Por Marco Lucchesi*
Curador de la muestra Fabrício Marques
Traducción al español por Montserrat Villar González
Crédito de la foto el autor
La indecisa aurora.
13 poemas de Marco Lucchesi
Parterres
Un fósforo desata pasajero
los hilos de una noche sin estrellas
En el cielo azul de Samos
vuelan impares.
Y los pares navegan
en las aguas claras de los Ilisos.
El jardín
el conjunto de los parterres
y el bosque sombrío e ilimitado
¿Cómo domesticar la astucia del infinito?
Búsqueda de oro
Los surcos minerales que no acaban
Oro nativo y ganga impura
espolio inaccesible entre 0 y 1
Eros
Serpentean en impreciso hechizo
dos cariñosos números solares
agarrados de las manos: el 220
con el 284
Ha sido suficiente con haberse encontrado y decirse
los versos que de repente los definía:
yo muero en mí para nacer en ti
Klein R4
Un vaso de agua
Me muero de sed
Mis labios tocan bordes/orillas invisibles
Una botella ilíquida sin vino
bodega que se niega a la superficie
La intersección no pasa de un intermedio en llamas
Márgenes/ Límites ausentes *nueva liturgia*
Minotauro
Curva elíptica y puntos racionales
Viva soledad en que se encuentra
Y sólo de conflicto se alimenta
En aguas claras mansas aparentes
fluctúa la joven raíz cuadrada de dos
Llegan intempestivas gélidas corrientes
Alguien se ahoga
en la soledad
impenetrable de esas aguas
en zonas turbias
intangibles
abisales
Diferencial
Una tela de números vertiginosa
insumisa y que no cede
al horizonte exacerbado/ exaltado de silencio
Destello que brilla
en los ojos del futuro
Y todo lo que no dice
es como si estuviera dicho
Las Pléyades
Se precipitan
al seno fatídico
del mar
náufragas
del amor de Safo
Salesianos
I
Templo solar
de perdida
juventud
que me acoge
en sueños
y abismos
que creé
desde entonces, partiendo
II
en el centro de la nave
loas
maitines
y secretos
piedras
vidrieras
y abandonos
( grandezas
de un país distante )
III
V = H. d
Órganos
y padres
voladores
en las fugas
de Bach
y de las galaxias.
IV
Barco ebrio
de mi pasado
puerto y destino
La calle mariz y barros desde
la comendador queiroz
a gavião Peixoto
la avenida siete
y otros mares y lagunas ensalzadas
La torre de iglesia gótica
es el marco de la travesía
en los tiempos de indecisa aurora
Una niebla espesa
cubre las viejas
casas de Santa Rosa
Llevo las formas
que invento para explicar
en una sentencia el cosmos
Amores
breves
como los fuegos de santelmo
(melodías
que me alcanzan
y golpean el corazón)
y máquinas del tiempo
para huir
de la servidumbre de precipicios
en los que me perdía
Las primeras luces
de mi vida
y la claridad tímida del otoño
Los veloces automóviles
abren sus velas
sobre el mar de asfalto
Y las parlanchinas campanas
de la iglesia asumen
un silencio inquebrantable
El Cristo-pez
nos sabe
cardumen
dirigiéndose
a las sublimes
regiones
del olvido
V
Imploro
por el
rostro de Apolo
en esas
olas
de bruma
piedra y asfalto.
La Superficie del No
Corre sobe la superficie
de las aguas
la no permanencia
y regresa solitaria
al corazón
de los dioses
Corre en la superficie
y en el abismo de las cosas
sembrando las formas
de un tiempo inacabado
Corre por los cielos
por los valles y montañas
explorando ruinas
de tardes abrasadas en las que queman
arroyos y corrientes que no continúan
hacia el mar
Arden
serafines en el cielo en llamas
buscando un semblante
en la forma
de un incendio obstinado
en escudriñar el curso
del río de las estrellas
y los rumbos
dilatados de la galaxia
Aves i
nacidas
hacia el azul
traen en las plumas
de la nada el impulso
de una fiera
arribada
Un destino antes de ser
una entelequia de sombras
escudriñando
la soledad de esas montañas
Los árboles
se doblan mudos
se doblan por el peso
de los frutos
que crecidos
explotan como la vida:
los números-ideas
la superficie del no
y de los más
Piedras
amores
y pájaros
continúan
en un estado
casi
i
nacidos
nebulosos
En el semblante
de negros
serafines:
ojos
que dejan
las tinieblas
Y la fuerza
de esas aguas
rige el mundo
antes del verbo y del silencio
Una progenie
reinará más allá
de las extensiones de la Tierra
Y sus ojos
alcanzan
la linfa de los cuerpos
la forma
no presentida
de un semblante:
que finalmente
todo
es casi
en la oscura
metamorfosis
de los dioses
Jirafa
Pasea
en las páginas
del Corán sagrado
en
hermosos
estanques
en
verdes
prados
Muecín zancudo
mudo minarete
Bebe los versos del
profeta
en vértigo
de ascensión
Luciérnaga
Sabia
alquimista
del oro de las estrellas
Teóforo
de la oscuridad
Prepara
en la vigilia el grial
la insurrecta
epifanía de la aurora
La Cuarta pared
Esta fue la bella
y preciosa lección
de Mann y de Bohr
sobre su mecánica sublime
en otro momento disonante
hoy tan bella
La máquina
del mundo
fluctúa
en mil
pedazos
partículas sabores
Y la nada
sobrenada
entre infinitos
infinitos
——————————————————————————————-
(poemas en su idioma original, portugués)
A indecisa aurora.
