Vallejo & Co. presenta, en exclusiva, un breve texto y una selección de poemas del italiano Matteo Fantuzzi. Poemas publicados en su reciente libro El portero suplente y otros poemas (2014), publicado en Cuba.
Por: Matteo Fantuzzi
Texto y selección de poemas: Chiara de Luca
Crédito de la foto: Izq. Mateo Fantuzzi
Der. © Daniele Ferroni
Tras la aparente inmediatez y sencillez de una lengua que va directo a la raíz del asunto y sin necesidad de artificios literarios, embellecimientos puramente estéticos o citas doctas, se esconde un trabajo de años, una paciente labor de limado que le ha permitido a Matteo Fantuzzi librarse de todo cuanto fue superfluo, pero no de las imperfecciones intencionales o de los descartes repentinos con los que el verso tiende a volverse más lírico.
Lo de Fantuzzi es siempre un canto a la vida cotidiana que toma el devenir de los acontecimientos individuales, a menudo mínimos y observados por el ojo objetivo del poeta o por el ojo implicado, pero a menudo velado por una desarmante inconsciencia en personajes que son, ante todo, seres humanos: desde el portero suplente hasta la chica que sueña con convertirse en corista, o del aspirante a terrorista al aspirante a poeta que se vende sobre el periódico del mercado de Porta Portese.
Las cosas y las personas logran estar tan vivas en los versos de Fantuzzi, que a veces no se puede saber sino hasta al final del poema si quien habla es el yo lírico, o si se trata de la voz de uno de sus extraordinarios personajes; extraordinarios porque son en absoluto ordinarios, desesperadamente débiles y tanto más inconscientes. Sin embargo, junto a ellos hay también personajes combativos, los que van adelante a la sordina, los que se meten en el juego aceptando toda su dureza, ello en virtud a la plena percepción del hecho de que, en los premios, no está la mera supervivencia.
7 Poemas de Matteo Fantuzzi
(de El portero suplente y otros poemas)
EL PORTERO SUPLENTE no se alegra como los otros
se queda quieto aferrado al deseo
de que se le rompa un ligamento al titular
para entrar con los aplausos, conquistar su propio puesto,
tener mujeres, casa en el lago, autos potentes.
Tener finalmente gloria. El portero suplente
da vueltas con un abrigo, incluso en julio
para no coger una afección,
porque una vez tuvo su turno, pero él estaba en cama
con fiebre, y entró el muchachito menor de dieciocho
le quitó un nueve a la Gazzetta*, y hoy juega en la Premier
con el Newcastle, y ha hecho hasta la Champions.
Y dos réclames para champú.
TIENES QUE SER más agresivo con el trabajo
porque ya está de moda hasta el de uso
y dondequiera aparecen un poco los outlet;
tienes que ir (si has entendido) a los sitios de dolor,
a una clínica oncológica por ejemplo, y decir:
“¿Usted es incurable por casualidad? ¿Y qué tiempo le queda,
un año? ¿Y ya pensó en el ataúd? Yo los vendo
desde hace veinte años,
importo la madera desde Suecia, soy bueno, cobro poco”.
O todavía mejor, deberías darte ánimo y tocar
puerta por puerta en el pueblo, y preguntar al que te abra
si por casualidad sabe de alguien que se haya muerto
o está a punto de hacerlo o si ese mismo in primis
(incluso en óptima salud) no quiere decidir ya la caja.
Porque si al final “esa” llega y no hace descuentos,
que entonces por lo menos tu ataúd sea económico y sano,
de buen gusto, hecho a mano, por un experto del sector.
Precariedad
Y ya no sabes qué otra cosa esperar
de este pueblito en medio de montañas
que se despuebla, donde la gente envejece
y no hace hijos. Y tú que eres el sepulturero del lugar
como tu padre y el padre de tu padre
(y no quieres, no puedes)
te preguntas cómo sería mejor: que se murieran
todos de un solo golpe para cerrar la tienda,
o bien uno a la vez, gota por gota, vivir de privaciones,
pero seguir andando mientras tanto, y resistir.
Y sobrevives en esta perspectiva de precario,
de quien trabaja a plazo, se pega al calendario,
y al mismo tiempo vibras y te alegras
cuando escuchas una ambulancia,
porque es así: hoy se come,
pero mientras, no tienes un cliente más,
es solo un arrebato
que sigue y lleva al abismo, y te aniquila.
