Fragmento de «Poema con fines de humo» (2023), de León Félix Batista

 

Poema con fines de humo (2023), con prólogo de Sonia Betancort, epílogo de Plinio Chahín y portada de Nathalie Bellón, será presentado el 27 de junio a las 19.00 hs en la librería Berlín (Valencia-España) y el 05 de julio a las 19.00 hs en la librería Enclave de Libros (Madrid-España).

 

 

Por León Félix Batista

Crédito de la foto (izq.) Facebook del autor /

(der.) Eolas Eds.

 

 

Fragmento de Poema con fines de humo (2023),

de León Félix Batista

 

 

El abismo se luxó

y eclosioné

cuando salía solo de la casa

 

quedé donde caí

boqueando por las branquias

la sólida burbuja del deseo

 

como cieno fisiológico

para mi advenimiento

desde su convexidad:

Santa Marta meretriz

mi Venus Victrix

 

odre pobre que descalabré del todo

 

una madre es comenzar

a vivir sin madriguera

para después errar

en carrera a la carroña

 

de segundo a sedimento

en un raudal

 

emergí cosificado

de su saco de crisálida

tras un destello vagamente ambiguo:

una bestia individual campo a través

una herida traducida a cuerpo humano

 

me acosté en estalagmitas

para no esfumarme a fondo

en lugar de sostenerme en la inestabilidad

 

una vez domesticado

como un fulcro familiar

la postema de los primeros pasos

 

descarrilar de la cronología

para aguzar el golpe

que conduzca a la gangrena

 

el principio siempre ha sido un precipicio

-pasa, pasa

 

mi perspectiva torva:

de inadaptado a todo

en la vía de equilibrio en lo precario

 

retoño con soporte no preciso

conservado en un baúl que dice “humo”

 

estampidas con destino

desde su estadio hostil

y una puerta yuxtapuesta antes de entrar

 

estancado a media cúspide

relataré mi tara

como forma de zapar

lo que no existe

 

así es como se ve una mente en llamas

 

haya hiedra en la corteza

de la casa de pensar

alcanzando las gacelas de las cosas

 

¿en qué escenario

de la existencia cero

galopar contrarreloj

salté contra punzones?

 

como piedra: mole nula

sin la luz alucinógena

de atractores de detrito para adentro

 

¡tantas horas que disuelven

la faena de los hombres

pese a su permanecer de madreselva!

 

pero ya no muto

más: he muerto

 

hendido en días nudos

de cáscara de antaño

 

un bulto que volvió

dentado a su destino

disoluto en el objeto

triturado

 

una vez me propagué

subdividido en husos

heredero de aridez con mi cognomen “nadie”

 

de eso hice oblicuidad

y acendró mi decadencia

en peldaños con espinas

de articulación etaria

 

agregarme más congéneres

detuvo mi drenaje

 

(interruptor de uso subconsciente)

 

como cemento íntimo

para tu mito indómito

deflagración de la palabra al límite

 

en recortes de racconto

la precuela es clara ahora:

lo mejor es no sumarse más cenit

 

 

pero heme aquí en mi horma

como humo que no cuaja

 

y esta vez será vencida

 

y si me seduce averno

la constelación de cosas

en su ocaso

 

a saber: si sostenemos un párpado que vuela

y el párpado se va

¿qué significa eso

en pantano de reposo?

¿ignis fatuus, una nube abominable

residencia con los pies sobre los cirros?

 

o son cincuenta partes

o cuentas de un rosario

lo que sepas de estas pupas espontáneas

 

pedazos que se viven por probabilidad

cuajándose de un líquido cualquiera

 

se nace por ficción desde un espectro

y caes por escaleras intangibles

 

converges en fracciones que suman los escombros

de tu espiral a casa

para acabar constando

 

el tiempo, el tiempo: Atila

 

¡Atila y todo estéril!

 

se disipa, sin pasar, y otra cosa: descuartiza

 

anatema: anatomía

 

vida y vuelta en esta nata

 

como ser o acontecer

progresivamente a polvo

intervalo en que transcurre lo irreal

 

yo ya no pienso más:

jaque mate de la mente

para zafar el cuerpo de

su entorno

 

uno debe demolerse cada día

subproducto saturado de sí mismo

 

sin importar los yunques

rampa arriba hacia la casa

ni el relámpago de un perro

entre las ruinas

 

a lo mejor aúlle

nunca ceses de escribirlo

 

no te pares hasta aquí:

sigue esa náusea

que desemboca en imbornal de olvido

 

no diluyas la paleta de tu croquis anacrónico:

dibuja lo que piensas que no sean sus celajes

su disenso

 

escribir conque uno existe es suficiente

 

como se dice mar

derrapaba por la pena

en estado bocanada

 

una bolsa por inercia

con instantes detenidos

una ola y el alud

retráctiles

 

como un pavo real en un pantano

como un pájaro en su red de paradojas

no tengo un centro, es cuanto

descompuesto por impacto

más rápido que ríspido:

mecánica del tedio

 

suspendido en este hiato

de reconstrucción con restos

encontré cincuenta escollos

de regreso hasta mi casa

por senderos de amor seco

cuando me pulverizaron

 

y tomé el atajo tenue

de contar lo que pasaba

con un hilo destilado

en lengua muerta

 

me acabé de apelmazar

y lo que me queda es eco

 

hueso escaso en carne seca

de vomitar sulfuro

 

más y más menos veloz

máquina del todo inútil

 

a cincuenta ficciones de segundo,

con cincuenta caballos de flaqueza

 

hacia abajo es la salida

 

debí permanecer identidad en tránsito

verosímil como emblema:

gusanos que parecen golosinas

 

cristalizar en crúor

los vencejos del insomnio

sembrando un cráneo con el núcleo hueco

 

lo que resta es sustraer lo que no está

como maleza en la cabeza, cosas

que se dicen cuando pasan

 

sorbo de ponzoña, y ya:

manteca

como bloque de c-4 por la tráquea

y donde dice “zarza” debe decir “ceniza”

 

acidez de ser y estar

para hacer mi propia salsa

y en sí dejar de ser:

yo sólo sé decirlo

 

un monumento en nada

una suma de sus simas

ser humano.