Por Andrea Cabel García*
Crédito de la foto la autora
Arquitectura creativa,
una historia comienza
La historia comienza así. Decidimos reunirnos, ocho personas, todos de diferentes edades y diversas profesiones, durante seis semanas para empezar un taller de lectura y escritura creativa. Todos aceptamos el reto de reunirnos durante tres horas a lo largo de seis semanas para discutir, conversar, y escribir textos poéticos, pero sobre todo aceptamos conocer al otro, y conocernos a nosotros mismos. Éramos dos ingenieros, una psicóloga, un asesor bancario, una artista plástica, un arquitecto, y yo, que soy, digamos, literata. Nuestras lecturas pasaban de entrevistas a crónicas, de poemas a ensayos, de ensayos a documentales, porque el objetivo era leer diversas textualidades para trazar entre todas puentes y convergencias. Entre nuestras lecturas estuvieron varios textos y “auto-entrevistas” realizadas por Mario Levrero, poemarios del dominicano Pedro Antonio Valdez, crónicas de Arturo Corcuera, poemas de la literatura de cordel brasileña, poemas de la vanguardia peruana sobre todo revistamos los 5 metros de poemas, repasamos algunos poemas de Vallejo, y poemas de buenísimos poetas argentinos como Jotaele Andrade, con quien además nos reunimos y conversamos (por una charla de video), y Laura García del Castaño.
Conversar con ellos e interactuar con otras poéticas y otras experiencias de vida, fue sin duda, un aporte muy especial. A su vez, nos visitó el poeta Juan de la Fuente, de quien también habíamos leído dos poemarios. Y puedo nombrar varios poetas y varios nombres más, pero tengo que quedarme en uno. Eduardo Chirinos. Leímos de él No tengo ruiseñores en el dedo (2006), Humo de incendios lejanos (2009) y Mientras el lobo está (2010), luego cada integrante del taller comenzó a buscar más libros, más entrevistas, más poemas. Más. Y comenzamos a dedicar tiempo, páginas, palabras, a Eduardo.
El efecto Eduardo, otra vez. Como el efecto Mariposa estaba otra vez naciendo y volando libre entre nosotros. Me alegré infinitamente de ver que lo que había comenzado como una asignación sobre un poeta que siempre ha sido y será un gran amigo mío, y un admirado poeta, se convertía en un enorme árbol lleno de pájaros que cantaban. Eduardo se convirtió en el poeta para el que todos nosotros escribíamos y al que todos leíamos. Y por ello, la clausura de este taller de poesía se la dedicamos a él, y a su vasto y siempre impredecible trabajo.
Los invitamos a leernos.
Claudia Neyra
Psicóloga, literata. Trabaja con comunidades azotadas por la violencia de la guerra interna. Le interesa tanto la poesía como la música, arte que cultiva desde hace varios años. Encuentra en la poética de Eduardo Chirinos, compleja y múltiple, inspiración, refugio, y diversas formas de pensar y sentir la poesía. De ahí su admiración por ella.
La rosa y el sauce
De todas, me llevo el otoño
Rumor de mayo que me sigue
Me persigue
¿o soy yo quien lo persigue a él?
Los brazos desnudos del viejo sauce
Quiere llorar gritar su pena
Sentir rodear la amada rosa
Y respirar
Al sauce y la rosa les faltó vida para hallarse
Penetrarse comprenderse
Para vivir la ilusión vana
De una última estación
Elie Angles
Creador visual, poeta y químico. Ha expuesto individual y/o colectivamente en Perú, USA, Ecuador y Bolivia, incluyendo participaciones en la V Bienal de Arte Hispano del Bronx y en la Bienal de Grabado del ICPNA 2016. Trabaja en torno a la Memoria y la Violencia. El 2019 publicará su primer poemario arte. Para él, la poesía de Eduardo Chirinos es una de las más versátiles e interdisciplinarias, así como una de las más lúdicas en el espectro de la poesía peruana última.
Sobre el uso del futuro como punto de referencia
el giro de la tierra
sobre su propio eje
se verifica de oeste a este
vale decir el giro es antihorario
si es que decides ver a la tierra
por encima del polo norte,
eso determina el paso del tiempo
el giro antihorario de la tierra
sobre su propio eje
¿y qué sucede si vemos la tierra girar desde abajo?
desde el sur
debajo del polo sur
entonces,
observaremos un giro horario
si el giro antihorario de la tierra
sobre su propio eje
determina el paso positivo del tiempo
(por darle un vector positivo)
pasado a futuro
¿verla girar desde el extremo sur
debajo del polo sur
determinará su paso negativo?
¿futuro a pasado?
¿existe el futuro como punto de referencia relativo?
necesito retomar la dimensión del tiempo
necesito estar seguro
de que el vector es siempre positivo
de que es imposible invertirlo
de esa manera
me reconfortaré en la locura
la cordura es un estado estático
como el hecho de estar sentado
en el asiento de un bus
y no sentir
un hipotético desplazamiento norte a sur;
como no sentir
el desplazamiento
de las palabras de una plática
a ochenta kilómetros por hora
la locura es un estado dinámico
que hace posible invertir el vector que
permite que el giro de la tierra
se verifique horario
así sea únicamente
de forma relativa
así sea solamente
para entender lo imposible
como probabilidad potencial
Susana Saco Artmann
Artista plástica y poeta. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas latinoamericanas y ha sido antologada en la plaqueta El mar del ángel solo. Sus textos se están leyendo en la Cátedra Iberoamericana Iberoamericana Alejandro Roemmers de la Universidad Miguel Hernandez de Valencia. Admira la poesía de Eduardo Chirinos, que le inspira a crear diseños y poemas.
