Por Federica Volpe*
Crédito de la foto (Izq.) www.rom.uga.edu /
(Der.) www.cuadernosdelaberinto.com
Más allá del mar (bibénes) (2016),
de Khédijia Gadhoum.
(Algunas reflexiones)
La voz de Khédijia Gadhoum** encuentra la lengua castellana y juntas empiezan un baile de asonancias y símbolos arcanos, usando palabras de inusual preciosidad. El libro de la poeta de origen tunecino empieza con el tono de un canto antiguo. Su poesía se enriquece con el hipérbaton y una adjetivación muy presente y áulica, como podemos leer, por ejemplo, en los siguientes versos del primer poema:
caudalosa costa de coral y alegre cal
frente al noble mar la blanca cuna.
gota a gota el roció en crecidas.
Sólo con estos versos nos damos cuenta de la capacidad de la poeta para utilizar los sonidos y la sintaxis para darnos la sensación de estar envueltos en su lenguaje. Es una lengua perneada por la naturaleza la que ha elegido Gadhoum, y eso permite que sus poemas tengan un sabor a sueño; no obstante, traen una reflexión profunda, que parece ser producida por la propia raíz del ser humano (“sólo me falta encontrar el sí de todos los porqués”).
No faltan experimentos gráficos que subrayan la labor poética de la autora:
tu verso vivo
ayer sin volver
insomne hoy el poema
El tema del ser emigrante, físicay lingüísticamente, tema en infinito interesante y, sin duda muy actual, ha dado origen a los tres versos del libro de Gadhoum que más me han tocado, y con los cuales los dejo, en buena compañía:
en bocas de flores prohibidas confesé
Mi soñado vivir en lenguas extranjeras
Aún celebro la afortunada travesía.