Por Ariane Viana*
Traducción del portugués al español por Lívia Lemos Duarte**
Curador de la muestra Fabrício Marques
Crédito de la foto Rogério Jr.
Eres libre para qué?
11 poemas de Ariane Viana
A las olas
Poco importa
en quién piensa el náufrago
aislado cuando escribe
su llamada de socorro.
Lanzado al mar, el mensaje es
para quien lo lee
Cualquier lector es un milagro.
Sigue
El automóvil cumple su destino cuando
para
¿para qué sirven los aparcamientos
finalmente
eres libre para qué?
Los gatos pardos pronto se extinguirán
contestan las sirenas.
Mientras la noche sea verde
sigue.
Patagonia
I
La verdad se perdió
en la cueva de un perezoso
gigante. La perdimos
para siempre. Hace miles de años
era libre y real como el azul
y azul como el hielo y helada
como el viento y cortaba
como el agua, con pies descalzos.
Ahora, aunque intentáramos
pescarla con las manos y arrancar
con los dientes cada escama
brillando bajo el sol, no la veríamos.
II
Oye, la concha aún guarda el ruido el mar.
Late, justo aquí, a lo largo, a este lado
de la caja torácica, algo. La vida
está escondida por las cañerías.
La casa es solo un escenario.
Homo poeticus
Imperceptible a simple
vista, provoca fiebres.
Se reproduce asexualmente.
Hablo de la bacteria, no
de los poetas.
Vive sumergido
recluido en un rígido caparazón.
Responde a invasores
y a parásitos gestando perlas.
Hablo de la ostra, no
de los poetas.
Manjar sabroso
de La Vida Submarina
Si lo amenazan, crece. Su veneno
proviene de otros seres que lo habitan.
Hablo del pez globo, no
de los poetas.
Tiene ojos que brillan
emergiendo en lo oscuro.
Animal desproporcionado
de eras geológicas remotas.
Practica el canibalismo.
Hablo del caimán, no
a los poetas.
Sinuoso
no va al punto final por una línea recta.
Presente en mitos y leyendas
genera fascinación y repulsa.
Cambia de piel innumerables veces.
Hablo de la serpiente, no
de los poetas.
Nocturno
se orientada por sonidos
o cabeza para abajo.
Chupa la sangre ajena
y hace comida con ella.
Hablo de murciélagos, no
de los poetas.
Vive entre las nubes
y lo hondo de la tierra.
Una especie rara
pero nunca extinguida.
Su canto atrae a los amantes.
Asume varios géneros, voces y colores.
Se abriga en las entrelíneas y
sobrevive a las condiciones más adversas.
Construye nidos de papel.
Come devaneos y letras.
Sí, los poetas.
Instrumental
Mis palabras escapan
a la alegría.
No domino la música
o la composición la flauta
imitando el sonido de un pájaro.
Cuando soy feliz
sólo escucho y siento
y devoro con los ojos
paisajes bonitos.
Amor por la mañana
Con él
la poesía es la vida
y prescinde de palabras.
Manos que huelen
a ajo y a sexo.
Entre el sueño
y la lascivia
y las sábanas manchadas.
Animales marinos
El viento levanta las cortinas de la habitación
barco velero anclado
en lo alto del edificio
nuestros cuerpos vagan
contra el océano azul del cielo
una espuma blanca
ya se derrama
bajo la sábana
apoyas la cabeza
sobre mi ombligo, olas
resuenan:
el interior
del oído
se llama caracol.
Poiesis
Cruzando este con ese
lo que apunté
en el borrador
daría un poema
bonito
un poema
que pudiera ser creado
en este pequeño piso
casi sin molestar
a los vecinos.
Escafandrista
A partir de Ana Estaregui
Atrapar con manos-anémona
pequeños peces-versos
y con dedos-tentáculos
escribir uniéndolos
en estrofas-bancos-de-peces de colores
entre los que poder nadar
haciendo encabalgamientos
montada en caballitos de mar
escritos en el agua
de un poema líquido que solo
se escribe abastecido de un
equipo completo
de buceo
y solo se puede leer
en trajes de baño.
