Vallejo & Co. reproduce la nota de la web Sophimanía (www.sophimania.pe) sobre Chile en el Perú: La ocupación a través de sus documentos, 1881-1884, nueva publicación de la prestigiosa y reconocida historiadora peruana Carmen Mc Evoy. Aquí una interesante entrevista a propósito de la presentación del mismo.
Nota y entrevista: Luis Enrique Mendoza
Crédito de la foto: Izq. www.diario.latercera.com
Der- Fondo Ed. del Congreso del Perú
Carmen Mc Evoy presenta su nuevo libro que reúne medio millar
de documentos inéditos de la Guerra del Pacífico
La guerra del Pacífico es un episodio de la historia del Perú y de Chile bastante estudiado. Sin embargo, se le suele abordar desde la mirada militarista, bélica o la diplomática. Carmen Mc Evoy tomó una ruta distinta. Sus investigaciones desarman algunos relatos hegemónicos de la Guerra del Pacífico y se centran, más bien, en los aspectos socioculturales y políticos que completan el entramado de estos sucesos. Eso es lo que Mc Evoy ha registrado en Guerreros civilizadores: política, sociedad y cultura en Chile durante la Guerra del Pacífico, libro publicado originalmente en Chile en el 2011 -donde agotó todas sus ediciones- y que acaba de presentar en la FIL LIMA, reeditado por la PUCP.
Guerreros civilizadores, es una investigación realizada en Chile, con documentación chilena y desde la mirada del vencido. Casi una década después de seguir esa línea de investigación, Mc Evoy presenta la segunda parte de ese libro, Chile en el Perú: La ocupación a través de sus documentos, 1881-1884. Se trata de una publicación basada en más de 500 documentos chilenos inéditos que Mc Evoy analiza, contextualiza e interpreta. En la siguiente entrevista, la historiadora peruana nos habla de la problemática que aborda en ambos libros y de su interés por investigar la guerra del Pacífico.
«La guerra deriva siempre en la brutalización del ser humano
y saca lo peor que este tiene».
Entrevista Carmen Mc Evoy
Luis Enrique Mendoza [LEM]: Cuéntenos un poco sobre el proceso de elaboración de los libros que está por presentar, Guerreros Civilizadores y Chile en el Perú.
Carmen Mc Evoy [CME]: Hace algunos años obtuve la beca John Guggenheim lo que me permitió pasar una larga temporada en Chile. Ahí tuve la oportunidad de revisar el Archivo de Benjamín Vicuña Mackenna, el gran coleccionista de libros sobre la Guerra del Pacífico. Mi visita coincidió también con la apertura, al público, de algunos archivos militares donde se encuentran los documentos sobre la ocupación del Perú. Con ese riquísimo material, junto con el uso de cartas, periódicos y diarios de soldados, pude escribir Guerreros Civilizadores. Este libro fue publicado en Chile y fue un éxito de ventas. Chile en el Perú, mi mirada en torno a la ocupación y que se presenta el 28 de julio a las 8pm en el auditorio Blanca Varela de la Feria del Libro, es una continuación de mi análisis sobre la ocupación (1881-1884) acompañada de medio millar de documentos chilenos inéditos que describen en detalle el trascendental momento histórico, del cual hay aún mucho que decir.
[LEM]: En el imaginario convencional, la noción de guerra suele asociarse a la ausencia de una actitud “civilizada”. En siglo XIX la situación era distinta. ¿A qué alude con el título de Guerreros Civilizadores?
[CME]: El título es un guiño al lector, una suerte de provocación ya que, como bien sabemos, ninguna guerra en el planeta puede ser considerada como civilizadora. La guerra deriva siempre en la brutalización del ser humano y saca lo peor que este tiene. Sin embargo, como la guerra es injustificable, desde cualquier punto de vista, necesita una máscara ideológica que la presente como necesaria, justa, buena, etc. Mi libro se mueve en ese territorio, el del frente interno chileno donde periodistas, curas, políticos e intelectuales construyen un discurso mediante el cual se crea la dicotomía civilización versus barbarie para describir la acción chilena sobre sus enemigos, Bolivia y el Perú. Este discurso civilizatorio es racializado e incluso exhibe connotaciones de género, Lima es feminizada y convertida en una suerte de ciudad frívola e indolente. Lo anterior no es una novedad, los viajeros lo mencionan, pero se potencializa para confirmar la masculinidad de un Chile vencedor que ejerce su poder con mano férrea. Guerreros Civilizadores aborda cómo la justificación ideológica de la guerra cruza todos los niveles de la sociedad: desde la Iglesia hasta los soldados, quienes escriben en sus diarios sobre la barbarie y la inferioridad racial de los peruanos.
[LEM]: En algunas entrevistas ha dicho que su aporte a la investigación es proseguir con la línea inaugurada por el historiador William Sater, quien en 1973 publicó un estudio sobre la construcción de la imagen de Arturo Prat, héroe chileno por antonomasia. ¿Cómo se expresa esta mirada teórica en su reciente investigación histórica?
