La presente muestra de poemas fue publicada, originalmente, en el ebook bilingüe Inventar la felicidad. Muestra de poesía brasileña reciente (2016) con selección y notas de los poetas Tarso de Melo y Fabrício Marques y publicada por Vallejo & Co.
Por Renan Nuernberger*
Traducción del portugués al español por el autor
Selección y curaduría por Tarso de Melo y Fabrício Marques
Texto por Tarso de Melo
Crédito de la foto ©Carolina Serra Azul
Conquistar la noche.
5 poemas de Renan Nuernberger
Sobre la poesía de Renan Nuernberger
“la ingeniería es el mal/ necesario a quien/ piensa el poema y (se)/ acaba por crearlo”,— sería justo, quizás, decir que Renan Nuernberger se inserta en un linaje de poetas cuyos versos emulan la exposición de raciocinios (o raciocinan, sin adherirse a sus “objetos”), conduciendo al lector a través de un laberinto de ideas que se ponen a prueba, se confrontan, pero que parecen estar siempre más o menos bajo control —del autor, sí, pero también del lector. Pero hay, sin embargo, muchos enlaces que se deshacen, y de un verso a otro, se impone una sensualidad que propaga grietas en la cara pe(n)sada de algunos poemas —“desamarra el frágil/ orden/ del mundo”. Y parece que es precisamente a partir de ahí, de un corazón seguro de sí mismo —o de “la luz que emana, tan carnal, de la Luna”—, que los versos Renan se ponen en marcha, como el pájaro de vuelo siempre inédito a que nos presenta.
Poemas
Vuelo
¿si un pájaro naciera (súbito) en el cielo,
su vuelo, entonces, sería
inédito? ¿o sería la acción mimética
de todo lo que es ala
, apenas? ¿alguno
cambio anatómico que implicara,
en ciencia, otra clase? ¿un milagro?
o una réplica de lo que ya existe
en lo que llamamos pájaro?
¿y si un ala, autónoma, desprendida de
un cuerpo-pájaro,
contuviera en acto (músculo)
un vuelo de mecánica clara, con todo
lo que posee de exacto
y garbo en su danza sinuosa? ¿sería una
novedad? ¿o sólo un prototipo,
copia imperfecta, de lo
que llamamos ala, naturaleza?
¿y si ese vuelo, solo, se hiciera
puro gesto
(módulo) de viento? ¿sería, así,
algo raro o, en su
forma invisible,
una cosa cualquiera, cotidiana?
¿un misterio transparente entre
nubes o, quien sabe, un vacío,
tan obvio, bajo el Sol?
¿y si el vuelo fuera su opuesto? un anti-
vuelo, parado en pleno
aire? ¿sería, por fin, (nítido) un
asombro, confundido con un eclipse o
con un ufo? ¿negaría
las leyes físicas, ser concreto? ¿o
sería lo que llamamos helicóptero?
¿y si fuera, únicamente, la idea vuelo –
sin (máquina) gesto alguno, sueño
de icaro? ¿sería, ahora,
materia de poesía para el siglo XXI?
o pastiche, frame
a frame, de una imagen datada? ¿que
atributo tendría este, si posible,
verso lívido, que brotara, original?
Las cosas claras
para Vinicius Marques Pastorelli
1.
suponga un vaso de agua
en una sala repleta de luz.
sobre el plano de una mesa
el vaso translúcido actúa
sudando tranquilo
suya mancha en la madera
de teca opaca. los bichos
cavando allá afuera. ventanas
enormes que ocupan casi
toda la extensión de las
paredes de la sala. el Sol
emanando sus rayos
al pulmón de vidrio
en que estoy adentro
– escribo a prueba de balas.
2.
la mar egeo no se yergue
(nunca después navegado)
en el abismo de esta mañana.
escribo. mastico algunos
trozos de fruta (suponga
ser pera o maqui).
poema: los bichos cavando.
la ingeniería es el mal
necesario a quien
piensa el poema y
(se) acaba por crearlo,
máquina de emocionar.
el vaso de agua, las frutas,
la madera de teca, el iMac, el .doc
– todas las cosas bien claras.
Elegía a la tarde
antes del anochecer
ulterior la tarde
muere despacio
el cielo iluminado
no importa en el
claustro
vislumbrarlo no
ilustró el escuro
hueco (última
medula – tumulto
del ser).
