Por: Mario Pera
Crédito de la foto: Izq. Gabriela Olivo de Alba/
Der. Librería Blanca Varela/FCE
El Fondo de Cultura Económica cumple 55 años en Lima
El reconocido Fondo de Cultura Económica (FCE) fue fundado en 1934 para desempeñar labores como grupo editorial en el mundo de habla hispana. Se creó en México y, desde sus inicios, es una institución sin fines de lucro que promueve y difunde la lectura. A lo largo de una intensa labor editorial con nada menos que 82 años, el FCE ha publicado más de diez mil títulos contribuyendo a la formación en diversas ramas de la ciencia y artes a varias generaciones de lectores hispanohablantes, basta mencionar que entre sus autores se encuentran publicados sesenta y cinco Premios Nobel de diferentes áreas. Actualmente cuenta con diez filiales en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Perú y Venezuela.
El FCE llegó al Perú en 1961 de la mano de la reconocida escritora Magda Portal, quien desarrolló las gestiones para que esta institución pudiera empezar a operar en nuestro país, y desde un inicio centró su labor en la modernización del mercado editorial peruano ofreciendo a los lectores una amplísima gama de publicaciones mexicanas y de otros países de la región. Un punto de interés, se centra en la participación de la poeta Blanca Varela en el FCE de la filial Lima. La poeta se hizo cargo de su administración logrando muy pronto la consolidación de la misma al desarrollar un trabajo conjunto de distribución comercial de obras y de difusión cultural dirigida al fomento, a la edición y a la publicación de obras en el Perú.
Este año, 2016, el Fondo de Cultura Económica cumple 55 años de labor ininterrumpida en nuestro país, y reafirma su compromiso con el mismo a través de la incorporando en su catálogo de varios jóvenes escritores nacionales con el objetivo de promover el conocimiento de su obra ya en un ámbito iberoamericano. En ese sentido, tuvimos ocasión de conversar con la actual directora del FCE, la diplomática y escritora mexicana Gabriela Olivo de Alba, quien nos comenta sobre el mercado editorial peruano, la participación del FCE en él y los nuevos proyectos trazados en su gestión.
Entrevista a la directora del FCE – Lima:
Gabriela Olivo de Alba
Mario Pera [MP]: Pensando un poco en la historia del FCE, ¿el primer país en que abrió una sede filial el FCE fue el Perú?
Gabriela Olivo de Alba [GOA]: No, la primera fue en Argentina, en 1945, y estuvo a cargo de Arnaldo Orfila, editor, académico, químico argentino, que años más tarde sería también Director General de FCE en México. A la filial de Argentina, siguió la apertura en Chile en 1954, seguida de la del Perú en 1961, con una librería establecida en la calle de Apurímac. Pero Magda Portal venía trabajando como representante del FCE desde finales de los años cincuenta.
La filial de España, abrió en 1963, la de Venezuela en 1974, la de Colombia en 1975, la de Estados Unidos en 1990, Brasil en 1991, Guatemala en 1995 y Ecuador, la más joven, en 2015.
[MP]: ¿Dicha filial fue parte de una política de expansión del FCE planificada en el mercado del libro hispanoamericano, o se trató netamente de un acto por gestión de la poeta Magda Portal?
[GOA]: Fue parte de una política de expansión, pero sobre todo de divulgación del pensamiento hispanoamericano y del pensamiento universal a través de una editorial hispanoamericana cuya casa matriz, se encuentra en México. No olvidemos que Fondo de Cultura Económica es una editorial auspiciada por el Estado mexicano, sin fines de lucro, cuya misión es la divulgación de la cultura y el conocimiento.
[MP]: En relación a la actuación de Magda Portal, si bien ella como sabemos fue la gestora de la instalación de la filial del FCE en Lima, ¿qué rol cumplió ella dentro del FCE, quizá en su desarrollo, captación de autores peruanos, labora administrativa, etc.?
