PECERAS, DE MARICELA GUERRERO

CUERPO INTERVENIDO

 

Alrededor de mi pie izquierdo se aglomeraron curiosos:

                 exclamaciones: cojo, cabizbajo, patizambo: también ¡cómo pudo suceder!

                 Mi amor por ti, entró astilla, esquirla, saeta en el talón de Aquiles:

                 voy         canto….

 

Perdí, me tocó bailar con el más

[cinturita, cachife, padrote,

malafacha, diente de sable]; es un decir: era mi amor pero un día se fue de mis cosas y llegó a ser recuerdo.

 

Norma de amor te di hombre de ya fábula de intervenciones:

al pie, pérdida, sucumbo, al pie: cuando tu pie se clava de pezuña caprina en mi abstinencia:

necia, desconozco, anduve siempre en amores, qué me van a hablar de amor: del pie derribado todos hacen leña y ardió Troya.

 

 

Al pie: tiñes mis días de fatal melancolía: cortar, suprimir por lo sano, por el pie: cangrena:

 

el talón_ muñon: talón intervenido: opere, suprima extraiga: talón al pie: talón –muñón: opere en nombre de barberos y de médicos: extraiga opere: clínica y reciclaje: intervención.

 

Muerto el pie se acabó la rabia.

 

CUERPO EN SUSPENSO

 

Sin ningún daño visible o aparente:

mi corazón se arrodilló como caballito de mar en mi lóbulo frontal:

eso el médico imaginó o dijo: mientras (tiempo de espera…..): suprimió algunos pájaros agonizantes de la mandíbula y en una lengua extraña repitió: “sin daño aparente” ad aeternum:  eso, le respondí en lengua de oc, soy yo quien va cantando y llora, os ruego que os acordéis de endulzar mi dolor….

“sin daño aparente” aparente:

 

 

RECUPERACIÓN

 

Al principio fueron huecos, hendiduras como la abolladura del coche que tiempo después dijiste pobrecito.

 

Al principio era temblor: un caballito de mar arrinconado en la esquina de una pecera y ni dormía y le salían ronchas, después casi juraba que era una piedrita brillante e indestructible, pero se le caía el cabello y sus uñas no eran buenas, ni brillaban azules a lo lejos.

 

Al principio se llamó holoturoideo así mismo y se dejó viviseccionar en una plancha; cada línea era una cruz, cada cruz eran ventanas:

 

Y se dejó revisar y de él obtuvieron algunas palabras para escribir libros de cabecera y lámparas de pie: al principio sólo era una herida y una cerradura y una boca y ventanas, piolas, mordeduras: la abolladura entera.

 

El temblor, al principio fueron huecos, hendiduras, cruces y ventanas.

 

Al principio era temblor: un caballito de mar en la esquina de una pecera como boxeador al que le tiraron los dientes y le salían ronchas, después casi juraba que sólo le dolía la risa, pero se le caía el cabello y sus piedritas brillantes no eran luces ni ventanas.

 

Al principio se llamó holoturoideo así mismo y se dejó viviseccionar en una plancha:

 

Se dejó revisar atento y solícito; y de él obtuvieron buenas noticias para escribir libros de cabecera y medidas para salvar a los osos polares: al principio era una herida y una ventana, también compuso sinfonías con todos los diagnósticos posibles.

 

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