Desde la sombría fiesta de cumpleaños, hasta el brote de las malas semillas, Nick Cave es un artista de otra dimensión. La razón principal de ello no es solamente su talento, que es abundante e interdisciplinario. Lo que lo hace único es que es un artista auténtico, uno que se la cree.
Desde la sombría fiesta de cumpleaños, hasta el brote de las malas semilla, Nick Cave es un artista de otra dimensión. La razón principal para ello no es solamente su talento, que es abundante e interdisciplinario. Lo que lo hace único es que es un artista auténtico, uno que se la cree.
Lleva 30 desafiantes años de carrera artística y todo lo que ha hecho, que ha sido muchísimo, lo ha hecho comprometiendo hasta su último latido. Como se entenderá, no es nada frecuente en nuestros días toparnos con un tipo como él.
Australiano, nacido un 22 de septiembre de 1957 en Warrancknabeal, hizo sus pininos en su gigantesca tierra natal, pero desarrolló su alucinante carrera como músico post punk en Inglaterra. Más exactamente en Londres, alrededor de 1983;el lugar y el momento adecuados para que viera la luz su incipiente y bizarro genio.
Y vaya que fue intensa su primera agrupación, The Birthday Party. Tanta intensidad acarrea un precio a pagar y Nick, como el 99.9 % de sus colegas y contemporáneos, lo pagó. Las drogas lo tuvieron atenazado por largos años, pero eso no melló su agitada y prolífica carrera.
Tras The Birthday Party, hastiado de que lo catalogaran como “gótico”, Nick formó un nuevo combo: The Bad Seeds. Aquí, su oscura vena lírica se intensificó, creando álbumes y canciones para la antología. Blixa Bargeld, de la legendaria banda industrial alemana Einsturzende Neubauten, lo acompañaría con estas Malas semillas, y desde ahí nacerían colaboraciones insólitas, como dúos con Kylie Minogue, australiana como él, chica sexy y típica rubia “tonta”; pero inesperadamente, ambos sorprendierona propios y ajenos con Where The Wild Roses Grow, un tema denso que habla de deseo y asesinato, acompañado de un video tan impactante como hermoso.
Otra colaboración que dio no poco que hablar fue el tema grabado con la talentosísima británica, artista alternativa entre las alternativas, P.J. Harvey. Juntos grabaron el tema Henry Lee y el video correspondiente es impresionante, pero de una manera distinta al anterior. Cave y Harvey se juntaron para esta canción y se enamoraron durante el rodaje del video. Basta con verlos, la atracción y química entre estos dos músicos traspasa la pantalla del televisor, y salen chispas.
Marianne Faithfull, esa leyenda viva del pop británico de los 60 también grabó con Nick, como también lo hizo la banda de britpop de JarvisCocker, Pulp. Cerramos este breve recuento de colaboraciones con el cineasta alemán WimWenders, para quien Nick escribió varias canciones, siendo mi favorita “I’llloveyoutilltheend of theworld”, escrita para la cinta Untiltheend of theworld, la más profética de las películas de Wenders.
Cultor de un rock post punk duro, de sonido sucio, con influencias del blues y el country, los contenidos son místicos, patibularios e irónicos. Y Nick es sombríamente romántico. Alguien lo describió alguna vez como “el crooner del infierno”. En parte con razón, Nick tiene una voz grave pero cadenciosa, como la de los antiguos crooners de los años 50, la diferencia es todo lo demás, que no es poco. No es un entertainer. Es un artista comprometido con su sentido de la estética, sus tormentos personales que expone en sus temas, su irremediable vena romántica, aunque sea oscura, en el nivel de un Heathcliff o un señor Rochester, maravillosos antihéroes literarios creados por la febril imaginación de las hermanas Bronte.
Nick Cave, el escritor:
Así es. El genio creativo de Cave no se ha circunscrito a lo musical. Ha tenido fugaces incursiones actorales en alguna producción cinematográfica no precisamente taquillera, como Johnny Suede, donde comparte pantalla con el oxigenado Brad Pitt; pero sobre todo, es también un escritor y un poeta.
Las letras de sus canciones son en sí mismas poemas, maravillosos poemas descarnados. Nick dio un paso en el siguiente nivel y escribió un par de novelas, la primera, que será reeditada este año, se titula “Y el asno vio al ángel” (traducida al español), la otra es “La muerte de Bunny Munro”. Otras publicaciones son su propia introducción al Evangelio de San Marcos en La Serie de Cánones Bíblicos de Bolsillo: Versión Autorizada por King James y King Ink 1 y 2, que son recopilaciones de letras de sus temas, más algunas obras teatrales.
