dientes luminosos.
Vigilaré la finca
llamando
a las bestias nocturnas
en las noches oscuras
—tan oscuras como fuimos los dos—
para que me sobrevuelen
con su pecho de plata,
igual que una llama viva,
y que me aúllen
los secretos sagrados del bosque.
The Cloud in her Room
No sé aún si esta noche nuestros cuerpos
compartirán la misma idea
o seremos
extraños sin consignas.
Y al despertar no sé
cómo
quebrarás mis infiernos
ni mi incendiaria
manera de exponerme cruda
y caliente sobre la fría mesa
de disección
de todo aquel que me quiera explorar.
¿Conocerás el habla
de las bestias más puras?
Paisajes donde gritar II
Entré como la tinta
por tu piel,
en el árbol de la vida donde
pude escuchar tu acento
sumamente carnoso que
todo lo mordía. Palpitaba
mi menuda esperanza.
Un nuevo refugio se erigía
con crujidos de ramas.
Con crujidos de ramas.
Pronunciaste las palabras más
salvajemente armónicas
que jamás se habían oído
y mi pulso se desprendió del cuerpo
y me moví de nuevo
sacudiendo las caderas
en una pulsión antigua.
Como flores vasculares
Las pequeñas pérdidas silenciosamente
van limándonos.
Aquel trozo de tendón que ya no está,
un repicar de picos de palomas en el pecho
que no suena igual,
algo de masa ósea,
un inicio de poema,
una idea excesivamente oscura para un cuento,
centímetros, la fuerza del cabello…
Se trenzan
con las ganancias acogidas:
las manchas en la piel, la devoción por las madres,
la fe en lo que queremos, dejar de tener frío y
la anestesia por saber que todo se nos derretirá
y, aún así, desear que todo empiece
como una flor de espiga,
una vez y otra y otra.
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(poemas en su idioma original, mallorquí)
Becs de coloms al pit.
5+1 poemes de Eva Tur
Epifania
Em demanes si tal volta jo et podria
posar una rentadora
en un gest d’intimitat esbudellada
que puc sentir despull i barda avall
talment un
dessagnar-se absolut.
Tot i ser roba de feina també té
les taques de rovell d’ou de la gàbia. Té
la petjada de la carn, rampells de glòria.
Està sollada
de quan jo era el forat
per on
s’escolava l’esperança,
el cau on es guarien les angúnies,
el consol de les màrtirs que habitaren
la terra dels nadons,
la cuina de butà,
les nits de cullerades
d’aspirines infantils i de xarops.
Em demanes
com si res
que et renti els calçotets,
les espurnes de pietat,
les galàxies de rancúnia brodada en estovalles,
gelosies, esfrimolades de tristesa a
les butxaques que hauré de buidar
abans d’escollir bé
quin programa és adient,
si el de peces delicades
o el de catorze minuts.
Això és:
el temps en què colla una nevada,
el temps de refugiar-se dels caragols,
el temps de migdiada
de totes les babaus
que no en saben d’estimar-se i
s’amaguen a la closca i buiden les butxaques
de la roba de l’amant abans de fer-li
la bugada.
Piulen al niu petites aus / desitjos
El somni de la papallona blanca
que es posa en el meu front
ja no ha tornat. Somnic, en canvi,
que em frega dolçament
amb les seues ales tendres
darrere dels genolls.
Visita a Temiscira
Em treuré l’escurçó
per fer-me abraç de pa,
de llet tèbia, per
ser bàlsam dels malsons,
caliu d’espurna.
Creuaré
badies, sabré allunyar els taurons
de dents lluentes.
Vigilaré la finca
cridant
els animals nocturns
quan la nit sigui fosca
—tan fosca com ho fórem naltros junts—
demanant que em sobrevolin
amb el seu pit de plata,
igual que una llàntia viva,
i m’udolin
els secrets sagrats del bosc.
The Cloud in her Room
No sé encara si anit els nostres cossos
compartiran una mateixa idea
o serem
estranys sense consignes.
I a l’endemà no sé
com
trencaràs els meus inferns
ni la meua incendiària
manera d’exposar-me crua
i calenta sobre la taula freda
de dissecció
de qui em vulgui explorar.
Coneixeràs la parla
de les bèsties més pures?
Paisatges on cridar II
Vaig entrar com la tinta
a dins la teua pell,
a l’arbre de la vida on
s’escoltava el teu accent
profundament carnós que
tot ho mossegava. Bategava
la meua menuda esperança.
Un nou cau anava fent-se
branquejant.
Branquejant.
Pronunciares les paraules més
harmònicament salvatges
mai sentides
i el meu pols es va despendre del meu cos
i vaig tornar-me a moure
sacsejant els malucs
en una pulsió antiga.
Com flors que neixen de ventura
Les petites pèrdues silenciosament
van esmolant-nos.
El bocí de tendó que ja no hi és,
un repicar de becs de coloms al pit
que no sona igual,
un poc de massa òssia,
un inici de poema,
una idea massa fosca per un conte,
centímetres, la força dels cabells…
Es trenen
amb els guanys que recollim:
les taques a la pell, l’admiració a les mares,
la fe en el que estimam, deixar de tenir fred i
l’anestèsia per saber que tot se’ns fondrà
i, tanmateix, voler que tot comenci,
com una flor espigada,
una vegada i una altra i una altra.
*(Ibiza-España, 1976). Poeta y narradora infantil. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona (España). Fue comisaria del proyecto “Homenaje a la cerámica de Anneliese Witt. Poesía y barro” conformado por la exposición artística y el libro de artista del mismo nombre. Ha publicado en cuento infantil Missatge a la deriva y Amistat cósmica; y en poesía Planeta Tigre (2021) y Kilimanjaro (2024).