PRÓLOGO
Tras una ruptura solo queda el onanismo, sobre todo si la individua en cuestión tuvo la delicadeza de enviar algunas fotos en tanga lo suficientemente explícitas como para favorecer el desarrollo de los músculos de la muñeca.
Tras madrugadas de arduo ejercicio manual, acudía a un shawarma cercano a mi casa, con la esperanza de que se me pegue el olor pringoso de la comida que ahí venden y disimular mi hedor a chivo recién ordeñado. De paso, desayunaba cerveza y –a modo de catarsis- escribí varios poemas sueltos, a los que agregué algunos textículos antiguos.
Un editor español acaba de publicar el resultado…. En la portada dibujaron muchas vergas chiquitas, como la mía.
DESECHABLES
Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios,
dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos,
lo que hace que estemos muy cabreados.
-CHUCK PALAHNIUK-
Como el condón nuevo que me puse
cuando no se me paró bien la verga
pero igual hedía
o las cintas y medallas
que mi madre colecciona
para no recordar
el desempleo crónico
del que fue mejor alumno del curso doce años seguidos
revistas porno ochenteras
que mi padre no bota
porque todavía tiene sueños.
Ponerse la camiseta del equipo de fútbol
justo el día que pierde el invicto
con autogol del héroe de la infancia.
Poemas malos que hice
porque la chica de la que me enamoré
prefiere que escriba sobre el ano de Las Otras.
(jamás sus ojos)
Más feo que gárgola de iglesia pobre
o año viejo sin camareta,
el vecino de la tienda
me fía la mitad de lo que necesito
igual, le agradezco
pudo ser peor, como
Vicky, la “niña maravilla” de la tele
hoy vive en un remolque.
Fingir voz de robot no le sirvió de mucho
cuando quiso incursionar en films tres equis.
Pero no todo va tan mal:
El tipo del shawarma donde me embriago lunes en la mañana
es mi amigo.
Me deja comer con las manos, usar el baño
y no apaga la radio
cuando estoy llorando.
TU RETORNO CON ALIENTO A PELUCHE, BIBERÓN Y VERGA AJENA
Debo decir que tuve que trabajar
horas extras contra mis prejuicios,
que son muchos y muy grandes,
y que mis cuarenta días en el desierto
las ganó el diablo,
pero él no había visto tus ojos.
-R. ISRAEL MIRANDA-
Ella disfrutaba de la vida, o por lo menos eso parecía. Más tarde aquello no significaría mucho para mí, me refiero a su excitación y a su feliz relación ante la vida, de alguna manera me acabaría irritando, dejándome sin ningún sentimiento. Ni siquiera me aburriría.
-CHARLES BUKOWSKI-
Te dejo con tu novio
ese que te tiene en casa
conectada al facebook
las noches de miércoles
jueves
viernes
sábado
y domingo
cuando yo meo en las esquinas
porque mi pusher se demora demasiado.
Este lunes temprano
Mientras El gana dinero
-tu novio, no el vago de mi pusher–
te escribo para contarte
que desayuné porno de chicas ojiverdes
con harta cerveza helada.
¡Puedo hacer dos cosas al mismo tiempo!
tres, si contamos el escribirte
¡y cuatro!…si también vale el desearte Lo Mejor:
Que tus calzoncitos sean cada vez más grandes
de tanto hijito de Señor novio que tengas.
Aclaro que no es que quiero verte obesa
…simplemente te prefiero ocupada
con aliento a peluche
biberón
y verga ajena
antes que volverte a ver.
RESPONDIENDO A UNA MUJER DE ÉXITO
El cuento me ha vuelto una persona de éxito.
-SOLANGE RODRÍGUEZ PAPPE-
Siento como si un koala hubiera vomitado un arcoiris en mi cerebro
-SEALAB 2021-
Una mujer de éxito
escribe contra mí.
Querida:
yo quiero hembras que puteen, arañen y besen
cuando no les culeo rico,
mujeres reales
de las que hasta cuando menstrúan
quieren verga tiesa
no tallitos de flor.
De esas me enamoro
jamás de claros de luna y magia de dragón.
Si las vaginas fueran el castillo encantado que describes,
manicomios, estadios de fútbol, cantinas,
facebook y otras páginas porno,
estarían vacíos
y yo tendría que masturbarme
con un palo de escoba
igualito a los que salen en las películas
de Harry Potter, Barbie Girl, Cuacthemoc Sánchez
o Solange Rodríguez Pappe.
Cuando pregunté a esta mujer de éxito
si había leído mi libro,
me dijo que no hacía falta
pues me han expulsado de tres universidades
por ser un cerdo
machista
ebrio
inmundo
y ella no pierde el tiempo
con bukowskis andinos.
Iba a responderle
pero tuve que ir a mear…
me salió un chorro bien rosadito
por culpa de Mi Moza,
quien todavía no regresa
con la media jaba de bielas
que le mandé a fiar
en la tienda del vecino.
RESPETO
Ella es una buena chica
solo ha follado con dos tipos
y cuando salíamos
me dejaba las sobras de su cerveza.
A su pubis lo conocí
mediante pixeles y códigos binarios
porno light que me enviaba por mail
para que yo no haga cochinadas
mientras esperaba
que ella se cambie de tanga.
Obvio que las hice
y no sé si se enteró,
si decidió no tener un tercer pene en su vida
o si se aburrió de mí.
El caso es que se fue
y hoy me pide respeto,
pero antes de darle eso
tendría que negociar
con los vellos púbicos y secreciones
atrapados en el teclado de mi laptop
o conseguirme un terapeuta
que no me recomiende tener a mano
un calcetín viejo,
vaselina y rivotril
cuando escribo sobre ella.
¿ESTABAS EBRIA O MAL FOLLADA? (otro poema vagamente judío)
contra C.
40 días después,
como los que Yeshua pasó frotándose el miembro
con arena,
¡40 putos días después!,
escribes para decirme que los escorpiones mienten
y que El Sol no se pudre en tu vagina
pero sí en mi cabeza.
Te creí
pero solo porque son la 1 y media de la madrugada
a esa hora entre putas y borrachos
acolitamos en nuestras mentiras.
(Además, es Semana Santa para tu secta
tengo miedo del agua fría
y de ponerme sobrio,
de convertirme en pescado
cuando Padre Leviatán
regrese enorme y peludo
para obligarme a reproducir,
como si yo fuera un vulgar pedazo de pan)
Pero luego de besarte la lepra
las dunas me confesaron mi peor verdad:
que sigues chupándole la verga a Caifás.
Ante el hecho, Los Alfabetos De Las Doscientas Veintiuna Puertas recomiendan:
que en vez de solicitar tu video porno al Sanhedrin,
críe
Un Nuevo Golem De Tinta,
algo para convertirte en mi tercera bestia sin voluntad
(la segunda fui yo mismo)
y darme un duchaso,
que hasta los perros esenios que atienden el shawarma de la Universidad Central del Ecuador
se tapan la nariz cuando me les acerco.