Los personajes de sus dos novelas no pueden ser menos atractivos, el protagonista de “Y el asno vio al ángel” es Euchrid Eucrow, un sujeto deforme, producto del incesto y el alcoholismo, un homúnculo que no puede articular palabras y que malvive del miserable trabajo en las plantaciones de caña de un pueblucho dominado por una secta represiva. El libro abunda en contenidos bíblicos, el personaje va hundiéndose en su fatalidad de forma heroica e irónica. Para Cave, la religión y específicamente el cristianismo ha sido siempre un leitmotiv, es una de sus pasiones y temas recurrentes tanto en su música como en sus trabajos literarios. El otro héroe, de su segunda novela, es Bunny Munro, quien en palabras del novelista Irvine Welsh es como “que pongamos juntos en una casa de veraneo de Brighton beach a Cormac McCarthy, Franz Kafka y Benny Hill, y el resultado de todos ellos será Bunny Munro. Libro de lectura compulsiva, que posee la marca de fábrica de Nick Cave, el horror y la humanidad frecuentemente disfrazados en un desenfreno juguetón”.
El universo o imaginario creativo de Cavees complejo y cargado de simbolismos; su lenguaje está a caballo entre la jerga de un cowboy maloso, un reo en el patíbulo y ¡zaz! Un iluminado místico o un romántico enamorado. Pese a ser un músico “difícil” logró un éxito bastante grande y sostenido, dentro de su generación es probablemente el caso más interesante y digno de atención y estudio.
Hoy a los 56, Cave está llegando a mejores términos consigo mismo y con la vida, aquí algunas citas del propio Nick, para conocerlo un poco mejor:
“Quiero escribir canciones tan tristes, con la clase de tristeza que hace que partas el dedo meñique de alguien en tres secciones.”
“Nadie jamás será capaz de leer un libro escrito por mí o de verme en una película, o robando un banco sin verme primero como un cantante de rock.”
“El ser despectivo el algo típicamente australiano. A nosotros nos parece que los adorables americanos no lo son, ellos creen lo que tú les dices.”
“Solamente se puede escribir un cierto número de canciones acerca de sexo, asesinatos y Dios. Yo todavía tengo algunas en mi interior, de las que echaré mano.”
“No me interesa nada que no tenga un corazón real. Tienes que tener alma, si el alma no es parte de ello, sinceramente no veo cuál sea el punto”.
Músico, crooner, pianista de reconocido talento, ganador de muchos premios, actor, guionista, poeta, novelista, creador de soundtracks para muchas series de TV y filmes, padre de cuatro niños, catalogado como uno de los rockeros mejor vestidos de todos los tiempos, australiano en un exilio voluntario. Nadie puede definirlo en una sola palabra, vale la pena leerlo, escucharlo y cómo no, verlo.
Totalmente recomendado.
Letras de algunos temas emblemáticos de Nick Cave:
Donde crecen las Rosas Silvestres
Me llaman la Rosa Silvestre
aunque mi nombre era Elisa Day
Por qué me llaman eso no lo sé
porque mi nombre era Elisa Day
Desde el primer día que la vi supe que era ella
cuando ella me miró directamente a los ojos y sonrió
porque sus labios eran del color de las rosas
que crecen junto al río, todo sangre y salvajismo
Cuando él llamó a mi puerta y entró en la habitación
mi temblor remitió en su seguro abrazo
El sería mi primer hombre y con mano cuidadosa
enjugó las lágrimas que me caían
Me llaman la Rosa Silvestre
aunque mi nombre era Elisa Day
Por qué me llaman eso no lo sé
porque mi nombre era Elisa Day
El segundo día le traje una flor
Ella era más bonita que ninguna mujer que hubiera visto
Le dije: «¿sabes donde crecen las rosas silvestres
tan dulces y escarlatas y libres?»
El segundo día vino con una única rosa roja
Dijo «¿Me darás tu pérdida y tu tristeza?»
Yo afirmé con la cabeza mientras me tumbaba en la cama
El dijo: «Si te muestro las rosas, ¿me seguirás?»
