A continuación, Vallejo & Co. presenta una compilación de poemas de tres autores (dos en Australia y una en EE.UU.) quienes, a propósito del reciente cumpleaños del poeta José Kozer, decidieron juntarse con él en un encuentro poético online, al que titularon Dos X Two, en el que los días 28 y 29 de marzo pasado, leyeron poemas junto al reconocido poeta cubano.
Por Kianny N. Antigua*, MTC Cronin**,
Peter Boyle*** y José Kozer****
Traducciones por Keiselim A. Montás,
Mario Licón Cabrera y Peter Boyle
Crédito de la foto afiche del encuentro
Poemas de Kianny N. Antigua
Mujer
Esta casa
se quema muy lento.
No importa cuántas páginas
corran siniestras,
cuántos personajes
se me inserten en la psiquis
y la pluma,
cuántos mundos
las musas me anticipen
ni universos
mis dedos inventen,
siempre surgen
subyugantes
la herencia,
la polis,
que el niño, que cuándo el otro, que el polvo, los calderos, el trapo,
el marido-cama-desgane,
las arrugas en las caras y en las camisas,
las citas, citas.
A pesar del ruido,
si no escribiera
el vacío perdería el retorno.
En mi garganta
moriría la semilla.
Y es que no importa
cuán poeta sea:
El lecho de mis uñas
siempre termina oliendo
a ajo majado y a cebollas.
¡No importa
cuánta bencina rocíe,
esta casa
se quema lento, muy lento!
Dormido hasta el polvo
quedó el día
tras la llegada irrevocable del sueño.
Allí, las manos fueron cerraduras
los dientes mordieron sus lenguas,
negros, carcomidos y groseros
como muerte.
Pubis con pus y flagelados miembros
fueron los géneros.
La columna
sintió la ruptura de Eva
y el tiempo
le dio de comer
a las lombrices.
Poemas de MTC Cronin
50
sus almas se los han llevado
sus hijos son inmortales
la muerte permanece
la vida permanece
uno dando nacimiento al otro
siendo todo para cada uno
ambos en su momento de nacer
más pequeños que la punta de un alfiler
más pequeños que cualquier metáfora podría hacerlos
ellos han pasado todo su tiempo
tratando de encontrar vida, tratando de encontrar muerte
dentro de ellos, afuera de ellos
ellos encontraron genes, encontraron ADN
encontraron protozoos y priones
ellos se dieron cuenta que los estaba matando el sol
ellos adoraban al sol
y luego dejaron de adorarlo
y el sol los mantuvo vivos
ahí había algunos esperanzados
a pesar de que no lo sentían en sus entrañas
pero no podían negarlo
ellos creían en rostros
inventaron nombres para otros rostros
ellos descubrieron cómo volverse enormes
y no sólo eso, cómo reducirse ellos mismos
al esencial murmullo
al amor que se desvanece en el oído del amante
dormido, al sueño que se privatiza a sí mismo
mientras el soñador despierta dentro de la tiranía
de alguien que despierta de los sueños
ellos se hicieron nuevos
con información genética
con aceite de flores
con el conocimiento de su pena futura
la pena de sus hijos
no hubo tiempo en el cual aquello que hicieron
que fue bueno superara
aquello que hicieron mal
ellos hablaron y luego dejaron de hablar
ellos crearon lenguajes que luego transformaron
en ceniza, en polvo
ellos se alimentaron y luego se quemaron uno al otro
ellos consideraron sus vidas un viaje y luego
simulaban que estaban solos
no veían quién se daba vuelta
para saludarlos
la palabra que hubieron puesto en su propio lugar y
finalmente, cuando hubieron olvidado el presente
ellos solventaron la muerte, inmortales,
ellos elaboraron el arte del accidente
51
yo, mi yo
es lenguaje ruin
tú caes en mí
¿y naces para qué?
