Vallejo & Co. presenta esta nota a manera de homenaje de su autora y del sitio web a la estupenda poeta Minerva Margarita Villarreal, quien nos dejó físicamente hace sólo algunos días, en reconocimiento a su amistad, arte y legado poético.
Breve nota y selección de poemas por Aleyda Quevedo Rojas
Poemas por Minerva Margarita Villarreal*
Crédito de la foto www.en-clase.ideal.es
Minerva Margarita Villareal o cómo multiplicar
las virtudes a través de la poesía
“Para llegar al punto que no conoces,
debes tomar el camino que no conoces”.
San Juan de la Cruz
Poeta exquisita, reconocida en México e Hispanoamérica, de corte místico, profundo y amoroso, autora de poemas de ritmo intenso y sostenida tensión, que se mueven entre las cuerdas del canto rabioso a la muerte y el canto-dique incontenible al amor, la raíz del deseo, el erotismo y de allí, nuevamente a Teresa de Ávila y los secretos tumultuosos del corazón; Vallejo & Co. rinde humilde homenaje a su voz poética vital, a sus poemas prístinos de libros esenciales de la poesía universal como: Tálamo y Las maneras del agua, que hemos seleccionado para compartir esta muestra de su arte. Su muerte enluta a las letras mexicanas y de todo el Continente.
Como el río que se desborda y anega la tierra/ yo soy la tierra anegada y el río enloquecido sin oírte. Cuando la conocí en 2017 en Cuenca-Ecuador, me recitó, en realidad susurró al oído, esos versos (que después miré de frente en su bellísimo libro Tálamo) y generosamente me obsequió cuatro de sus libros, así como la antología de poesía que preparó de Ida Vitale para el recibimiento del premio Alfonso Reyes.
Yo la admiraba por libros estremecedores como: La condición del cielo de 2013 y Herida luminosa de 2008, pero fue en Cuenca donde conversamos a la luz de su emoción por el recibimiento del Premio Internacional de la Lira. Mi amigo y admirado poeta mexicano José Eugenio Sánchez fue quien nos presentó aquella vez en Cuenca, y el miércoles 20 de noviembre 2019, fue José Eugenio quien, con enorme pesar, me dio la noticia triste de la muerte de Margarita Minerva.
En octubre pasado, Margarita Minerva me escribió para decirme que aceptaba la entrevista para Vallejo & Co., y acordamos comenzarla los primeros días de diciembre. La muerte no nos ha permitido ese diálogo, pero estoy segura que esa entrevista la mantendremos en otro tiempo y dimensión, todo a su tiempo, como me escribió. Comparto las líneas que me envió por Messenger el 14 de noviembre, luego de leer la entrevista que le hice al escritor uruguayo Rafael Courtoisie y que ella saludó con entusiasmo.
“Qué linda y buena entrevista a Courtoisie, querida Aleyda. Nuestra entrevista va, pero todo a su tiempo. Un abrazote. Acá hace frío y la ciudad está rodeada de montañas”.
Cuando hablamos en Cuenca, me impresionó su belleza: cabello rojo brillante, ojos profundos y luminosos, labios perfectos… pero lo que más me impactó fue su dignidad, esa bella dignidad que hace que no te fijes en la edad de una mujer; eso que hace que las arrugas se vuelvan bellas y necesarias. Elena Poniatowska, escribió el viernes 22 de noviembre en La Jornada, esto, que refiere esa belleza de Minerva Margarita, que a mí ya no se me borrará más nunca.
Minerva Margarita fue una poeta muy reconocida y una excelente difusora cultural. José Emilio Pacheco la quiso mucho. Muy bonita, muy arreglada, sus labios muy rojos, sus pestañas muy pintadas, muy bien peinada, sus ojos grandes bajo su fleco, parecía una muñeca de porcelana o mejor dicho una herida luminosa como llamó a uno de sus libros de poesía. Era una dicha mirarla a través de una mesa o sentada frente a ella en un sofá y una dicha saberla amiga y oírla decir: ‘Espero que nuestra conversación nunca termine’. Volví a verla en Madrid; su tesis Amor y erotismo en la poesía de David Huerta para obtener la maestría en letras españolas fue muy festejada. Las revistas se la disputaban por su cultura y porque Minerva, además de gran poeta, era muy buena onda. Dirigía la Biblioteca y la Cátedra Alfonso Reyes en Monterrey y allá fuimos José Emilio y yo a dar alguna conferencia. También ella venía a México con su esposo o su hijo, hacedor de documentales”.
