Notas de lectura a «Saltos de agua» (2024), de Silvana Franzetti

 

Por Rom Freschi*

Crédito de la foto (izq.) Salta el pez Eds. /

(der.) Mariano Sanijao

 

 

Notas de lectura a Saltos de agua (2024),

de Silvana Franzetti**

 

 

Ya entre libro y editorial se arma un micro haiku, si dejamos que la imaginación nade. Una pequeña historia poética, que se completa con su aparición en la colección Camalote. Estos chispazos del azar que enmarcan el libro, proponen también un amor, un cuidado y un modo de escribir/leer.

A los saltos, un poco por la coyuntura sociopolítica y el ser errático de les poetes, se escribe, sí, sí, claro. Pero hay en esa acrobacia una larga tradición de entrenamiento que deja entrar esos elementos de la vida para situarlos en una luz extraña que los conmociona, los conmueve. Hay un ritmo allí y un armado. Si saltamos al final del libro, se nos revelan varias referencias y un arco temporal que da cronología a la composición.

Pero en el inicio, una cita da el marco. Inger Christensen enlaza las dimensiones del oído y el ojo con el corazón, en una puntada que se abre como latido, como dolor y como tejido. Así se anillan cinco series de poemas.

 

 

La primera, “Oriente contiguo”, nos invita a trabajar la perspectiva. A pesar de la intensa globalización que nos va lijando, Oriente y Occidente son aún gemelos que se han criado separados.  En el sonido del arroz y el agua, se nos une la lluvia, dislocada, “fuera de campo” que compone las aristas de los sentidos que dan sentido a la vida presente. Eso que es vívido, cuando todavía no forma parte de lo vivido. El infinito es lo que llegamos a percibir en el filo de los sentidos. Tiempo y clima, lluvia y nube, presente y pasado nos van “orientando” al ritmo como punto de llegada.

La siguiente serie, “Mientras escribo Bretón”, acopia bajo el signo de(l/lo) manifiesto líneas y listas, enumeraciones caóticas, versos que asocian libremente dos núcleos, “dos direcciones distintas” y una palabra lleva a la otra en el collage surreal de la vida, sin utopía, el punto de llegada de la serie es “una captura sin valor de cambio”. La segunda serie entonces nos va dando la puntada del libro: si lo que enfocamos refleja además el fuera de campo, esa lógica une conciencia con inconsciente, letra y espacio vacío, pintura y música, poesía con economía política…

Así llegamos a “Papeles políticos”. Allí se nos divide en “Todos” y “no todos” desde el primer poema, que va atravesando con un cuerpo propio la lógica utilitarista que recorre el sentido común y que deja a pata a quien escribe sosteniendo la palabra “Autor”. El punto de llegada de la serie es alcanzar la perspectiva del materialismo más profundo: “dar con los propios huesos”.

 

La poeta Silvana Franzetti.
Crédito de la foto: Mariano Sanijao

 

La cuarta serie “Qué lejos se ve la casa desde acá” propone una pregunta sobre el espacio, pero un espacio que tiene su piso en la historia, y en el lenguaje. Desde Berlín, ciudad concreta – pero también lugar imaginario, suspenso con “solo de batería”, donde esperar las prendas en nuestros juegos de niños – se ve una casa de recuerdos, de mudanzas, lecturas (Marx & Engels saludan allí), libros enterrados en el patio, “urbe sin órbita”, lugar donde caer muerto, o donde dar con los propios huesos (¡cuántos buscan allí los de los seres amados!), el punto de llegada de la serie es el “río de la plata”.

“Universo tímbrico”, la última serie, reafirma todo lo que “nos sonaba”. “El laúd sigue sonando pese al alud de imágenes visuales.” El amarillo se escucha en la canción de Amarcord. “Caminar con los oídos durante la puesta de sol”. En “el universo vacío de silencio” lo que armamos, a los saltos, es una “escucha”, “lo que los geómetras llaman compás elíptico”. Y el punto de llegada de esta serie, pero también de todo el libro, es una operación de radicación, un cruce de planos, acaso la función (¡matemática!) de la poesía.

 

 

 

 

 

*(Argentina). Poeta. Formó parte del grupo Zapatos Rojos y, entre 2004-2012 dirigió la revista impresa Plebella que, desde 2020, inició una segunda etapa fantasma en el blog plebellanube.wordpress.com Participa en Poetas por el Aborto Legal. Ha trabajado en diversos proyectos de edición y se desempeña como docente e investigadora en ámbitos académicos y de creación. Ha publicado en poesía Redondel (1998), Estremezcales (2000), Juntas (2014, con reediciones recientes); Todas Cuerdas (2017), Soslayo (2018) y El Precedente (2022), entre otros. Eco del Parque (2016; traducido al inglés por Jeannine Pitas y publicado en EE.UU., 2019) y La vergüenza es una fase en la transición de la señora lobo (próxima publicación, 2024).

 

 

 

**(Buenos Aires-Argentina, 1965). Poeta. Creció en Trelew (Argentina). Reside en Buenos Aires desde 1983, a principios de este siglo residió unos años en Berlín (Alemania). Colabora en los sitios Op.cit y Otra iglesia es imposible. Ha publicado en poesía Edición bilingüe (2006), Notas al pie (2016; traducido al alemán por Tara Maruitz y Monika Rinck, 2021), Sujetos a variación (2022) y Saltos de agua (2024); los libros-objeto Mentiras (junto a Roberto Equisoain, 2010) y Telegrafías (Mariana Bustelo, 2001). Una selección de su obra audiovisual Archivo/Materiales (curada por Ana Porrúa).

 

 

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