Por Fernando Naporano*
Traducción del portugués al español por Laura Carrillo Palacios
Revisoras de la traducción Viviane Garcia y Nataly Fernandes
Revisora de la biodata Isabel Fernandez
Curador de la muestra Fabrício Marques
Crédito de la foto Eduardo Gazalle Marco
Chispas de carbón vencido.
13 poemas de Fernando Naporano
You can’t put your Arms around a Memory
El centro perdido
dentro del propio centro
el ardor del aire recogiendo
las cenizas violáceas
de nuestro primer beso
junto al convento benedictino
en el Morro das Pedras, Florianópolis
La extinta brasa alba
de todas las flores
el licor errante
que tragaste
en desvariado embriague
el hechizo de la sombra del mal
hecho por el pan de la carne
La contemplación desesperada
de las edades muertas
los huesos de las piedras
completamente olvidados
el remordimiento del jardín de cerezas
que no consigue ser
nada más que una postal.
Dignidad en latido de Sílex
Los poros de las hojitas pisoteadas
parecían igualarse
al desesperante inconformismo
de haber perdido
la tierra de los sentidos
Naufrago en naufragios
en el agua reptil
asustando la fragilidad
del corazón del viento
desenfrenado fuego a fuego
por la resplandeciente
materia de la ceniza.
Los muros del mar
antiguos biombos de nuestros laberintos
aullaban de silencio
en la seda del luto
que enfocaba la plena insensatez
de la miseria
del día vegetal.
Las aguas desfiguradas
La palabra Eternidad
por tus dedos verdes, xilografadas
en el lecho mineral de nuestra cama
fue creando sinopsis, sintaxis
de ácaros sin nexo
rimas impotentes de verdín
hasta casi desfigurar
mis religiosas facciones
con tus gritos mudos
de ¡Nunca, Nunca Más!
Cuando tallaste
tus surcos de fuego
el duramen nada más era
que un subterfugio de jodas & hadas
drogado en la regla de la neblina
pero mi corazón al desnudo
incauto de las ferias de la perfidia
juzgaba el esplendor de la hierba de la carne
como el apéndice inmortal
del sublime amor indescriptible.
Interludios en Si-Solsticio
Acaricio jacintos semi-amoratados del aire
con la soledad de la perspectiva curvilínea
de la Patética En Si Menor de Tchaikovsky
donde el posible frescor de aroma azul-escampado
desaparece en la gran Puerta de la Sombra
Adentro en la blancura del Oscuro jadeando
recuerdos fauvistas de la complicidad
que cambiábamos entre los brazos del agua
en ocasos verdes de esbeltas metamorfosis
en la sincera confianza del Océano Suficiente
En el corazón de gestos vividos y fallecidos
ansío apenas el confort de los errantes
o de los miserables náufragos mutilados
sin recortes anclados en las sirenas muertas
de los mares que Kafka no se atrevió a escribir.
Le pays de la belle de jour
La arena toda de fresas pisadas
crepita en chispas de carbón vencido
en la velocidad helada de las imágenes,
salpicadas de los días Mayores de la vida
en que éramos solamente espumas
– en la saladura de los jazmines del mar –
que gritaban en los brazos del cielo
la conveniente cosecha de la inmortalidad.
Ahora, volviendo de las trabas del susto
ingreso en el aprendizaje de la incredulidad;
ya es tan otro el sol en la sangre de la tierra
que admiro el cobre derretido de las sabanas.
Cosecho con la resignación de un país mudo
todas las pelusas de barro muertas por la sed,
el eco de sílabas que no pertenece a nadie
y la volátil traición vergonzosamente humana.
Escultura disonante
Es mío el Sueño translúcido
que peina gritos de tus cabellos
y coloca una diadema de aire
en su narcisismo Estable.
Se crea un croquis expresionista,
la tenebrosa materia de la soledad,
la tela-en-llaga de fondo
en la blancura de las lágrimas.
This Love Affair
Hallelujah en la asfixia de paredes
proyecta la respiración de tus ojos
en el centro negro del cuarto
Dos diamantes verdes
encendidos como brasas de cigarro
rompen la vergüenza del silencio
La raíz de lo impalpable
sabe fantasear el dolor de alucinación
o desnudar el significado de los pasos
Son rocas de gardenia
ladeando nuestra antigua cama
lavadas por lágrimas
que apenas más lágrimas saben hacer
que apenas lágrimas saben ser.
Retina asfixiada
Ah-oh Saudade
de los tiempos en que tus ojos
parecían contener cristales de fuego.