‘‘El aire/ es tan intenso/ esperando/ mi muerte…”, escribió nuestra poeta, secretamente preparándose para su viaje… por más de una década luchó contra el cáncer, pero nunca dejó de dar clases en la Universidad o de dirigir la Capilla Alfonsina; sus amigos dicen que nunca se quejó y casi no hablaba de su enfermedad, el cáncer; aunque sí escribió sobre él. Su tarea incansable como gestora cultural es muy reconocida por sus colegas y amigos. Releyendo Tálamo para esta selección, encuentro el prólogo que el poeta español Luis García Montero hace al libro, editado por Hiperión. García Montero señala:
“La poesía de Tálamo busca ese ritmo de la entrega, la afirmación y la autodisolución. Es imprevisible en su música, se corta, resurge, busca la metamorfosis, la quebradura, el cambio y la rotundidad. Para moverse cuerpo adentro tiene que fundar mundos, porque la autoridad envolvente del deseo exige una realidad panteísta. Todo está unido, el pequeño suceso en el rincón de un jardín tiene repercusión en el equilibrio del universo. Ruedan los planetas en el universo y los cuerpos en las sábanas”.
En el hermosísimo poemario Las maneras del agua, a través de la figura de Teresa de Ávila, el “corazón teresiano” y virtuoso de Minerva Margarita nos confirma a sus lectores que el tono y profundidad en la poesía, solamente la alcanzan muy pocos…
Hay que guarecerse de mí.
9 poemas de Minerva Margarita Villarreal
NO CONOZCO el amor
pero me has raptado
y en la memoria de
tenerte
penetro este resquicio.
DENTRO
rompe
y
salgo
vuelo
al nublado
encendido
por oros
del fuego
Hasta allí
asciendo
manchada de tinieblas
ahora que no estás.
DENTRO ROMPE la creciente
y salgo de las sombras
que se alojaron en mí
Mi animal huye por la montaña
Hacia allá salgo todos los días
empapada de oscuridad
y de regreso
ya que la luz declina
la nube divide y parte en dos al sol
Dos soles bañan lo perdido
Allá quedaron mis pies buscándolo
mis ojos
mi perdido animal
Pero nada serás
sin estos versos
convertidos en pájaros
en círculos
en pasos
que mis años alargan
VUELO
hasta donde
Rompen las nubes:
el cielo
se tuerce
y lo alto
se abre
porque estás.
LA PIEDRA CRUZO todos los días
la piedra laja la piedra bola la piedra pinta
la caliza piedra blanda de tus labios
la tigre que con tus ojos me liga
como el cazador a su presa
y hace que caiga en la piedra
que repentinamente
se puso de pie
y me llamó desde un tiempo de silencio
me llamó
para que me aquietara
LOS CUERVOS ME DIERON de comer
cuervos junto al arroyo
donde llamó
mientras las humaredas
remontaron
La tempestad
agitaba la tierra
y la lluvia era el mar
y su hato implacable
el cielo atravesaba
y desde allí
embestía
Dios vino a tocarme
vino del precipicio
y no es cuestión de aceptarlo
Hay que guarecerse de sí
Madera de Ávila
Hace días nació Teresa
lloviendo bajo un techo de oscuridad
Su ráfaga de fuego
su luz dormida
su cascabel de abril despertando el mañana
se enlaza
Cantan
se contestan dos pájaros
Una paloma surge en el hueco de un árbol
Es una aparecida que ha decidido afincarse en
………….la madera
Los pájaros cantan la paloma zurea
dicen muchas cosas en la conversación
La madera es añosa
y cruje cuando los dominicos debaten
nuevas formas de castigo
Ella cuidó de mí
No estarás más en esa cámara oscura y húmeda
que habías convertido en celda
No veré más tu camisón
ni tus piernas tendidas tras la puerta
ni tus pasos al levantarte escucharé
No estará más tu voz en la cocina
llamándome bajo resguardo
de trastes y sartenes
junto al horno que jamás se usó
Y aunque también entre los pucheros anda Dios
solías no gastar el tiempo en nimiedades
El ambiente ha quedado limpio
de tu presencia
Ahora reina el vacío
como una eterna ama de casa
como la madre que jamás volvió
Laude
Cristo por mi cuerpo
dentro de mi cuerpo
Cristo por mi sangre
dentro de mis labios
Cristo por mis labios
dentro de mi boca
Boca por mis letras
sangre de Cristo
Báñame
díctame
el sueño