Para saber y contar, y contar para saber. Sobre una antología de poesía política mapuche

 

Vallejo & Co. presenta una selección de poemas de poesía política mapuche. La selección se basa en el libro Weichapeyuchi ül: cantos de guerrero, antología de poesía política mapuche (2012). A la par, agradecemos el editor y poeta, Paulo Huirimilla, el permiso para la reproducción de los poemas, así como al poeta Amado Láscar por permitirnos reproducir su ensayo introductorio. El criterio de selección utilizado aquí, solo cubre los poemas consignados en modo bilingüe en la antología de referencia.

 

 

Antología por Juan Paulo Huirimilla*

Introducción por Amado Lascar**

Selección por Luis E. Mendoza

Crédito de la foto Ed. LOM

 

 

Para saber y contar, y contar para saber.

Sobre Weichapeyuchi ül: cantos de guerrero.

Antología de poesía política mapuche (2012),

de Juan Paulo Huirimilla

 

 

El título Poesía política mapuche implica al menos que estamos transitando por dos sistemas de significación paralelos y distintos: poesía política y poesía mapuche. Ambas poesías, pero distintas respecto a la norma internalizada por la tradición literaria establecida. La poesía política, como subgénero reconocido dentro de la tradición occidental, ha sido descalificada históricamente en su calidad poética por el formalismo, y sus varias escuelas se muestran indiferentes frente a las instituciones de poder cultural que se empeñan en mantenerla como mero objeto estético, independiente de su contexto socio-político-geográfico. Si fallamos en reconocer esta crucial diferencia, solo nos servirá para cometer equívocos e incurrir en evitables simplificaciones de interpretación, alejándonos de una apreciación adecuada de las dimensiones cultural e imaginaria, muchas veces inconmensurables entre un sistema simbólico y otro. La poesía mapuche, como expresión y tradición que tiene poco que ver con el concepto poético occidental, es denominada de esta manera adjetival, debido a la falta de un mejor término en el vocabulario del idioma presente. Esta carencia de terminología para representar un corpus de expresión antigua y perseverante se cruza con el concepto de lo político al buscar encerrarse en un idioma y una tradición literaria incapaz de describirla en su enteridad -como campesino obligado a vestirse de terno ajeno para ser escuchado en las oficinas de la ciudad, donde lo juzgan porque el corte de la chaqueta no le va, y que por lo tanto no ponen atención a sus palabras.

La poesía política es una tradición dentro de la racionalidad de la normalidad republicana. En cambio, lo que llamamos «poesía mapuche» por falta de conmen­surabilidad conceptual, no es una tradición artística dentro del campo semántico normalizado por la idea de patria inscrita dentro del Estado-nación, sino que consiste en una expresión que representa un canto que se enlaza con la creación de un cosmos (desplazado por el fuego y la ley tanto colonial como republicana), de una concepción de mundo que crece en conflicto con el naturalizado orden establecido.

Si no logramos percibir esta diferencia, tenderemos a pensar que el elemento político de esta poesía tiene por objeto reformar, modificar, estirar la sociedad chilena para abrir espacios a un pueblo dentro de un sistema multicultural llamado República, sin detectarse que el planteamiento político-literario mapuche tiene por objeto, recordando espuriamente a Nietzsche, la «transmutación de los valores», no para ganarse un espacio subalterno dentro de la polis, sino para soñar con el pleno ejercicio de su mapuchidad. De aquí que esta poesía se presenta como política pero no con la idea que memorizamos en la educación formal e informal formalizada, sino como una poesía que más bien tiene que ver con la épica, con la creación de mundos, más allá de la mera queja y crítica social, como lo haría la poesía liberal de izquierda e incluso la de izquierda inscrita en el proyecto revolucionario modernizador marxista-leninista.

