Vallejo & Co. reproduce una nota cultural que publicó el reconocido poeta Raúl Zurita sobre la poesía en la obra “musical” de Bob Dylan Raúl Zurita en el diario chileno El Mercurio, el 02 de julio de 2006. Lo realmente interesante, es que con particular lucidez, Zurita prácticamente pronosticó, 10 años antes de que sucediese, que la obra musical de Dylan podía congeniar perfectamente con un premio explícitamente dado a literatos, por el alto nivel lírico de sus letras. Hoy, agradecemos a Bob Dylan por su obra y a Raúl Zurita por su intuición e inteligencia.
Texto:©Raúl Zurita
Poemas:©Bob Dylan*
Selección y traducción:©Mario Pera
Crédito de la foto: ©Elliot Landy
Bob Dylan en Woodstock
Golpeando las puertas del cielo, por Raúl Zurita
+ 7 poemas, letras o como quieras llamarlas de Bob Dylan
Bob Dylan es a la poesía de la segunda mitad del siglo XX lo que Ezra Pound fue a la primera. Al lado de él las estrellas consagradas del oficio de poeta, y no sólo los anglo: Ted Hughes, Seamus Heaney, pero también Brodsky, Walcott e incluso la Szymborska parecen mausoleos. Su apellido verdadero es Zimmerman, Robert Allen Zimmerman, y nació el 41 en Minnesota. Oírlo es conmocionante y de eso son testigos millones -sin Dylan Los Beatles jamás habrían compuesto el “Sgt. Pepper’s”- pero leerlo lo es aún más. Un autor de la generación beat lo calificó de shakespereano y en realidad su manera de sacarle al habla común las resonancias más hondas y amplias, más cómicas y desoladoras, más oníricas y lúcidas, es la herencia de Shakespeare, herencia que el castellano jamás ha podido suplir.
Con Dylan basta leer a un sólo personaje de los que aparecen en la fila de la desolación para ya estar en la historia mayor, empleando una palabra de moda hoy, para estar en el gran “canon”:
Cenicienta, ella parece tan fácil
«Toma uno para conocer uno», y sonríe
poniendo sus manos en los bolsillos
de atrás
al estilo Bette Davis
Y llega Romeo, él está gimiendo
«Tú me perteneces creo»
Y alguien dice, «estás en el lugar incorrecto mi amigo,
mejor te vas»
Y el único sonido que queda
después que las ambulancias se han marchado
es el de Cenicienta barriendo
en la fila de la desolación.
(en “Desolation Row”)
Por esa fila de la desolación van pasando finalmente todos, la humanidad entera, porque la obra de Dylan, como Pound o el Finnegans Wake de James Joyce, es también una gran cita de toda la historia de la literatura, desde la Biblia hasta Dante, desde Chaucer hasta Rimbaud, desde Melville hasta Kerouac, con la particularidad de que en su poesía ese inmenso patrimonio reaparece siempre bajo la forma de los sueños.
Entre miles de ejemplos está el “Sueño 115” de Bob Dylan, donde a partir del Moby Dick de Melville se llega el descubrimiento de América. Las múltiples escenas del “Sueño 115” son tan intensamente cómicas como desolladas, y no hay en la escritura de hoy una muestra mayor de desparpajo y de libertad creativa. Su potencia radica en que esa libertad retrata un mundo que no podemos sino reconocer como el nuestro o, al menos, que no podríamos no reconocer como el nuestro si le hiciésemos más caso a nuestros sueños:
Pero la cosa más divertida pasó
cuando estaba dejando la bahía
Vi tres carabelas en el camino
que venían en sentido contrario al mío
Le pregunté al capitán que cuál era su nombre
y que por qué mejor no manejaba un camión
Me respondió, me llamo Colón
Solo le dije, «buena suerte».
(Bob Dylan’s 115th Dream)
Está también “Highway 61 Revisited” y entre cientos de otras canciones igualmente increíbles, alucinantes, está una escena y la música de una película: Pat Garrett and Billy the Kid, de Sam Peckimpah. Un sheriff ha sido herido de muerte, está de pie en medio de un río que le llega a las rodillas y mira al frente mientras las lágrimas comienzan a correrle por su cara. En la orilla una mujer también lo mira y también las lágrimas empiezan a rodar por su cara (es Katy Jurado). Ambos están inmóviles mirándose y el azul del río se hace cada vez más intenso. De pronto sube la música y la frase que se repite, a todo volumen, es “golpeando, golpeando las puertas del cielo”. Es Dylan, es “Knocking on Heaven’s Door”. Jamás en mi vida he envidiado más algo. Jamás en mi vida he querido tanto ser otro. Jamás en mi vida he deseado tanto morir como de algo así.
