Por Luis Verdejo Navarro
Crédito de la foto (izq.) Ed. Salto de Mata /
(der.) Fb del autor
Fragmentos de El ojo de Chile (2020),
de Luis Verdejo Navarro
imposible escribir que armas (a)puntan filosas (a) contra-ojos: trémulos amuletos tiemblan vacíos, vaciados de mirar y de querer remirar
la casa del ojo (ahora solo, solar, solferino) como lluvia de luz, ya no reposa: escalda como si de repente toda encendida, incendiada y vaciada de sí en su interior y fachada fuera hoy (joven) un torbellino puro o una pura marca – herida – cicatriz
(PRIMERO hematoma, SEGUNDO: rastro – rastrillar – rastrojo) sus canículas (pingüicas frías) redondean la tarde vaciada
y qué se hace con esos tejidos en flujo cuando su función (de parque alegre) ya no funcionan para ello, para esa amplia simple visualidad, siempre paisaje
a dónde van a dar: o con pudor, enterrarlos
fatal- calamitoso: apuntar lanzar atravesar perforar con
balín (pequeña esquirla NO – MÁGICA) penetrando la comisura del párpado
tiene prisa (DE QUÉ) la IM-PASIBLE clandestina en tempestad luz (de CHILE)
como un ojo inamovible, inmovible, sin lubricidad desearía ver el rocío del amanecer en el tulipán amarillo
como uno es cubierto por un parche o gasa, una niebla aplasta blanda la ciudad
era la ira incesante por las manos y ojos heridos o vaciados
es la ira incesante contra el acero incesante que se opone e impone por manos visibles e invisibles
se trata de fijar la vista y atrapar el vacío que fluye, pongamos el mar
imposible fijar la vista vaciada y atrapar el vacío que fluye, pongamos el mar.
¿y sus niñas?
ellas ya no mirarán en la subida del teleférico de Santiago (imaginado imaginario real)
el sueño mismo de la propia ciudad tierra río y árboles revelándose rebelándose
debajo de la niebla respirar ver respirar
“se le pone a uno la piel de gallina” sus niñas tiernas de los ojos.
cemento
*(Tijuana-México, 1967). Pintor, escultor y poeta. Ha publicado en poesía Poemas de la mano izquierda (2008), Los poemas de la musa negra (2016) y El ojo de Chile (2020).