Leer estos textos coma un mero diálogo contestatario con el orden establecido, sería no comprender el proyecto que sostiene identitariamente a la mayoría de estos poetas: un proyecto de recuperación nacional. De tal modo que un asunto de la envergadura que le presentamos al lector en esta página no puede ser sencillamente político en tanto que al pueblo mapuche no le soluciona nada ingresar en la polis que funciona con otra racionalidad, por decirlo delicadamente. La idea en cambio es salirse de ella para crear (¿recordar?) un nuevo orden propio, propicio para que los mapuches no sean los mapuchitos en el imaginario del país que les arrebató su territorio. Es esta una poesía de autonomía, de independencia y reencuentro con la tradición cultural que conforma un pueblo, el pueblo Mapuche. Es poesía constituyente y volcánica, huracanada, refinadamente «no civilizada» (que también viene de «polis » traducido como «civis» en la versión latina), sino nacida del Huenumapuñuke/ Huenumapuchaw y de la tierra siempre húmeda del Wallmapuche.

La propuesta de esta antología es por tanto la propuesta de una poética, de una forma de concebir la poesía como parte de una estructura cultural más compleja y al menos constructivamente trascendente, un desafío implícito a la crítica literaria (y de arte en general) convencional que parte de un paradigma metropolitano y moderno para el mayor o menor reconocimiento de los textos que se van ofreciendo con el paso del tiempo. Afortunadamente muchos de estos poemas, por cierto, no por el mero deleite de la originalidad, señalan un camino que difiere por ejemplo de la poética de grandes mestizos (étnica o biológicamente) latinoamericanos como Martí, Cardenal, Neruda o Roque Dalton. Esto quiere decir que lo central de este histórico encuentro colectivo es que en estos textos transitan tradiciones que anteceden la espada de Pedro de Valdivia y la pluma de Alonso de Ercilla. Aquí presentamos tradiciones nacidas en libertad; tradiciones que no inventan literatura, sino que recuerdan la vida mapuche desencadenada y otrora complejamente conectada con lo material y lo inmaterial, articulando su propio y legítimo paradigma comunitario y vital que llega hasta la derrota de Villarrica en Enero de 1883, cuando el general Saavedra, desde Panguipulli, diezma la resistencia mapuche mediante un ataque bacteriológico en el invierno de 1882, posicionamiento final en la última campaña de la «Guerra a Muerte».

Como nos recuerda Domingo Colicoy:

Samas mapuches,
de la tierra brotaron nuestros abuelos;

coma las plantas crecieron
y se multiplicaron.
Par todo el suelo esparcieron

su forma de pensar
y de luchar.
Es por eso
que aún estamos aquí.

 

La idea de estar presentes porque se ha mantenido el conocimiento y la lucha me parece que se sitúa en el centro de esta poética mapuche bilingüe; Colicoy dice la verdad, una verdad que por estar desfamiliarizada de nuestra experiencia parece una mera figura literaria. Con su pluma habla y ejemplifica lo crucial del conocimiento de los ancestros que también son tierra y raíces (¿simple metáfora?), mientras que el hablante es sencillamente otro árbol más en esta red roja y verde que todo lo penetra y es penetrada por todo. Colicoy concluye esta epifanía siendo el mismo uno de los tantos canales por donde se esparce y nutre este pensar en el presente inmediato. Seguir presentes significa no haber adoptado el terno y no haber dejado que reemplace la manta con el pasar de las generaciones.

Para terminar, esta poesía apela al concepto de «verdad» como ética y como memoria histórica, que traerá risitas a los más sesudos seguidores de los aconteceres del Hemisferio Norte, pero que claramente es otro pilar de esta poética mapuche de liberación material y étnica. Verdad que lucha por articular, y que conceptualmente se riñe con la idea postmoderna de relativismo cultural y axiológico. Su falsificación consiste en que la postmodernidad que el «post» implica progreso y eso contradice y no es explicado por la doctrina postmoderna porque cortocircuita su lógica interna. La verdad mapuche no es un asunto teórico, sino uno que se presenta en la experiencia diaria por medio de la segregación, el racismo y la pobreza ejercidos abierta o embozadamente por el orden establecido.