[GOA]: La labor de Magda fue vital, pero es importante destacar aquí, que hubo una coincidencia de suma de voluntades y que en ello también fue relevante la convicción de algunos embajadores de México en Perú que respaldaron la iniciativa. Me refiero concretamente al Embajador Salvador Martínez de Alva, que llega a Perú en 1959, por cierto venía de la Venezuela de Pérez Jimenez y había apoyado a algunos disidentes para su exilio en México. Más adelante ―en 1961― cuando se abre la primera librería de FCE en Perú, el embajador José Luis Martínez Rodríguez, también escritor, respaldaría firmemente a Magda Portal.
[MP]: Y es posteriormente, que se elige a muy reconocida poeta Blanca Varela como directora del FCE, ¿qué significó la presencia de ella para el FCE? ¿Cuáles fueron los logros de su gestión quizá en la cimentación o difusión de la presencia del FCE en el Perú?
[GOA]: Creo fehacientemente que ha sido un privilegio para FCE contar con estas presencias femeninas, por una parte tan relevantes en el ámbito intelectual, y por otra con una capacidad de gestión tan dinámica. Con Blanca Varela se profundizó la relación con las universidades. Ella encontró el local de la casona en Berlín para albergar la librería que en su honor, lleva su nombre en los setentas. Creó en 1996 una colección, en formato muy sencillo, «Piedra de Sol». En esta fueron publicados, entre otros títulos, una antología de Jorge Eduardo Eielson, una de Alfonso Reyes, un libro de poesía de Manuel López Velarde, una antología de Luis Loayza y otra de Sor Juana Inés de la Cruz. En 1998 aparece, bajo su conducción, la colección «Encuentros», con un título dedicado al Encuentro Internacional de Peruanistas.
[MP]: Como vemos el rol femenino ha estado siempre presente en el FCE de Lima, ¿es coincidencia que las dos nuevas publicaciones para conmemorar los 55 años del Fondo en Lima sean de dos mujeres, Karina Pacheco y Victoria Guerrero?
[GOA]: Bueno, es sabido que pese al avance en temas de género, sigue habiendo un rezago en la visibilidad de la obra de las creadoras, en todas las disciplinas, no solamente en lo literario. Es por ello, por la pertinencia de los temas que abordan en sus respectivas obras y por la calidad de su escritura, que nos sentimos honrados como editorial, en publicar este año en que conmemoramos el 55 aniversario de la filial, a Karina Pacheco y a Victoria Guerrero. No se trata pues, simplemente, de «cubrir una cuota» de género.
[MP]: Un dato interesante es que, hasta hace relativamente poco tiempo, las librerías del FCE sólo vendían sus publicaciones; sin embargo, últimamente podemos encontrar a la venta también publicaciones de otras editoriales independientes peruanas. ¿A qué se debe esta nueva apertura? ¿Cómo se ha decidido a qué editoriales darles el espacio tan necesario por la escasa cantidad de librerías a nivel nacional?
[GOA]: Las librerías del FCE en Perú, han tenido desde hace tiempo publicaciones de otros fondos editoriales como la PUCP, la Universidad de Lima, incluso de la UNAM y otras editoriales mexicanas y de otros países. Pero en efecto, recientemente hemos tenido la oportunidad de distribuir también sellos editoriales independientes del Perú. Y es que nuestras librerías, son cada vez más ―al eso pretendemos― sitios de encuentro.
[MP]: En relación a ello, vemos que la librería más grande del FCE (en Esperanza-Miraflores) funciona hoy también como un importante centro de presentaciones de libros, charlas, lecturas de poesía y demás; es decir, casi cumpliendo el rol de un centro cultural dinámico. ¿Qué visión se tiene al respecto? ¿Se proyecta darle al FCE-Lima una tarea mucho más activa quizá ya directamente como centro cultural al servicio de los lectores, además de seguir funcionando como una librería?
[GOA]: Continuaremos con la programación de talleres y actividades diversas. Promoviendo, también a través de los talleres, la participación de autores peruanos en varios de los concursos a los que convoca nuestra Casa Matriz: Ensayo para jóvenes, Premio Hispanoamericano de poesía para niños, A la orilla del Viento, y los relativos a temas científicos, específicamente el concurso en diferentes categorías para que los jóvenes analicen y comenten los libros de la colección «La ciencia para todos». La colección «A la orilla del viento», destinada a lectores infantiles, cumple 25 años y «La ciencia para todos» celebra este 2016 su 30 aniversario.
