Por Celia Carrasco Gil*
Crédito de la foto la autora
En la soga de las ramas.
7 poemas de Celia Carrasco Gil
Inspiración pintoresca
Poesía
es maquillar la cólera del viento
que no cesa
con pinceles de pestañas.
Escuchar entonces su corriente dúctil
al esnifar el óleo.
Inspirar sus matices en el cierzo
y sus silbidos de palabras.
Y que el relámpago del poema
tan solo sea ese fosfeno agrio
que queda
muchas veces
de los pájaros del cuadro
cuando su pluma
cosquillea la nariz de cada verso
y en un segundo
los estornudamos.
Colmena
Virgilio me ha dicho que somos
apenas una abeja estremecida.
El néctar de las horas
que segregan nuestras manos al sudar
cuando están juntas.
Un ramo de ilusiones del regazo.
El candor de tus encimas venturosas
que atesoran mi dulzura.
Y es la cera de las velas de las calas
la manta que se baña entre nosotros,
la cortina que tapa el otro mundo.
Una tumba de flor
donde bebernos el sonrojo del color
en cualquier cáliz.
Una lápida de voz donde imprimir
fugaces palabras de miel
para que nos nombren y nos besen en edenes
cada noche
incluso cuando alguno de los dos no esté.
Tormenta verdinegra
El verdinegro siempre me ha sobrecogido.
Deseos sin rumiar, sin madurar.
La reconquista de las malas hierbas.
Lo he esquivado muchas veces, tantas,
que ahora me resulta extraño
hallarlo en las pupilas de mi olivo.
Entiendo entonces
que yo fui verdinegra en otra vida.
O en la vida.
Los charcos me revelan
que el negro se dilata
y fagocita el retoñar en el verdor
de cada cara conocida.
Me dicen
que todo tronco tiene anemia de algún hacha,
y al nacer, vocación de testamento.
Instintos de autolesionarse.
Que yo también los tuve.
Me lo repite la noche
mientras contemplo cómo el tiempo
hace que los cadáveres
se ahorquen en la soga de las ramas.
Los ojos verdinegros de este árbol
me estremecen.
Están cerrados y no pueden vislumbrar
bubones en pueriles aceitunas.
Lo negro en el futuro de la oliva,
mientras los versos en las ramas,
sosegados y verdes como niños,
solo duermen soñando con la vida.
(de Entre temporal y frente)
Selvación
El verso te ha selvado un nuevo día
de la escoliosis gris del edificio
y esa desviación desde su inicio
que persigue la línea del tranvía.
Sin suelo que pisar, puebla el solía
y busca con su lengua un intersticio
donde se cuele el aire del oficio
silvestre de hoja, savia y poesía.
Y entonces se acomoda al reciclaje,
al tránsito en renglones de serpientes
que mudan las escamas del paisaje.
El humus rebobina el sentimiento:
remueve del pasado los nutrientes
y al fin da a luz a un dulce pensamiento.
Lunática
En tu quimera ática y silvestre,
un instante platino tintinea.
Oyes la gran peseta de la luna
como un canto del cielo.
Te dejas sobornar por su belleza.
La selva que habita nuestra lengua
Ocultas en el tiempo una palabra,
la asesinas a solas y la entierras
para medir los robos que la noche
sustrae de su silencio.
Al día la profanas
y vacías el humus de la vida
p o c o a p o c o
e ilustras tus manos con el fiemo
porque intuyes que acaso despojarse
es ocultarse apenas un instante.
Dejar que el verso pase o se humedezca
y así, tal vez, de ayer
tras el barbecho, retorne
y llegue a mejorar su rendimiento.
(de Selvación)
Este sol de la infancia
Como un limón bruñido
o coágulo de albor en los mimbres del mundo
amamanta a la luciérnaga su tumba de resina.
Juegas al escondite debajo del patíbulo
y desde allí haces al ahorcado ser pendiente,
tesoro faraónico que cuelga del ajuar,
joyel momificado del instante en tu lumbre
detenida.
El cuento
atrás
se pausa.
Y la voz es relámpago de exequias.
Pavesa interrogante que ha iniciado su búsqueda
y diluye en la noche
un llanto de pabilo incandescente,
un perfume de luz anegado por la cera que lo acuna,
el sonido de emergencia de una gota tullida.
El día que se incendia en su apogeo último
y que anuncia en la cuenta de la vida
una amable tragedia o el golpe de dulzura
que nos brinda la cidra si se pudre.
(de Fulgor que reverbera, inédito)
*(Tudela-España, 2000). Poeta. Estudia Filología hispánica en la Universidad de Zaragoza (España). Fue finalista del Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández (2021) y obtuvo el XXII Premio Internacional de Poesía Joven Gloria Fuertes. Forma parte de la Asociación Aragonesa de Escritores y colabora con el suplemento Artes&Letras y la sección ‘En nombre propio’ de Heraldo de Aragón, así como con las revistas Imán, Turia, Café Montaigne y Traslapuente. Ha publicado en poesía Entre temporal y frente (2020), y Selvación (2021).