Estas lecturas, dedicadas a indígenas y mestizos locales y globales, representan una tendencia contemporánea de sacudimiento del paradigma colonial que ha permanecido en las formas republicanas de dominación sobre lo que Edward Said ha denominado «el Otro».

Representa maneras más antiguas, aún vivas, aunque deprivadas de espacio y de gobierno propio. A esa gente le pertenecen estos poemas, desde los textos orales que han encontrado el camino por medio de la memoria de los ancianos hasta los últimos textos de jóvenes de ambos sexos que demuestran haber comprendido y traducido a los tiempos que corren la palabra orgánica de sus ancestros.

 

portada antologia mapuche100

 

Poesía política mapuche.

Una selección

 

 

Kom iñchiñ kay

 

Kom iñchiñ kay, Kom iñchiñ kay

Tañi mapu mew, müleluiñ kay

Kim mapun küleafuiñ taiñ ngebechen mew

 

Müley taiñ, müley taiñ

Müollokontuken, Müollokontuken

ngenechen mew kay, ngenechen mew kay

 

fill may, itrokom dewmalu tati

iñchiñ tañi küme mongen mew kay nga

mongen me kay nga, pu peñi

 

iñchiñ kay nga, iñchiñ kay nga ngenechen mew kay

trokileluiñ, küme che ngen nga

fotüm gefuiñ, iñchiñ ngebechen mew kay

ngenechen pu che püllüngen nür kay

tüfachi mapu mew kay

 

kom iñchiñ kay pu peñi egün

pu peñi egün tañi mapuche, tañi mapuche

kom kalü mew, müleiñ ta iñchiñ

trafkünukeiñ anümka mew kay

ka üküleiñ püllü mew kay nga

 

 

Todos nosotros

 

Todos nosotros, todos nosotros

En nuestra tierra estaremos

En el conocimiento de nuestro ngenechen

 

Estamos nosotros, estamos nosotros

En el celebro, en la memoria

De Ngenechen, en Ngenechen

 

Lleno de todo lo hecho

Tenemos nuestra buena vida

En la sangre, hermanos

 

Nosotros, nosotros en Ngenechen

Somos considerados como buena gente

Somos sus hijos, pertenecemos al Ngenechen

La gente de Ngenechen unidos en el espíritu

En esta tierra

 

Todos somos hermanos

Hermanos mapuche, los mapuche

Unidos estamos nosotros

Pero si no abrazamos a la naturaleza

Olvidaremos el poder del espíritu

 

[Necul Painemal]

 

 

 

Choyke ñi ngollin

 

!Peñi ka an-ay, peñi ka an-ay!

Tripapay, piam, pu nguluche,

Peñi ka an-ay fücha truli.

Rüngiwi, piam, ñi nentupan

Ñi nguluipeye pu nguluche.

Yawawi ñi nentupan ñi llashu atake nga

Pu nguluche, pingelley kay,

Trufüy ñi nentupan ngañi nguluipeye;

Ellake nga pu nguluche.

Kümelkayaymün longkochif mew may,

Peñiengün, pipiyewi, piam nga,

Pu nguluche.

Iñche nga ñi kuñifall piwke mew,

Fey mew may wütupaeyu, peñi an-ay,

Fücha truli.

Eymi may chumngekelaymi, peñi an-ay

Fücha truli.

Mütewe llükan-ngey, pepi chumfal-lay

Pingekeymi.

Iñcheyem müten may illunwentru ngen:

Nieñmanew ñi finu makuñ,

Nieñmanew ñi shedapañu,

Pike-enew ellake nguluche.

Kiñe epu antü mew fey ñi laftra karü;

Epe wün femngelu ngünetu ngünetufiñ nga

Ñi laftra karü.

Wele mütrurlufemi nga ñi laftra karü.