[CME]: William Sater, destacado historiador norteamericano, es el primero que se toma en serio el tema de la construcción ideológica de la guerra y le sigue la pista al proceso que se sintetiza en la “santificación” de Arturo Prat que como bien sabemos es el paradigma del héroe chileno. En mi libro analizo que este proceso, en el que participa activamente el historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna, se amplía a otros participantes de la guerra. El héroe moviliza emociones y en muchos casos ayuda a que otros sigan un camino similar, de sacrificio y entrega por la patria.
[LEM]: Usted analiza la guerra desde la óptica de la sociedad civil chilena. ¿Qué evidencias históricas la llevan a construir la tesis de que los chilenos no planeaban quedarse en Lima y que esto cambia radicalmente ante la negativa de los peruanos de aceptar la firma de un tratado de paz?
[CME]: La ocupación es un producto no deseado de la contingencia de la guerra. Ante la negativa peruana de firmar un tratado de paz con cesión territorial, la maquinaria militar chilena debe trocar en maquinaria político-administrativa y quedarse en el Perú. En la medida que el tiempo pasa y no se obtienen resultados concretos (la amputación territorial del Perú) la opinión pública le demanda al gobierno de Domingo Santa María que desocupe el Perú a la brevedad posible. El costo económico (cubierto por los cupos cobrados) y en vidas humanas (pienso en las campañas a la sierra y la fiebre amarilla) van minando física y psicológicamente a los chilenos. Esta situación genera un sistema administrativo inédito, al menos en América del Sur. Los documentos que recolecté en Chile me ha permitido reconstruirlo, pienso que por primera vez.
[LEM]: Guerreros Civilizadores. Del conjunto de capítulos de su libro, tres se adentran en el aspecto político de la guerra, mientras que los restantes lo hacen en la temática sociocultural. ¿Cómo se expresa esto en el funcionamiento de los actores e instituciones sociales de entonces?
[CME]: En Guerreros Civilizadores propongo una lectura transversal de la guerra tomando en consideración su frente interno. Por ello, la narrativa lleva al lector a La Moneda, donde se encuentra el comando logístico pero también a las Iglesias, las plazas, los campamentos militares e incluso al Palacio de Gobierno en Lima. Porque solo escuchando múltiples voces, todas ellas chilenas, es posible entender a la Guerra del Pacífico en su enorme complejidad. Para convertir a la guerra trinacional en historia, que es lo que finalmente nos liberará de su carga traumática, es necesario explicar cómo tocó a la sociedad chilena en su conjunto, transformándola para siempre.
[LEM]: Para la elaboración de Chile en el Perú ha estudiado más de 800 documentos extraídos de archivos militares y civiles chilenos. ¿Cuál es la imagen que se tiene en Chile del jefe de la ocupación, Patricio Lynch? ¿Usted considera que Lynch actuó en la Expedición al Norte según los usos de la guerra?
[CME]: Patricio Lynch es un producto de la Guerra del Pacífico. Con una formación en la marina británica y una relación complicada con sus pares chilenos, Lynch va escalando posiciones durante la guerra hasta llegar a ser jefe de un estado subsidiario chileno en el Perú. Es importante recordar que Lynch ocupa la Jefatura Política Militar de Iquique donde aprende como lidiar con una población ocupada a la fuerza pero también a negociar con las casas comerciales extranjeras y cobrar el cupo de guerra. Sin este era imposible que la maquinaria chilena sobreviviera. Al llegar a Lima junto con el ejército expedicionario Lynch será encargado de “institucionalizar” la ocupación, luego de la breve administración de Cornelio Saavedra que es desastrosa. La disciplina chilena se había deteriorado y se reportaban muchos robos y pillerías contra la población civil peruana. En ese contexto, Lynch no solo reorganiza el ejército destacado en Lima sino que se ve forzado a reparar una situación que atentaba contra el prestigio internacional de Chile. No hay que olvidar que la situación jurídica de Chile es muy precaria y para lograr su cometido deben reforzar su discurso civilizador. Es una paradoja que quien viene a darnos lecciones de civilización es el mismo que lidera la tristemente célebre expedición de la destrucción que lleva su nombre.
[LEM]: Quisiera saber si viene preparando alguna nueva investigación. ¿Tiene algún nuevo proyecto del que nos pueda contar en calidad de primicia?
[CME]: Mi nuevo proyecto es una biografía de Yma Sumac, en especial sus años en Hollywood. Además estoy recopilando información para escribir un libro sobre un sangriento episodio de la guerra civil de 1891 (Chile) que acabó con el gobierno del presidente Balmaceda. También estoy editando, junto con Alejandro Rabinovich, una colección de ensayos titulado Tiempo de Guerra: conflicto armado y construcción estatal en el Perú, XVI-XX, que saldrá publicado con el IEP.