ME HACE BIEN verte en la webcam,
sé que estás tranquilo durmiendo
que no te mueves, que no te agitas en el sueño:
fue un buen consejo el de las pompas fúnebres,
instalarla en el ataúd para mantener viva la esperanza
de que tu muerte pueda tener retorno un día,
que se pueda estar seguro de eso, porque a seis pies
bajo tierra (a fin de cuentas) ningún celular enciende
y entonces lógicamente nosotros teníamos
que decantarnos por otra cosa.
Oda al Lexotan®**
Tal vez los hubiéramos tenido por más tiempo
a los Dino Campana o a otros, con esos fármacos:
yo por ejemplo, precavido, para entrar ahora mismo
en la gloria, he empezado con diez gotas al día
antes de irme a la cama; y tengo la intención
de prolongar todo esto mientras no lleguen
los tiempos de dosis crónica
o no logre encontrar
un médico dispuesto a recetármelas.
Ves, de esta manera hasta mi texto se transforma,
ahora es más lento, no hace daño. No me asalta
durante la noche. Ahora, este texto, no me destruye.
[Porta portese]***
24 años, poeta. Dotado de verdad,
1. 80, flaco de buen físico,
cabellos negros, atractivo, novísimo:
se ofrece a editoriales con tal que sean adineradas
finalidad: publicación y diversión
recíproca. No narrativa, salvo por pago.
No haragán. Llamar en horario de comidas al 376.415…
ESPERO DELANTE de la estación de Bolonia
a un amigo residente en el bresciano
y que no veo desde hace ya tiempo.
No todos los viajeros saben que allí
hay un reloj roto****: algunos modifican
el suyo, mientras otros se dirigen
a los encargados pidiendo explicaciones,
lamentando la desorganización.
Y para algunos esa tarja es patética,
trae tristeza temprano en la mañana a los que
se dirigen al trabajo. Agradecerían más
un cartel que la sustituya,
algo más explosivo, una publicidad de descuentos
excepcionales, de precios sensacionales, algo
inimaginable, que golpee las conciencias,
que sobre los transeúntes tenga un efecto devastador.
d’inimmaginabile, che colpisca le coscienze,
che sui passanti abbia un effetto devastante.
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(versión original en italiano)
7 Poesie di Matteo Fantuzzi
IL PORTIERE DI RISERVA non esulta come gli altri
rimane fermo abbarbicato alla speranza
che quell’altro in calzamaglia se lo stracci un legamento
per entrare tra gli applausi, conquistare il proprio posto,
avere donne, case al lago, delle macchine potenti.
Avere gloria finalmente. Il portiere di riserva
se ne gira col cappotto anche di luglio
per non prendere un malanno,
perché una volta era il suo turno, ma lui era a letto
con la febbre, ed entrato il ragazzetto degli under 18
strappò un 9 alla Gazzetta, e oggi gioca in Premier
nel Newcastle, ed ha fatto anche la Champions.
E due réclames per gli shampoo.
DEVI DIVENTARE più aggressivo col lavoro
perché oramai va forte anche l’usato
e un poco ovunque spuntano degli outlet;
devi andare (avrai capito) nei luoghi del dolore,
in clinica oncologica ad esempio, e dire:
“Lei è incurabile per caso? E quanto tempo ha a disposizione,
un anno? E alla bara ha già pensato? Io le vendo da 20 anni,
importo il legno dalla Svezia, sono bravo, costo poco”.
O ancora meglio ti dovresti fare forza e suonare
porta a porta nel paese, e chiedere a chi t’apre
se per caso è a conoscenza di qualcuno che sia morto
o lì per farlo o se quello in primis (pure in ottima salute)
non volesse già decidere la cassa.
Perché tanto “quella” arriva e non fa sconti,
e per lo meno allora la tua bara sia economica e curata,
di buon gusto, fatta a mano, da un esperto del settore.
Precariato
E non sai più cosa aspettarti
da questo borgo in mezzo alle montagne
dove la gente invecchia e non fa figli,
che si spopola. E tu che sei il becchino del paese
come tuo padre e il padre di tuo padre
(e che non vuoi, non puoi)
ti domandi come sarebbe meglio: che crepassero
in un solo colpo tutti per chiudere bottega,
oppure un po’ alla volta, goccia a goccia, per vivere di stenti,
ma nel contempo andare avanti, per resistere.
