Por Matilda Södergran*
Introducción y traducción del sueco al español por ©David Guijosa Aeberhard**
Crédito de la foto www.twitter.com/hashtag/litteraturgalanip1
La poesía de Matilda Södergran
Preguntada sobre la intención de su escritura, en una entrevista hace ya unos años, Matilda Södergran cita a Birgitta Trotzig: “El diálogo con lo insoportable, lo irresoluble, no debe interrumpirse”. Las preguntas incómodas deben ser confrontadas, dice Södergran, y en esa línea se aventura su poesía. Una poesía que pendula en sus libros entre el delirio surrealista y la contención compleja del lenguaje, tendente al aforismo o al tono del haiku. Sin embargo, en sus primeros libros, aunque se dibujan ya estos rasgos, lo que destaca es la materialización de los versos en un cuerpo físico que será, en gran parte, el enclave con el que se constituirá la metáfora que sostiene y teje su andamiaje poético; como ya mencionaba en un artículo de 2016 a propósito de la poesía de Matilda Södergran y la traducción de algunos de sus poemas, publicado en la edición digital de la ya desaparecida revista literaria La Gaya Ciencia.
Algo que se advierte en los textos aquí traducidos, pertenecientes a su primer libro, su tercer libro y el último, es cómo su escritura se construye formulando la anatomía de un paisaje emocional e intelectual que bordean el sueño o las operaciones de una realidad que Södergran dibuja siguiendo un código muy particular. Aunque no lo hace sola, porque confrontar las preguntas incómodas, como ella misma afirma, no solo está en la escritura sino también en las lecturas. Entre esas lecturas está claramente la influencia de Birgitta Trotzig, antes mencionada, a la que puede accederse en español a través de la traducción que hace René Vázquez Díaz en el libro Contexto. Material. Pero a esta autora se añaden quizá otras como Ann Jäderlund, con la que conecta en la forma de enhebrar un tono y un lenguaje poético lleno de sugerencias a pesar de su lenguaje directo, o Sonja Åkesson, una poeta central en las letras suecas de la segunda mitad del siglo XX que se acercó a la vida gris de la sociedad sueca en su poesía sin adornos, con un estilo crudo y melancólico y una fina ironía que se refleja en Södergran. También pueden los lectores en español acceder a Sonja Åkesson, ya que se publicó en su momento la antología poética Vivo en Suecia traducida por Francisco J. Uriz.
Con estas influencias y otras tantas como equipaje, Södergran propone a mi parecer una obra vibrante e intensa que interroga y se interroga, abriéndose paso como una autora que merece la pena conocer. Por otro lado, también es interesante mencionar que Södergran se incluye entre varios autores y autoras jóvenes que están de actualidad en las letras suecas, y entre esas voces, podemos celebrar que es posible leer ya las traducciones al español de algunas de estas voces gracias al trabajo de Petronella Zetterlund con la poesía de Linn Hansén, Iman Mohammed, Martina Moliis-Mellberg, Burcu Sahin y la propia Matilda Södergran.
En lo que respecta a los poemas traducidos que aquí se presentan, como adelantaba al principio del texto, frente a ustedes hay una selección de poemas que pertenecen al primer libro de Södergran titulado Ella arranca las venas (2008), su tercer libro, Pesadillas (una forma para ti) (2012), y el último libro publicado hasta ahora, Supervivientes (2018). Esta escueta colección de poemas pretenden ser una muestra del trabajo de la autora hasta el momento que permita observar como por una pequeña ventana una obra poética singular.
El sabor yació aquí.
11+1 poemas de Matilda Södergran
Preferiría parirle con la boca,
dejar que sea un exhaustivo examen de conciencia.
Elegiría expulsarlo con la boca.
Y nada más.
Luego el grito al nacer,
el largo cordón umbilical.
Preferiría parirlo con la boca un largo rato, despacio
a través de las comisuras quebradas. Porque mi boca no basta
con sus piernas entre los dientes.
Después, él en el suelo, la placenta pesada bajo el paladar,
la sangre del nacimiento que dispersa mi sentido del gusto.
Desnuda con aliento a alcohol
y paredes rojas descoloridas.
Su madre que ya no está aquí.
Creo conocerte pero nunca te vi arder.
No vi el oro lamiendo tu piel.
Ahora acaricia nuestras pieles un entorno estático.
Somos animales. Y nuestro cuero arde.
Déjame verte una última vez,
antes de que las llamas te pusieran bajo tierra,
antes de que las llamas te fundieran con el humus.
Porque no sé cavar. Mis dedos son demasiado delgados,
se abren por los litorales de tus mandíbulas.
Déjame verlo una vez más
antes de que ardas, antes de que estés limpio.
Era
un
pájaro
cansado
y
tú
estabas
casualmente
allí
de
pie
con
un
cuchillo
y una bolsa, vacía de alas.
(de Ella arranca las venas)
La boca se mueve hasta que la voz la continúa.
Papel mojado puesto sobre los labios.
La sirena. El reloj del vientre.