Me llaman la Rosa Silvestre
aunque mi nombre era Elisa Day
Por qué me llaman eso no lo sé
porque mi nombre era Elisa Day
El tercer día me llevó hasta el río
El me enseñó las rosas y nos besamos
y la última cosa que oí fue una palabra murmurada
mientras el permanecía de pié sobre mí con una piedra en el puño
El último día la llevé donde crecen las rosas silvestres
y ella se tumbó en la orilla, el viento leve como un ladrón
Mientras la besaba como despedida, dije «Toda belleza debe morir»
y me arrodillé y planté una rosa entre sus dientes
Me llaman la Rosa Silvestre
aunque mi nombre era Elisa Day
Por qué me llaman eso no lo sé
porque mi nombre era Elisa Day
A Mis Brazos
Yo no creo en un Dios intervencionista
aunque sé, cariño, que tu lo haces
Pero si lo hiciera, me arrodillaría y Le pediría
Que no interviniera en lo concerniente a ti,
Que no tocara un pelo de la cabeza,
Que te dejara tal como eres
Y si sintiera que tiene que dirigirte,
entonces que te dirigiera a mis brazos
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos
Y yo no creo en la existencia de los ángeles
Aunque mirándote me pregunto si eso es verdad
Pero si lo hiciera los convocaría a todos
Y les pediría que velaran por ti,
Que cada uno encendiera una vela para ti
Para hacer brillante y claro tu camino
Y para caminar, como Cristo, en gracia y amor
Y te guiaran a mis brazos
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos
Pero yo creo en el amor
Y sé que tu lo haces también
Y creo en alguna clase de camino
Que podamos recorrer tu y yo
Así que mantened vuestras velas encendidas
Y haced su jornada brillante y pura
Que ella siga volviendo
Siempre y para siempre
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos, oh Señor
A mis brazos
El asiento de la misericordia
Todo empezó cuando vinieron por mí y me sacaron de casa para ponerme en la fila de los condenados a muerte.Y yo soy completamente inocente, como se lo imaginarán, y lo pienso repetir. No tengo miedo de morir…
Calores y escalofríos me recorrieron el cuerpo, los objetos y sus entornos, una taza rajada, un trapo enredado… el rostro de Jesús en mi sopa. Aquellas siniestras cenas por las noches. Las perversas ruedas del carrito de las viandas. Un hueso como un gancho emerge de mi plato. Todas las cosas buenas y no buenas.
Y el asiento de la misericordia está esperando y creo que mi cabeza está zumbando. Y de alguna manera estoy deseando que termine toda esta medición organizada de la Verdad.
Ojo por ojo y diente por diente, de cualquier manera yo dije la verdad y no tengo miedo de morir.
Interpreto signos y catálogos, un diente oscurecido una niebla escarlata.los muros son malvados. Negros. Son lo más bajo. Son aliento enfermizo en mi trasero, son aliento enfermizo en mi trasero, son aliento enfermizo en mi trasero, aliento enfermizo que se amontona en mi trasero.
Escucho historias desde el aposento, sobre cómo Cristo nació en un pesebre. Y como si fuera cualquier andrajoso extraño, murió sobre la cruz. Y si se me permite añadir parece entonces muy conveniente que tuviera como oficio el de carpintero, por lo menos eso me han contado. Como mi bendita mano, sobre cuyo puño tatué M.A.L.D.A.D… ¡Vengan esos sucios cinco! Ellos nunca hicieron nada por conquistar o resistir.
En el Cielo Su trono está hecho de oro. El arca de Su Testamento está custodiada. Un trono del cual, según me han dicho, toda la historia proviene. Pero aquí abajo está hecho de madera y cables, y mi cuerpo está ardiendo. Y Dios nunca está lejos.
Me trepo al asiento de la misericordia, mi cabeza está rasurada y cubierta con metal. Igual que una polilla que intenta entrar en el ojo luminoso, yo me voy escapando de la vida, para esconderme en la Muerte por un tiempo. De cualquier manera yo nunca mentí, mi mano asesina se llama M.A.L.D.A.D, y llevo puesta una cinta de encaje que es B.U.E.N.A, son unas esposas dolientes que llevo hace mucho, que atrapan toda esa sangre rebelde.
Y el asiento de la misericordia está esperando y me parece que mi cabeza está quemándose, y de alguna manera estoy deseando que se termine esta medición de la Verdad. Un ojo por otro un diente por otro diente, y de todas formas yo dije la Verdad y no tengo miedo de morir. Y el asiento de la misericordia está ardiendo y creo que mi cabeza está resplandeciendo y estoy esperando que se termine esta medición de la Verdad, un ojo por otro y diente por diente y yo no tengo nada que perder y no tengo miedo de morir.
Y el asiento de la misericordia resplandece y me parece que mi cabeza está echando humo y de alguna manera espero que se terminen estas muestras de incredulidad. Un ojo por otro y diente por diente, y de todas maneras nunca hubo una prueba ni una razón para esto y el asiento de la verdad está humeando y yo me estoy derritiendo. Y de alguna manera estoy esperando a que termine esta perversión de la verdad. Una mentira por una mentira y una verdad por una verdad, y yo no tengo nada que perder.
Y el asiento de la misericordia está derritiéndose y mi sangre está hirviendo, y de alguna forma estoy estropeando la diversión con esta verdad y sus consecuencias. Ojo por ojo y diente por diente, y de todas formas yo dije la verdad y no tengo miedo de morir. Y el asiento de la misericordia está esperando y creo que mi cabeza está en llamas y estoy ansiando que se acabe toda esta medición de las pruebas.
Una vida por una vida, una verdad por otra, y como sea nunca hubo pruebas. Y no temo decir una mentira. El asiento de la misericordia está esperando y de cierta manera estoy esperando a que se termine toda esta medición de la Verdad. Ojo por ojo y verdad por verdad y de todas maneras yo dije la Verdad. Pero temo que se me escapó una mentira.