E sopravvivi in questa prospettiva di precario,
di chi lavora a termine, si attacca al calendario,
e quando senti un’ambulanza tremi e esulti assieme,
perché è così: oggi si mangia,
ma nel contempo non hai più un cliente,
è un nuovo scatto
che procede e porta al baratro, ti annienta.
VEDERTI NELLA WEB-cam mi fa bene,
so che stai dormendo e sei tranquillo
che non ti muovi, che non ti agiti nel sonno:
è stato un buon consiglio quello delle pompe funebri,
installarla nella bara per tenere salda la speranza
che la tua dipartenza possa avere un giorno
anche un ritorno,
che se ne possa essere certi, perché a sei piedi
sotto terra (a conti fatti) nessun telefonino prende
e dovevamo un po’ per forza allora noi propendere per altro.
Ode al Lexotan®
Forse li avremmo avuti per più tempo
i Dino Campana o gli altri con quei farmaci:
io ad esempio, previdente, per entrar già ora
nella gloria ho iniziato con 10 gocce al giorno
prima di coricarmi; e ho intenzione
di protrarre tutto questo fino a quando
non saranno conclamati i tempi di dosaggio cronico
o non sarò riuscito più a trovare
un medico ben disposto nel prescrivermene.
Vedi, pure il mio testo in questo modo si modifica,
ora è più lento, non fa male. Non mi assale nel protrarsi
della notte. Ora questo testo non mi sbrana.
[Porta portese]
24enne poeta. Davvero dotato,
1.80, bel fisico asciutto,
capelli neri, piacente, nuovissimo:
concedesi a case editrici purché facoltose
scopo pubblicazione e sollazzo
reciproco. No narrativa oppure pagamento.
No perditempo. Telefonare ore pasti al 376.415…
ASPETTO DAVANTI alla stazione di Bologna
un mio amico residente nel bresciano
e che non vedo ormai da tempo.
Non tutti i viaggiatori sanno che lì
c’è un orologio rotto: alcuni modificano
il proprio, mentre altri si rivolgono
agli addetti chiedendo spiegazioni,
lamentando il disservizio.
E per certuni quella lapide è patetica,
porta tristezza alla mattina presto a questi
che si recano al lavoro. Gradirebbero piuttosto
un cartellone che la sostituisca,
qualcosa d’esplosivo, una pubblicità di sconti
eccezionali, di prezzi bomba, qualcosa
Matteo Fantuzzi (Castel San Pietro Terme, Bolonia, 1979). Poeta y editor. Tiene publicado el volumen de poesía Kobarid (Raffaelli, 2008, 2011), con el que obtuvo los premios Camaiore Opera prima y Penne Opera prima. Es co-director de las secciones CreativeWriting y Anthologies en la revista Mosaici (St. Andrews University Scozia) y director de la colecciónde poesía contemporánea de Ladolfi Editore. Coordinador editorial de la revista Atelier, es colaborador además del diario La voce di Romagna, donde atiende una sección semanal dedicada a la poesía italiana contemporánea. Sus textos aparecen en revistas italianas y extranjeras, entre las que destacan Nuovi Argomenti, Il Verri, Yale Italian Poetry, Specchio, Versodove, Gradiva y La noria. Creador del sitio UniversoPoesia. Ha editado también La linea del Sillaro (Campanotto, 2006), sobre la poesía de la región de Emilia-Romaña, y La generazione entrante (Ladolfi Editore, 2011), una antología de poetas italianos nacidos en los años ochenta. Reside actualmente en Lugo di Romaña, provincia de Rávena.
* La Gazzetta dello Sport es el periódico dedicado al mundo del deporte más vendido en Italia. Posee una tirada de casi 500.000 ejemplares diarios, y se centra mayoritariamente en el fútbol. En cada partido otorga un voto a los jugadores, donde 10 es el máximo. Se edita en la ciudad de Milán.
** El bromazepam o lexotan es un fármaco tranquilizante. A dosis elevadas puede actuar como sedante e hipnótico
y provocar drogodependencia, por lo que la automedicación genera graves problemas de dependencia física y psicológica.
*** El Mercado Porta Portese es el más grande y popular de Roma.
**** http://es.wikipedia.org/wiki/Matanza_de_Bolonia