esta justicia extraordinaria
debemos ser el uno para el otro
porque solos no podremos tomar parte
yo te nombro mi puerta
mi mesa, mi nido de hormigas
tú eres amarillo, tú eres todos los colores
ahí está tu negro, ahí está tu cadera
te desprendo del mundo
y expongo tu invisibilidad
tu desaparición
tu no necesidad de su riqueza, su pobreza
te abro interminablemente
yo abro y abro
tu tiemblas y desapareces
mis ojos, como otros ojos si ellos alguna vez existieron
se fijan en lo que se desvanece
esto es amor
querer lo que muere
hojas frente a la escoba y el cuerpo
creciendo adentro del tamaño de la cabeza
encogiéndose otra vez a lo que podría caber
todas las cosas, todo
ceniza de flores
mezclada con tu ceniza
ceniza de madera mezclada con ceniza
tuya
pienso beber tu muerte
si puedo robársela al día
pienso, pienso cómo hacer mi nuevo yo
que no es lo mismo como mi antiguo yo
dejar de soñar
lamer las raíces
apostar hasta cuándo
el corazón de la alteridad se orienta hacia la muerte
detrás del infante acecha el vuelo de la muerte
la muerte retrocede para reclamarnos
desde el punto en el cual avanza
saluda su propia ilusión
¿hay palabras que puedan permanecer
en el sitio de lo creíble
esto es, donde no se sabe
en qué creer? tú
tú eres siempre simplemente lo que yo podría hacer
tú eres mi yo respondido
no puedo acercarme a ti
sólo puedo acercarme
(traducción al español por Mario Licón Cabrera)
Poemas de Peter Boyle
Pensamientos en un café
Día y mundo en un camino que va más allá.
Los dejo atrás
y es bueno saber
que las chispas dejadas atrás se hospedan
en las hojas de un cinamomo
que vi en la fotografía de un sendero cubano allá por 1912.
Nada se pierde.
Sentado al lado de un espejo que abarca
la total dimensión de este café
espero en el límite mismo
de una doble vida. Cada persona,
cada mesa, taza y plato
persiste en su ente brillante
y el árbol de afuera, los edificios de la calle
nadan hacia mí, ignorantes de la muerte.
Hombres y mujeres se reclinan adentro de cada uno,
detenidos o a la deriva. La quietud
de un domingo interminable
silencia sus voces. Tenemos
todo el tiempo de esa nube inmóvil reposando
arriba del hombro de esa muchacha
con su lejana sonrisa y larguísima cola de caballo.
Mis ojos se alzan para ver tu cara
en el umbral del corredor que desciende,
continúa descendiendo a través
del estático centro de la mente:
ausente ausente completamente ausente.
Desfile de momentos
En el aquí y el ahora estoy inquieto,
En el aquí y el ahora estoy disperso,
En el aquí y el ahora hace frío, el cielo es un tono púrpura del gris y,
afuera, un pesado follaje verde cubre los árboles,
En el aquí y el ahora una gran distancia se abre entre mi ser
y la forma más simple de la belleza y la alegría.
Y sin embargo, he estado meditando,
Y sin embargo, me he sentado, atentamente aferrado a mi respiración,
Y sin embargo, hace un momento mi vida estaba ante mí, unida, enlazada
por largos filamentos de iluminación y certidumbre,
Hace un momento dije, adentro de mí soy Buda.
Mientras tanto mis ojos arden por la cebolla picada
hace media hora,
Mientras tanto sin razón alguna mi cabeza pulsa, un poco, persistentemente,
Mientras tanto aprieto mis ojos hasta que un quieto latido
brota desde la silente tristeza en el corazón de la tierra.
Y el día de hoy escuché a Mahler,
Y el día de hoy caminé por el río,
Y el día de hoy he llenado páginas con palabras rotas
como piedras quebrantadas.
Aumenta el frío en la pesada profundidad de mis botas.
El otoño cae suavemente en el invierno.
Hoy podría yo estar perdido
o el día de hoy podría tropezarme, más hacia los lados que adelante,
mientras el flujo y reflujo de la luz del día
se inclinan un poco más hacia la oscuridad.
Sin tiempo para ordenarlos,
llegan mensajes desde un mundo en extinción.
Hoy día la casa está sosegada
y, en la bolsa de mi camisa, la memoria deposita
el recibo para recoger de la tintorería los pantalones
con el hoyo a remendar
en el bolsillo derecho por donde mi vida podría
en cualquier momento deslizarse.
(traducción al español por Mario Licón Cabrera)
Poemas de José Kozer
WO
El filósofo Mo Tse enseña: refutarme es como
tirar huevos a una roca.
Se pueden agotar todos los huevos pero la roca
permancece incólume.