Fey mew em müten may,

¿Chumlerkeaychi düngu? Piken, an-ay

peñi fücha truli

Fey mew may küpan. Kelluanew may

Ñi wenüy pin.

Chüngkoñmalimew ñi pu kayñe,

katrürupayaymi,

Ka an-ay peñi an-ay fücha truli.

Fey mew küla nüfkü, meli nüfkü

Eltükuafiñ atake nga pu nguluche.

Küla uwül mew, meli iwül mew tripali,

ñi montukafel an-ay

Fey Peñi an-ay fücha truli.

Peñi an-ay fücha truli.

Kuküm wingkul mew wechun mew

Ngañi laftra karü püchü feykülepüdakallefuy may.

Fey ñi mongen, an-ay peñi an-ay fücha truli.

 

 

Canto del avestruz

 

Hermano mío, hermano mío!

Los chilenos, se dice, han salido de su tierra

Hermano, gran ciervo.

Al sacar su cocaví chileno

Los chilenos, parecían sonar unos cascabeles.

Con estruendo hicieron caer sus lazos

Al desatarlos estos chilenos,

Gente que no sirve para nada,

Según se dice.

Al abrir los trapos en que traen lo que comen,

Salen nubes de polvo.

Bonita gente son estos chilenos.

“Sed listos y certeros al enrollar los avestruces,

hermanos”, se decían (alentándose) los chilenos.

Yo con el corazón llenos de temores

Vengo a ti, hermano mío, gran ciervo.

Para ti no hay peligro en esto,

Hermano mío, gran ciervo.

Tienes reputación de temible

Y de que nadie puede medirse contigo.

Yo no más soy el pobre hombre

A que se desea matar.

Diciendo de mí esos chilenos tan malos,

Yo tuviese su manta fina

Y su paño de seda.

Hace pocos días que recibí noticias de ello.

Monto mi tordillo bajo;

Como a la madrugada lo echó a correr ensayándolo.

He aquí, que da un tropezón fatal por la izquierda.

Eso, pues, me puso en mala situación,

Por eso digo: ¿En qué va a parar eso?,

Hermano, gran ciervo.

Por eso, pues, vengo. “Me va ayudar mi amigo”, pensé.

Cuando me rodean mis enemigos,

Pasarás por en medio de ellos,

Hermano mío, gran ciervo.

Entonces tres brazadas, cuatro brazadas

Dejaré atrás a estos chilenos

Que no sirven para trapo.

Habiendo salido de tres o cuatro vueltas

Que hace la boleadora, ya no estoy en salvo,

Hermano mío, gran ciervo.

Cuando mi tordillo bajo dobla su cabeza hasta el pecho,

No alcanzan a hacerme nada.

Y cuando mi tordillo bajo

Sube en los arenales de los peñascos altos,

Su marcha rendiría harto.

Así me escapo con la vida, hermano gran ciervo.

 

[Pascual Painemilla Ñancucheo]

 

 

 

Nampülkafe ül

 

Rupan nga, tripan pueltungeyew mapu.

Kuramalal mapu mew pingerkey nga feychi mapu,

Fey mew nga trafmaenew wingka pu wentru,

Chawengün emka, chawengün emka.

Itro epüñpüle wimanentu wimanentufemfiñ nga

Wingka pu wentru em.

Fey mew nga pürakünufemün may nga

Ñi fücha matreru kurü.

Fey mew itro epuñpüle

Wimanaküm wimanakümfemfiñ ngañi matreru kurü:

Itro felenkonpatun fücha ngulumapu,

Pu chawengün emkay, chawengün emkay.

Mongen mu may ñi kuñifall ñi piwke

Itro feypiketun may.

Feypifeypingepatuy nga. Pialmün nga,

Feypiaymün, papayengün emka, chawengün em kay.

 

 

Canción del viajero

 

Pasé acá, me vine de la tierra de Pueltungeyew.

En un paraje que se llama Kuramalal,

Allí me rodearon unos hombres wingka (españoles),

Padres míos, ay padres míos.

