Por Laura Villar Gómez*
Crédito de la foto Javier Villar
El abrazo de la sombra.
7 poemas de Laura Villar Gómez
EL SOL ha salido
en esta tarde
pero aquí ahora
la noche sigue siendo oscura
te miro
y el abismo me devuelve el grito ahogado
de mis ojos vacíos
y es que afuera la noche
sigue siendo oscura
ESTA CARNE no me sobrevivirá. se pudrirá conmigo. será tierra, y luego viento. será más libre que todo lo que contuvo un día
***
me desnudo ante el espejo. toco con las puntas de los dedos la piel fría. tengo límites y orillas. pero seré eterna mientras me piense, porque estaré siendo todavía
***
esta carne no me sobrevivirá, pero es mi casa mientras yo exista. y existiré siempre, mientras este cuerpo me construya
***
cuando este cuerpo sea tierra y luego viento, no me busquéis ya por parte alguna. ya no existirá esta que veis, será ya siempre ceniza
EL SOL rompía la avenida
un único rayo
se vertía por la calle ascendente
abierta al mar
a sendos lados
los edificios dormían
en el abrazo de la sombra
decías que también
habría lluvia
en este lugar
que también las luces del amanecer
se encogerían como gatos salvajes
en las sombras de los árboles
decías que también aquí
todo
pero nada queda
en este lugar
LAS VENTANAS abiertas recogen
los restos del paisaje en sus recodos
el sol calienta los cristales fríos
los edificios se yerguen afuera
como queriendo entorpecer
el tránsito del rayo que atraviesa
la habitación
observo cómo las baldosas se estremecen
como insectos diminutos
las motas de polvo se acunan
en un rayo de luz
ASÍ MI CUERPO
la desnudez
así mis manos
el abrazo
así mis días
esta luz
así mi rostro
las orillas
así mis recuerdos
el camino
así mi piel
el tacto
así este yo
desde mi canto
PIENSO ESTE LUGAR sigue siendo hostil
mientras miro desplomarse un rayo de sol
por la ventana abierta
mientras miro la superficie de tu espalda
que tiene algo de superficie de los barcos cuando llueve
más allá de esta habitación
el mundo se desborda en un abismo
inmenso
de escenas tan hostiles
como la carne fría de mi piel contra la tuya
EL DÍA DE MAÑANA vendrá
exactamente a la misma hora de hoy
quizás unos minutos de diferencia
es extraño porque cuántas noches me he quedado
despierta mirando las ventanas en la noche
pensando en los colores del sol y en sus rayos
mortecinos del despertar
cuantas noches despierta creyendo que el sol
no saldría porque cuántas horas llevaba
ya despierta y el sol sin salir todavía
la noche infinita en su cielo clavada en su cielo
como un telón oscuro sin final
cómo puede durar siempre la noche lo mismo
y su tiempo
cómo puede durar la noche lo mismo todas las noches
y parecer que no
que cada día se desliza en una noche distinta
en un sueño de diferentes duraciones
y es extraño porque cuántas noches deseando
desde mi cama infantil –el rostro suave-
que saliera el sol
y que la luz me llevara consigo a su rincón de calma
deseando una noche corta y breve como un latido
para que ahora yo -la misma carne-
se pregunte por qué ya no son larguísimas
-eternas-
todas las noches
todas las noches como esta
*(Santiago de Compostela-España, 1992). Estudió Lengua y Literatura castellanas en la Universidad de Santiago de Compostela (España) y, actualmente, cursa el Máster en Estudos da Literatura e da Cultura en la misma Universidad. Ha coordinado diversos proyectos relacionados con la poesía joven, especialmente, con la poesía joven gallega, como los ciclos de recitales Poesía de bar, así como la revista Paradisso. Ha colaborado con medios como Quimera y Clarín. Escribe en la revista Ocultalit, y en la plataforma Liberoamérica.