El filósofo Wo agota los huevos del mundo
contra una roca
y la conquista.
Primero, al hacerla memorable.
Segundo, porque el lo adelante y dada su
amarillaz excesiva
quienes acuden a la roca
confunden la luna y los caballos.
Y tercero, aún más importante: un veredicto
actúa sobre
otro veredicto,
anula la obsesión de sus palabras.
Majora canamus
La forma de la copa, suficiente: he navegado.
A otros pastizales que aunque igual de verdes o igual que
amarilleen registran en el
caramillo la tercera nota
un golpe limpio en el
cristal de la copa, toda
su forma.
La cicatriz en la copa, un burilado: hojas vid o un
estallido cristalizado de nieves.
Una altura (tímpanos) suficiente: cantémosla. Y cómo cómo
con palabras de estupor
(trombones) dos golpes
contra la tetilla izquierda
de pecado (dos) estertores,
Cristo.
Lord He hath risen helo todo resurrecto en alto más
alto más cuerda de arpa en
clarinete inverso, enjambres
amarillos: la copa lo recoge
(podemos) cantar la dalia
azul en los estampados de
la tela los tres atriles de
su resurrección en alto
(clarinete) (trombón
de vara) (violín) el pájaro
bebe en su cáliz (caballo)
púrpura: cantémoslo.
Es cosa mayor, Dios: vegetal vivo.
Yo lo señalo, éste es un rincón de mi cuerpo que supo
caber en un rincón del cuerpo
(señalado): Dios mío, estoy
meado sobre toda mi ropa
no encuentro un modo de
retener en mi cuerpo toda tu
resurrección, ese pedazo:
¿con esta pluma? Un quinto
instinto que me es útil, no
me sirve: hágase, Música.
¿Y es tuya? Es una noche de invierno, jueves, mi señora
mi Dama mi resurrección y yo
pasamos un rato (engaged) en
una conversación muy muy
razonable.
Cheques contabilidades la donación de la casa a las hijas
(dos): ¿supremacías de la carne?
Yo no lo sé: palabras (conmemoro) palabras. Sir Anthony
is dead, in Guatemala: éste
es un punto en que habría
que acercar la mano a la
copa mojar en su contenido
la yema del índice exclamar
es aleluya es Dios es un
grupo de ventanas ajenas
que veo desde mi edificación,
este cuerpo: su contenido es
Cristo el Vinícola, suficiente:
y cerrar los ojos.
¿Me tranco? Mi esposa (alma en almo transformada)
señaló sobre un mantel
(albísimo) el golpe de
una mano; un derrame.
Ojos, estelares ojos (cancioncillas) (cantémoslas) su
paz su impaz yo me pongo la
mano bendiciéndome la cabeza
el pelucón de compositor la
resurrección mía, fallida:
regístrese.
Las abadesas del lugar en que nací me llaman con el
índice de una mano derecha,
a que acuda: yo estoy.
Y me dan la vuelta y me dan la vuelta de gallina ciega,
para que cante: yo lo canto
yo lo digo por la mayor
gloria de su no sé qué
coño: Señor, las alas
de mi mujer entre tus
cuerdas son espacio
limpio del agua (la opto)
(la canto) (la ressurrecctto):
latínlupe hebreoguada (toco)
una pastorela de silla a silla
(ahí estabas) los páramos
de un mantel.
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(poemas en inglés)
Poems by Kianny N. Antigua
Woman
This house
burns very slowly.
No matter how many pages
run sinister,
how many characters
insert themselves into my psyche
and my pen,
how many worlds
the muses anticipate for me
or universes
my fingers expel-invent,
heritage,
the Polis,
the child, the When is the next one coming?, the dust, the pots, the cleaning rag,
the husband-bed-apathy,
the wrinkles in the faces and on the shirts,
appointments, appointments,
always emerge,
subjugating it all.
Despite the noise,
if I didn’t write
The emptiness would lose its return.
In my throat
the seed would die.
But no matter
how much of a poet I am:
The ridges of my nails
always end up smelling
of crushed garlic and onions.
It does not matter
how much fuel I pour,
this house
burns slowly, oh so slowly!
Asleep until dust
the day was left
after the irrevocable arrival of sleep.
There, hands were locks
the teeth bit their tongues,
black, decayed and crude
like death.
