Entre otros libros, la escritora Victoria Guerrero Peirano publicó hace unos años dos libros muy interesantes Documentos de Barbarie. Poesía 2002-2012 (2013) ―volumen que reúne tres libros publicados por separado con anterioridad, constituyendo, a partir de ahora lo que podríamos considerar una trilogía compuesta por: Ya nadie incendia el mundo (2005) & El mar ese oscuro porvenir (2002), Berlín (2011) y Cuadernos de quimioterapia. Contra la poesía (2012)―; así como la novela Un Golpe de Dados (novelita sentimental pequeño burguesa) (2015) uno de los primeros trajines de la poeta en el ámbito de la narrativa. Acaba de publicar por el Fondo de Cultura Económica el poemario En un mundo de abdicaciones (2016). Vallejo & Company comparte una interesante entrevista de Gilbert Ndi Shang con la poeta.
Por: Gilbert Ndi Shang*
Crédito de la foto: (Izq.) www.cultura.gob.pe /
(Der.) www.bayreuthacademyexhibition.files.wordpress.com
«Creo que lo que cambió considerablemente mi poesía
fue mi estancia fuera del país, en Estados Unidos»,
entrevista con Victoria Guerrero Peirano**
Gilbert Ndi Shang [GNS]: Gracias por aceptar mi solicitud de entrevista. He leído sus obras con un gran interés, tanto por su estilo como por los asuntos que evocan. Me doy cuenta de que su escritura está marcada por una visión existencialista de la vida y un lenguaje fundamentalmente radical. ¿Cómo puede usted explicar estas tendencias en su imaginario?
Victoria Guerrero Peirano [VGP]: Como escritora he pasado por periodos. Empecé en mi juventud con una escritura más precisa, de un lenguaje más exacto, una escritura más contenida de alguna manera. Creo que lo que cambió considerablemente mi poesía fue mi estancia fuera del país, en Estados Unidos. Esto me ayudó a mirar a mi país y mi situación desde otros puntos de vista. Creo que allí surgió todo este proyecto de casi cuatro libros, compilado en Documentos de Barbarie, desde 2002 y adelante.
Escribí desde mi situación de mujer inmigrante, mujer de la periferia en el centro. También fui influida por mis años de adolescencia, los años de violencia de mi juventud, un periodo marcado por la violencia política. Allí nace este tipo de lenguaje que consideras como fuerte.
[GNS]: El título de tu trilogía parece una alusión a Walter Benjamín, quien dice que “cada documento de cultura es también un testigo de barbarie”. ¿Hay una alusión o coincidencia con esta figura emblemática de la crítica de la violencia del siglo XX?
[VGP]: Creo que Benjamin es como una sombra que articula la motivación de reunir mis libros publicados desde el 2002, un momento en que intento encontrarle sentido a experiencias tanto personales, sociales y literarias, pero ya no centradas en la individualidad sino en el sentir de sujetos históricos. Quería plantear una reflexión sobre momentos bastante álgidos de nuestra construcción como nación. La cultura como testigo de ese momento, pero que justamente está marcada por esa violencia en el uso del fragmento y un lenguaje poético impuro, poco lírico.
[GNS]: Cuando leí sus poemas, sentía de su parte una intención casi sistemática de quebrar el lenguaje, ir en contra de la reglas de la lengua para marcar experiencias extraordinarias de la periferia.
[VGP]: De algún modo. Si entendemos que el centro es el Occidente, nosotros, la periferia, hemos vivido y sobrevivido a más contextos difíciles que el centro. Entonces, tenemos como un plus que nos diferencia un poco de estos centros del poder. Además, conocemos en la media que vivimos en la periferia más de ellos que ellos de sí mismos, mientras tanto ellos casi no conocen de nosotros o su ámbito es muy especializado. Estas experiencias son como una materia prima para mi escritura. Esto me ayudó mucho, pero es también muy traumático.
La relación con la lengua inglesa en los Estados Unidos influyó también mi manera de escribir. La lengua inglesa es muy distinta, muy directa. Al contrario, en español para pedir una copa de vino, por ejemplo, haces un motón de vueltas. Admiro este lenguaje directo. Claro que el español es muy interesante para la literatura, mas en la vida real estas veladuras sirven para esconder el racismo, clasicismo, etc. Es por eso que mi poesía tiene que quebrar el lenguaje para expresar experiencias y contextos muy difíciles.
[GNS]: El Perú es un país de muchas razas y clases. Es un país de la periferia pero al mismo tiempo tiene su centro, su Occidente. ¿A qué refieren estos términos en un contexto tan complejo?
[VGP]: Como te has dado cuenta después de sólo algunas semanas aquí, somos un país poscolonial, Lima es un centro. Lima fue una periferia muy importante del imperio, era un virreinato, un centro de poder político. Las instituciones están contaminadas por estas redes de relaciones de poder profundamente verticales. Entonces, quería mostrar todo eso en mi escritura, porque son formas que amarran también la violencia, la violencia social y cotidiana más allá de la violencia política, estos enfrentamientos que devienen en este momento anacrónico e ideológico. .