13 poemas do Marco Lucchesi
Canteiros
Um fósforo desata momentâneo
os fios de uma noite sem estrelas
No céu azul de Samos
voam ímpares.
E os pares sobrenadam
nas águas claras do Ilissos
O jardim
o conjunto dos canteiros
e a floresta sombria e ilimitada
Como domar a astúcia do infinito?
Busca de Ouro
As lavras minerais que não terminam
Ouro nativo e ganga impura
espólio inabordável entre 0 e 1
Eros
Serpeiam por difuso sortilégio
dois amorosos números solares
de mãos dadas: o 220
com o 284
Bastou que se encontrassem e disseram
os versos que de pronto os definia:
eu morro em mim para nascer em ti
Klein R4
Um copo de água
Morro-me de sede
Meus lábios tocam bordas invisíveis
Uma garrafa ilíquida sem vinho
Adega que se nega à superfície
A interseção não passa de um recesso em chamas
Margens ausentes *nova liturgia*
Minotauro
A curva elíptica e os pontos racionais
A viva solidão em que se encontra
E só de escaramuças se alimenta
Em águas claras mansas aparentes
flutua a jovem raiz quadrada de dois
Chegam intempestivas gélidas correntes
Alguém se afoga
na solidão
impérvia dessas águas
em zonas turvas
intangíveis
abissais
Diferencial
Uma teia de números vertiginosa
insubmissa e que não cede
ao horizonte exacerbado de silêncio
Centelha que esplandece
aos olhos do futuro
E tudo que não diz
é como se dissesse
As Plêiades
Desabam
no seio fatídico
do mar
náufragas
do amor de Safo
Salesianos
I
Templo solar
da perdida
juventude
que me acolhe
nos sonhos
e abismos
que formei
de então a partir
II
ao centro da nave
laudes
matinas
e segredos
pedras
vitrais
e abandonos
(alturas
de um país distante)
III
V = H. d
Órgãos
e padres
voadores
nas fugas
de Bach
e das galáxias
IV
Barco ébrio
de meu passado
porto e destino
A rua mariz e barros desde
a comendador queiroz
a gavião peixoto
a avenida sete
e outros mares e lagoas sublimadas
A torre da igreja gótica
é o marco da travessia
em tempos de indecisa aurora
Uma névoa espessa
cobre as velhas
casas de Santa Rosa
Levo as formas
que invento para explicar
numa sentença o cosmos
Amores
breves
como fogos de santelmo
(melodias
que me tomam
e golpeiam o coração)
e máquinas do tempo
para fugir
da gleba de precipícios
em que me perdia
As primeiras luzes
de minha vida
e a claridade tímida do outono
Os carros velozes
abrem suas velas
sobre o mar de asfalto
E os sinos gárrulos
da igreja assumem
um silêncio inabalável
O cristo-peixe
nos sabe
cardumes
levados
para as sublimes
regiões
do esquecimento
V
Clamo
pelo
rosto de Apolo
nessas
ondas
de bruma
pedra e asfalto
A Superfície do Não
Corre na superfície
das águas
a impermanência
e volta solitária
ao coração
dos deuses
Corre na superfície
e no abismo das coisas
a semear as formas
de um tempo inacabado
Corre nos céus
nos vales e montanhas
a vasculhar ruínas
de tardes abrasadas onde queimam
arroios e correntes que não seguem
para o mar
Ardem
serafins num céu em chamas
à procura de um semblante
na forma
de um incêndio obstinado
a sondar o curso
do rio das estrelas
e os rumos
dilatados da galáxia
Aves i
nascidas
para o azul
trazem nas plumas
do nada o impulso
de uma fera arribação
Um destino antes de ser
uma enteléquia de sombras
a perscrutar
a solidão dessas montanhas
As árvores
dobram-se mudas
dobram-se ao peso
dos frutos
que túmidos
rebentam como a vida:
os números-ideias
a superfície do não
e dos mas
Pedras
amores
e pássaros
seguem
num estado
quase
i
nascidos
nebulosos
No semblante
de negros
serafins:
olhos
que deixam
as trevas
E a força
dessas águas
rege o mundo
antes do verbo e do silêncio
Uma progênie
há de reinar além
das extensões da Terra
E seus olhos
atingem
a linfa dos corpos
a forma
impressentida
de um semblante:
que afinal
tudo
é quase
na obscura
metamorfose
dos deuses
Girafa
Passeia
nas páginas
do alcorão sagrado
em
lindos
tanques
em
verdes
prados
Sufi pernalta
mudo minarete
Bebe os versos do
profeta
em vertigem
de ascensão
Vagalume
Sábio
alquimista
do ouro das estrelas
Teóforo
da escuridão
Prepara
na vigília do graal
a insurgente
epifania da aurora
A Quarta Parede
Esta foi a bela
e preciosa lição
de Mann e de Bohr
de sua mecânica
sublime
outrora dissonante
hoje tão bela
A máquina
do mundo
flutua
em mil
pedaços
partículas sabores
E o nada
sobrenada
entre infinitos
infinitos
*(Río de Janeiro-Brasil, 1963). Poeta, escritor, ensayista, autor de memorias, profesor, editor y traductor. Historiador por la UFF, doctor en Ciencias de la Literatura por la UFRF y pos doctor en Filosofía del Renacimiento en la Universidad de Colonia (Alemania). Preside la Academia Brasileira de Letras (ABL) desde 2018 y ha llevado a cabo acuerdos y colaboraciones con diferentes academias de todo el mundo; entre ellas, firmó un convenio en 2018, en Madrid, con la Real Academia Española.