El grupo de arte ÍNTEGRO, colectivo multicultural que integra las artes visuales, la performance, el teatro, la música y la danza, mantiene su vigencia. La importancia de esta propuesta, iniciada de manera independiente, hace más de 25 años, por Oscar Naters y Ana Zavala, es comentada por el crítico peruano Jorge Villacorta.
Por: Jorge Villacorta
Siempre es difícil hablar de los amigos ante el público porque creo que uno corre el riesgo de dejarse ganar por los afectos. Pero, en este caso creo que hay ciertas cosas que son muy claras y que se pueden referir directamente al trabajo que Oscar y Ana han realizado y sobre todo a INTEGRO.
Creo que lo principal sería señalar que una vida de más de 25 años para cualquier empresa artística en el Perú es una auténtica epopeya y sobre todo también un auténtico triunfo.
Es sin embargo tal vez, un triunfo que es difícil de percibir cuando uno no está involucrado directamente, ¿por qué? Porque las dificultades de seguir adelante muchas veces amenazan con bajar los ánimos y sobre todo con arrasar con las esperanzas y también con las intenciones y los sueños. De manera que sobrevivir de la manera en que poder imaginar una empresa amenazada por todos lados no es realmente una supervivencia, y sin embargo, quien ve a Oscar y Ana en el día a día entiende que allí hay algo que está más allá de sentirse amenazado aún cuando puedan haber crisis que por momentos, por momentos requieren de soluciones inmediatas. Creo que el trabajo artístico que ellos, como núcleo creador de INTEGRO realizan, es un trabajo artístico que está tan fuertemente, tan sólidamente incrustado en una suerte de suelo espiritual, un territorio que está más allá de las vicisitudes, que hace que no se rindan ante nada, creo que eso lo podemos reconocer todos nosotros.
Creo que algo que tiene que resaltarse es que en estos 25 años INTEGRO a tenido el coraje de ser contemporáneo. Creo que todos sabemos que el arte contemporáneo es esencialmente un ámbito de creación muy frágil. ¿Por qué es frágil? Porque no tiene digamos un apoyo que permitiría un desarrollo constante y equilibrado, algo que pudiese sostenerse en el tiempo con las mejores condiciones y, por lo tanto, no tiene, y hay que decirlo muy francamente, una llegada amplia, es decir, no se trata de un arte para un público mayoritario en estos momentos, aunque todos tenemos la esperanza de que lo sea ¿porqué? Porque todos creemos, creo que puedo hablar en plural, todos creemos que el arte contemporáneo es precisamente un arte absolutamente pertinente para cada uno de nosotros en este mundo, de manera que el coraje de ser contemporáneo en el caso del teatro danza y yo diría más que eso, el coraje de ser contemporáneo en una situación que es realmente híbrida en el sentido de que todas las artes confluyen en las obras que INTEGRO desarrolla. En ese sentido es probablemente algo que debería maravillarnos. Y creo francamente que, si bien hay muchísimas formas de hacer creación contemporánea en el Perú, la forma elegida por INTEGRO es necesariamente una forma que llama la atención porque es un arte hecho sin miedos, es un arte hecho de pasión.
Creo que en un sentido estrictamente crítico podríamos hablar de una pureza de principios que sin embargo se traduce en una hibridación de géneros, estilos, experiencias e incluso diría yo, filosofías. Porque si hay algo que caracteriza al trabajo de INTEGRO es que es un trabajo de reflexión, y un trabajo de reflexión, es un trabajo espiritual.
A la fragilidad de hacer arte contemporáneo hay también que agregar el peligro que entraña la independencia que es probablemente la libertad tomada con todos sus riesgos y por eso mismo también es exponerse a toda clase de vaivenes y a toda clase de ataques. La independencia es algo que ha caracterizado plenamente a INTEGRO estos años y creo yo que sin embargo la independencia es probablemente el precio más alto que un núcleo como el que forman Oscar y Ana tiene que pagar. ¿Porqué? porque precisamente por ser independientes hay muchas cosas de la vida común y corriente que tienen que ser abandonadas o pasadas por alto según temporadas. Creo que el precio de la independencia es sumamente alto, pero sin embargo creo yo que no hay mayor seña de una libertad bien ganada, bien vivida que aquella que proviene de esta entrega al arte en ese clima de independencia.
Son aspectos que a mi parece indispensable tocar en el momento en que justamente INTEGRO va a ser reconocido en las personas de Oscar y Ana.
La interpenetración en el trabajo de ambos creo que está puesto en evidencia de una manera inequívoca, es decir, los roles están compartidos y creo que lo más importante es que existe una voluntad formada de dos voluntades que se entrelazan y que conservan asimismo, una frente a la otra, su propia independencia, y eso es un tesoro.
Solo quisiera agregar para cerrar este momento que me toca a mí conducir, que todos me imagino que estamos felices por este reconocimiento, porque todos hemos compartido con ellos momentos muy importantes. Nos han comunicado de una manera directa la importancia del arte en al vida y creo que todos debemos estar muy agradecidos a ellos por esto.