[GNS]: Me di cuenta de esta vertiente atávica en su poesía: el cuerpo, el aire, la carne, el agua. Es como si quisieras renombrar las cosas o crear de nuevo.
[VGP]: Bueno, qué interesante lo que me comentas. De una manera hay dos dimensiones en que entiendo el cuerpo en mi poesía. Primero intentaba construir una poética a través del cuerpo, además una voz femenina. En el Perú existen muchas cuestiones en debate dentro de la crítica: si existe una voz femenina, si la poesía puede ser de mujeres, etc. Es esto lo que trato de reinterpretar en mi poética, esta voz a través de un cuerpo sacrificial, en todo el texto. Por otro lado, como lo dice, el cuerpo que viene a convertirse en la carne con su objetivación, cosificación y desacralización. El cuerpo nace como espacio sagrado pero todos los poderes, las demandas los saberes de los médicos, todo tipo de poderes pueden ocultar el cuerpo. La biopolítica, la necro-política lo deshumanizan y convierten en una cifra, en un número. En este proceso de deshumanización, he elegido como un punto bastante fuerte la enfermedad, metáfora del poder desde la ciencia, la ciencia que quiere objetivar algo que siempre, que pretende estar más allá de la ideología.
[GNS]: Hay muchas influencias académicas en su poesía. Por ejemplo, las diferentes objetivaciones del cuerpo han sido tratadas a muchos niveles en la crítica. Leyendo su poesía estaba pensando en las ideas planteadas por Julia Kristeva en “El poder del Horror”, donde ella habla del cuerpo abyecto y eso se ve en bastantes instantes en sus obras. ¿Cómo hubiera sido su poesía si no fuera académica?
[VGP]: Creo que las lecturas de teoría, la lectura de ciertas escritoras feministas, sobre todo las francesas, me han influenciado porque me interesa sus pensamientos. Por seguro que si yo no estuviera en la academia, no hubiera tenido acceso a esas lecturas. Mi poesía hubiera sido de repente una poesía más de experiencias de vida, supongo. Creo que la carga de todas estas lecturas teóricas me da una visión amplia de la mujer como sujeto subalterno. Me cuestiono sobre qué sucede si te mutilan una parte del cuerpo, qué te define como mujer físicamente. Eso puede redefinir la política, las relaciones sociales, intelectuales, amorosas etc.
[GNS]: Su infancia, su niñez, sus experiencias familiares, tienen una incidencia muy fuerte en su poesía. Es como si, su biografía literaria (como dice Samuel Coleridge) fuera esparcida sobre sus textos en pequeños pedazos.
[VGP]: Hay momentos de mi experiencia pero de forma contaminada. He contaminado mi poesía con una parte íntima, confesional de mi vida privada. He tomado lo que pertenece a mi vida y lo he hecho literario. De otro lado, he hecho de la literatura una parte de mi vida también.
[GNS]: Usted tiene una tendencia a utilizar un conglomerado de formas en el mismo poema: hay citas, versos escritos en diagonal, en cursivas, la disposiciones inesperadas de los poemas en las páginas, entonces, múltiples niveles de interpretación, que me hace pensar una vez más en Walter Benjamín con sus filosofía compleja de la citación y del fragmento en la escritura.
[VGP]: La relación que establezco con estas citas no son tan conscientes, son una especie de automatismo lógico. Otras personas que han leído los libros pueden encontrar y leer en varios niveles. Los que no saben su origen igual pueden ingresar en los textos. Como te decía antes, cuando leo obras de otros escritores hay cosas que ellos y ellas han dicho mejor que yo. Me apropio de eso. Es como una genealogía, lo que leo es lo que me interesa, lo que cito es lo que me interesa, lo que me ha construido como escritora. No cito otras cosas que no me interesan.
[GNS]: Su poesía es a un nivel una poesía de posicionamiento como mujer. Sin embargo, según una crítica como Spivak en “Can the Subaltern Speak”, representar al otro es un gran desafío. Ella plantea que es casi imposible representar al otro sin ocultarlo al fin. ¿Qué tipo de lenguaje vamos utilizar, cómo vamos representar al otro sin todavía perpetuar la misma (mal) apropiación de su palabra, a veces para nuestros propios intereses?
[VGP]: Es inevitable hablar del otro, o hablar desde el otro. Siento que hablo desde un yo que quizá se puede identificar con muchos otros sujetos, no solo mujeres, quizás otros subalternos. Todavía soy consciente de que escribo desde una posición de clase. Soy un tipo de mujer, si quieres, de la pequeña burguesía intelectual de Lima, de la clase media. No estoy en un lugar de triple subalternidad como la mayoría de los sujetos peruanos. Entonces, no aspiro a esta representación. También soy consciente de que la escritura poética es un espacio muy estrecho en este sentido, limitado a algunas esferas de la academia, espacios lejos del alcance de la gente común.
