Por Víctor Rodríguez Núñez*
Selección por Mario Pera
Crédito de la foto www.hiveminer.com
La sombra ante el crepúsculo.
13 poemas de Víctor Rodríguez Núñez
Origen de los poemas: “[la palabra cerrojo para salir del mundo]” y “[vomitar el mundo desde la estrella]” pertenecen a desde un granero rojo. “[Mazorra]”, “[Plaza de la Revolución]”, “[Manaca Iznaga]” y “[Central FNTA]” provienen de despegue. “26”, “27”, “35”, “39” y “42” integran el cuaderno de la rata almizclera. “[te escucho desnudar a contraluz]” y “[¿cómo voy a bajar los ocho soles?]” son parte del libro inédito enseguida [o la gota de sangre en el nivel].
[la palabra cerrojo para salir del mundo]
soy yo sin vos
sin voz
aquí yollando
Oliverio Girondo
1
es tu cumpleaños y matas una culebra
que entraba en el granero
¿qué ideogramas convergen
en ese punto de la irrealidad?
revuelta de la sombra ante el crepúsculo
no se hace nada en vano
su rumor nos anima cuando calla la luz
no hay error sin sentido
todavía puedes plantar un mango
una asonancia real una veleta
para reconciliarte con el sueño
debes acostumbrarte a renacer
cuando abras los ojos al vacío
te sentirás en casa
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te erizas al pasar bajo estas cuerdas
que se trenzaron solas en la noche
no hay aguja ni idea
que desate los puntos suspensivos
aquí la ilusión se convierte en fibra
las ganas en vibrante destejer
como cruz en la trama
al albor de un castillo en Eslovenia
alzarte sin nombrar dando la voz
alcayata en el vino clavel de humilladero
hincado de rodilla ante la data
sumido entre las piernas de las contradicciones
el sentido se ajusta al manear
la palabra cerrojo para salir del mundo
[vomitar el mundo desde la estrella]
El agua límpida, de varios cielos, doméstica se arrulla.
Pero ya en la represa, salta la bella fuerza
Aurelio Arturo
1
incómodo como la poesía
que a todos queda mal y aprieta en todas partes
quieres en esta feria
hacer levitar un perro cuando nadie mire
a la luz de otro ritmo
otro cuerpo más parco fulminante
distraerte un comino
mientras hiele la espera
su clamor por la mirada absoluta
el detalle que a su vera se siente
después buscar orejas de elefante
algodones en miel
sacarle el alma a la montaña rusa
vomitar el mundo desde la estrella
5
el albañil se sienta
de espalda a los nenúfares
en su familia no se fraguan versos
mas sus palabras son las de la tribu
levanta su ansiedad
ladrillo por ladrillo
en un arco de triunfo
para los ejércitos de la nada
las manos no le dejan de temblar
en los guantes de toro desnucado
sueña el albañil que se derrumba la pared
formada sin apego con sudor alcalino
sus palabras trastabillan en la claridad
échales una mano
[Mazorra]
en el pabellón rojo los enfermos
pendientes de la voz como una espada
deletrean la palabra astrolabio
la nada no interrumpe
su discurso borbota de las tumbas
orejas de la muerte
a la sombra rebelde de una ceiba
su voluntad hidráulica
el agua no sigue un solo camino
el sol sabe que se marchitará
por eso en la miseria resplandece
una fuerza verde impulsa la elipsis
la muerte es muda
el crisantemo habla por ti
[Plaza de la Revolución]
y se apiñan el que da cincel a la mañana
la que carga una puerta
por donde no va a entrar
el que deja caer su arroz con leche en la esquina
la sorda de cañón que marca el paso
en ruedas de casino
el que nunca se sienta
en sillones de mimbre
la que encuentra un paisaje
al abrir la última lata de Vita Nova
el que niega el saludo
pero va a la reunión del comité
la que vomita el alma
el que vuela esta noche
[Manaca Iznaga]
en la memoria zurda
todo una sola vez
como un pomo repleto de cocuyos
si nada fue futuro nada será pasado
con rocío en la prisa
espigas en el alma
esa torre torcida en Chesterfield
tiene que ver contigo
también la torre Eiffel
siempre al tanto de lo que no sucede
universal como la tojosita
el Wye y el Agabama
no líneas multiplicaciones puntos
sino la mancha hambrienta de sentido
[Central FNTA]
el sitio no es ameno
ni como estar ensimismado en ti
pastora de los cochinos del alma
el monte fue talado
y la leña quemada en las calderas
después el ingenio fue demolido
y nada huele a mieles iniciales
para colmo la fuente se secó
y la sed misma se fue a otra parte
las flores olvidaron su color
y se realizan solo en el mercado
todo el mundanal ruido se erizó
pastora de los enjambres del cuerpo
y el jilguero es realismo socialista
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un tiempo sin arquear
y nada huele
a plomada declive
es demasiado pronto para girar en u
tu corazón su ardilla
se alza con las huellas
las nueces de rigor
es demasiado tarde para el cielo
donde todo se curva
germinación y lama
se plancha con carbón
el pasado crujiente almidonado
el presente como jazmín de noche
la guía sin podar
para que el hielo
suba por la escalera hasta la puerta verde
medialuna del día
donde cuelga la rata desollada
ese futuro ajado
que no vas a vestir
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a palos con la luz
que no se queja
pero te deja ciego
torcer el brazo del reflejo audaz
posado como enjambre
quebrarle la costilla al resplandor
del vacío
su revuelo sin reina
la violencia descorre
las pupilas ocultas en la miel
te encubre la visión
sin castrar parpadeo
no se forma tu estar
del nudo que recuerda la trama del follaje
no se forma tu ser
de la tabla lijada por diluvios sin cuento