*
antes del anochecer
ulterior la tarde
desteje la mañana
no hay gallos
ahora no hay
flores, sólo el dedo
único inefable
que (penélope pétreo)
desamarra el frágil
orden
del mundo.
Oración (sagrado corazón de todos)
acepte en su cuerpo, si el día cesar,
la noche
en secreto: pelos de punta,
ventanas abiertas, un vaso de gin,
bonísimos besos, risadas en el cuarto
piso entre amigos, sereno y llovizna,
el caos de las calles
– ir-re-gu-la-res –,
rumores de la mar, un cigarro, easy
listening,
el bulto elegante de un gato,
sombras. mantenga
consigo
álbumes viejos, cintas k7 (escuche su voz
en mil novecientos
ochenta y seis), sea monkeys
todavía embalados (la vida prensada
a precios módicos),
palabras de amor, ¡feliz cumpleaños!, diplomas,
medallas – perros ladran allá afuera –
después los rechace. procure otros cantos
(terror, euforia) del mundo
en conflicto: toda tristeza, comida
podrida, una mala hierba
que enfrenta
la muerte,
incendios, desiertos, causas perdidas
– el engaño de un verso sin relleno
(pero armónico?), espejos y ecos –
, un golpe de aire, cicuta, botinas,
comandos de caza, delitos prescritos.
encarne, por fin,
con sus
pensamientos, a cada segundo, el papel
necesario (una flor, un zapato, un hombre
con barba, el verbo escupir,
una onza, un poema) y, sí, acérquese,
si fuere agradable
– acaso no muerdo… –,
y sea, por todos, contra todos los males,
como un corazón
, seguro de sí,
latiendo, latiendo.
Signo luna
para Carolina Serra Azul
intentaremos, de nuevo,
conquistar la noche
en su plasticidad
única (en lo que se refiere
al gozo
y a la remisión
al gozo) por la luz que
emana, tan carnal, de la Luna
– entendida, por nosotros, como
cosa en sí
nunca reducida
al satélite (
mucho menos a la imagen)
que es, así sospecho,
y, de punta a punta,
nos circunda
pero la Luna,
su ser concreto, como
signo (en todo lo
que concentra y estructura
) de nuestro amor abierto
– en absoluto
———————————————————————————————–
(poemas en su idioma original, portugués)
Arrematar a noite.
5 poemas do Renan Nuernberger
Sobre a poesia de Renan Nuernberger
“a engenharia é o mal/ necessário a quem/ pensa o poema e se/ esgota ao pensar(-se)”— seria justo, talvez, dizer que Renan Nuernberger se insere numa linhagem de poetas cujos versos emulam a exposição de raciocínios (ou raciocinam, sem aderir, sobre seus “objetos”), conduzindo o leitor por um labirinto de ideias que são testadas, confrontadas, mas que sempre aparentam estar mais ou menos sob controle —do autor, sim, mas também do leitor. Mas há, entretanto, muitos elos que se desfazem e, de um verso a outro, impõe-se uma sensualidade que espalha frestas na face pe(n)sada de alguns poemas —“desamarra o frágil/ arranjo/ do mundo”. E parece que é justamente a partir daí, de um coração seguro de si —ou da “luz que emana, tão carnal, da Lua”—, que os versos de Renan se lançam, como aquele pássaro de voo sempre inédito a que nos apresenta.
Poemas
Voo
se um pássaro nascesse (súbito) no céu,
seu voo, então, seria
inédito? ou seria a ação mimética
de tudo quanto é asa
, apenas? nenhuma
mudança anatômica que gerasse,
em ciência, outra classe? um milagre?
ou uma réplica do que já existe
naquilo que chamamos pássaro?
e se uma asa, autônoma, desprendida do
corpo-pássaro,
formatasse em ato (músculo)
um voo de mecânica clara, com tudo
o que há de exato
e belo em sua dança sinuosa? seria uma
novidade? ou somente um protótipo,
cópia imperfeita, daquilo
que chamamos asa na natureza?
e se esse voo, sozinho, se fizesse
puro gesto
(módulo) de vento? seria, assim,
algo raro ou, em sua
invisível forma,
uma coisa qualquer, cotidiana?
um mistério transparente entre
nuvens ou, quem sabe, um vácuo,
tão óbvio, sob a luz do Sol?
e se o voo fosse seu avesso? um anti-
voo, parado em pleno
ar? seria, enfim, (nítido) um
assombro, confundido com um eclipse ou
com um ovni? negaria
as leis da física, ser concreto? ou
seria o que chamamos de helicóptero?
e se fosse, tão somente, a ideia voo –
sem (máquina) gesto algum, sonho
de ícaro? seria, agora,
matéria de poesia para o século XXI?
ou pastiche, frame
a frame, de uma imagem datada? que
atributo haveria nesse, se possível,
verso lívido, que brotasse, original?
