Por Nina Rizzi*
Curador de la muestra Fabrício Marques
Traducción al español por Cândido Rolim** y Nina Rizzi
Crédito de la foto Bruna Sombra
La jaula y el silencio.
7+1 poemas de Nina Rizzi
Zona prohibida del ser
“Esse est percipi” – Berkeley
Una porción de extractos para comerse en las manos
– ¡Mira, mi vida bella hecha cosa acumulada!
– ¡Mira, mis palabras creadas por mucho menos que la carpintería!
… Yo existo.
Basta un espejo para escarnecer el mundo-dentro.
Pequeño-mundo, la verdad se curva al
monstruo de la nada.
Debajo el nombre
la jaula y el silencio.
ceciliana
escurre el aceite del mundo – lima
de ricino, refino
mínima hierba o toda
cantero, fecundo
la poesía es de quien
la necesita, dice el cartero
sonreía, más allá el barro
tierno de exilio y poda
te revisito, el mundo – mira
entre las piernas.
canción a las proletarias de la guerra
lenguas y oídos quedan muertos
sobre el cielo gris y vacío
pudiera decir una vieja canción
judaico-germánica
marina c., aquí todo queda lo mismo
en las esquinas, sótanos, cuadrículas
en la concha, el mar
en la semilla, el bosque
las alas de los insectos imitan
aplausos al infinito
nosotros, en medio a escombros y afectos
cogimos basuras, vasijas, techos
habitanos lídices, drésdens
del caos, inmensas catedrales.
Carta a los impares
Baja. Baja un poco más.
Aquí o en Tsárkoie Seló, East Coker o Zimbábue
Es sombrío siempre a medianoche
Oscuridad de tierra, muros y piedras.
(No conoces la oscuridad del agua o el viento
y jamás hubo el Buen Salvaje si un día sintió
Él solo, muros y piedras)
Baja. Baja un poco más.
La frialdad se acerca a cada hogar
consumido por el tiempo.
Piedra ayer, piedra hoy y nunca
La misma ante tu mirada y tu bajada.
Baja. Baja un poco más.
¿Importa si la acogida es pobre
y toda mirada es la misma?
Pasean los seres con sus enfermedades y dolencias
Las mismas tuyas. La normalidad nos aparta
y trapacea como la luna
más diáfana en la madrugada.
Baja. Baja un poco más.
Hasta cuando no reste uno solo punto en la noche
Despreciable, moldéate con cemento y acero
de los lugares que no lo son.
Transmútate de todo lo que hicieran
La Gran Civilización y Cultura apártate
de todo el tiempo y la palabra
Costumbre, hoy es solo un día.
Baja. Baja un poco más.
ácido, pérfido, hasta que olvides
Todo milagro – el habla, el crujir de los huesos
la lágrima hecha helado hilo
el calor de una y otra mano.
Baja. Baja un poco más
Charla con las tiniebla, los infames de la tranvía
Aquel que agoniza en la casa en llama
podrido y sólo.
Habla a la muchedumbre en piel y hueso
y la carne-necrosis de los
pequeños secretos.
Baja. Baja un poco más.
Con la hojalata, las cenizas, el encendedor y la cuchara
los labios quemados y la sangre puesta
sé mínimo, agudo, ciudad afuera.
Entonces elévate
sé gente.
De frío, humo y soledad.
¿Y ahora, puedes ser grande?
El Candomblé de Flora
¿Cómo ser verdad, representación? aullaba
atrapando el velo – un hijo y el peso de la crucifixión.
Antes, gritó al mundo – ayè
ancestral de sí.
La mujer volvía loca
y nunca, jamás, nada fue tan obvio
claro, clarísima despedida.
casida para el árbol de diana
corazón de las 22h
agua tibia al fondo
la noche en el espejo regreso
en despacio alguna cosa
busca el sensible
intocable
Mots sur la page
(a un poema de Lambert Schlechter)
En uno dosmilydoce se findó el mundo
yo también morí.
Mañana, todavía, yo viviré.
mi corazón latiendo al ritmo de su nombre.
el nombre-mundo que habita
cuando te creo verdad, poema.
Prólogo
Escavo el ancestral imposible – el Bello, el Sublime, la Verdad –
delicadezas en medio a un espolio de ruinas.
Miro a la muchedumbre del pasado lo que resta
el real no deja ver, el fragmento, la no-adecuación;
la constatación del absurdo:
la vida tiene la duración de una tragedia
empieza en la mañana, muere con el día.
Ojos bien cerrados, recuerdo: desierto es espera.
desierto es desesperación. desierto es adentro.
desierto es el mejor jardín.
Silencio. La duración del desierto.
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(poemas en su idioma original, portugués)
A jaula e o silêncio.
7+1 poemas do Nina Rizzi
Zona proibida do ser
“Esse est percipi” – Berkeley
Um punhado de extratos pra se comer das mãos
– Olha, minha vida bela como coisa acumulada!
– Olha, minhas palavras forjadas por bem menos que a carpintaria!
… Eu existo.
Mas basta um espelho para escarnecer o mundo-dentro.