Lo que sé de lo sublime
Ni cataratas, ni cañones, tampoco
un huracán. Sólo un árbol
muy crecido que sale
por el hueco la ventana
de lo que antes era la biblioteca. Al aire libre
el viejo salón; la columna doblada
y los dedos torcidos
(ya no está más, para abrir la puerta
del porche donde yo jugaba de niña).
Artrosis, artritis.
En ruinas, lo que queda
de la casa de mi abuela y de mi propia abuela
a los 89 años, en una ciudad cuyo nombre
no importa, en un tiempo desmedido
que nos abruma. Una pared derrumbada.
Se rompió el fé
mur en una caída
hace ya muchos años; en el rostro, las arrugas.
El techo en el suelo, mezclado
a los ladrillos
en pedazos. Todo deforme
y más grande que la belleza
Creo en las madres
Cuando éramos pequeños
cada vez que las líneas blancas cruzaban el cielo
la madre decía: ¡Mira ahí cómo está pasando
el trineo de Papá Noel!
***
El rastro que dejan los aviones
se vio por vez primera en 1919
cuando los aviones alcanzaron finalmente alturas suficientemente altas
en que las temperaturas son lo suficientemente bajas
y los gases calientes de las turbinas se condensan
en cristales de hielo que forman las nubes
f
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o
r
m
e
s
.
Desde entonces
las madres se transmiten
por telepatía ancestral
entre ellas la historia
con que tranquilizaban a los niños de la posguerra.
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(poemas en su idioma original, portugués)
Você é livre para quê?
11 poemas do Ariane Viana
Às vagas
Pouco importa
em quem pensa o náufrago
ilhado enquanto escreve
o pedido de socorro.
Lançada ao mar, a mensagem é
pra quem a lê.
Qualquer leitor é um milagre.
Siga
O automóvel cumpre seu destino quando
para
que servem estacionamentos
afinal
você é livre para quê?
Os gatos pardos serão logo extintos
respondem as sirenes.
Enquanto a noite é verde
siga.
Patagônia
I
A verdade foi perdida
na caverna de uma preguiça
gigante. Nós a perdemos
pra sempre. Há milhares de anos
era livre e real como o azul
e azul como o gelo e gelada
como o vento e cortava
como a água, de pés descalços.
Agora, mesmo que tentássemos
pescá-la com as mãos e arrancar
com os dentes cada escama
brilhando sob o sol, não a veríamos.
II
Ouça, a concha ainda guarda o barulho do mar.
Bate, bem aqui, ao longe, deste lado
da caixa toráxica, alguma coisa. A vida
está escondida pelo encanamento.
A casa é só cenário.
Homo poeticus
Imperceptível ao olho
nu, provoca febres.
Reproduz-se assexuadamente.
Refiro-me à bactéria, não
aos poetas.
Vive submerso
recluso em rígida concha.
A invasores e parasitas
responde gestando pérolas.
Refiro-me à ostra, não
aos poetas.
Saborosa iguaria
d’A Vida Submarina.
Cresce quando ameaçado. Seu veneno
provém de outros seres que nele habitam.
Refiro-me ao baiacu, não
aos poetas.
Tem olhos que brilham
à tona no escuro.
Animal desproporcionado
vindo de eras geológicas remotas.
Pratica o canibalismo.
Refiro-me ao jacaré, não
aos poetas.
Ondulante
não vai ao ponto final traçando uma linha reta.
Presente em mitos e lendas
gera fascínio e repulsa.
Troca de pele inúmeras vezes.
Refiro-me à cobra, não
aos poetas.
Noturno
orienta-se pelos sons
ou de cabeça pra baixo.
Suga sangues alheios
e disso faz alimento.
Refiro-me ao morcego, não
aos poetas.
Mora entre as nuvens
e as profundezas da terra.
Espécie rara
mas nunca extinta.
Seu canto atrai amantes.
Assume variados gêneros, cores e vozes.
Abriga-se nas entrelinhas e
sobrevive às condições mais adversas.
Constrói ninhos de papel.
Come devaneios e letras.