7 poemas, letras
o como quieras llamarlas de Bob Dylan
Golpeando las puertas del cielo
Chica, quítame esta medalla,
no puedo usarla más,
oscurece, demasiado oscuro para que pueda ver
siento como si estuviera golpeando las puertas del cielo.
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo.
Chica, pon mis armas en el piso,
no puedo dispararlas más,
esa gran nube negra está llegando,
siento como si estuviera golpeando las puertas del cielo.
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo
Golpeando, golpeando, golpeando las puertas del cielo.
Como una piedra rodante
Había una vez que vestías tan bien,
lanzabas una moneda a los vagabundos
desde tu pedestal, ¿no?
La gente te avisaba,
“Cuidado muñeca, te vas a caer”
Pensabas que todos bromeaban contigo.
Te acostumbraste a reírte de
todos los que estaban hundidos,
ahora ya no hablas tan alto,
ahora ya no pareces tan orgullosa
de tener que gorrear
tu próxima comida.
¿Qué se siente,
qué se siente,
estar sin un hogar
como una completa desconocida
como una piedra rodante?
Fuiste al mejor colegio, muy bien,
Señorita Solitaria
pero sabes que sólo lo usaste
para aprovecharte
y nunca nadie te enseñó
cómo vivir en la calle
y ahora te das cuenta
que vas a tener que acostumbrarte.
Decías que nunca te comprometerías
con el vagabundo misterioso,
pero ahora te das cuenta
de que no vende ninguna coartada
mientras miras fijamente en el vacío de sus ojos
y pregúntale, ¿quieres hacer un trato?
¿Qué se siente,
qué se siente,
al estar contigo misma
al estar sin un hogar
como una completa desconocida
como una piedra rodante?
Nunca giraste para ver
los ceños fruncidos de los malabaristas
y los payasos
cuando todos caían y hacían trucos para ti,
nunca comprendiste que eso no estaba bien,
Permitiste que otras personas
se divirtieran por ti.
Solías cabalgar sobre el caballo cromado
con tu diplomático,
que llevaba sobre su hombro un gato siamés.
¿No fue duro cuando descubriste
que realmente no estaba donde pensabas
después de robarte todo lo que pudo?
¿Qué se siente,
qué se siente,
al estar contigo misma,
al estar sin un hogar
como una completa desconocida
como una piedra rodante?
La princesa en la torre
y toda la gente bonita
bebiendo, pensando que triunfaron,
cambiando todo tipo de regalos preciosos y cosas
pero será mejor que te quites tu anillo, será
mejor que lo empeñes, muñeca.
Tú que solías divertirte tanto
con el haraposo Napoleón
y con el lenguaje que usaba,
ve con él ahora, que te llama,
no puedes negarte,
cuando no tienes nada,
no tienes nada que perder,
ahora eres invisible,
no tienes secretos que guardar.
¿Qué se siente,
qué se siente,
al estar contigo misma
al estar sin un hogar
como una completa desconocida
como una piedra rodante?
Flotando en el viento
Cuántos caminos debe recorrer un hombre,
antes de que lo llames un hombre
Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,
antes de dormir en la arena.
Sí, y cuántas veces deben volar las balas de cañón,
antes de ser prohibidas para siempre.
La respuesta, mi amigo, está flotando en el viento,
la respuesta está flotando en el viento.
Sí, y cuántos años puede existir una montaña,
antes de que sea lavada por el mar.
Sí, y cuántos años puede alguna gente existir,
antes de que se le permita ser libre.
Sí, y cuántas veces puede un hombre girar la cabeza,
y pretender que, simplemente, no lo ve.
La respuesta, mi amigo, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.
Sí, y cuántas veces debe un hombre levantar la vista,
antes de poder ver el cielo.
Sí, y cuántos oídos debe tener un hombre,
antes de poder oír a la gente llorar.
Sí, y cuántas muertes serán necesarias antes de que él sepa,
que ha muerto demasiada gente.
La respuesta, mi amigo, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.
Envuelto en la tristeza
Temprano una mañana “brillaba el sol”
estaba tumbado en la cama
preguntándome si ella cambió del todo
si su pelo sería todavía rojo
su familia decía que nuestra vida juntos
de seguro iba a ser difícil
a ellos nunca les gustó
la ropa hecha en casa
el libreta bancaria de papá no era lo bastante grande
y yo estaba a un lado de la carretera
con la lluvia cayendo sobre mis zapatos
enrumbando a la costa este
el Señor sabe que he tenido que pagar algunas cosas
para seguir adelante
envuelto en la tristeza.
Ella estaba casada cuando nos conocimos por primera vez
pronta a estar divorciada
la ayudé a salir de un problemón, supongo
pero usé demasiada energía.