El sabor yació aquí. Desnudo con la mano de la muñeca de porcelana
sobre el sexo. Balanceándose como el barco que llegará.
Evitar que te afecte.
Dejar atrás esa debilidad.
Stop beating that whore. Te distraes fácilmente.
Un avión clavado en el cielo.
Solo oyes el ruido. El rumor leproso tras la niebla.
Stop beating that whore. Stop beating that whore.
La fuerza reside en la expresión de tu cara.
Despertaste con la boca llena de plástico.
Tienes usar la boca para comer
pero abusas de su función.
Tu blando esqueleto intenta salirse continuamente.
Intentas mantenerlo en aguas poco profundas.
Es decir, en lo que va menguando lento e invasivo.
Intenta que te quede claro todo lo que esto significa
porque tendrá consecuencias.
(de Pesadillas (una forma para ti))
Todo lo que temíamos
– la anatomía de las verduras
un cerebro de saltamontes distraído
la boca amarga de los piñones
la lengua mordida de una hoja de roble –
sonaba tan bonito
que empezamos a desearlo con ansia.
La cicatriz materna se extirpa. Oval redondo.
La acepté creyendo que era un obsequio.
Aquello que se hereda. Se debilita. Se deja caer de un precipicio.
Aprendo sobre mí aquello que no quiero saber.
Todo lenguaje es fingido.
Todo trabajo se malogra.
Por todo lo que alguna vez conseguimos
deberemos responder algún día,
y cuando alguien pregunta informamos,
y si no basta nos unimos en muchedumbres.
(de Supervivientes)
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(poemas en su idioma original, sueco)
Smaken har legat här.
11+1 dikter av Matilda Södergran
Jag skulle föredra att föda honom med munnen,
låta honom bli en långt utdragen självrannsakan.
Jag skulle välja att få ut honom med munnen.
Inget annat.
Sen skriket vid födseln,
den långa navelsträngen.
Jag skulle föredra att föda honom med munnen länge, långsamt
genom spruckna mungipor. För jag kan inte gapa hur stort som helst
med hans ben mellan tänderna.
Sen han på golvet, moderkakan tung i munhålan,
födelseblodet som skingrar mina smakupplevelser.
Naken med spritandedräkt
och röda färglösa väggar.
Hans mor är inte här längre.
Jag tror mig känna dig men såg dig aldrig brinna.
Såg inte guldet som slickade din hud.
En statisk omgivning stryker våra hudar nu.
Vi är djur. Och våra djurhudar brinner.
Låt mig få se dig en sista gång,
innan lågorna försatt dig under jord,
innan lågorna sammansmält dig med myllan.
För jag kan inte gräva. Mina fingrar är för tunna,
spretar efter kustlinjer i dina käkben.
Låt mig få se det där en sista gång
innan du brinner, innan du är ren.
Det
var
en
fågel
som
tröttnat
och
du
råkade
bara
stå
där
med
en kniv
och en påse tom på vingar.
Munnen rör sig tills rösten tar vid.
Vått papper läggs över läpparna.
Sjöjungfrun. Magklockan.
Smaken har legat här. Naken med porslinsdockans hand på könet.
Gungande som båten son ska komma.
Att slippa bli berörd.
Att komma förbi den svagheten.
Stop beating that whore. Du är lätt distraherad.
ett flygplan sitter fast på himlen.
Du hör bara ljudet. det spetälska lätet bakom dimman.
Stop beating that whore. Stop beating that whore.
Styrkan sitter i minspelet.
Du vaknade med munnen full av plast.
Du ska använda munnen till att äta
men du missbrukar dess funktion.
Den mjuka stommen letar sig ständigt ut ur dig.
Försöker behålla den i det grunda vattnet.
dvs. i det som långsamt och inkräktande ebbar ut.
Försök få förklarat för dig vad det hela betyder
och det kommer att få följder.
Allt vi var rädda för
– grönsakskroppen
gräshoppshjärnan
pinjemunnen
eklövstungan –
lät så vackert
att vi började åtrå det.
Moderärret skars bort. Den runda ovalen.
Jag tog emot det i tron att det var en gåva.
Det som fås i arv. Slappnas. Släpps från en brant.
Lär mig om mig själv det jag inte vill veta.
Allt språk är låtsat.
Allt arbete förlorat.
Allt vi någonsin har åstadkommit
ska vi komma att ställas till svars för,
och när någon frågar redogör vi,
och om det inte räcker till sällar vi oss till skaran.
*(Korsnäs-Finlandia, 1987). Poeta. Reside en Suecia. Tiene estudios de Inglés y Traducción por la Universidad de Lund (Suecia) y un magíster por la Universidad de Gotemburgo (Suecia). Colabora con diversas publicaciones literarias y del ámbito cultural suecoparlante. Ha obtenido el Sveriges Radios Lyrikpris (Premio de Poesía de la Radio Sueca, 2019). Ha publicado en poesía Ella arranca las venas (2008), El delirante (2009), Pesadillas (una forma para ti) (2012), Pies de loto (2014) y Supervivientes (2018).