Pequeno-mundo, a verdade se deita ao monstro do nada.
Debaixo do nome
A jaula e o silêncio.
ceciliana
escorre o óleo do mundo – lima
de rícino, refino
mínima grama ou toda
canteiro, fecundo
a poesia é de quem
precisa, disse o carteiro
lhe ria. além a lama
ternas de exílio e poda
te revisito, o mundo – olha
entre as pernas.
canção às proletárias de guerra
caem línguas e ouvidos mortos
sob o céu vazio e cinzento
devia dizer uma velha cantiga
judaico-germânica
marina c., aqui vai tudo na mesma
nas esquinas, porões, grades
dentro da concha, o mar
na semente, uma floresta
as asas dos insetos se debatem
em palmas ao sem-fim
Escrita aos ímpares
Desce. Desce mais ainda.
Aqui ou em Tsárskoie Seló ou East Coker
É sempre escuro depois da zero hora
Escuridão de chão e muros e pedras.
(Não conhece ainda a escuridão das águas e o vento
E nunca existe o Bom-Selvagem se um dia pisou e viu
O chão, muros e pedras)
Desce. Desce mais ainda.
O frio já invém e cada pedaço de lugar
É comido pelo tempo, triste lugar.
Pedra ontem, pedra hoje e nunca
A mesma diante do olhar variegado e tua descida.
Desce. Desce mais ainda.
Que importa se o agasalho mal te cobre
E todo olhar variegado é igual?
Passam os seres com suas desumanidades e doenças
Tantas, como as tuas. O normal é que os desaproxima
E faz bochicho, chacota, ou nem isso e nem nada
Como a lua nova na calada madrugada
Desce. Desce mais ainda.
Até que não haja um só dente na escuridão.
Reles, vil, faz-te de cada cimento e aço
Dos lugares que não o-são
Transubstancia-te de tudo o que fizeram
A Grande Civilização e Cultura, te alastra
De todo o Tempo e a palavra
Costume, hoje é mais um dia.
Desce. Desce mais ainda.
Ácido, pérfido, até que descalce
Todo milagre – o falar, o ranger dos ossos
Qualquer lágrima como lâmina fria
O calor de uma e outra mão.
Desce. Desce mais ainda.
Conversa com a Treva, os desclassificados das calçadas
Aquele que agoniza numa casa em chamas, Escória e Só.
Conte aos amontoados de pele e ossos
E a carne-necrose dos segredos menores –
O ínfimo, o invisível, esses séculos de História, Pó.
Desce. Desce mais ainda.
Com a lata, as cinzas, o isqueiro e a colher
Os lábios queimados e o sangue exposto
Sê mínimo, agudo, cidade-baixa.
Então te levanta.
É Gente.
De frio e escuro e solidão. Abissal.
E então, pode ser Grande?
O candomblé de Flora
Como ser verdade, representação? Gania
através o véu – um filho e o peso da crucificação.
Antes, girou para o mundo, ayè
ancestral de si.
A mulher enlouquecia
e nunca nada, nunca foi tão óbvio
Claro, claríssima despedida.
casida a árbol de díana
coração das 22h
água morna em profundo
a noite no espelho regresso
alguma coisa em lentidão
busca o sensível
inalcançável
Mots sur la Page
[para um poema de Lambert Schlechter]
Foi num doismilidoze que o mundo acabou
eu também morri.
Mas amanhã, eu viverei novamente
meu coração batendo ao ritmo do seu nome
o nome-mundo que habita
quando te crio verdade, poema.
Prólogo
Escavo o ancestral impossível – o Belo, o Sublime, a Verdade –
delicadezas em meio a um espólio de ruínas.
Contemplo o amontoado do passado, do que sobra
o real é o que não se pode ver, o fragmento, a não-adequação;
A constatação do absurdo:
A vida tem a duração de uma tragédia
começa pela manhã, termina com o dia.
De olhos bem fechados, lembro: deserto é esperar.
deserto é desesperar. deserto é dentro. deserto é o melhor jardim.
Silêncio. A duração do Deserto.
*(Campinas-Brasil, 1983). Escritora, traductora, investigadora y editora brasileña. Licenciada en Artes dramáticas y en Historia, magíster en Literatura comparada. Coedita la revista escamandro. Como traductora, a traducido la obra poética integral de Alejandra Pizarnik y antologías de Jacobo Fijman, Enrique Serna, Óscar Hahn, y viene trabajando uma de Vicente Huidobro y relatos del guineo-ecuatoriano Donato Ndongo-Bydiogo. Ha publicado em poesía tambores pra n’zinga (2012), A Duração do Deserto (2014), geografia dos ossos (2016), quando vieres ver um banzo cor de fogo (2017) y sereia no copo d’água (en prensa).
**(Ceará-Brasil, 1965). Poeta y traductor. Graduado en Derecho por la Pontifícia Universidad Católica de Porto Alegre (Brasil). Ha publicado Arauto (1988), Exemplos Alados (1997), Pedra Habitada (2002) y Camisa qual (2010).