Entonces yo con mi rebenque di golpes

A la derecha y golpe a la izquierda,

Golpe tras golpe, rápidamente

A estos hombres wingka.

En esto alcanzo a mostrar en mi gran

Caballo arisco negro.

Y siempre pegándolo de un lado a otro

Sin interrupción a este mi caballo

Arisco negro:

Me entré a todo escape en el gran Chile,

Padres míos, ay padres míos de mi cariño.

Estando con salud mi pobre corazón

Digo esto siempre así como fue.

Y vosotras madres mías, y vosotros

Padres míos de mi cariño, cuando dijereis

Así decía siempre al regresar, lo diréis.

 

[Pascual Painemilla]

 

 

 

Keneral

 

Awkayay pirkeenew

Fütra weychafe ñüwa,

Awkafiñ ka anay nga

Fütrake weinka anay

Keneral ngefuy em

Katrü rüpülfiñ nga

Payla payla ngi

Llükalu winka yem:

“perdón” pinieenew;

Kutranpiwkeyefiñ

Fütra keneral,

Awka, awkayelu

Kom pu che ka anay

 

 

General

 

Pelearás me dijo

Un gran lancero

Y al combatir

A los grandes winka

A un gran general

Le salí al encuentro,

Y de sobresalto

Con miedo gritó:

“perdón” díjome;

“compadre” díjome;

lo perdoné y reíme

del gran general,

batallador, batallador

de toda la indianada.

 

[Manuel Mañkelef]

 

 

 

Inka melu ñi dugun egvo

 

Auñ gnel llul llam

Huei cañ el llul llan

Guallmequintu torropu

Menm vi mapu,

Ruya duchi ca mapu

Duamcaigna huall

Eimi chigna chupipaignam

Mapuchiyema

¡Agai! ¡agai!

Inche rrume gnemavin

Inaquíntu movium

Pu cuñiball.

Ta tchrroquimoyum

Ta ñipu huinca!

Pel llohuel llan llepihuell llan

Dlad quí paí viñ táiñ munchu,

Chuchi mapu rrumeyay

Quimnoell chimapu,

Aldí gnemapayauyai

Vitchrrun rrupatuí

Cheuchigna mogneam

Verreu cai rrupatuí

 

 

Los que fueron a reclamar justicia

 

Dejaron ¡ay! Sus tierras

Los pobres e infelices

Por ir a mendigar

Su libertad y paz.

Y sin medir caminos

A muy lejanas tierras

Fueron a quejar.

Los huincas o españoles

Así nos lo impusieron;

Qué vale que lloremos

Si aún ni con las lágrimas

A aquellos desgraciados

Volveremos a ver.

A tierra ignota fuimos

A donde nunca hemos ido.

Dejamos atrás la sangre,

Dejamos atrás los nidos.

Del pueblo amargas lágrimas

Los ojos han cegado,

Y ellos que andan errantes

Cuánto no habrán llorado.

Y mientras la justicia

Reclaman del señor,

En niebla y humo las casas

El incendio convirtió.

 

[Juan Elías Necul]

 

 

 

Salmo

 

Waranka, meli pataka, ailla mari epu

turpu ngünel

trokiñchenofel iñchiñ

welu langümngekeiñ

küruz ñi duam meu.

 

 

Salmo

 

Nunca fuimos

El pueblo señalado

Pero nos matan

En señal de la cruz.

 

[Graciela Huinao]

           

 

Protesta Mapuche. Crédito de la foto: Futuro Renovable.
Protesta Mapuche.
Crédito de la foto: Futuro Renovable.

 

Cholkiñmangey ñi furi

 

Kúla ruchi kúpay malon,

Küla ruchi inanentufi-in,

Welu feula kúpay

Pepi kewatulayayin

Pu winka tralkatumkey.

