Nota y entrevista por Ivet Lolova
Crédito de la foto (izq.) foto del autor
“La poesía nos enseña a resistir, a huir del conformismo”.
Entrevista a Nilton Santiago*
En junio de 2017 el poeta Nilton Santiago visitó Sofía, la capital de Bulgaria, para presentar su libro de poesía bilingüe, español-búlgaro, publicado por editorial Scalino. La noche transcurrió en medio de una conversación distendida sobre arte, el amor, la ciudad e, incluso, sobre chicas guapas.
«La poesía es la forma más consciente de estar en el mundo y de rebelarnos contra los discursos de la normalidad”. “Sin querer uno escribe lo que quiere leer”. “Encuentro que faltaban en mis lecturas un poco de humor, que también es una forma de revelación, quizás por ello mi poesía se vale del sarcasmo y de la risa para desvelar”. Si bien es cierto que estas palabras nos ayudan a tocar los poemas de Nilton Santiago elegidos para la antología 24 horas en la vida de una libélula, también me provocaron una gran curiosidad para hacerle las preguntas que podéis leer en esta entrevista.
Entrevista
Ivet Lolova [IL]: ¿Quién es Nilton Santiago?
Nilton Santiago [NS]: ¿Quién soy? Es una pregunta que también a veces me la hago yo. Ciertamente a veces soy un total desconocido para mí mismo. Creo que no soy más que un ciudadano del instante. En cualquier caso, te podría decir que nací en el Perú y que muchos de mis ancestros sabían hablar el lenguaje de los pájaros. Hace muchos años que vivo en Barcelona, los suficientes como para decirte que no puedo ser más feliz que en Mallorca. Ya ves que no sé quién soy.
[IL]: ¿Qué cualidades personales te sirven para escribir?
[NS]: Creo que esta pregunta deberíamos hacerla a alguien que tenga “cualidades” para escribir. En cualquier caso, te diría que lo que más aprecio de un escritor es, sin duda, que sea un trasgresor, que mediante la escritura desbarate los actos normalizados del orden, del autoritarismo y del abuso de los que creen que controlan el gallinero mediante el poder. También es importante el sarcasmo y, sobretodo, la chica que lo acompaña.
[IL]: ¿Por qué elegiste la poesía?
[NS]: Tengo dudas sobre si la poesía se elige, como se elige una profesión quiero decir. Creo más bien que es una forma de “ver”, una manera “consiente” de estar en la vida. Uno no elige la poesía, como no se elige qué soñar por las noches, pero sí que puedes elegir vivir desobedeciendo.
[IL]: ¿Crees que con la poesía puedes llegar a un sentido de la vida distinto que con la ficción?
[NS]: Siempre he entendido la poesía como una manera de “ver” y trascurrir en este mundo donde parece que únicamente importa lo que puedes “comprar” o “consumir”. Personalmente, creo que la poesía no es sino un pobre intento de resistencia; de poblar eso que llamamos vida, rutina, día a día, con aquello que por menos esencial pasa desapercibido, aquello que los discursos de la normalidad se esfuerzan por mantener en la oscuridad porque, como todos sabemos, a la sociedad de consumo en la que vivimos sólo le interesa convertirnos en clientes y no en personas. Ya sé que me repito como el ajo pero lo creo de verdad.
Entonces, como yo la entiendo, la poesía revela (y nos revela) que existen otras formas de existir y de rebelarnos contra este aburrimiento que quiere reducirnos a ser simples números estadísticos. Ya sabes, si nos hacemos preguntas somos “peligrosos” simplemente porque dejamos de comprar. La poesía nos da espíritu crítico y nos enseña a resistir, a huir del conformismo.
Bajo este contexto, la poesía no vende (ni se vende) y ahí su vital importancia: no tiene clientes. No se debe al mercado. Creo que eso no pasa con el mundo de la ficción al que te refieres, que está más expuesta al comercio.
[IL]: ¿Cuál es tu forma de estar en el mundo?
[NS]: Vivir dejando que el azar sea el protagonista.
[IL]: ¿Qué es lo que no vemos del mundo cuando una persona cierra los ojos mientras estornuda?
[NS]: Supongo que lo dices por el primer poema de Las musas se han ido de copas, el poema que creo que se llama “Sobre el por qué una persona no puede abrir los ojos mientras estornuda”. Ese poema brotó, como casi todo lo que hago, sin explicación alguna. Cuando semanas después leí ese poema, descubrí a que se refería: a que el infinito mismo puede habitar en un simple y humilde segundo y nosotros, que somos ciudadanos tan ocupados, no lo vemos. No lo vemos porque estamos concentrados en cosas serias, como en actualizar nuestro móvil o buscando en las redes sociales esa vida que aspiramos a tener. Pero, claro, como dice ese poema: “Cada segundo un nuevo milagro se queda sin trabajo o pasa desapercibido en una tienda de ultramarinos”. Quizás en ese sólo segundo que no vemos cuando estornudados habita el milagro de la existencia… sólo falta que “veamos” cuando abramos los ojos.
[IL]: ¿Qué te parecen los cursos de escritura creativa?
[NS]: Todo lo que sirva para acercarte a esta forma de estar en el mundo que es la poesía es ya pura revelación. Quizás no aprendas en un taller a escribir como Walt Whitman, pero al menos te revelará que encontrarás más vida en la poesía que en google. Los místicos decían que el misterio de la vida no es nada esotérico, que está en el día a día, en las labores del campo, etc., decían que el misterio surge de vivir diario. Si un taller es capaz de transmitir esa idea ya habrá hecho bastante porque te enseñará a “ver”.
[IL]: Si te invitasen a dar un curso de este tipo, ¿qué consejos importantes les darías a los jóvenes poetas?
[NS]: Mi principal preocupación sería que después del taller los asistentes pidan la devolución del dinero al organizador… [risas] no, ahora en serio, seguro que me esforzaría, pero no sé si sirvo para eso. Compartir lecturas y charlas y risas eso sí, pero no me veo dando consejos sobre cómo escribir porque no sé si sé hacerlo yo. Y, consejos importantes… dudo que tenga algún conocimiento especial como para dar consejos a nadie y menos a los asistentes de un curso de escritura creativa, que seguro que saben mucho más que uno. El único detalle que se me ocurre compartir es que intentemos vivir siendo cómplices de la imaginación.
[IL]: ¿Por qué en tu antología personal 24 horas en la vida de una libélula (Scalino, 2017) no hay poemas de tu primer libro?
[NS]: Simplemente porque se me olvidó que existía.
[IL]: ¿Qué debería esperar el lector con la lectura de los poemas de 24 horas en la vida de una libélula?
[NS]: Un abrazo lleno de emoción.