La cosecha en tal Claridad
se astillaba en rumores;
cada pedacito de lumbre
permitía que yo descifrase
los secretos, las cartas, los misterios
de mi lúgubre suelo.
Ay, son tantas, tantas las pérdidas
– colgadas en la pared del iris –
que si la ceguera fuese real
las puertas del abismo
serían abiertas-y-cerradas
con la tranquilidad
de vagas estatuas del infinito
que nunca sintieron el peso
de vivir inciertas en las plazas.
The Matching Mole
La saudade lo intenta
pero no consigue tragar
los vestigios que deja tras de sí
Como los restos de todo
la ausencia devora el maná
hasta ahogarse callada
Es en este capítulo del silencio
el manso desvelo
de la ocupación del vacío.
En el cuarto de Chopin
Construí un herbario de suplicios
desde tu partida
regado con lágrimas & larvas
Ricas obsesiones
hechas de espinos, nidos
& besos-de-espada
Cosechas, sierras y labranza
de la Inercia
que al anochecer se cubre
con el manto de la muerte
para que yo alcance
el confort de las cosas perdidas.
Los huesos recogidos
Madura el viento
que imagino dorando tus cabellos
en casi-mechas de flores mudas
permanece el vertedero
donde (ad)miro el velo de la boca abierta en cielo
con brillo de nubes tumbadas en la hierba
Incendia la vida
que nunca más volvió a existir
por sí sola, las cenizas se dicen cenizas.
La culpa del hielo en llamas
Calores helados entre callos callados
acumulados en los párpados abatidos
de tanto inhalar, imantar el hogar
de tu rostro de orquídeas
Profundamente morimos
aunque tu negación en algún lado persista
insista en otros colores
de los mismos (es)clavos,
cardos, pisantrofobia & cayados
que me habías enseñado a condenar
Quizás solo quien amó hasta perder el nombre
o, por delicadeza, hizo de la vida El Imperio De Los Sentidos
entenderá la devastadora profundidad de estos versos
Hay ciertas canciones que viven en desiertos
donde nadie consigue regresar.
+
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(poemas en su idioma original, portugués)
Fagulhas de carvão vencido.
13 poemas do Fernando Naporano
You can’t put your Arms around a Memory
O centro perdido
dentro do próprio centro
o ardor do ar colhendo
as cinzas violáceas
do nosso primeiro beijo
ao pé do convento beneditino
no Morro das Pedras, Florianópolis
A extinta brasa alva
de todas as flores
o licor errante
que você tragou
em desvairado embriague
o feitiço da sombra do mal
feito pelo pão da carne
A contemplação desesperadora
das idades mortas
os ossos das pedras
completamente esquecidos
o remorso do jardim de cerejeiras
que nem mais um cartão postal
consegue ser.
Dignidade em latido de Sílex
Os poros das folhinhas pisoteadas
pareciam se igualar
ao desesperador inconformismo
em ter perdido
a terra dos sentidos
Naufrágo em naufrágios
na água réptil
a assustar a fragilidade
do coração de vento
debochado fogo a fogo
pela resplandescente
matéria da cinza
Os muros do mar
antigos biombos de nossos labirintos
uivavam de silêncio
na seda do luto
que abordava a plena insensatez
da miséria
do dia vegetal.
As águas desfiguradas
A palavra Eternidade
por teus dedos verdes, xilografada
no leito mineral de nossa cama
foi criando sinopses, sintaxes
de ácaros sem nexo
rimas broxas de bolor
até quase desfigurar
minhas religiosas feições
com teus gritos mudos
de Nunca, Nunca Mais!
Quando entalhaste
teus sulcos de fogo
o âmago nada mais era
que um subterfúgio de fodas & fadas
drogado na régua da neblina
mas meu coração a nú
incauto das quermesses da perfídia
julgava o esplendor da relva da carne
como o apêndice imortal
do sublime amor indescritível.
Interlúdios em Si-Solstício
Acaricio jacintos semi-arroxeados do ar
com a solidão da perspectiva curvilínea
da Patética Em Si Menor de Tchaicovsky
onde o possível frescor de aroma azul-estiado
desaparece na grande Porta da Sombra
Adentro a brancura do Escuro arfando
recordações fauvistas da cumplicidade
que trocávamos entre os braços da água
em poentes verdes de esbeltas remações
na singela confiança do Oceano Suficiente
No coração de gestos vividos e falecidos
anseio apenas o conforto dos errantes
ou dos miseráveis naufrágos mutilados
sem recortes ancorados nas sereias mortas
dos mares que Kakfa não ousou escrever.