 

Llumuyin inche mawida

Lkalli amupe iñ piuke

Wenumapu umagtualu,

Kalli umagtuple wanglenmew

Kom tüfachy mapu.

 

We kanchatufuy ñi kuwü

Alün tralka kontupaeiñmew

Tungey ñi fücha casikeyem

Ka inchin wülelngeiñ.

 

Cholkiñmangey ñi fury

Katrünmangey ñi lonko

Iñ fücha wapo casikeyem

Ka banderanmengey

Ñi trülke-fury

Ina lonko

Koriontukuñmangen.

 

Amuleiñ ngümanmew piukemew

Iñ mollfüñ witruwey mapumew

Müchayke wiñokintun

Ñi koriontukenielchy lonko,

Epechy dunguala trokiñ

Wüelu ñi ñiküfkülen amuley.

 

Kiñe wentru lelfün mew

Wiraf-wirafngey

Ñi chiripa ka wirafküley

Wente ñi kawellu

Mütrumpelu ñi trewa.

Kom mapu

Allküy ñi dungun.

 

Kedintu-kedentu

Lautraro-Lautraro

Pi ñiwirafün,

Ñi pu trewa inannieyew

Kürufreke

 

Wirarünmu nogpay yengün

Iweñünmu küpaley yengün

Pepan ñi pu che,

Umül- Umülü-yengün wente mapu,

Wentemew rupay pu winka,

Allüfi ti mapu yengün

Allfüli ñi piuke

 

Konün ina ñi rukamew

Ka ngüman.

¿Eimi may alltütumeem?

Allkütumuchi ka puen pilen

 

Rupa-rupangey tripantü,

Rupa-rupangey mapu,

Kanchalen ka dewma

Pepi dunguwelan

Allkutumuchi ka puen pipingen.

 

 

Le sacaron la piel

 

Tres veces vino el malón

Tres veces lo rechazamos

Pero ahora viene otra vez

Y no podemos luchar

El winka está disparando

 

Escondámonos debajo de la montaña

Y que se vaya nuestro espíritu

a dormir sobre la tierra

y que sobre las estrellas

se duerma todo este campo

 

Cuando recién descansaba mi mano

Muchas armas nos rodearon

tomando a nuestro Cacique

mientras a nosotros nos golpeaban

 

Le sacaron la piel de la espalda

y cortaron su cabeza

A nuestro valiente Cacique

Y la piel de su espalda

La usaron de bandera

Y su cabeza

Me la amarraron a la cintura

 

Vamos llorando y nuestra sangre

Riega la tierra

De rato en rato bajo la mirada

A la cabeza que llevo en la cintura

Y me parece que va a hablar

Pero continúa en silencio.

 

Un hombre va galopando

En la pampa

Y su chiripa galopa

Sobre su caballo

Llamando a sus perros.

Toda la pampa escucha

Sus gritos

 

Kedintu-Kedintu

Lautraro-Lautraro

Dice su galopar

Y sus perros los siguen

Como el viento

 

Bajan gritando ellos sobre los

Campos

Silbando por los esteros

Corro a ver a mi gente,

A mi sangre

Pero ya están tendidos sobre el suelo.

Sobre ellos pasan los winkas

Hiriendo de muerte la tierra,

Dividiendo mi corazón.

 

Entré en busca de mi calor

A mi casa ardiendo,

Brotó el estero de mis lágrimas

Lloviendo sobre mis pies.

¿Ustedes entienden mis lágrimas?

Escuchen el aire explicarlas.

 

Están pasando los años,

Están pasando los nidos sobre el fuego,

Está pasando la tierra

Y ya me estoy perdiendo

Entre las palabras

Escuchen hablar a mis lágrimas.

 

[Leonel Lienlaf]

 

 

 

Kupalme

 

Ana Francisca Raimán Liencheo

Nagantü mew utxunagkülelu mawün

ka choyümekelu külleñ tañi ge mew

lacrimógenos kürüf ñi zuam

Lumaco ñi lelfüntu ta kiñe waranka aylla pataka

kayu rügle chi txipantu mew.

