Por Aleyda Quevedo Rojas
Crédito de la foto (izq.) Ed. Visor – Eds. De la Línea Imaginaria /
(der.) www.stltoday.com
Acaba de salir a la luz una impoluta y bella edición titulada Antología de Spoon River (2021), en versión de 2 traductores cubanos
Ya está en circulación en las librerías de España y de algunos países de América Latina, en coedición Visor Libros y Ediciones de la Línea Imaginaria de Quito, Ecuador, la Antología de Spoon River del escritor norteamericano Edgar Lee Masters*, en la traducción de uno de los autores del reconocido catálogo Línea Imaginaria: el poeta, crítico y ensayista Jesús David Curbelo y su esposa, la narradora y catedrática universitaria Susana Haug. Los dos escritores cubanos radicados en La Habana, prepararon este libro de más de 500 páginas, para una impecable y bellísima coedición que enriquece el trabajo de ambos sellos editoriales que trabajan juntos desde hace algunos años atrás.
Ya en el 2011 la prestigiosa colección Visor de Poesía reeditó Tu bata flotante de seda rojo y oro (50 poemas asiáticos de amor) #772, traducciones de Francisco Alexander que nosotros publicamos en el 2002 en el catálogo de Ediciones de la Línea Imaginaria. Así mismo, pusimos en manos de Visor la monumental traducción de Hojas de hierba de Walt Whitman que se publicó en el 2006. Y hoy nos complace colaborar para que otra obra indiscutible de la poesía universal circule en tiempos donde muchos tenemos noticias de muertos queridos, anota el director general de Ediciones de la Línea Imaginaria, el poeta, ensayista y editor quiteño, Edwin Madrid.
Antología de Spoon River la más celebrada obra de Edgar Lee Masters, publicada en 1915, reaparece esta vez en su versión completa inglés / español, de la mano de los traductores: Jesús David Curbelo (Camagüey, Cuba, l965), poeta, narrador, crítico y traductor, profesor de la Universidad de las Artes de La Habana. Y Susana Haug Morales (Ciudad de La Habana, Cuba, 1983), narradora, ensayista, poeta y traductora, catedrática de literatura de la Universidad de La Habana.
Las voces de aproximadamente 240 muertos —pobladores de Spoon River— conforman esta antología. Los epitafios esculpidos en sus lápidas devienen en autorretratos, testimonios, historia social de un imaginario pueblecito a las márgenes del río Spoon.
Sus moradores se han sentido juzgados en vida y después de muertos, y tras la voz de Edgar Lee Masters aparecen para contarnos su propia versión de la vida que les tocó o escogieron para vivir. El boticario, el asesino, el médico, la prostituta, el oculista, el juez, el político, la rusa, el borracho, el religioso y muchos personajes más con sus odios, sus pasiones, triunfos, virtudes y mezquindades se funden en una inmensa imagen de la sociedad norteamericana de principios del siglo XX.
Esta publicación bajo editorial Visor de España y Ediciones de la Línea Imaginaria de Ecuador, nos muestra que es posible unirse bajo la premisa de que no hay tiempo malo para la poesía. Que en todo tiempo pasado, presente o futuro, la poesía halló y hallará la mejor manera de llegar con las palabras y sentimientos precisos para recordarnos que ningún tiempo vale la pena sin leer poesía, y qué mejor si está impecablemente impresa, acompañada además, de un minucioso y consistente prólogo y una cronología esencial, firmados por el propio Jesús David Curbelo, quien como poeta hace parte de la colección Alfabeto del Mundo que llevan adelante las editoriales Ediciones de la Línea Imaginaria y La Castalia de Mérida Venezuela. Todos los 16 libros de Alfabeto del Mundo, incluido el de Jesús David Curbelo, pueden descargarse de modo gratuito dando click aquí.
5 poemas de Antología de Spoon River (2021)
de Edgar Lee Masters
Hod putt
Aquí yazgo, cerca de la tumba
del viejo Bill Piersol,
quien se hizo rico traficando con los indios, y quien
después aprovechó la ley de bancarrotas
y resurgió más rico que nunca.
Cansado de la fatiga y la pobreza
y advirtiendo como crecía la abundancia del viejo Bill
y de otros, atraqué a un viajero, una noche, cerca de Proctor’s Grove
y lo maté sin querer mientras le robaba,
por lo cual fui procesado y colgado.
Esa fue mi manera de ir a la bancarrota.
Ahora nosotros, los que entendimos la ley de bancarrotas
a nuestra conveniencia,
dormimos apaciblemente uno al lado del otro.
Ollie McGee
¿Han visto caminando por el pueblo
a un hombre cariacontecido y ojeroso?
Ese es mi esposo quien, por una oculta crueldad
nunca confesada, robó mi juventud y mi belleza;
hasta que, al fin, arrugada y con los dientes amarillos,
y con el orgullo roto y humildad vergonzosa,
me hundí en la sepultura.
¿Pero que creen ustedes que roe el corazón de mi esposo?