Condujimos ese auto tan lejos como pudimos
lo abandonamos en el oeste
rompimos una triste noche oscura
ambos acordando que era lo mejor
ella giró para mirarme
cuando ya me alejaba
la oí decir sobre mi hombro
volveremos a encontrarnos algún día
en la avenida
envueltos en la tristeza.
Tuve un empleo en los grandes bosques del norte
trabajando como cocinero para un corrector
pero nunca me gustó demasiado
y un día el hacha sólo cayó
así que me largué para Nueva Orleans
donde buscaba trabajar,
trabajar por mientras en un barco de pesca
exactamente en los alrededores de Delacroix
pero entretanto estaba solo
el pasado me seguía muy de cerca.
Vi montones de mujeres
pero ella nunca salió de mi mente
y sólo crecí
envuelto en la tristeza.
Ella trabajaba en un local de topless
y me detuve allí a tomar una cerveza
sólo me mantuve mirando su perfil
contra la luz del foco
y después cuando la gente se iba
iba a hacer lo mismo.
Ella estaba de pie detrás de mi silla
me dijo, “¿no conozco tu nombre?”
Yo murmuré algo bajo mi respiración
ella estudió los rasgos de mi rostro,
debo admitir que me sentí algo incómodo
cuando se agachó para atar los cordones
de mi zapato
envuelto en la tristeza.
Ella encendió un quemador de la estufa
y me ofreció una pipa
“creí que nunca ibas a decir hola”, dijo ella
pareces del tipo silencioso
entonces, abrió un libro de poemas
y me lo pasó
escrito por un poeta italiano
del siglo trece
y cada una de sus palabras sonaban a verdad
y brillaban como un carbón ardiente
fluyendo de cada página
como si estuvieran escritas en mi alma
de mí a ti
envuelto en la tristeza.
Viví con ellos en la calle Montague
en un sótano bajo las escaleras
de noche había música en los cafés
y revolución en el aire
entonces, él empezó a comerciar con esclavos
y algo en su interior murió
ella tuvo que vender todo lo que tenía
y se congeló por dentro
y cuando por fin tocó fondo
me volví introvertido
la única cosa que sabía cómo hacer
era seguir adelante, seguir adelante
como un ave que vuela
envuelta en la tristeza.
De modo que ahora estoy volviendo otra vez
tengo que encontrarla de algún modo
toda la gente que solíamos conocer
me parece ahora una ilusión
unos son matemáticos
otras son mujeres de carpinteros
no sé cómo empezó todo esto
no sé qué están haciendo con sus vidas
pero yo, todavía estoy en la carretera
enrumbando a otro cruce
siempre hemos sentido lo mismo
solo que lo vemos desde un diferente punto
de vista
envuelto en la tristeza.
Huracán
Disparos resuenan de noche en el bar
Llega Patty Valentine desde la estancia de arriba
ve al cantinero en un charco de sangre
grita; “dios mío, los han matado a todos”.
Esta es la historia de Huracán.
el hombre al que las autoridades culparon
de algo que nunca hizo
pusieron en una celda,
pero, una vez, él pudo ser
el campeón del mundo.
Patty ve tres cuerpos allí tirados
y a otro hombre llamado Bello,
moviéndose alrededor misteriosamente
“yo no lo hice”, dice él
y levanta sus manos
“solamente estaba robando la caja registradora,
espero que me comprenda
los vi irse” dice, y se detiene
“es mejor que uno de nosotros llame a los policías»
y, entonces, Patty los llama
y llegan a la escena
con sus luces rojas centelleando
en la noche caliente de New Jersey.
Mientras tanto, muy lejos,
en otra parte de la ciudad
Rubin Carter y un par de amigos
van conduciendo por allí.
El contendiente número uno
para la corona de los pesos medios
no tenía ni idea de la clase de mierda que
le va a caer
cuando un policía lo empujó
a un lado del camino
como la vez anterior y la vez anterior a esa
en Paterson así son las cosas
si eres negro es mejor que no te muestres
en la calle
a menos que quieras calentar el ambiente.
Alfred Bello tenía un socio y éste
tenía un soplo para la Policía
él y Arthur Dexter Bradley
habían salido sólo a merodear
él dijo: “vi a dos hombres huyendo,
parecían peso medios
saltaron a un auto blanco
con matrícula de otro Estado”
y la Srta. Patty Valentine simplemente asintió con la cabeza
el policía dijo: “esperen un momento muchachos,
este todavía no está muerto”.
Así que lo llevaron al hospital
y aunque este hombre apenas podía ver
le dijeron que él podía identificar a los culpables.
