Mario Campaña y la madeja infinita de la poesía

 

Nota crítica y selección de poemas por Aleyda Quevedo Rojas

Crédito de la foto (izq.) Ed. Festina Lente /

(der.) www.franciscoacuyo.blogspot.com

 

 

 

Mario Campaña y la madeja infinita de la poesía

 

 

Leer la Poesía Reunida (1988-2018) del escritor ecuatoriano Mario Campaña (Guayaquil, 1959), es ante todo una experiencia vital y estética que otorga un goce artístico agudo ―que solo identifico con el mismo nivel de tensión― en la poesía de otros contemporáneos suyos notables: Jorge Martillo (Guayaquil, 1957), Maritza Cino (Guayaquil, 1957), Edwin Madrid (Quito, 1961) y Paco Benavides (San Gabriel 1964-Berna 2003).

Ese aliento inédito que se derrama en su Poesía Reunida, la constante mirada crítica al tedioso y cruel mundo, así como la distorsión para evocar y reflexionar en torno a la muerte, el exilio y la patria, hablan de la contundencia de su trabajo, mejor dicho, de un proceso de trabajo-creativo donde se maceran: lucidez, dolor e invención, en equilibrios del lenguaje que se domina y abraza hasta perder el aire.

 

 

Juntos sus cinco libros de poemas, bajo la excelente puesta en escena de una impecable y elegante edición, constato que la poesía será siempre: la mejor y más pura manera de buscar y acceder al conocimiento, bordeando en la angustia, hurgando en la necesidad de vivir para viajar y viceversa, pero hablo de esos viajes internos y viajes sin ningún límite que se caminan y navegan sin distinguir el día de la noche, más adentro y más hondo que las horas de insomnio, hasta llegar a perder la calma y turbarse por las imágenes, las palabras y su exquisito ruido…hasta el silencio que flota y entonces aparece el poema.

El poema, el de la página 160 que permite ver el rostro del Amor grabado en “Canción” para solo entonces recuperar la cuerda lírica de Campaña, y arribar al poema de la página 165, donde Campaña revela un código de experimentar el mundo. Esta es quizá, una de las más importantes antologías de la Poesía Ecuatoriana, de todos los tiempos y leerla concede goce y conocimiento.

 

El poeta Mario Campaña

 

7 poemas de Mario Campaña

 

 

SÉ DE UN TIEMPO en que la piedad

abrazaba al mundo en los iconos

Más cerca de los hombres que de dios

Más cerca de la luz que florece sobre los campos

que de la niebla devoradora del mundo.

 

Alucinadas expediciones traspasaron los confines

Largos peregrinajes para olvidar lo perdido.

 

Tiempo más vasto que tu propia oscuridad:

He caminado a través de todas las ciudades

todos los días, en el tenaz regreso.

 

Voy a llegar –se cumplirán premoniciones-

al cabo de los años

entre olvidados corredores y pesares.

 

 

 

PERPLEJIDAD LA CARNE, sus pasos de sonámbula.

 

Sólo cuando me detengo fluyo

¿O el tiempo fluye?

 

La irrealidad que experimento

se compone de lo real del mundo.

 

Lo que me es ajeno es irreal.

 

Lo que no me concierne

no le concierne al mundo.

 

No hay verdad sin mí.

 

 

VEO A MIS ANTECESORES, a los antecesores de éstos

y a sus antecesores.

 

Los veo caer en una cabuya anudada

en un agujero musgoso y sin final.

 

Rala caída de generaciones

cuyos cabos

…………………peso y humedales lascan.

 

 

 

NINGÚN DIOS, ningún demonio

danza en estas playas

Nadie recoge caracoles

en la hora del descanso de los amos.

 

No canta el mar, no fructifica

 

En la arena campos inmóviles soportan

la acción depredadora del silencio.

 

¿Dónde, cuándo la fiesta que entierre

la pesadez de largas cavilaciones?

 

¡Oh sobriedad! ¡Oh persistente luz!

 

El poeta Mario Campaña

 

EL OLVIDO DE LA POESÍA se paga.

 

 

Días sobre el lecho endurecido

oyendo el lento girar de imágenes que chocan

hurgando aquí y allá palabras pálidas

con necesidad y ceguera, como un cerdo

hoza en tierra extraña.

 

Crepúsculos en Gracia, en una plaza

que honra mártires ¿qué significan?

 

Caminata por la rambla cigarro en mano

contemplando peces, flores que se abren

como mujeres ávidas.

 

La noche ya no trae símbolos

La guardia fiel de la memoria huye

Como tropa temerosa ante ejércitos más fuertes.

 

¿Dónde está tu sabiduría, trenzada de piel y harapos?

Tu desvaído saber sucumbe en el reposo

Porque tierra descubierta es tierra

hundida para siempre.

 

 

 

Canción

 

Estoy a punto de escribir tu nombre en el cielo

He empezado a escribir tu nombre en el cielo

Con jirones de nubes acomodo

Con ayuda de los vientos que pasan.

 

Voy a esperar que brille tu nombre en el cielo

Como brilla la luna o una estrella en el agua

Letra a letra una nueva constelación

Verán con tu nombre repetido en el cielo.

 

En la noche que viene con tempestades

………..Voy sin miedo a caminar

A la dulce luz de tu nombre en el cielo.

 

Y si un día pierdo en la tormenta el camino

Voy a pedir a las nubes, al aire, a las estrellas

Que me devuelvan el brillo de tu nombre en el cielo.

 

 

CUANDO VUELVAS, después de errar

por días y noches

bajo astros silenciosos

y yacer en lechos desconocidos

…………imaginando

el siniestro paisaje de la eternidad

 

y añores todavía una fugaz revelación

una flor extraña

 

venal y débil hallarás tu huella

apagada por la fuerza y el volumen de las cosas.

 

ay de tu cuerpo y de tu espíritu

ahora de una materia desconocida

misteriosamente más grande que tú.

 

 

 

 

*(Guayaquil-Ecuador, 1959). Poeta, narrador, ensayista y agitador cultural. Reside en Barcelona (España) desde 1992. Fue director durante 20 años de la revista Guaraguao. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (2017). Ha escrito en poesía Cuadernos de Godric (1988), Días Largos (1996), Aires de Ellicott City (2006), En el próximo mundo (2011) y Pájaro de nunca volver (2017), todos recogidos dentro de su Poesía Reunida (2018). Escribió una biografía de Charles Baudelaire (2006) y tradujo Pour un tombeau déAnatole (2005), el poema inacabado de Stephane Mallarmé.

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