¡El rostro de lo que yo era, el rostro de lo que él hizo de mí!
Esto lo está arrastrando al lugar donde yazgo.
En la muerte, por tanto, estoy vengada.
Fletcher McGee
Ella tomó mi fuerza minuto por minuto,
ella tomó mi vida hora por hora,
ella me exprimió como una luna afiebrada
que socava al mundo girante.
Los días pasaron como sombras,
los minutos rotaron como estrellas.
Ella tomó la piedad de mi corazón,
y la convirtió en sonrisas.
Ella era un pedazo de arcilla de escultor,
mis secretos pensamientos eran dedos:
volaban mas allá de su frente melancólica
y la arrugaban en lo profundo con dolor.
Ellos fijaron los labios, hundieron las mejillas,
y abatieron los ojos con la pena.
Mi alma había entrado en la arcilla,
luchando como siete demonios.
No era mía, no era suya;
ella la retenía, pero estas pugnas
modelaban un rostro que ella odiaba,
un rostro que yo temía ver.
Golpeé las ventanas, sacudí los cerrojos.
Me oculte en un rincón —
Y entonces ella murió y me persiguió,
y me ha cazado por toda la vida.
Serepta Mason
La flor de mi vida hubiera florecido por todas partes
salvo por un viento amargo que marchitó mis pétalos
en el lado de mí que ustedes en el pueblo podían ver.
Desde el polvo elevo una voz de protesta:
! mi lado floreciente no lo vieron jamás!
Ustedes, vivos, ustedes son en verdad tontos
que no conocen los caminos del viento
y las fuerzas invisibles
que gobiernan los procesos de la vida.
Amanda Barker
Henry me dejó embarazada,
sabiendo que yo no podría dar a luz vida
sin perder la mía.
En mi juventud, por lo tanto, entre en los portales del
polvo.
Viajero, se cree en el pueblo donde viví
que Henry me amó con amor de esposo,
pero yo desde el polvo proclamo
que él me mató para gratificar su odio.
———————————————————————————————————–
(poemas en su idioma original, inglés)
5 poems Spoon River Antology (1915)
by Edgar Lee Masters
Hod putt
Here I lie close to the grave
Of Old Bill Piersol,
Who grew rich trading with the Indians, and who
Afterwards took the Bankrupt Law
And emerged from it richer than ever
Myself grown tired of toil and poverty
And beholding how Old Bill and other grew in wealth
Robbed a traveler one Night near Proctor’s Grove,
Killing him unwittingly while doing so,
For which I was tried and hanged.
That was my way of going into bankruptcy.
Now we who took the bankrupt law in our respective ways
Sleep peacefully side by side.
Ollie McGee
Have you seen walking through the village
A Man with downcast eyes and haggard face?
That is my husban who, by secret cruelty
Never to be told, robbed me of my youth and my beauty;
Till at last, wrinkled and with yellow teeth,
And with broken pride and shameful humility,
I sank into the grave.
But what think you gnaws at my husband’s heart?
The face of what I was, the face of what he made me!
These are driving him to the place where I lie.
In death, therefore, i am avenged.
Fletcher McGee
She took my strength by minutes,
She took my life by hours,
She drained me like a fevered moon
That saps the spinning world.
The days went by like shadows,
The minutes wheeled like stars.
She took the pity from my heart,
And made it into smiles.
She was a hunk of sculptor’s clay,
My secret thoughts were fingers:
They flew behind her pensive brow
And lined it deep with pain.
They set the lips, and sagged the cheeks,
And drooped the eye with sorrow.
My soul had entered in the clay,
Fighting like seven devils.
It was not mine, it was not hers;
She held it, but its struggles
Modeled a face she hated,
And a face I feared to see.
I beat the windows, shook the bolts.
I hid me in a corner
And then she died and haunted me,
And hunted me for life.
Serepta Mason
My life’s blossom might have bloomed on all sides
Save for a bitter wind which stunted my petals
On the side of me which you in the village could see.
From the dust I lift a voice of protest:
My flowering side you never saw!
Ye living ones, ye are fools indeed
Who do not know the ways of the wind
And the unseen forces
That govern the processes of life.
Amanda Barker
Henry got me with child,
Knowing that I could not bring forth life
Without losing my own.
In my youth therefore I entered the portals of dust.
Traveler, it is believed in the village where I lived
That Henry loved me with a husband’s love
But I proclaim from the dust
That he slew me to gratify his hatred.
*(Kansas-EE.UU., 1868 – Pennsylvania-EE.UU., 1950). Abogado de profesión, uno de los poetas más importantes de la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos, dejó publicados a su muerte, entre otros libros: A Book of Verses (1898), The Blood of the Prophets (1905), Althea (1907), The Trifler (1908), Songs and Sonnets (1910), Spoon River Antology (1915), Domesday Book (1920), Kit O’Brien (1927), Across Spoon River. An Autobiography (1936) y Along Illinois (1942).