Cuatro de la mañana y arrastran a Rubin
lo traen al hospital
y lo llevan escaleras arriba.
El hombre herido lo observa a través
de su ojo moribundo
él dice: “¿para qué lo han traído aquí?,
este no es el tipo”.
Sí, esta es la historia de Huracán.
El hombre al que las autoridades culparon
de algo que nunca hizo
pusieron en una celda,
pero, una vez, él pudo ser
el campeón del mundo.
Cuatro meses después,
los guetos están ardiendo
Rubin está en Sudamérica,
peleando por su nombre
mientras Arthur Dexter Bradley
todavía está en el negocio del robo
y la Policía lo está apretando, en busca
de alguien a quién culpar.
“¿Recuerdas aquél asesinato en el bar?”
“¿Recuerdas que dijiste haber visto
el coche en la huida?”
“¿Piensas que te gustaría jugar
a la pelota con la ley?”
“¿Crees que pudo haber sido aquél boxeador el que viste
huir aquella noche?”
“No olvides que eres blanco”.
Arthur Dexter Bradley dijo:
“realmente no estoy seguro”
los policías dijeron: “a un pobre chico
como tú le vendría bien una oportunidad”.
Te tenemos trabajo en el motel
y estamos hablando con tu amigo Bello
no querrás volver a la cárcel,
sé buen muchacho.
Le harás un favor a la sociedad.
El hijo de puta es bravo y se pone cada vez más bravo
queremos moverle el culo
queremos clavarle este triple asesinato a él.
Él no es “gentleman Jim”.
Rubin podía noquear a un hombre
con un solo golpe
pero a él no le gustó nunca hablar mucho de eso
“es mi trabajo”, decía, “y lo hago por dinero
y cuando se acaba, yo sólo tomo mi camino lo más rápido
hacia un paraíso
donde fluye la corriente y las truchas
y el aire es delicioso
y doy un paseo a caballo por el campo”.
Pero, entonces, lo llevaron a la cárcel
donde intentan trasformar a un hombre
en un ratón.
Todas las cartas de Rubin estaban marcadas
de antemano
el juicio fue un circo de cerdos,
nunca tuvo una oportunidad.
El juez hizo aparecer a los testigos de Rubin
como borrachines de los bajos fondos.
Para la gente blanca que miraba
él era un vago revolucionario
y para la gente negra, él era
solamente un negro loco.
Nadie dudó que él apretó el gatillo
y aunque no pudieron mostrar el arma
el fiscal del distrito dijo que él era el autor
y todo el jurado de blancos lo aceptaron.
Rubin Carter fue falsamente enjuiciado.
El crimen fue asesinato en “primer grado”,
¿adivinan quién testificó?
Bello y Bradley y los dos mintieron sin titubeos.
y los periódicos, siguieron todos la corriente
para el paseo.
¿Cómo puede la vida de un hombre como ese
estar en la palma de la mano de algún tonto?
Verlo tan obviamente entrampado
no puedo evitar sino sentirme avergonzado
de vivir en un país
donde la Justicia es un juego.
Ahora todos los criminales
con sus trajes y corbatas
están libres para beber Martini’s
y mirar el amanecer.
Mientras Rubin se sienta como buda
en una celda de diez pies.
Un hombre inocente en un infierno viviente.
Esa es la historia de Huracán,
pero no terminará hasta que limpien su nombre
y le devuelvan el tiempo que ha cumplido.
Lo pusieron en una celda,
pero una vez pudo haber sido
el campeón del mundo.
Viento idiota
Alguien va por mí
están sembrando historias en la prensa
sea quien sea, quiero que lo corte de una vez
pero cuándo ellos querrán hacerlo, sólo lo puedo suponer.
Dicen que le disparé a un hombre llamado Gray
y que me llevé a su mujer a Italia,
ella heredó un millón de billetes
y cuando murió pasaron a mí.
No puedo evitar si tengo suerte.
La gente me ve todo el tiempo
y ni siquiera pueden recordar cómo actuar
sus mentes están llenas de grandes ideas,
imágenes y hechos distorsionados.
Hasta tú ayer, tuviste que preguntarme
en qué estábamos,
no pude creer que después de todos estos años,
no me conocieras mejor que eso
dulce dama.
Viento idiota, soplando cada vez
que mueves la boca,
soplando por carreteras secundarias
que van al sur.
Viento idiota, soplando cada vez
que mueves los dientes
eres una idiota, nena.
Es un milagro que todavía sepas cómo respirar.
Corrí a ver al narrador de suertes,
que dijo, cuidado con el relámpago
que puede hacerte daño.
No he conocido ni paz ni tranquilidad desde hace tantísimo
que no puedo recordar
cómo son.
