Vallejo & Co. reproduce la presente nota del escritor y crítico español Manuel Rico sobre el trabajo de los escritores contemporáneos através del uso de los medios actuales de comunicación virtual, en especial, de los blogs. Este texto fue presentado originalmente en Al Margen, blog personal de Manuel Rico. Cortesía blog: www.manuelrico.blogspot.com
Por: Manuel Rico
Crédito de la foto: www.culturabisagra.wordpress.com
Dos dedicatorias de un poeta amigo
Juan Carlos Mestre, el amigo y el hermano. Creo que nos conocemos desde principios de los noventa, gracias a los buenos oficios de Diego Jesús Jiménez, que nos hizo coincidir en alguna de las sesiones de la Semana Poética de Cuenca. Juan Carlos Mestre es poeta enorme a cuyos versos, con una maestría y una sensibilidad de alto voltaje (como él suele decir), ha puesto música otro buen amigo, Amancio Prada. Hace un par de años recibí la nueva edición de su libro Antífona de otoño en el valle del Bierzo, edición de Calambur hermosa donde las haya en la que se incluye un CD-Rom con parte de los poemas musicados por Amancio. Lo había leído mucho tiempo atrás, cuando lo publicó Adonais (obtuvo el premio del mismo nombre en 1985) y guardaba un recuerdo muy vivo de alguno de sus poemas. Sin embargo, cuando volví a ellos en la magnífica edición de Calambur, los viví con mayor emoción que en la primera lectura. Y cuando escuché el CD, juro que experimenté la sensación propia de quien sabe que está ante una obra que nos habla del origen, de las fuerzas telúricas que dan sentido a la vida y en las que beben las emociones, de todas las infancias, de una naturaleza sabia viviendo los olores, los sabores, los colores, la luz del otoño en un lugar que tardaría años en conocer: el valle del Bierzo, ese híbrido de paisajes gallegos, leoneses y asturianos. Recuerdo, de manera muy especial, los versos que siguen:
En esa «amistad a lo largo», que diría Gil de Biedma (santo alejado de sus devociones), nunca han faltado sus libros dedicados. Llegan, como pájaros de amistad, a casa, los abro con la seguridad de encontrarme con sus poemas y, casi siempre, me tengo que detener durante un buen rato ante las páginas de guarda, que Juan Carlos convierte, como artista plástico que es además de poeta, en cuadros-dedicatorias. Son pequeñas obras gráficas que nunca serán expuestas. Por eso, porque lo creo de justicia y porque somos amigos, hoy quiero compartirlas con los lectores de «Al margen». La primera dedicatoria procede del libro-antología titulado Las estrellas para quien las trabaja. Dice así: «Para Esperanza y Manolo Rico, con el fervor de siempre». Pero el texto aislado queda huérfano. Arriba, al pie del fragmento de poema que he evocado, podéis contemplarla.
Sé que en el portal de Juan Carlos hay mucha más obra plástica. Y de más calidad, seguramente. Pero estas dos dedicatorias que, gracias a la magia de las nuevas tecnologías, he podido escanear para trasladarlas a este blog y para, una vez impresas a todo color, enmarcarlas para que ocupen un lugar en mi refugio del valle (no de Bierzo, sino del Lozoya: también tendrá su canto otoñal aunque no sea tuyo, te lo prometo, Juan Carlos). Estas dedicatorias llevan parcelas de la vida de ambos (mejor dicho, de los tres, también de Esperanza): son una zona de intersección entre dos experiencias vitales y artísticas. Gracias, Juan Carlos. Espero no herirte con poner en la blogosfera tan hermosas muestras del arte de dedicar.
Hubiera deseado insertar un enlace con el poema Antífona musicado por Amancio Prada para que quienes no lo conozcan lo vivan y lo gocen. Sin embargo, no doy con la fórmula, no sé cómo hacerlo. ¡Si alguien de entre quienes leen estas líneas lo sabe, que me aconseje o instruya con su comentario!. Se lo agradeceré infinitamente.