Pubis with pus and flagellated members
were the genders.
The backbone
felt Eva’s breaking
and time
fed
the earthworms.
(traducción al inglés por Keiselim A. Montás)
Poems by MTC Cronin
50
their souls have taken them
their children are immortal
death remains
life remains
one giving birth to the other
being all to each other
both in their moment of coming into being
smaller than the pinpoint
smaller than any metaphor could make them
they have spent all their time
trying to find life, trying to find death
in themselves, outside themselves
they found genes, they found DNA
they found protozoa, they found prions
they realized the sun was killing them
they worshipped the sun
and then they didn’t worship the sun
and the sun kept them alive
there were some who hoped
even though they couldn’t feel it in their gut
but they couldn’t deny it
they believed faces
they developed names for other faces
they discovered how to become huge
and not only that, how to reduce themselves
to the essential murmur
to the love that fades in the ear of the sleeping
lover, to the dream that privatizes itself
as the dreamer wakes to the tyranny
of one who wakes from dreams
they made themselves new
with genetic information
with the oil of flowers
with the knowledge of their future pain
their children’s pain
there was no time in which what they did
that was good outweighed
what they did that was bad
they spoke and then didn’t speak
they created languages and then ground them
to ash, to earth
they fed and then burned each other
they called their lives a journey and then
pretended they were unaccompanied
they did not see who was always turning
to greet them
the word they had put in their own place and
finally, when they had forgotten the present
they solved death, immortal,
they developed the art of accident
51
I, my I
it is ruin language
you fall into me
and are born to what?
this extraordinary justice
we shall be to each other
as alone we could take no part
I call you my door
my table, my nest of ants
you are yellow, you are every colour
there is your black, there is your hip
I peel the world away from you
and expose your invisibility
your disappearance
your no need for its wealth, its poverty
interminably I open you
I open and open
you shiver and disappear
my eyes, like other eyes if they had ever existed
focus on what fades
this is love
to want what dies
leaves before the broom and the body
growing into the size of the head
shrinking again to what might enter
all things, everything
the ash of flowers
mixed with the ash of you
wood’s ash mixed with the ash
of you
I plan to drink your death
if I can steal it from the day
think, think, how to make the new me
that is not the same as the old me
ending dreaming
lick the roots
gamble how far
the heart of alterity is nourished towards death
behind the infant lurks the journey of death
death runs back to claim us
from the point at which forwards
greets its own illusion
are there words which can stand
in the place of belief
that is, where it is not known
what to believe? you
you are always simply what I might make
you are myself replied
I cannot approach you
I can only approach
Poems by Peter Boyle
Thoughts in a café
Day and world on a road that leads beyond.
I pass them by
and it’s good to know
sparks left behind have lodged
in the leaves of the chinaberry tree
I saw in a photograph of a Cuban sidewalk, circa 1912.
Nothing is lost.
Sitting beside a mirror that runs
the whole length of this café
I wait at the very edge
of a double life. Every person,
every table, cup and plate
persists in its glassy being
and the tree outside, the buildings of the street
swim towards me, ignorant of death.
Men and women lean into each other,
stand or drift. The stillness
of a Sunday without end
muffles their voices. We have
all the time of that unmoving cloud resting
above the shoulder of the young girl
with her far-away smile and long long ponytail.
My eyes lift to see your face
on the threshold of the corridor that descends,
goes on descending through
the mind’s still centre:
gone gone utterly gone.
The parade of moments
In the here and now I am restless,
In the here and now I am scattered,
In the here and now it is cold, the sky is a purple tinge of grey and,
outside, a heavy green foliage blankets the trees,
In the here and now a great distance opens between myself
and the simplest shape of beauty, of joy.
And yet I have just been meditating,
And yet I have just been sitting, holding tight to breath-awareness,
And yet a moment ago my life lay before me, threaded together
by long strands of radiance, of certitude,
A moment ago I said, inside myself I am Buddha.
Meanwhile my eyes sting from onions chopped
half an hour ago,
Meanwhile my head throbs for no reason, slightly, persistently,
Meanwhile I squeeze my eyes shut till a quiet pulsing
erupts from the still sadness at the earth’s core.
And today I have listened to Mahler,
And today I have walked by the river,
And today I have filled pages with words broken loose
like chipped stones.