Sim, os poetas.
Instrumental
Minhas palavras escapam
à alegria.
Não domino a música
ou comporia pra flauta
imitando som de passarinho.
Quando sou feliz
só ouço e sinto
e devoro com os olhos
paisagens bonitas.
Amor de manhã
Com ele
a poesia é a vida
e prescinde de palavras.
As mãos cheirando
a alho e sexo.
Entre o sono
e o tesão
e os lençóis manchados.
Animais marinhos
O vento infla as cortinas do quarto
barco a velas ancorado
no topo do edifício
nossos corpos vagueiam
contra o oceano azul do céu
uma espuma branca
já se derrama
sob o lençol
você repousa a cabeça
no meu umbigo, ondas
ecoam:
a parte interna
do ouvido
tem o nome de caracol.
Poíesis
Cruzando este com aquele
o que anotei
no papel de recado
faria um poema
bonito
um poema
que pudesse ser criado
neste pequeno apartamento
quase sem causar incômodo
aos vizinhos.
Escafandrista
A partir de Ana Estaregui
Capturar com mãos-anêmonas
pequenos peixes-versos
e com dedos-tentáculos
escrever unindo-os
em estrofes-cardumes coloridos
entre os quais se possa nadar
fazendo enjambement
montada em cavalos marinhos
escritos na água
de um poema liquefeito que só
se escreve munido de um
equipamento completo
de mergulho
e só se pode ler
em trajes de banho.
O que eu sei do sublime
Nem cataratas, nem cânions, tampouco
um furacão. Só uma árvore
bastante crescida saindo
pelo vão da janela
do que antes era a biblioteca. Ao ar livre
a antiga sala de estar; a coluna envergada
e os dedos tortos
(não têm mais, para abrir, a porta
do alpendre onde eu brincava, criança).
Artrose, artrite.
Em ruínas, o que resta
da casa da minha avó e minha avó mesma
aos 89, numa cidade que não importa
nomear, num tempo desmedido
que nos ultrapassa. Uma parede caída.
Ela quebrou o fê
mur numa queda
já há muitos anos; no rosto, as rugas.
O teto no chão, misturado
ao ladrilho
em pedaços. Tudo disforme
e tão maior que o belo
Eu acredito em mães
Quando éramos pequenos
sempre que linhas brancas riscavam o céu
a mãe falava: Olha lá
o trenó do Papai Noel passando!
***
O rastro deixado pelos aviões
foi visto pela primeira vez em 1919
quando as aeronaves enfim alcançaram alturas suficientemente altas
onde as temperaturas são suficientemente baixas
e os gases quentes das turbinas condensam-se
em cristais de gelo que formam as nuvens
f
i
l
i
f
o
r
m
e
s
.
Desde então
as mães transmitem
por telepatia ancestral
entre si, a história
que acalmava as crianças do pós-guerra.
*(Belo Horizonte-Brasil, 1984). Poeta y narradora. Estudió Filosofía y Relaciones Públicas en la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil). Ha publicado en narrativa infantil Como a gente mora? (2022); y en poesía Pontos no mapa (2022).
**(Niterói-Brasil, 1981). Poeta y traductora. Licenciada en Letras por la UERJ (Brasil), magíster en Teoría de la Literatura por la UFRJ (Brasil) y en Filología Hispánica (CSIC). En la actualidad, se desempeña como profesora de portugués y traductora. Ha publicado en poesia Anfibios (2021) e Ir, embora (2023).
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*(Belo Horizonte-Brasil, 1984). Poeta. Estudou Filosofia e Relações Públicas pela Universidade Federal de Minas Gerais. É autora do livro infantil Como a gente mora? (2022) e da coletânea de poemas Pontos no mapa (2022).
**(Niterói-Brasil, 1981). Poeta e tradutora. Graduada em Letras pela UERJ (Brasil), mestre em Teoria da Literatura pela UFRJ (Brasil) e em Filologia Hispânica (CSIC). Atualmente trabalha como professora e tradutora de português. Publicou os livros de poemas Anfíbios (2021) e Ir, embora (2023).