[GNS]: El Perú es un país con una gran tradición literaria. Y como intelectual ha leído bastante en el mundo de la crítica y de la literatura. ¿Qué escritores le han influido de manera particular?
[VGP]: Hablando de los escritores, hay una escritora peruana, que se llama Carmen Ollé, quien escribió un famoso libro de poesía titulado Noches de Adrenalina sobre su experiencia en París. Es una mujer intelectual y esposa de Enrique Verástegui, un escritor afroperuano, poeta de los 70. La escritura de Carmen Ollé es muy inquietante. Otro escritor de los años 70 que me interesa se llama Juan Ramírez Ruiz, quien formó parte del movimiento Hora Zero. Hace una escritura más vivencial, de la calle. Me gustan también escrituras más melancólicas.
El expresionismo alemán, su vertiente oscura y negra. Y luego muchas poetas norteamericanas, como Emily Dickinson, Sylvia Plath. Y los franceses. Soy un poco ecléctica. Uno que me encanta y que siempre vuelvo a leer es Apollinaire, tiene muchos poemas sobre la guerra. Me gustan las escrituras de la vanguardia, con sus experimentaciones, experiencias críticas y rupturas. Me gusta esta tentativa de construir una reflexión alrededor de la poética a través de los manifiestos.
En el Perú, Cesar Vallejo es un escritor fundamental, increíble, está siempre presente, un poeta casi totémico. Luego, las lecturas teoréticas de las feministas francesas. Ellas han sido criticadas, pero a mí me gustan no los resultados de la teoría, sino la apropiación utópica de sus ideas, las posibilidades, la potencialidad de estas teorías que no se crean desde una visión cientificista.
[GNS]: Estas influencias revelan de alguna manera su concepción kafkiana del libro, cuando dice en una carta “Creo que debemos solamente leer este tipo de libros que nos heredan y nos matan. Si el libro que estamos leyendo no nos despierta como un golpe en el frente, porque leerlo”. Ha citado a Bernado Soares en la página 67 de Documentos de Barbarie 1 – “Para crear me he destruido”. ¿No ha sido, de alguna manera su intención golpear con sus poemas y con Un Golpe de Dados de tal manera vuelve a ser una actividad peligrosa para la escritora y para el lector o lectora?
[VGP]: Qué interesante eso que planteas. Kafka de todas maneras era un guía en esta prosa. El castillo como alegoría de una sociedad en paranoia me fascinaba. Sí, es verdad, siempre he querido golpear, hacer un KO con mi escritura, pero también es verdad que esa fuerza puede volver como un boomerang hacia el propio escritor. Ha sido una escritura difícil por los temas y la rememoración, sobre todo. Y esa cita de Kafka la comparto en su totalidad. Un libro me debe golpear para que no se me caiga de las manos. Evidentemente, hay muchas formas de golpear, incluso un susurro puede ser más inquietante que cualquier grito.
[GNS]: Vamos hablar una vez más de su concepción de la escritura, Escribe también para comprenderse mejor, y su relación con la vida. ¿Sus poemas están marcados de esta intersubjetividad (que abarca hasta los animales) y reflexividad?
[VGP]: Me atrapó la idea de poder encontrar en los animales interlocutores que son una suerte de alter egos, de personajes que me hubiera gustado ser. Una perra comunista o un gato afrancesado tienen también una parte de mí en ellos. No sé si escribo para “comprenderme” mejor. No lo creo. Más bien, pienso que escribo porque me interesa plasmar una estética y una política que puedan reflejar formas de resistencia y acción desde el propio campo de lo literario.
[GNS]: Ha publicado su primera novela, Un Golpe de Dados en este año. ¿Qué vamos a esperar de Victoria como escritora? ¿Ha cambiado de gusto?
[VGP]: Yo siempre estoy escribiendo poesía. Tengo un proyecto. No soy una escritora que escribe todos los días, hay días en que no escribo. Pero también tengo un proyecto de escritura en prosa. El problema de los géneros literarios no me inquieta mucho porque trato también de cuestionar estas fronteras. Por ejemplo, no sé cómo llamar el texto Un Golpe de Dados. Es también un homenaje a todas mis lecturas, está lleno de citaciones, tanto de los novelistas clásicos como Kafka, Dostoievski. Es como un pensamiento guía para mí. Y las poetas rusas, como Ajmátova, Tsvietáieva que son como dramáticas. Me interesa su vida también, me interesa que hayan vivido en otro lado, la Unión Soviética que de repente para mí son más exóticas, me seduce su escritura y el contraste de mucha literatura rusa que se mueve entre la frugalidad de la vida y el derroche de los grandes salones en San Petersburgo, Moscú o París.
[GNS]: Muchísimas gracias por su tiempo y por compartir estas ideas tan interesantes.
[VGP]: Gracias también.