Por autores varios
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El planeta gira y su silencio.
3+1 poemas de AA.VV.
Beatriz Estrada Moreno*
La teoría de Sjögren
La casa se llenó de hormigas.
Fue la noche de la sequía y
las abundantes lagañas,
el día en que tu cuerpo se volvió contra ti.
Tú:
un dolor de músculos ardientes
y manos frías;
un país sin nombre
que busca colonizar el agua.
Hay en la frontera del mundo un bosque.
Una plaga de escarabajos ataca sus troncos
y todo funciona.
Solía escuchar de joven que
uno no ha abandonado nada.
La mayoría de lo que vemos
no existe.
Ese día mientras bañabas a tu madre
me reconocí en sus pliegues,
las grandes manchas en su cuello
formando continentes,
tierras extrañas.
Tú luchabas por una nueva conquista:
sorber con tu boca de niña
todo el líquido de sus pechos.
También el mar.
Lame los bordes del mundo
y queman.
La memoria del hambre.
Salivo.
Hay sabores más agradables con el miedo.
Un forastero me preguntó si aquí también
caen las hojas de los árboles;
como cuando un niño toma conciencia
que el planeta gira y su silencio
hace que las cosas germinen.
En nuestra órbita gravitan
pedazos de antiguos cohetes y satélites,
restos de nuestras exploraciones.
De eso se conforma la materia;
la luz que nos cubre es de estrellas muertas.
Nada está lo suficientemente húmedo.
Labramos la tierra sin poseerla
como el cuerpo.
A esta hora la última chispa
[de saliva]
y la gravedad
tira tus dientes como frutos.
Enséñame el arte de devorarnos.
*(Ciudad de México, 1985) Poeta, traductora y analista internacional.
Jorge Villanueva**
Canción de despedida
entonces cuando ya lo sé todo y aprendo a entender
cuando miro lo pequeño engrandecido
y puedo respirar esta masa combustible
sobre superficies flotantes: me llamas
entonces debo partir a enredarme en tus cabellos
comunicarme con tu ombligo chupando mi dedo meñique
escuchando tu paz
entonces debo irme a esa paz que escoges por moradas
a esos tibios silencios: a morar
y dejar que descansen mis pies
¿y mis pequeños montes donde habitan
aquellas flores abriendo la mañana sujetando el rocío
aquel espacio que hace resonancia a tu belleza
y pinta de colores tus besos y susurra sueños?
una flor despertando y abrazando el día
y queda aquel espacio inmóvil
con un silencio ajeno que sobrepone al mío
pequeños fragmentos se unen a otros
sosteniendo la vida y su humanidad
pequeños escalones suben y viajan a una velocidad infinita
sin materia
a reproducir almas
nacen las almas sobre vacíos y espermas
arrancando euforias y lamentos
Ha de ser el mundo deteniéndose un instante
reproduciendo prosodias en notas bajas y armónicas
alterando los cursos incombustibles de la existencia
**Ingeniero de alimentos.
Margarita Valladares***
Aguas mansas
Su paz suena a tormenta y el frío salado moja las puntas de tus pies.
Su eco murmura las normas de la casa. No hay ternura en su bienvenida.
Lentamente, vas caminando hacia el peligro.
Calladamente vas notando que no pisas suelo firme.
Escurridizamente, la arena se escapa bajo tus pies.
Temblorosamente sigues avanzando.
Te tambaleas, te enderezas, recibes golpes líquidos y violentos.
Sigues.
Te estremeces, pero las cumbres de espuma te están llamando.
Hundida en el rumor de la tormenta, una ola espumosa viene hacia ti.
Te amenaza.
Esquivas su violencia sumergiéndote bajo ella.
Su fuerza acaricia tu espalda y tu cabello.
Casi con dulzura.
Emerges satisfecha tras la espuma y crees poder lograrlo nuevamente.
Pero bajo las olas ordenadas se esconde lo que no quieres ver.
Viene otra ola.
Arco en la espalda.
Ingresas bajo ella.
Abajo te espera una corriente oculta.
Violenta.
Traicionera.
Tu cuerpo es de trapo. Eres una marioneta.
Caprichosa, una fuerza maneja los hilos atados a tus extremidades. Impotentes.
El mar iracundo te lanza y revuelca.
Hasta que se cansa de jugar contigo.
Y te escupe en la orilla.
Con asco.
Te incorporas torpe, humillada, de espaldas al peligro,
cabello arenoso y desordenado, rodillas moradas, brazos lijados por la arena.
Volteas a mirar las olas.
Su paz suena a tormenta y el frio salado moja las puntas de tus pies.
***Abogada
Omar Stuart****
01 de junio de 2019
A: Y.X
El vicio de fingir no verte
Este artificio para reemplazar tu cuerpo
Por ese espectro que cae de rodillas
Creer que es una ficción tu lengua de hormiga
Si ya arde en mi piel tu saliva
Engaña a mis sentidos
La distancia nula de tu ombligo
En el abismo de tus cabellos
Cae en mi clavícula expuesta
Su olor me sabe a acertijo
El miedo a penetrar tus costillas
Y rozar tu tejido cardiaco
Con mi estatua de sangre
Que quizá es un órgano
Que crece
Piensa
Goza
Y desliza sigiloso el placer
Por pedazos de carne desiguales
Mis deseos se yerguen como una columna de vapor
Que te atraviesa
Como un ente la pared
En suspenso
En silencio
En secreto
Siempre siendo otro para no delatarme
¿Será acaso una obligación olvidarte?
Ahora que descubriste la farsa
Y tienes a tus pies al impostor.
****Lima, 1976, Licenciado en Administración (USMP), con posgrado en dirección comercial (UPC).