Le pays de la belle de jour
A areia toda em morangos pisoteados
crepita em fagulhas de carvão vencido
na velocidade gelada das imagens,
respingadas dos dias Maiores da vida
em que éramos somente espumas
– na salsugem dos jasmins do mar –
que gritavam aos braços do céu
a conveniente safra da imortalidade.
Agora, retornando das travas do susto,
ingresso no aprendizado da descrença;
já é tão-outro o sol no sangue da terra
admiro o cobre derretido das savanas.
Colho com a resignação de um país mudo
todos os fiapos de barro mortos pela sede,
o eco de sílabas que não pertence a ninguém
e a volátil traição vergonhosamente humana.
Escultura dissonante
É meu o Sonho translúcido
que penteia gritos de teus cabelos
e assenta uma tiara de ar
em seu narcisismo Estável.
Cria-se um croqui expressionista,
a tenebrosa matéria da solidão,
o pano-em-chaga de fundo
na brancura das lágrimas.
This Love Affair
Hallelujah na asfixia de paredes
projeta a respiração de teus olhos
no centro negro do quarto
Dois diamantes verdes
acesos como brasa de cigarro
racham a vergonha do silêncio
A raiz do impalpável
sabe fantasiar a dor de alucinação
ou despir o significado dos passos
São rochas de gardênia
ladeando nossa antiga cama
lavadas por lágrimas
que apenas mais lágrimas sabem fazer
que apenas lágrimas sabem ser.
Retina sufocada
Ah-oh Saudade
dos tempos em que teus olhos
pareciam conter cristais de fogo.
A colheita em tal Claridade
se estilhaçava em rumores;
cada caquinho de lume
permitia que eu decifrasse
os segredos, as cartas, os mistérios
de meu lúgubre chão.
Ai, são tantas, tantas as perdas
– penduradas na parede da íris –
que se a cegueira fosse real
as portas do abismo
seriam abertas-e-fechadas
com a tranquilidade
de vagas estátuas do infinito
que nunca sentiram o peso
de viverem incertas nas praças.
The Matching Mole
A saudade até tenta
mas não consegue engolir
os vestígios que deixa para trás
Com os restos de tudo
a ausência devora o maná
até afogar-se calada
É neste capítulo do silêncio
o manso desvelamento
da ocupação do vazio.
No quarto de Chopin
Construí um herbário de suplícios
desde tua partida
regado com lágrimas & larvas
Ricas obsessões
feitas de espinhos, ninhos
& beijos-de-espada
Ceifa, serras e lavoura
da Inércia
que ao anoitecer cobre-se
com o manto da morte
para que eu atinja
o conforto das coisas perdidas.
Os ossos recolhidos
Amadurece o vento
que imagino a doirar seus cabelos
em quase-mechas de flores indizíveis
Aquece o aterro
onde (ad)miro o véu da boca aberto em céu
com brilho de nuvens tombadas na grama
Incendeia a vida
que nunca mais voltou a existir
por si só, as cinzas se dizem cinzas.
A culpa do gelo em chamas
Calores gelados entre calos calados
(acu)mulados nas pálpebras abatidas
de tanto inalar, imantar o lar
de teu rosto de orquídeas
Profundamente morremos
embora tua negação algures persista
insista em outras cores
dos mesmos (es)cravos,
cardos, pisantrofobia & cajados
que havias me ensinado a condenar.
Talvez apenas quem amou até perder o nome
ou, por delicadeza, fez da vida O Império Dos Sentidos
entenderá a devastada profundidade destes versos
Há certas canções que vivem em desertos
donde ninguém consegue regressar.
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*(Brasil). Sol en Piscis, ascendente en Escorpio, además de otras cosas, es músico, periodista y profesor. Escribe poesía desde la infancia y tiene 10 libros publicados. Ha trabajado también en radios y discográficas. Fue el creador del grupo, hoy de culto, Maria Angélica Não Mora Mais Aqui, con el que ha grabado tres álbumes. Sin raíces y ciudadano del mundo ha vivido en Los Angeles, Lisboa, Lanzarote, Londres y Madrid.
*(Brasil). Sol em Peixes, ascendente Escorpião, entre outras coisas, é músico, jornalista e professor. Escreve poesia desde a infância e tem dez livros publicados. Executou vários trabalhos em rádios e companhias discográficas. Também pilotou a cultuada banda Maria Angélica Não Mora Mais Aqui com a qual gravou três Lps. Sem raízes e cidadão do mundo viveu em Los Angeles, Lisboa, Lanzarote, Londres e Madrid.