[MP]: Por lo general, en el modelo editorial peruano hay dos caminos para los autores, o apuestan por una editorial independiente quizá sin mucha llegada al público pero de alguna manera muy comprometida con el autor, o el intentar publicar en alguna de las pocas editoriales grandes del medio que manejan a varios autores, pero quizá casi como catálogo. En torno a ello, ¿cómo trabaja el FCE como editora con los autores para seleccionarlos? ¿Se maneja alguna política de captar a jóvenes escritores para darles el apoyo, o la apuesta es por quienes vienen con una carrera semi consolidada o ya consolidada?
[GOA]: FCE cuenta con un comité editorial que considera tanto la pertinencia local, como la relevancia que las obras y sus autores pueden tener en la región. Esto se inscribe, desde la perspectiva de las tradiciones literarias y la lectura contemporánea que las nuevas generaciones hacen de la misma, así como de lo que podríamos considerar sus aportaciones inéditas. Es decir, como filial nos norma la visión institucional de la editorial: continuar «contribuyendo a consolidar la identidad de la región y a integrar una agenda pública, cultural y científica iberoamericana con un amplio sentido social y para todas las edades».
[MP]: Cambiando el tema, al celebrar estos 55 años el FCE quiere estar más presente. Por ejemplo, en su vínculo con municipalidades y bibliotecas públicas del país. ¿Qué tipo de vínculo pretende desarrollar el FCE con estás? ¿Dicha relación sólo se reafirmaría a través de libros de texto o piensan en lo literario, además, como otro punto de apoyo?
[GOA]: Estamos trabajando de la mano con bibliotecas que deben cumplir la Meta 27 decretada por el Ministerio de Cultura, hasta ahora con la Biblioteca de Los Olivos, y con la de San Isidro. FCE no publica libros de texto escolar. Es a través de nuestras diversas colecciones ―en distintas disciplinas― que nos hacemos presente.
[MP]: En su opinión, ¿cómo se puede acercar a los jóvenes ahora tan expuestos a los contenidos virtuales y audiovisuales al libro físico, en un país en el que se dice que casi nadie lee y pocos comprenden lo que leen?
[GOA]: Las jóvenes generaciones tienen hábitos lectores distintos. Leen fragmentariamente y en otros soportes, no necesariamente con un libro impreso. No hay una sola estrategia para lograr que la lectura y los libros los seduzcan. Una de ellas es el fomento a la lectura desde edades tempranas. No solamente en el colegio sino en otros espacios, de tal suerte que los niños no asocien la lectura con una tarea obligada. Lo mismo ocurre con los jóvenes que leen aquello que otros jóvenes ―con los que se identifican― les recomiendan. En este terreno los booktubers, pueden ser aliados, pero también los profesores que aprecian la lectura, forman lectores inteligentes. En nuestra librería de Esperanza, en los talleres que programamos, hay una línea de acción dedicada a ello.
[MP]: Sabemos que el FCE planea implementar proyectos de fomento a la lectura en distritos de Lima norte y en Trujillo. ¿En qué consisten dichos proyectos? ¿Qué tan importante es la expansión del FCE en las provincias de nuestro país?
[GOA]: Además de la asesoría y dotación a bibliotecas públicas, ya estamos presentes en planes lectores un colegio en Trujillo y algunos de Lima Norte. También estamos distribuyendo en Arequipa, Cusco, Ayacucho y asistimos a las ferias. La más próxima es una local en Arequipa, seguida de otra en Puno.
[MP]: Para finalizar, ¿qué novedades editoriales vienen del FCE en literatura u otros ámbitos para estos años?
[GOA]: En la FIL-LIMA se presentará En un mundo de abdicaciones de Victoria Guerrero y Estrella Solitaria, novela de Jerónimo Pimentel. Para La voluntad del Molle de Karina Pacheco, haremos un conversatorio. En el segundo semestre un estudio de Efraín Kristal sobre la obra de Vargas Llosa y otro estudio sobre arte andino virreinal peruano, de Gabriela Siracusano, una investigadora argentina que trabaja ―en alianza con investigadores científicos y tecnología de punta― en el análisis material y el sentido simbólico del color.