“La poesía debe tener cierto hermetismo, y cada poeta sabe la dosis para el juego”. Entrevista a Luis Boceli

 

Por Bruno Pólack

Crédito de la foto (izq.) Ed. Vallejo & Co. /

(der.) archivo del autor

 

 

“La poesía debe tener cierto hermetismo,

y cada poeta sabe la dosis para el juego”.

Entrevista a Luis Boceli

 

 

Bruno Pólack [BP]: Boceli, al leer Arx, Con Zumo Poética(s) lo primero que se siente es tu romance con la música…

Luis Boceli [LB]: Cierto, quizá desde el líquido amniótico o una vida pasada en clave de sol. Mi padre, recuerdo, nos llevaba a toda la familia a Chongoyape, ciudad a una hora de Chiclayo, creo que allí fueron mis primeras músicas: acequias, riachuelos, correr de las avispas para que no nos piquen, jugar con los primos, naturaleza viva; eso formó mi sensibilidad y la sensorial clarividencia. En casa, mi madre colocaba los casetes de Richard Clayderman, de Vivaldi, Mozart y fui creciendo con eso. Luego vino el techno, el rap, rock… pero siempre hay una base sensorial, un inicio invisible que persigue a los poetas.

 

El poeta Luis Boceli

 

[BP]: Además de la musicalidad, el diverso juego de onomatopeyas que despliegas en el libro donde, por cierto, está el poema “Aludeo” (conocido como “Sopita wantán”), el cual es un clásico en los recitales…

[LB]: Ese poema donde vaya me lo piden, es ultra sensorial, a algunos les abre el apetito gastronómico. Ese poema fue un intento de homenajear al Perú, de jugar con el quechua, español, italiano, francés. Estoy preparando otros de diferente factura, hay uno que se llama “Megambyta” que ya estoy por canalizarlo, para leerlo en unos meses. 

 

 

[BP]: También está, por ejemplo, en el poema “Antitrontrinalaxelestial”, un homenaje 2.0 de Huidobro…

[LB]: El dadatexto no va dirigido a Huidobro, sino a varios personajes celestes. Pero ya que mencionas al amado y odiado Huidobro, te confesaré que me pasó algo especial con él. En mi estadía en Chile hace como 20 años, me enteré que nació el mismo mes que yo; y aproveché en visitar su tumba en el mar de Cartagena, el bus ya nos dejaba, no podía irme sin hacerlo, fueron treinta minutos silenciosos de brisa constelada con el Conde Cagliostro. ¿Y qué hablé con él?, eso no puedo revelarlo. En otra entrevista te cuento que me pasó en Charleville-Mézières, cuando visitaba la tumba de Rimbaud. Siempre estaré agradecido con los duendes, magos, trapecistas. 

 

 

[BP]: ¿A qué otros poetas, además de Apollinaire y Artaud, les sigues el rastro?

[LB]: Bueno, es una lista larga, pero si leen ArX…, allí van a leer nombres y referencias: Arguedas, Vallejo, Parra del Riego, Belli, Mallarmé, Ionesco, Moliere, etc.

 

 

[BP]: Otro poeta al que has homenajeado e, incluso, has dedicado parte de tu obra (poética y visual) es a Carlos Germán Belli…

[LB]: Con Belli y Carmelita tuve una conexión inmediata desde que lo visité hace unos años. Belli me empezó a dar nombres de poetas italianos que no había escuchado, seducido quizá por mi seudónimo italiano y me confesó su gratitud con poetas del norte peruano que había conocido. Conversando con él, le conté del proyecto Yuriko y el shaolin seda y le encantó llevarlo al plano cinematográfico, que trabaja con sus poemas “Nuestro amor”, “Algún día el amor”, “Motor de Venus” y “El Alma y Orión”. Los dos episodios se encuentran en Youtube.

 

El poeta Luis Boceli

 

[BP]: En tu poesía, a pesar de ser musical y que eso haga que la lectura corra rápidamente, hay cierto hermetismo…

[LB]: Hermetismo lúdico por culpa de mis lecturas prismáticas jajaja. Creo que la poesía debe tener cierto hermetismo, y cada poeta, creador, sabe la dosis para el juego.

 

 

[BP]: Cuéntanos un poco en qué estás trabajando ahora…

[LB]: Bueno, en un par de años, incursiono en “cuentos para niños”, y en cinco, quizá mi primera novela. Cierre de comunicado.

 

 

 

 

 

*(Chiclayo-Perú, 1981). Poeta. Violinista amateur – amatour. Estudió violín en la Escuela Superior de Música Ernesto López Mindreau, en su ciudad natal. Licenciado en Administración de empresas por el Instituto Peruano de Administración de Empresas (IPAE), con especialidad en Marketing. Ha realizado el cortometraje Yuriko y el Shaolin seda (2020), en homenaje al poeta Carlos Germán Belli. En la actualidad, es ninja y adicto a los Obstacle Course Racing, Spartan Race. Ha publicado en poesía Pizzicato Labio (2006), Alucinado (2009), ArX Con Zumo Poéticas (2012; 2023) y Chateo con Belli (2022).

 

 

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