Por Susan Lobato Hoyos*
Crédito de la foto (izq.) Ed. leviatán /
(der.) www.archive.org
Argolis, suma de reflejos luminosos
Todo poemario es un viaje del poeta hacia sí mismo y el reciente poemario Argolis (2021) de Roger Santiváñez no es la excepción. La voz poética emprende un viaje hacia su propio paraíso llamado Arcadia, sin dejar de tener presente que no importa sobre qué agua se encuentre navegando, los ríos mentales siempre desembocarán en el mismo lugar: el poema. Y así lo revela cuando escribe: De la más ignota Arcadia solo viva/ En el rincón de este poema.
Sabemos que Santiváñez ha amado el lenguaje de diversas formas: desde el conversacionalismo hasta la complejidad sintáctica, semántica y la libertad sonora de las palabras. Y así como no dudó romper con cada estilo para ir en búsqueda de otro, no duda en quebrar su corazón en “Omniformis”: Recompone sacro kori de mi co/ Razón ahora en vuelo rasante.
Mas, así como la poesía en Argolis puede ser “omniformis”; también, logra ser uniforme. De este modo, Santiváñez nos ofrece una construcción compacta en “Artesones”, poema que en cada una de sus diez divisiones evoca una manifestación distinta del agua: su fluidez, su dulce movimiento, su frescura divina, su fluir en pequeñas porciones, su espuma en las orillas, su mansa luminosidad, su quietud bajo el sol de otoño, sus ondas desnudas, su piedad por los guijarros, su vastedad y su risueña brisa transparente.
Podría decir que Argolis es un viaje melancólico, una celebración de la naturaleza, un recorrido de imágenes superpuestas en el que el lenguaje fluye como el agua porque se mueve sin que las estrofas marquen un límite. También, podría agregar que es ese rayo de luz que se estrella contra las aguas del río Piura, Rímac o Cooper y que regresa mediante evocaciones: Mielado afán el de estar contigo, aunque/No esté sino sólo en la memoria de /Tú callado rostro en la fotografía.
Pero por sobre todo ello, podría afirmar que, en consonancia con su etimología, Argolis es la suma de los reflejos luminosos. Brillos de recuerdos que parece que podemos tocar con las manos; pero que, como en “Intermezzo de Gloria [Gervitz]”, nos demuestra que la omisión puede ser tan interminable como un poema orgánico y que una herida de amor puede continuar latiendo desde la ausencia. Y ya que Gabriel García Márquez nos confesaba en uno de sus cuentos que la luz era como el agua que podía inundarlo todo, Argolis nos recuerda que la poesía es luz y agua. Y que, como señala su epígrafe, cantará eternamente.
5 poemas de Argolis (2021),
de Roger Santiváñez
Artesones
5
[A la memoria del poeta José Luis Bobadilla en México]
La mañana el río la espuma en la orilla
El viento fuerte revolotea los ramajes adentro
La corriente se desplaza a una velocidad segura
En este recodo se puede respirar el aire puro
Contemplar la amplitud de las aguas majestuosas
& seguir engolfando la pena por la muerte de
Un amigo que nos dijo una canción la última
Vez & lo vimos sucumbir ante su buscado destino
Entusiasmado por su propia palabra azul
Ahora otra vez el viento de la soledad
Se está aquí rodeándome como el ave
Salvaje que submerge su cabecita en
La poza del jardín & bebe esa vida la
Que a nosotros se nos va yendo sin
Remedio como las espigas afiladas
Mecen las riberas al final del verano
Cuando nada se asemeja a la composición
De este paisaje solitario & fino
Dedicado a recomponer los vacíos del
Tiempo original enhiesto en el lagrimal
De la más ignota Arcadia sólo viva
En el rincón de este poema
Alana
3
Para el amor se tiene que
abrir el corazón. No hay
otra válvula de escape
al síndrome de la Realidad.
Una soledad unida sin
mácula ni tiempo ido, sino
el mundo a salto de mata.
Ese es el amor que nos rodea
cuando se producen los Encuentros,
aquellos tuyos & míos en el
recuerdo de lo que recordamos
cada mañana al sonar del
timbre telefónico.
Amante que se ama hasta
hacerlo por la luz azulada
curvada de la hermosura
de la Virgen, apretado hueco
tomado por instinto
distinto a todo lo que existe:
lo que tú eres, eso es.
Veo el obstáculo de lo ósculo
cimbreante cercándonos aunque
está parada & excitada su
cintura se enerva siempre
que me espera, en su hornacina
fina de la brisa plácida
toqueteando su cabello virginal.
Formosus
3
Ya se acaba y estación del sol se
Despide el verano en estas landas
Se va quién sabe adónde en la
Vasta interrogante del universo &
A mí sólo me queda un verso es
Condido en el solitario trino del
Pájaro-campana en el amanecer
De mi cama cuando me resisto
A volver de esa pequeña muerte
Que es el sueño cada noche sueños
Eróticos desvanecidos con la luz del
Santo día que renace una espera
Nnza en el corazón cojudo como el
Vallejo de Huayco porque nada cam
Biará & sin embargo uno se la
Cree claro sino sería imposible
Seguir respirando con la ilusión
Del después cuándo? Qué cosa?
Nada sólo nadan los patos azules
Alejándose igual al verano igual
A mí yéndome de estas orillas
Frágiles donde escribo mi canción
Nuova messa
1
El aire tiene la suavidad
De tu cuerpo cuando sueño
Con él divagando por la orilla
Se irisa el viento entre la
Húmeda yerba, cae la lluvia
& lava la soledad enardecida
El frío todo lo abarca ahora
Habrá un rocío guarda el
Amanecer surcará el arco iris
& entre los cipreses y oyó
El silvestre surtidor de sico
Moros donde tú me sonreía
La picúa sebá
[…] TÚ llevabas mi corazón de la mano hacia inhóspitos hospitales en los que sin embargo fui internado por una semana en el fondo feliz junto a los loquitos, adoradores de Dios, del alcohol, o rayados simplemente por un psíquico desajuste y pánico inducido por sus propias familias desgraciadas; Me condujiste por todos estos lugares malditos mientras te relataba el fracaso de mi experiencia en las drogas Durango Kid. Una luz al final del túnel, eso fuiste con tu jean de estrellas azules, y las páginas que compartimos sólo para ahuyentar la incertidumbre de pasar un verano abandonados en la playa más extraña y resistente aunque nunca llegara a concluir el viaje de nuestras sombras enardecidas. […]
*(Perú). Poeta. Lingüista y estudiante de la maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú). Desde hace más de una década se desempeña como docente de comprensión lectora. Obtuvo el VII Concurso Nacional de Poesía de Mujeres Scriptura (Perú). Ha publicado en poesía Amazona (2021).