Hay un soldado solitario en la cruz,
humo saliendo de la puerta de un furgón,
tú no lo sabías, tú no creías que pudiera hacerse
hecho, al final de todo él ganó la guerra
tras perder todas las batallas.
Me desperté en la cuneta, soñando
acerca del modo
en que a veces son las cosas.
Visiones de tu yegua castaña disparadas
a través de mi cabeza
y haciéndome ver estrellas.
Tú hieres a quienes yo más quiero
y cubres la verdad con mentiras.
Algún día estarás en la fosa,
moscas zumbando alrededor de tus ojos,
sangre en tu montura.
Viento idiota, soplando a través de las flores
de tu tumba,
soplando a través de las cortinas
de tu habitación.
Viento idiota, soplando cada vez
que mueves los dientes
eres una idiota, nena.
Es un milagro que todavía sepas cómo respirar.
Fue gravedad lo que nos hizo bajar
y el destino lo que nos separó,
domaste al león en mi jaula
pero eso no fue suficiente
para cambiar mi corazón.
Ahora todo está un poco patas arriba,
es un hecho que las ruedas se han detenido,
lo que es bueno es malo, lo que es malo es bueno,
te encontrarás cuando llegues a la cima
estás en el fondo.
En la ceremonia observé
que tus maneras corruptas finalmente te han cegado.
Ya no puedo recordar tu rostro más,
tu boca ha cambiado, tus ojos
no se ven en los míos.
El cura se vistió de negro al séptimo día
y se sentó impávido mientras ardía el edificio.
Esperé por ti en los soportes
cerca de los cipreses, mientras la primavera
cambiaba lentamente a otoño.
Viento idiota, soplando como un círculo
alrededor de mi calavera,
desde el Grand Coulee
hasta el Capitolio.
Viento idiota, soplando cada vez
que mueves los dientes
eres una idiota, nena.
Es un milagro que todavía sepas cómo respirar.
No puedo sentirte más,
ni siquiera puedo tocar los libros que leíste
cada vez que me arrastré más allá de tu puerta
hubiera deseado ser otra persona.
Debajo de la autopista, debajo de las vías,
abajo del camino hacia el éxtasis,
te seguí por debajo de las estrellas,
acosado por tu recuerdo
y por tu gloria violenta.
Ahora estoy doblemente crucificado por
la última vez y al fin soy libre,
besé como despedida a la bestia que aúlla
en la frontera
que nos separa a ti de mí.
Nunca sabrás de la herida
que sufrí ni del dolor al que me sobrepongo,
y tampoco sabré lo mismo sobre ti,
tu santidad o tu manera de amar,
y eso me hace sentir muy triste.
Viento idiota, soplando a través de los botones
de nuestros abrigos,
soplando a través de las cartas que escribimos.
Viento idiota, soplando a través del polvo
sobre nuestros estantes,
somos idiotas, nena.
Es un milagro que podamos incluso alimentarnos.
Un simple giro del destino
Se sentaron juntos en el parque,
cuando al atardecer se oscurece el cielo,
ella lo miró y él sintió un chispazo
estremeciendo sus huesos.
Fue entonces cuando se sintió sólo y deseó
que se corregiría
y que tendría cuidado de un simple giro del destino.
Caminaban a lo largo del viejo canal
un poco confundidos, lo recuerdo bien
y se detuvieron en un extraño hotel
con una brillante luz de neón.
Él sintió que el calor de la noche lo golpeaba
como un tren de carga
moviéndose con un simple giro del destino.
Un saxofón sonaba en algún sitio lejano
cuando ella paseaba cerca de la galería.
Mientras la luz irrumpía a través
de una desgastada sombra
donde él se despertaba,
ella arrojó una moneda en la taza
de un ciego a la entrada
y se olvidó de un simple giro del destino.
Él despertó, la habitación estaba vacía
no la veía por ninguna parte
se dijo a sí mismo, que no debía preocuparse,
abrió la ventana de par en par,
sintiendo un gran vacío interno el cual
no podía describir
empujado por un simple giro del destino.
Él oyó el tic-tac de los relojes
y paseó con un loro que hablaba,
buscándola por los muelles
donde los marineros suelen llegar.
Quizás ella lo abordaría de nuevo,
cuánto tiempo debía de esperar
una vez más por un simple giro del destino.
La gente me dice que es un pecado
saber y sentir demasiado interiormente.
Yo todavía creo que ella era mi gemela
pero perdí el anillo.
Ella nació en primavera,
pero yo nací demasiado tarde
échale la culpa a un simple giro del destino.
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(versión original en inglés)
7 poems, lyrics or how you want
to name them by Bob Dylan
Knockin’ on Heaven’s Door
Mama, take this badge off of me
I can’t use it anymore.