It grows cold in the heavy depths of my boots.
Autumn spills quietly into winter.
Today I may be lost
or today I may be stumbling, more sideways than forward,
while daylight’s ebb and flow
tilts a little more into darkness.
With no time to assemble them,
messages arrive from the vanishing world.
Today the house is still
and, in my shirt pocket, memory places
the note to collect from the Dry Cleaners the trousers
with the hole to be mended
in the right pocket where my life might
any moment slip through.
Poems by José Kozer
WO
The philosopher Mo Tse teaches: refuting me is like
firing eggs at a rock.
You can use up all the eggs but the rock remains unharmed.
The philosopher Wo uses up all the eggs of the world
against a rock
and conquers it.
First, to make the rock memorable.
Second, because in the future, given its
excess yellowness,
whoever approaches
the rock confuses the
moon and horses.
And third, even more importantly: one verdict
acts on another
verdict,
cancels the obsession of its words.
Majora canamus
The shape of the wineglass, sufficient: I have sailed.
To other pastures — though equally green or maybe equally pale they
register the third note
on the reed pipe a
clear tap against the
wineglass, all its
shape.
The scar on the glass, an engraving: vine leaves or a crystallized
explosion of snow.
Sufficiently high (the timpani): let us sing it. And how how with
astonished words
(trombones) two strikes
against the left nipple of
sin (two) last breaths,
Christ.
Lord he hath risen behold him resurrected all on high higher
more harp strings with
inverse clarinet,
yellow swarms: the
wineglass gathers him (we
can) sing the blue dahlia
on the fabric patterns the
three music stands of his
resurrection on high
(clarinet) (slide trombone)
(violin) the bird drinks
in its (horse) purple
calyx: let us sing him.
Far greater, God: living vegetable.
I note it, this is a corner of my body that could fit into a corner
of the (indicated) body:
my God, I’ve pissed on
all my clothes I can’t find
a way to hold back in my
body all your resurrection,
this tiny strip; with this
pen? Some fifth instinct
that’s useful to me, doesn’t
work now: make, Music.
And it’s yours? It’s a winter night, Thursday, my lady my Mistress
my resurrection and I
spend a while (engaged)
in a very very
rational conversation.
Accounts checks the disposal of the house to the (two)
daughters: the
supremacy of the flesh?
I don’t understand: words (I commemorate) words. Sir Anthony
is dead in Guatemala: this
is a moment when it would
be necessary to place your
hand on the glass to moisten
the tip of the index finger with
its contents to shout it’s
hallelujah it’s God it’s a
collection of other people’s
windows I can see from my
building, this body: its content
is Christ the Wine, sufficient:
and to close my eyes.
Have I cut myself off? My wife (her-soul in transformation
his-soul) pointed to a hand
bumping a (very white)
tablecloth; some spillage.
Eyes, starry eyes (old sweet songs) (let’s sing them) their peace their
unpeace I place my hand
on my head blessing my
head blessing the
composer’s wig my (failed)
resurrection: note it down.
The abbesses of the place where I was born beckon with the
index finger of the right
hand, for me to come:
here I am.
And they spin me round and spin me round in blind-man’s-bluff,
to start me singing: I sing it
I say it for the greater
glory of who the fuck
ever: Lord, among
your harps the wings
of my wife are the water’s
pure space (I choose
her) (I sing her) (the
resurreccttion): latinlupe
hebrewguada (I play) a
pastorale (touch) seat
to seat (you were here) a
tablecloth’s wastelands.
(traducción al inglés por Peter Boyle)
*(República Dominicana, 1979). Poeta, escritora de ficción y traductora. Ganadora de más de quince premios literarios, ha publicado treinta y un libros.
**(Australia). Poeta y traductora. Tiene más de veinte libros publicados.
***(Australia, 1951). Poeta y traductor. Ha obtenido el Premio New South Wales Premiers (2020). Ha publicado nueve poemarios.
****(La Habana-Cuba, 1940). Poeta. Reside en EE.UU. desde 1960. Se desempeñó como docente en Queens College entre 1965 y 1997. Ha obtenido el Premio de Poesía Pablo Neruda (Chile, 2013) y el Montgomery Fellow (2016). Ha publicado numerosos poemarios.