Por: Paul Guillén
Crédito de la foto: ©Perro de ambiente editor
GÓNGORA & ARGOT
Ensayos sobre la poesía de Roger Santiváñez
Paul Guillén (ed.)
carátula y collages de aleWendorff
Este libro (publicado por Perro de ambiente editor) será presentado el sábado 4 de julio, a las 7:00 pm, en la Casa de la Literatura Peruana. Los comentarios estarán a cargo de Luis Fernando Chueca y Victoria Guerrero Peirano (Ingreso libre).
El volumen reúne ensayos sobre la poesía de Roger Santiváñez escritos por Silvia Goldman, Germán Labrador Méndez, Luis Fernando Chueca, José Ignacio López Soria, Jorge Polanco Salinas, Mario Montalbetti, Mirko Lauer, José Ignacio Padilla, Victoria Guerrero Peirano, Biviana Hernández, Mariana Alegría, Antonio Ochoa, Paul Guillén, Víctor Vich, Ulises Juan Zevallos Aguilar, Paolo De Lima, Cristián Gómez O., Adam Joseph Shellhorse, Giancarla Di Laura, Eduardo Chirinos y Sigifredo Alberto Burneo Sánchez.
En calidad de primicia publicamos la presentación del libro.
La chukcha y el pukto corazón
de Roger Santiváñez
Góngora & Argot: barroco salvaje, poesía norteamericana y lumpen limensi “como el cielo que en Colán frikeó” (“Eucaristía”, 2). Comunión de vulvas y falos, de letras y sonidos, de significancias y asignificancias, fraseos, fluires, fluidos, recodos, temores, flujo de conciencia, tengo miedo. Roger Santiváñez: un poeta incalmo, bravío, torrente, coprolálico, glosolálico, bandera negra.
Symbol (1991) es ruido suburbano, subterráneo, sub/versivo, supurante. La aparición de la “K” en vez de la “C”: migrancia andina y punk, punk, punk, por igual (Goldman). La aparición de la “chukcha” musical y ese “pukto corazón” que es puto, puro, pututo. Hace 15 años en las clases del poeta Pablo Guevara recuerdo que leímos un poema de Symbol: “Rosa roja de mi pukto corazón álzate calata”. No sabía qué decir al respecto, pero a mí me gustaba esa irreverencia lumpen y peligrosa, donde si nos metíamos en los zapatos del poeta había dos caminos: entrar en la nota o sucumbir frente a un navajazo. Poesía drogada (Labrador Méndez, Guillén), de calatería y cachería, transparente y convulsa. Symbol y luego Cor Cordium son la punta afilada de esa lengua peruana que “se habla en las calles de Lima, después de la medianoche”.
En el 2003 aparece Eucaristía, editado en Buenos Aires por el poeta Reynaldo Jiménez: “Se trata de algo más que de ahítos espejeos ezrahítas o (co)marcas de un argot gongorino-velvetiano y, sin embargo, es en la dimensión ambigua del juego adonde estas páginas descompaginan cualquier lógica lúdica”. Santiváñez extremaba su dicción lumpen, el lenguaje esquizo, las figuraciones erótico-lúdicas y las mezclaba con una aproximación hacia la mística negativa: “Oh santa rósel in my heart / You are my pendejita azul / Eres la arrodillada virgen li” (“Lúdica”), algo de ello se muestra en los análisis de López Soria y Chirinos. Estos destellos naturales y místicos se perciben en sus posteriores entregas como Amastris, Labranda, Amaranth y Virtú (Hernández, Alegría, Ochoa) Se trata de vectores que dan cuenta de la migrancia del poeta desde Lima a Filadelfia. Como ha puntualizado Jorge Polanco Salinas el uso del inglés propone una fractura en la enunciación poética, y este desplazamiento lo que hace es mostrar las astillas de ese choque de imaginarios: “Is un vuelo incaico in the / Atlántico norte not yet / & entonces qué es? // Silueta de conchita on the beach / Cueva de algún crab haciendo / Crack en la sopa del crepúsculo // And she said chicken tacos / This is the best time comadritas / Redoble de oleaje junto al muelle” (“La insolación interior”, 3). Las aliteraciones, los encabalgamientos, las homofonías en ambos idiomas, las referencias veladas o explícitas, la ambigüedad semántica nos dan como resultado que esta poesía no es solo el canto a la naturaleza, sino también la desolación y el temor del sujeto poético frente a un nuevo mundo que por lo menos le es ajeno.
Los inicios: Antes de la muerte, afiliado a poéticas centrales del 60 y 70. Homenaje para iniciados, una respuesta del amor erótico frente a la violencia y El chico que se declaraba con la mirada, el ritmo y la pasión adolescentes, en poemas caleidoscópicos llenos de lascivia y concupiscencia, que ya adelantaban ese tramo “arrecho” y místico de la poesía de Santiváñez.
En Góngora & Argot: Ensayos sobre la poesía de Roger Santiváñez podemos encontrar diferentes lecturas, incluso polémicas que merecen una revisión, por ejemplo, respecto a la presencia del neobarroco en Santiváñez, autores como Gómez O. y Padilla niegan una filiación directa, por su parte, Shellhorse y Di Laura detectan de manera natural esta genealogía. El concepto “violencia política” es analizado por autores como Zevallos Aguilar, Chueca, De Lima y Guerrero Peirano, cada uno de ellos hace aportes, por ejemplo, recogen ideas de “necropolítica” de Achille Mbembe, “alegoría” de Walter Benjamin, de los estudios culturales y del feminismo. Como es obvio un libro como este lo que espera es que el debate y la discusión se produzca al momento de la lectura y así esperamos que sea.
Estos ensayos son sobre la poesía de Roger Santiváñez, pero también sobre lo que se pretende apresar con las palabras, aquello que se resbala por esa punta afilada (Montalbetti, Lauer, Vich), asida a su dispersión.