It’s gettin’ dark, too dark for me to see
I feel like I’m knockin’ on heaven’s door.
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Mama, put my guns in the ground
I can’t shoot them anymore.
That long black cloud is comin’ down
I feel like I’m knockin’ on heaven’s door.
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Knock, knock, knockin’ on heaven’s door
Like a Rolling Stone
Once upon a time you dressed so fine
You threw the bums a dime
in your prime, didn’t you?
People’d call, say,
«Beware doll, you’re bound to fall»
You thought they were all kiddin’ you
You used to laugh about
Everybody that was hangin’ out
Now you don’t talk so loud
Now you don’t seem so proud
About having to be scrounging
for your next meal.
How does it feel
How does it feel
To be without a home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
You’ve gone to the finest school all right,
Miss Lonely
But you know you only used
to get juiced in it
And nobody has ever taught you
how to live on the street
And now you find out
you’re gonna have to get used to it
You said you’d never compromise
With the mystery tramp,
but now you realize
He’s not selling any alibis
As you stare into the vacuum of his eyes
And ask him do you want to make a deal?
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
You never turned around to see
the frowns on the jugglers
and the clowns
When they all come down and did tricks for you
You never understood that it ain’t no good
You shouldn’t let other people
get your kicks for you
You used to ride on the chrome horse
with your diplomat
Who carried on his shoulder a Siamese cat
Ain’t it hard when you discover that
He really wasn’t where it’s at
After he took from you everything he could steal.
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
Princess on the steeple
and all the pretty people
They’re drinkin’, thinkin’ that they got it made
Exchanging all kinds of precious gifts and things
But you’d better lift your diamond ring, you’d better pawn it babe
You used to be so amused
At Napoleon in rags
and the language that he used
Go to him now, he calls you,
you can’t refuse
When you got nothing,
you got nothing to lose
You’re invisible now,
you got no secrets to conceal.
How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?
Blowin’ in the wind
How many roads must a man walk down
Before you call him a man?
How many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
Yes, and how many times must the cannon balls fly
Before they’re forever banned?
The answer, my friend, is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind
Yes, and how many years can a mountain exist
Before it’s washed to the sea?
Yes, and how many years can some people exist
Before they’re allowed to be free?
Yes, and how many times can a man turn his head
And pretend that he just doesn’t see?
The answer, my friend, is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind
Yes, and how many times must a man look up
Before he can see the sky?
Yes, and how many ears must one man have
Before he can hear people cry?
Yes, and how many deaths will it take ‘till he knows
That too many people have died?
The answer, my friend, is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind
Tangled up in blue
Early one mornin’ the sun was shinin’
I was layin’ in bed
Wondrin’ if she’d changed at all
If her hair was still red
Her folks they said our lives together
Sure was gonna be rough
They never did like
Mama’s homemade dress
Papa’s bank book wasn’t big enough
And I was standin’ on the side of the road
Rain fallin’ on my shoes
Heading out for the east coast
Lord knows I’ve paid some dues
Gettin’ through
Tangled up in blue
She was married when we first met
Soon to be divorced
I helped her out of a jam I guess
But I used a little too much force
We drove that car as far as we could
Abandoned it out west
Split up on a dark sad night
Both agreeing it was best
She turned around to look at me
As I was walkin’ away
I heard her say over my shoulder
We’ll meet again someday
On the avenue
Tangled up in blue
I had a job in the great north woods
Working as a cook for a spell
But I never did like it all that much
And one day the axe just fell
So I drifted down to New Orleans
Where I was looking for to be employed
Workin’ for a while on a fishin’ boat
Right outside of Delacroix
But all the while I was alone
The past was close behind
I seen a lot of women
But she never escaped my mind
And I just grew
Tangled up in blue
She was workin’ in a topless place
And I stopped in for a beer
I just kept lookin’ at the side of her face
In the spotlight so clear
And later on as the crowd thinned out
I’s just about to do the same
She was standing there in back of my chair
Said to me, Don’t I know your name?
I muttered somethin’ under my breath
She studied the lines on my face
I must admit I felt a little uneasy
When she bent down to tie the laces
Of my shoe
Tangled up in blue
She lit a burner on the stove
And offered me a pipe
I thought you’d never say hello, she said
You look like the silent type
Then she opened up a book of poems
And handed it to me
Written by an Italian poet
From the thirteenth century
And every one of them words rang true
And glowed like burnin’ coal
Pourin’ off of every page
Like it was written in my soul
From me to you
Tangled up in blue
I lived with them on Montague Street
In a basement down the stairs
There was music in the cafes at night
And revolution in the air
Then he started into dealing with slaves
And something inside of him died
She had to sell everything she owned
And froze up inside
And when finally the bottom fell out
I became withdrawn
The only thing I knew how to do
Was to keep on keepin’ on
Like a bird that flew
Tangled up in blue
So now I’m goin’ back again
I got to get to her somehow
All the people we used to know
They’re an illusion to me now
Some are mathematicians
Some are carpenters’ wives
Don’t know how it all got started
I don’t know what they’re doin’ with their lives
But me, I’m still on the road
Headin’ for another joint
We always did feel the same
We just saw it from a different point
Of view
Tangled up in blue
Huracán
Pistol shots ring out in the barroom night
Enter Patty Valentine from the upper hall.
