Por: Leonardo Aguirre
Crédito de la foto: Izq. Animal de Invierno Ed.
Der. Kattya Lázaro
(A continuación, apenas uno de los 1215 pies de página
incluidos en el volumen)
En una tesis de bachillerato publicada en 1897, Clemente Palma sostenía que la raza china que vino al Perú […], aparte de que salió para la inmigración de las castas inferiores más abyectas […], tenía un vicio asesino: la pasión del opio, pasión propia de razas enfermas, que sumerge a los individuos […] en un estúpido ensueño en el que sucumben las fuerzas físicas y la actividad mental. [Seguir leyendo la tesis en el capítulo 7.] José Carlos Mariátegui se preciaba de no recurrir «nunca a los estímulos del éter, de la morfina ni del ajenjo» —cfr. LA PRENSA: 02/03/1916— pero, según Alfredo González Prada, consumía opio: puedo citar los nombres de Mariátegui (gran adicto durante un tiempo), Alejandro Ureta […], Augusto Barreda y Laos, Fernández Concha […], Cipriano Laos y algunos más que en este instante quiero olvidar. […] Frecuentaban el fumadero y entraban en contacto íntimo con los colónidas. [Consultar la fuente en el pie 895.] En 1916, Abraham Valdelomar, líder de Colónida y amigo cercano de Mariátegui, se reunió con el mexicano José Vasconcelos en un fumadero del barrio chino. Recuerda el visitante que ambos entraron a una pulpería —tienda de abarrotes— de apariencia inocente. Se hizo señas […] con un chino, y nos introdujeron a interiores sombríos […] alfombrados con esteras […]. Ya me había llegado la noticia de que Valdelomar andaba con el esnobismo del opio […]. [ULISES CRIOLLO: Ediciones Botas, México, 1935.] «Además de opio», detalla Rodrigo Núñez Carvallo, El Conde de Lemos «aspiraba cocaína, éter y cloretilo». Alberto Hidalgo afirma que todos los tóxicos, uno por uno, los conoció y gustó […]: solía cambiar de vicio como de camisa. [Las citas completas de Hidalgo y Núñez: capítulo 19.] Guillermo Thorndike dirigió PÁGINA LIBRE, diario que apoyó decididamente la candidatura de Alberto Fujimori para las elecciones de 1990. No bien se proclamaron los resultados oficiales, Thorndike y toda la planilla celebraron la victoria de Fujimori en el local del periódico. Atestigua José Calderón: No quiero hablar de cuánta cocaína se habría comprado esa noche […], no quiero delatar a los que me aseguraron que fueron a comprarla […]. [Ir al pie 575.] Eloy Jáuregui también estuvo en esa fiesta: Con mambo y rumberas, trago y pichicata […], nos quedamos festejando hasta el amanecer. [Cuentan que incluso Alan García se acercó a brindar: regresar al capítulo 14.] Por lo demás, José Calderón relata que, años más tarde, cuando Thorndike trabajó en otro diario, alguien tuvo el atrevimiento de burlarse […] de un gringo en caída […]: le dejaba paquitos de coca en la mesa. [V. pie 575.] De acuerdo con Leo Zelada, Carlos Oliva moría por Pink Floyd. La única vez que fumé pasta básica lo hice como una prueba de compañerismo con él. Fumamos en su cuarto decenas de paquetitos de pasta escuchando EL LADO OSCURO DE LA LUNA. [Zelada, Oliva y el grupo Neón: pie 395.] Domingo de Ramos evoca su propia experiencia con el consumo de pasta […]: te lleva a un dependencia brutal y te destruye. No sólo a ti. Destruye a tus amigos, a tu entorno. […] No sólo hay un deterioro físico sino también interno, y comienzas a querer dañar a las personas. Te vuelves agresivo. Quieres atracarlas, robarles, desvalijar una casa. [EL MUNDO: 31/03/1996.] Tratando de abandonar «el infierno del azul pastel», Róger Santiváñez ingresó hacia 1987 en «un hospital para enfermos mentales». Había comenzado «mi camino en las drogas» ya de adolescente, «con la suave y psicodélica marihuana». Santiváñez fundó en 1982 el colectivo Kloaka, el mismo que se disolvió dos años después entregando la única revista del grupo […]: el solitario número de la revista KLOAKA […] venía con un trocito de papel biblia adosado, listo para armarse un troncho. [El perfil de Santiváñez: capítulo 11.] Beto Ortiz compró VOX HORRÍSONA de Luis Hernández para «rolearme centenares de tronchos» con sus finas hojas. [Consultar las primeras líneas del capítulo 22.] Luis Hernández, aquejado por una severa enfermedad, descubrió que «la hierba y otras sustancias también servían para evitar el dolor». [Postrimerías del capítulo 22.] Aduce Fernando Ampuero que mi médico me recomendó la marihuana para evitar los efectos secundarios de las quimioterapias. [LA REPÚBLICA, revista Domingo: 11/07/2010.] Domingo de Ramos describe a Rodolfo Hinostroza como un espantapájaro [sic] con los pelos revueltos y la mirada torcida por la yerba. [Vid. pie 1046.] A decir de Luis Corbacho, Silvia Núñez del Arco quedó embarazada de Jaime Bayly bajo los efectos del porro que se fumaron juntos en la suite del Hotel Country […]: se lo había montado medio drogada […]. [Corbacho responde a Bayly: capítulo 9.] Precisa «El Búho» —columnista del diario EL TROME— que, en 1990, días antes de la segunda vuelta entre Mario Vargas Llosa y Fujimori, éste no escatimó insultos contra el escritor y lo llamó «marihuanero» porque Mario reconoció […] haber probado droga por curiosidad. [EL TROME: 15/07/2010.]