Tami zügun newentuney ta maneluwün

kiñe antü ta wiño nütual feychi mapu

petu tukugel tami füta kiñe fütxa pañillwe mew

Estado ñi nüchefe femetew.

 

Ricardo Antileo Raimán,

nüchenemm chi pañilwe

Angol mew, Traiguén, Temuco

ka Regimiento Miraflores ñi txafruka

geñikanlay

tami wentxuwfe püllü,

tami nowül tol püchüpüramkünufilu

ta weyake kutxankalchefe ñi age.

 

Elisa Huaiquimil Queupo,

Chi püchü zomo geno ñuke, geno chaw ta txemlu,

lakayefilu chi weychafe José Miguel Queupo,

itxo küme piwkeye

füwkelu ñi txemümkechi wüfisa ñi kal

eñumküleam taiñ püchükeche pewma,

taiñ güman ka taiñ ayen chemuanta ayüwüymakefilu

ñi pu antü ka ñi pu rakizuam.

 

Antonio Antipi Huaiquin,

wewpife, amulnelu zügu,

Lonkomill ñi küpalme tz nielu,

fachi üy ta kechafilu

ta Saavedra ñi pu kewafe, Urrutia, Pedro Lagos.

 

Eymün, tañi pu laku

Tüfachi age geymün kewlukewlugen llenelu ta iñche az kürüf

tañi ül geymün, tañi kewlun

chumkawnorume mailanoalu iñche ñi pozümgeael.

 

 

Descendencia

 

Ana Francisca Raimán Liencheo

En la tarde de lluvias torrenciales

Y lágrimas que brotaban de tus ojos

Por efecto de los gases lacrimógenes

En los campos de Lumaco en 1967.

Tu voz fortalecía la esperanza

De recuperar un día esas tierras

Mientras tu esposo era introducido en un camión

Por los agentes del Estado.

 

Ricardo Antileo Raimán,

Los barrotes de las cárceles

De Angol, Traiguén, Temuco

Y las paredes del Regimiento Miraflores

No doblegaron

Tu espíritu rebelde, tu altiva frente que humilló

El rostro de los viles verdugos.

 

Elisa Huaiquimil Queupo,

La niña que quedó huérfana de padres,

Nieta del guerrero José Miguel Queupo,

Que con cálida dulzura

Hilaba la lana de las ovejas que criaba

Para abrigar nuestros sueños infantiles,

Nuestro llanto y risas con que alegrábamos

Sus días y sus pensamientos.

 

Antonio Antipi Huaiquin,

Weupife, vocero de la historia,

Descendiente del linaje Lonkomill,

Nombre que ahuyentó a los sicarios

De Saavedra, Urrutia, Pedro Lagos.

 

Ustedes, mis abuelos

Son ese rostro que flameando llevo el viento

Son mi canto, mi bandera

Que jamás permitiré sea mancillada.

 

[Ricardo Loncón]

 

 

 

Trepétripatunge

 

Lelíwülnge tami puke nge kintúfe chi pelóg

Wechárnentugafiel fachi llümllümümekechi koyla mongén.

(Los Muertos de Cristo)

 

Lamngen

Ürküngemayew aféluwnge

Fentte tami fillántü anükünuwmeken

Iyal ta ñüküf

Re felen ta korütual

Lamngen

Zoyürpuy nga

Yewén ñi wechúñ

Zullínzomongekalu reke ta wechímaapu püle ka fachi wapi ñi puke rüpü

püle

Fey naryüm nga pun tañi angé mew

Wiféntu trawünkey llenga

Lamngen

Kenükonkilnge

Tami ngünén ñi langümkütemekengen new

Ka ñüküfnarkilnge

Püñpázküyawele nga tami kárukatu

Fentre conaditulekaynga

Lamngen

Trepénge!

Trepénge!

Trepénge!