She sees the bartender in a pool of blood,
Cries out, «My God, they killed them all!»
Here comes the story of the Hurricane,
The man the authorities came to blame
For somethin’ that he never done.
Put in a prison cell,
but one time he could-a been
The champion of the world.
Three bodies lyin’ there does Patty see
And another man named Bello,
movin’ around mysteriously.
«I didn’t do it,» he says,
and he throws up his hands
«I was only robbin’ the register,
I hope you understand.
I saw them leavin’,» he says, and he stops
«One of us had better call up the cops.»
And so Patty calls the cops
And they arrive on the scene
with their red lights flashin’
In the hot New Jersey night.
Meanwhile, far away
in another part of town
Rubin Carter and a couple of friends
are drivin’ around.
Number one contender
for the middleweight crown
Had no idea what kinda shit was about
to go down
When a cop pulled him over
to the side of the road
Just like the time before and the time before that.
In Paterson that’s just the way things go.
If you’re black you might as well not show
up on the street
‘Less you wanna draw the heat.
Alfred Bello had a partner and he had
a rap for the cops.
Him and Arthur Dexter Bradley
were just out prowlin’ around
He said, «I saw two men runnin’ out,
they looked like middleweights
They jumped into a white car
with out-of-state plates.»
And Miss Patty Valentine just nodded her head.
Cop said, «Wait a minute, boys,
this one’s not dead»
So they took him to the infirmary
And though this man could hardly see
They told him that he could identify the guilty men.
Four in the mornin’ and they haul Rubin in,
Take him to the hospital
and they bring him upstairs.
The wounded man looks up through
his one dyin’ eye
Says, «Wha’d you bring him in here for?
He ain’t the guy!»
Yes, here’s the story of the Hurricane,
The man the authorities came to blame
For somethin’ that he never done.
Put in a prison cell,
but one time he could-a been
The champion of the world.
Four months later,
the ghettos are in flame,
Rubin’s in South America,
fightin’ for his name
While Arthur Dexter Bradley’s
still in the robbery game
And the cops are puttin’ the screws to him, lookin’ for somebody to blame.
«Remember that murder that happened in a bar?»
«Remember you said you saw
the getaway car?»
«You think you’d like
to play ball with the law?»
«Think it might-a been that fighter that you saw
runnin’ that night?»
«Don’t forget that you are white.»
Arthur Dexter Bradley said,
«I’m really not sure.»
Cops said, «A poor boy
like you could use a break»
We got you for the motel job
and we’re talkin’ to your friend Bello
Now you don’t wanta have to go back to jail,
be a nice fellow.
You’ll be doin’ society a favor.
That sonofabitch is brave and gettin’ braver.
We want to put his ass in stir
We want to pin this triple murder on him
He ain’t no Gentleman Jim.»
Rubin could take a man
out with just one punch
But he never did like to talk about it all that much.
It’s my work, he’d say, and I do it for pay
And when it’s over I’d just as soon go on my way
Up to some paradise
Where the trout streams flow
and the air is nice
And ride a horse along a trail.
But then they took him to the jailhouse
Where they try to turn a man
into a mouse.
All of Rubin’s cards were marked
in advance
The trial was a pig-circus,
he never had a chance.
The judge made Rubin’s
witnesses drunkards from the slums
To the white folks who watched
he was a revolutionary bum
And to the black folks he was
just a crazy nigger.
No one doubted that he pulled the trigger.
And though they could not produce the gun,
The D.A. said he was the one who did the deed
And the all-white jury agreed.
Rubin Carter was falsely tried.
The crime was murder «one,»
guess who testified?
Bello and Bradley and they both baldly lied
And the newspapers, they all went along
for the ride.
How can the life of such a man
Be in the palm of some fool’s hand?
To see him obviously framed
Couldn’t help but make me feel ashamed
to live in a land
Where justice is a game.
Now all the criminals
in their coats and their ties
Are free to drink martinis
and watch the sun rise
While Rubin sits like Buddha
in a ten-foot cell
An innocent man in a living hell.