apenas la ranura ojo de búho
para mirar adentro si nada quedó afuera
una imagen en celo
que el vacío fecunda
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ante el menor descuido de la nieve
retoña el enemigo
lobos raposas linces
sus rizomas se injertan
en la objetividad palabra mágica
sus frondas se remecen
en el procedimiento
hechizo numeral
cuando el olvido nieva
es la primavera del enemigo
salirse de esa órbita
su madera imantada
cocodrilos serpientes esturiones
en vez el cardenal que lleva un girasol
en su nocturno pico
la estela de una luna renegada
en su claro de miedo
la rata almizclera que se zambulle
en medio de la sed
asimétrico y punto
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nada sabe tu nombre
por eso se te encuentra
en medio de la fronda sideral
saber es algo más
que el hierro con la v
en ancas de la luna
el viento cuenta sílabas
desentierra eclipses
arroja itinerarios en el rostro
el misterio te expresa
a pesar de esa flor que te dio nombre
no eres una impresión
un trágico perfume
sencillez incrustada de luceros
serrines que estremecen
el canoro sigilo
y no hay virtud mayor en esta feria
porque te formas tú misma con nada
traes el barro desde
la lluvia primordial
42
se escribe con los pies
a la izquierda de nada
los sueños sin usar
que no tienen cuartel en la cabeza
gatean los baluartes descarnados
abren grietas en sí
crecen en contra
sicómoro en el cauce del Kokosing
se escribe serpientes
como relámpagos
esa brisa leída por gladiolos
desata la inquietud
su resplandor total
nada vale la imagen
la roña del verano cuando la condición
se convierte en almizcle
estrofa en veda hasta en Nueva Zelanda
desde la cresta de la depresión
ganada con las uñas
no es vertical el mundo
[te escucho desnudar a contraluz]
un día salgo sin abrir la puerta
el cuervo no lo advierte
y el caballo nevado
que remolca la carreta de estiércol
con su vaho me borra
como tizne se pierde
en una vertical del horizonte
plantada entre las lilas
su olor late en el pecho
reniega de sí mismo
enrojece los arces
me quedo solo afuera
te escucho desnudar a contraluz
no soy lo que seré ni lo que fui
fermento de experiencia
duro eclipse
pero tú me señalas
entre la insatisfecha multitud
me empujas hasta el tálamo
entre muros con un raro equilibrio
sacas a lucir pechos
no entrados en razón
tus caderas socavan
hasta que la tierra cae en mi boca
los despiertos deliran
al laúd de la muerte
los dormidos han muerto y lo disfrutan
esperen o no la resurrección
a estas alturas nadie
debe esquivar la nada
como en el caso de la amante oculta
basta con no invocar su agrete nombre
tienes que desearlo
con todos los enroques de tu alma
con todas las abejas de tu cuerpo
si uno te traiciona
si una te da de lado
un término un instante
no lo conseguirás
a la muerte sólo espanta el deseo
la ciudad descarnada se espabila
sin que canten los gallos
los sepultureros en overoles azules
emergen del vacío
reinan desidia y cal
los claveles robados
y la edad se desnuda
sin sombra ni vergüenza
unos huesos musgosos sobre sacos de yute
de alguna forma
se busca una tumba
anima la certeza de encontrarla
desiertos de una vez el pasado el futuro
y el presente la niebla
donde no se distingue
la basura que acabo de sacar
a la casa se vuelve por la puerta cerrada
la vieja metáfora de la luz
es un clavo torcido que no logra
sostener estos fustes sobre el cielo
la sombra se desune
no estructura
con su aliento de pino calcinado
la muerte no es lo opuesto de la vida
[¿cómo voy a bajar los ocho soles?]
sin la destreza del arquero Yi
¿cómo voy a bajar los ocho soles?
el bronce se suaviza con el vino
la muerte es efímera
inestable la gloria
¿por qué me trabo en estos caracteres?
si cada noche me intimida el sueño
¿cómo voy a empuñar la espada de Gongsun?
algo que no es esperma no es pabilo
alimenta la vela
el deseo no olvida
que ni la cruz del esternón retoña
nadie sabe tu nombre
perfecto e indistinto
callado e impasible
eres como un adverbio
alzas la voz y vuelves al resguardo
con la lengua arañada
no te alejas de todo
creces a ras de cielo
pierdes la fe ganas sinceridad
no compites con nadie ni contigo
y retas la armonía
la vergüenza de los cuatro contrarios
pretendes ser el rústico viejo de Shaoling
pero los pinceles no te obedecen
los trazos se evaporan
tu gorro no es de plumas de faisán
sino de lana simple
no hay dragón que vencer
sino la indiferencia de las ranas
chapoteando también en la afonía
con tu cucharita raspas el caldero
aunque no quede nada que llevarse a la boca
solo sacarle brillo buscar una salida
en la otra cara donde pegó el fuego
cada torre se erige de una sola simiente
cada tilo de una fe triangular
el ocio es el caudal que dilapidas
hace mucho debieras ser mendigo
no desprecies la luna
sus rayos en cascada
su aroma que ya no da para menos
la falta de taninos ovalados
es un eco que se debe añejar
no desprecies siquiera al enemigo
confusa claridad
en una copa te tiende otra celada
blandes un sable que no tiene filo
y enfundas en la herida
tiembla como un relámpago
sin tempestad en el pecho nocturno
como la luna eres un reflejo
corteza que se muda
en la ceniza se borran los pasos
se cava el destino
no tengo claridad pero me apoyo
en lo insignificante
el báculo de la transmutación
aunque me turbe el hielo
me serenen las vides desgreñadas
vigoroso por la debilidad
esta es mi voluntad no hay otra cosa
el mulo hace el abismo