Kiñe kanin nga

Petu fochízmaymu tami ñizófün.

 

 

Puedes despertar

 

Abre los ojos en busca de la claridad

Rompiendo el espejismo de esta falsa claridad

(Los Muertos de Cristo)

 

Lamngen

cánsate y abúrrete

de sentarte todos los días

a desayunar en silencio

almorzar incercia

Lamngen

crece

su alteza la vergüenza

coronada de reina en los campos y las calles de esta isla

y cuando la noche cae sobre sus mejillas

va de fiesta en fiesta

Lamngen

no seas cómplice

del asesinato de tu conciencia

y no calles cuando tu vecino

se intoxique de sobredosis de CONADE

Lamngen

despierta!

despierta!

despierta!

un jote

te está succionando las neuronas.

 

[Carla Guaquín]

 

 

 

Rakümütuyu mew

 

Amuwiayu peñianay amuwiayu peñianay

Wenuntupüle rüpü mew mülepaayu

Waychufüayu tayu Ngoymayu,

Duamtu mülekefuyu…

 

Petu nieyu futa newen

Ñi mapuñuke ka lamngen

Inkaayu nowüayu peñianay…

 

Wiño nieyu wiñontuyu lipang mea

Ñi dungupiayu ngeykufüayu

Pitrongküleyo ka rakümütuyu

Peñianaypeñianay

 

Amuwiayu peñianay amuwiayu peñianay

Ülkantuwiyu tayül üñümche kumey trepeay

Ñi yerpun müleayu fuxa pewmatukay…

 

Amuwiayu peñianay amuwiayu peñianay

Mapuche nieyu afmatufalngeyu itrokom

Weftukefuyu ñi kuifikeyem tayu newen

Weuwakefuyu peñianay weuwaiñ!

 

 

Desde el encierro

 

Iremos hermanos iremos

Por el camino del cielo

Cambiaremos nuestro olvido

Pues supimos recordar…

 

Aún somos la gran fuerza

Que con bravura sabrá defender

A nuestra madre y hermana también…

 

En brazo fuerte tenemos wiño

Y nuestra voz hará estremecer

Desde el encierro y agobio

Querido hermano querido hermano

 

Como uno iremos, juntos hermanos como uno

Cantaremos la buena canción del hombre pájaro

Que hará despertar nuestro lucero

Que en el gran sueño está…

 

Iremos hermano iremos hermano

Mapuches somos totalmente admirables

De nuestros ancestros renacimientos somos

Con gran poder

Hemos vencido hermano mío y venceremos!

 

[Wewün Nagtül]

 

 

 

 

 

*(Isla de Calbuco-Chile, 1973). Poeta y editor. En la actualidad, se desempeña como profesor de castellano y pedagogía en la Universidad de Los Lagos (Chile). Ha publicado los libros El ojo de vidrio (2001), Palimpsesto (2005), Cantos para niños de Chile (2005), Ül kalul: cantos del cuerpo (2007), entre otros.

 

 

 

**(Chile, 1956). Poeta. Cofundador del Colectivo de Escritores Jóvenes en la Sociedad de Escritores de Chile. Residió en Sídney (Australia), donde editó la revista literaria El Faro. Magíster en Artes por la Universidad de New South Wales y Doctor en Literatura del Cono Sur del siglo XIX por la Universidad de Oregon (EE. UU.). En la actualidad, es profesor de cultura, civilización y literatura latinoamericana en el Departamento de Lenguas modernas de la Universidad de Ohio (EE. UU.). Ha publicado en poesía La misma lluvia por distintos cerros. Treinta años de poesía (1983-2013) (de próxima aparición), Los patios innundados /Courtyards Flooded (2011), La enorme trompa del C-5 /The Enormous Snout of the C-5 (2007), Air Mail (2000), Bailarina top-less (1988), Balneario /Bathing Site (1987), Traspuerta/Backdoor (1984), Penúltima década/Penultimate Decade (1983).

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