That’s the story of the Hurricane,
But it won’t be over till they clear his name
And give him back the time he’s done.
Put in a prison cell,
but one time he could-a been
The champion of the world.
Idiot Wind
Someone’s got it in for me,
they’re planting stories in the press
Whoever it is I wish they’d cut it out
but when they will I can only guess.
They say I shot a man named Gray
and took his wife to Italy,
She inherited a million bucks
and when she died it came to me.
I can’t help it if I’m lucky.
People see me all the time
and they just can’t remember how to act
Their minds are filled with big ideas,
images and distorted facts.
Even you, yesterday you had to ask me
where it was at,
I couldn’t believe after all these years,
you didn’t know me better than that
Sweet lady.
Idiot wind, blowing every time
you move your mouth,
Blowing down the backroads
headin’ south.
Idiot wind, blowing every time
you move your teeth,
You’re an idiot, babe.
It’s a wonder that you still know how to breathe.
I ran into the fortune-teller,
who said beware of lightning
that might strike
I haven’t known peace and quiet for so long
I can’t remember
what it’s like.
There’s a lone soldier on the cross,
smoke pourin’ out of a boxcar door,
You didn’t know it, you didn’t think it could be
done, in the final end he won the wars
After losin’ every battle.
I woke up on the roadside, daydreamin’
‘bout the way
things sometimes are
Visions of your chestnut mare shoot
through my head
and are makin’ me see stars.
You hurt the ones that I love best
and cover up the truth with lies.
One day you’ll be in the ditch,
flies buzzin’ around your eyes,
Blood on your saddle.
Idiot wind, blowing through the flowers
on your tomb,
Blowing through the curtains
in your room.
Idiot wind, blowing every time
you move your teeth,
You’re an idiot, babe.
It’s a wonder that you still know how to breathe.
It was gravity which pulled us down
and destiny which broke us apart
You tamed the lion in my cage
but it just wasn’t enough
to change my heart.
Now everything’s a little upside down,
as a matter of fact the wheels have stopped,
What’s good is bad, what’s bad is good,
you’ll find out when you reach the top
You’re on the bottom.
I noticed at the ceremony,
your corrupt ways had finally made you blind
I can’t remember your face anymore,
your mouth has changed, your eyes
don’t look into mine.
The priest wore black on the seventh day
and sat stone-faced while the building burned.
I waited for you on the running boards,
near the cypress trees, while the springtime
turned Slowly into autumn.
Idiot wind, blowing like a circle
around my skull,
From the Grand Coulee
Dam to the Capitol.
Idiot wind, blowing every time
you move your teeth,
You’re an idiot, babe.
It’s a wonder that you still know how to breathe.
I can’t feel you anymore,
I can’t even touch the books you’ve read
Every time I crawl past your door,
I been wishin’ I was somebody else instead.
Down the highway, down the tracks,
down the road to ecstasy,
I followed you beneath the stars,
hounded by your memory
And all your ragin’ glory.
I been double-crossed now for the very
last time and now I’m finally free,
I kissed goodbye the howling beast
on the borderline
which separated you from me.
You’ll never know the hurt
I suffered nor the pain I rise above,
And I’ll never know the same about you,
your holiness or your kind of love,
And it makes me feel so sorry.
Idiot wind, blowing through the buttons
of our coats,
Blowing through the letters that we wrote.
Idiot wind, blowing through the dust
upon our shelves,
We’re idiots, babe.
It’s a wonder we can even feed ourselves.
Simple Twist of Fate
They sat together in the park
As the evening sky grew dark,
She looked at him and he felt a spark
tingle to his bones.
‘Twas then he felt alone and wished
that he’d gone straight
And watched out for a simple twist of fate.
They walked along by the old canal
A little confused, I remember well
And stopped into a strange hotel
with a neon burnin’ bright.
He felt the heat of the night hit
him like a freight train
Moving with a simple twist of fate.
A saxophone someplace far off played
As she was walkin’ by the arcade.
As the light bust through
a beat-up shade
where he was wakin’ up,
She dropped a coin into the cup
of a blind man at the gate
And forgot about a simple twist of fate.
He woke up, the room was bare
He didn’t see her anywhere.
He told himself he didn’t care,
pushed the window open wide,
Felt an emptiness inside to which
he just could not relate
Brought on by a simple twist of fate.
He hears the ticking of the clocks
And walks along with a parrot that talks,
Hunts her down by the waterfront docks
where the sailers all come in.
Maybe she’ll pick him out again,
how long must he wait
Once more for a simple twist of fate.
People tell me it’s a sin
To know and feel too much within.
I still believe she was my twin,
but I lost the ring.
She was born in spring,
but I was born too late
Blame it on a simple twist of fate.