As coisas claras
para Vinicius Marques Pastorelli
1.
suponha um copo de água
numa sala repleta de luz.
sobre o tampo de uma mesa
o copo translúcido atua
suando tranquilo
sua mancha na madeira
teca opaca. os bichos
ciscando lá fora. janelas
enormes que ocupam quase
toda a extensão das
paredes da sala. o Sol
emanando seus raios
ao pulmão de vidro
em que estou contido
– escrevo à prova de balas.
2.
o mar egeu não se ergue
(nunca depois navegado)
sob o abismo desta manhã.
escrevo. mastigo alguns
nacos de fruta (suponha
ser manga ou caju).
poema: os bichos ciscando.
a engenharia é o mal
necessário a quem
pensa o poema e se
esgota ao pensar(-se),
máquina d’emocionar.
o copo de água, as frutas,
a madeira teca, o iMac, o .doc
– todas as coisas bem claras.
Elegia à tarde
antes do anoitecer
ulterior a tarde
morre aos poucos
o céu iluminado
não importa no
claustro
vislumbrá-lo não
ilustrou o escuro
oco (último
tutano – tumulto
do ser).
*
antes do anoitecer
ulterior a tarde
destece a manhã
não há galos
agora não há
flores, só o dedo
único inefável
que (penélope pétreo)
desamarra o frágil
arranjo
do mundo.
Oração (sagrado coração de todo mundo)
aceita em seu corpo, se o dia findar,
a noite
em segredo: pelos em riste,
janelas abertas, um copo de gim,
longuíssimos beijos, risadas no quarto
andar entre amigos, sereno e garoa,
o caos das calçadas
– ir-re-gu-la-res –,
rumores do mar, um cigarro, easy
listening,
o vulto elegante de um gato,
sombras. mantenha
consigo
os álbuns de fotos, as fitas k7 (escute sua voz
em mil novecentos
e oitenta e seis), kikos marinhos
ainda no plástico (a vida prensada
a preços módicos),
palavras de amor, cartões de natal, diplomas,
medalhas – no fundo, cães latem –
depois os despreze. procure outros cantos
(terror, euforia) do mundo
em conflito: toda a indiferença, xepa
de feira, uma erva daninha
que enfrenta
a morte,
incêndios, desertos, causas perdidas
– o engodo de um verso sem estofo
(mas harmônico?), espelhos e ecos –
, um golpe de ar, cicuta, botinas,
comandos de caça, crimes prescritos.
encene, afinal,
com seus
pensamentos, a cada segundo, o papel
necessário (uma flor, um sapato, um homem
de barba, o verbo cuspir,
uma onça, um poema) e, sim, se aproxime,
se for aprazível
– acaso eu não mordo… –,
e seja, por nós, contra tudo de ruim,
como um coração
, seguro de si,
batendo, batendo.
Signo lua
para Carolina Serra Azul
tentaremos, novamente,
arrematar a noite
em sua plasticidade
única (no que tange
ao gozo
e à remissão
ao gozo) pela luz que
emana, tão carnal, da Lua
– entendida, em nós, como
coisa em si
não reduzida
ao satélite (
muito menos à imagem)
que é, em suma,
e que, de ponta a ponta,
nos orbita
mas a Lua,
seu ser concreto, enquanto
signo (e tudo
que concentra e estrutura
) de nosso amor aberto
– em absoluto
*(San Pablo-Brasil, 1986). Poeta y crítico literario. Magister en Teoría literaria y Literatura comparada por la Universidad de Sao Paulo (Brasil), con un estudio titulado Inquietudo: uma poética possível no Brasil dos anos 1970. Autor de Mesmo poemas (2010) y organizador de la antología Armando Freitas Filho (2011) para la colección Ciranda da Poesia.
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*(São Paulo-Brasil, 1986). Poeta e crítico literário. Mestre em Teoria literária e Literatura comparada pela Universidade de São Paulo, com a dissertação intitulada Inquietudo: uma poética possível no Brasil dos anos 1970. Autor de Mesmo poemas (2010) e organizador do volume Armando Freitas Filho (2011) da coleção Ciranda da Poesia.