Músculo de cristal
los pálpitos recorren el sonido de tus venas
que se tensan en la turbulencia,
sus fluidos resuenan hasta perderse en el infinito
por la grieta resbala el fuego
sobre la piel en llagas
tus músculos expuestos respiran el silencio
humedecen tus labios
besas las heridas
sincronizando latidos
sucumbes al aliento
y el amor yace a tus pies
Jorge Villanueva
Ingeniero de alimentos. Le interesa la pintura (leerla, mirarla, practicarla) y la poesía (igualmente) así como las intersecciones que hay entre ambas artes. Encuentra en la poesía de Eduardo Chirinos un espacio de empatía y de profundo diálogo.
Un cuadro al costado de la puerta
Estoy viviendo para morir
….lo que es lo mismo:
Vivo para morir
….o ya habré muerto
….y la vida es solo una ilusión
Un aliento desfogado
Un grano de arena
….en un mundo más grande
….que absorbe al más pequeño
Un respiro
….sin espacio ni tiempo
….sin medida ni ángulo
Un mundo sobre otro
….animal sobre animal
Una vaga ilusión
….sin trascendencia
….en rencores de recuerdos que del amor
Con éste tiempo que ya no está
….acortándose en mis entrañas
En el cuadro al costado de la puerta
….sin nombre
Con los ojos muertos
….que ya no están
Donde la paz o la gloria
….el alma o la vida
Será todo vano y vacío
….el despertar de un sueño
Soñar el mismo sueño
Guitarras ondeantes
….en mis ojos de ella
En tu sueño he muerto
Relativo el mundo sea
Abrígame con tu alma
Soñemos juntos
….morir varias veces
….ser eternos
Martín La Torre
Egresado de la carrera de Comunicación, empleado público por necesidad, cinéfilo, lector y escritor aficionado. Entre los autores que más lee se encuentra Eduardo Chirinos, poeta, ensayista y docente peruano que falleció en el 2016. Es tanto en su prosa como en su poesía que Martín encuentra un diálogo y un aprendizaje.
A la hora de costumbre llego hasta La Esquina
y te encuentro felizmente ocupada,
con todas las mesas llenas.
Te has arremangado la camisa y una vincha
blanca te sujeta el cabello.
Veo tu nuevo tatuaje y tus venas interrumpidas
me sonríes como siempre.
No hace falta decírtelo pero lo hago
«café para llevar”
Y, mientras espero a que lo prepares, te veo
ir de un lado a otro, moviendo aparejos
cortando, friendo, sirviendo
como la capitana de un barco en zozobra,
luchando contra las olas
y te imagino despertando en las mañanas
haciendo cuentas, contando los días
bajo la ducha fría
mientras el hijo te reclama
mientras la madre solloza.
Y se te remarca más la sombra que te
rodea la mirada.
Y yo que vi pasar por lo mismo a tu padre
desde que empecé a trabajar cerca de aquí
hace veinte años
cuando eras una niña
cuando yo era joven
no puedo evitar, a veces, preguntarme
¿a dónde se fue todo ese tiempo?
«vuelvo mañana» te digo
y me despides con otra sonrisa que es al final
el motivo por el que vengo.
Y te dejo al mando de tu barco
domando la marea
feliz de que tengas más clientes hoy.
Y me devuelvo a la oficina
a esperar la noche y escribirte un poema.
Kenki Ibañez
Poeta cajamarquino. Actualmente trabaja en un banco. Lector empedernido, escritor por vocación. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas latinoamericanas. Ha sido antologado en la plaqueta El mar del ángel solo. Sus textos se están leyendo en la Cátedra Iberoamericana Iberoamericana Alejandro Roemmers de la Universidad Miguel Hernández de Valencia. La poesía de Eduardo Chirinos es una de sus razones para escribir y para leer.
La palabra
Si digo una palabra incendia la palabra si decido
Callar pudre mi lengua
…Devuélveme el espejismo del amor
La palabra que duele la palabra que mata
Cartas que llegan sin hacer ruido – E.CH
Quería escribirte la palabra – fue una vez
Y por eso nunca fue – que perdiste deseando mis labios
Al mirar la luna deshojada tan bajo volaban las luciérnagas
Su olfato empantanado en la undosa charca de tu perfume
Tu perfume hundido en mi olor de animal de árbol consumido
Las luciérnagas se apagarán para siempre decías
Aquella noche ya ausentes besabas la luna tu propia boca
Yo oprimía hasta el polvo de tu mano buscándonos
Tratando de poner de pie el nosotros caído en el misterio de Abadón
Besaste tanto la luna que se hizo agujero negro
Tus ojos te dije ¿mis ojos? Preguntaste bañada en la trasparencia de la sangre
Triste arrancaste los cabellos verdes a un sauce
O eran sus dedos de tinta desparramada de Natura
Con los que escribiste la palabra que ahora ya no puedo escribirte
Quería escribirte la muerte de la palabra
Que acaso vive muda en otras voces rea en otros dientes oxidados
Aplastada por otras lenguas negándose a la luz
Y es que soy esas otras voces esos otros dientes puliéndose
Esas otras lenguas y ya no escribo para tu memoria
Quería escribirte una última notica que cuentan otros niños
Volverás tus ojos a la pasión y esta vez se quemarán
La palabra ahora vive porque no puede escribirse
Ni decirse ni callarse
Solamente buscarse.