Alicia Galaz Vivar y su poesía feminista.

 

Por Mar Inestrillas*

Crédito de la foto Pampa Negra Eds. 

 

 

Alicia Galaz Vivar y su poesía feminista.

A propósito de la reedición de Jaula gruesa para el animal hembra (2023)

 

 

El libro de poemas de Alicia Galaz Vivar** titulado Jaula gruesa para el animal hembra ha salido de nuevo a la luz a manos de la editorial Pampa Negra Ediciones en su colección de poesía Pleamar. Desde su primera publicación en 1972, la autora chilena conmueve, deleita y, en ocasiones perturba e incluso escandaliza, con su colección de poemas: “Hembrimasoquismo”, “Autorreferencias”, “Soluciones”, “Persistencia del Subdesarrollo”, “Tu nombre en las planillas busco”, “Mi madre me tortura en la punta de la silla”, “Pavana”, “Juana ama a Juan”, “El parto”, “Recado para el Hombre de la Revolución”, “Hombre dividido-Mujer entera” y “Círculo cerrado”. El libro se abre con un prólogo de la autora chilena Emma Sepúlveda, “A la memoria de Alicia Galaz Vivar”, y concluye con un epílogo del también poeta de origen texano Dave Oliphant, “Alicia Galaz y la revolución feminista en la poesía”.

 

La poeta Alicia Galaz Vivar

 

Según comenzamos a leer, nos encontramos en el prólogo con el recuento que Emma Sepúlveda lleva a cabo de una Alicia Galaz muy activa dentro de los círculos académicos norteamericanos. En esa ocasión, ambas escritoras coinciden en un panel de poetas chilenas en un congreso de literatura hispánica en la Universidad de Northwestern de Chicago. Sepúlveda rememora especialmente el impacto que provocó aquella lectura irrepetible, la experiencia única de ver a la propia Galaz, en persona, recitar con “desafiante voz poética” uno de los poemas más originales y provocadores de esta colección: “Hembrimasoquismo”. Su trayectoria literaria ya había comenzado años antes en su país natal con un contundente espíritu de lucha feminista, político y humanitario que se truncó en los primeros años de la dictadura y la consecuente salida al exilio. Entonces, su voz poética resonaba demasiado estridente dentro del contexto de la sociedad patriarcal latinoamericana, sin embargo, ya entonces logró hacer temblar sus sólidos pilares y abrir una vía de reivindicación de los derechos de sus coetáneas. Tal y como comenta Alicia Enríquez, citada en el prólogo de esta reedición, su poesía “pretende no solo denunciar la opresión de la mujer, sino que también, pide y demanda su liberación. Exige que se abra la jaula donde ha permanecido encerrada para que pueda levantar su vuelo y encontrar la justicia y la libertad que merece alcanzar” (9). Al lograr deconstruir los “tabúes” que la amarraban al espacio de la inmovilidad y la inacción propios del matrimonio, del hogar, de la maternidad, etc., la mujer logra paulatinamente salir de la jaula y remontar el vuelo.

 

 

El poemario se divide en cuatro secciones, con los doce poemas originales, que incluyen el amor maternal y erótico, así como temas de la subyugación (o incluso “tortura”) e inferioridad de la mujer en la sociedad, la dolorosa y cruel experiencia del parto y la relación amorosa con el Otro: el varón objeto de amor y protagonista activo de los cambios políticos y sociales. Tal y como afirmé en un previo estudio sobre su obra, “más allá de la crítica directa a las distintas formas de represión social de la mujer, su poesía sobrepasa los límites convencionales de lo prohibido en busca de una auténtica identidad sexual: rompe la barrera del silencio y descubre el espacio infranqueable de la intimidad femenina en el plano erótico, considerado estrictamente ‘secreto’ y susceptible de ser revelado únicamente en ‘confesión’, y se adentra en un laberinto que conduce a una amplia gama de experiencias eróticas —sensuales, tiernas, pasionales e incluso obscenas”[1]. Esta nueva edición llega en un momento clave de apertura social e intelectual, de lucha activa y persistente por eliminar los roles tradicionalmente adscritos a su género y su posición dentro de la sociedad, en el que será crucial contar con la posición intelectual y visión artístico-literaria de Alicia Galaz.

 

La poeta Alicia Galaz Vivar

 

Según terminamos la lectura de los poemas, llegamos al epílogo, en el que Dave Oliphant incluye la obra de Alicia Galaz en el contexto de la “revolución de las feministas americanas” de los años sesenta y de su antecesora en el terreno de la liberación femenina de las letras: Gabriela Mistral. En su recorrido por algunos de los poemas de este libro, Oliphant destaca la originalidad de su poesía y el profundo compromiso con su presente que se muestra de forma patente en su rico y extenso legado literario: “La escritura de Galaz queda como un testamento a su determinación de sobrevivir como mujer, escritora, académica, esposa y madre” (56).

La presente segunda edición muestra una fotografía de la autora chilena en primer plano, con gesto provocador, mirando de reojo y con una cámara fotográfica en sus manos, dispuesta a inmortalizar su entorno circundante. Asimismo, se incluyen los epígrafes de Pablo Neruda y varias xilografías de personajes femeninos realizadas por el poeta visual chileno Guillermo Deisler, colaborador habitual de ediciones de poesía nortina chilena, que asimismo formaron parte de la primera edición[2] de este mismo libro de Alicia Galaz.

 

 

 

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[1] Mar Inestrillas, “Eros y Tánatos en la poesía de Alicia Galaz-Vivar.” Trilce: Una Revista de Poesía, Creación y Reflexión, vol. 28, 2010, pp. 14-19.

[2] Alicia Galaz, Jaula gruesa para el animal hembra, Mimbre-Tebaida, Arica, 1972.

 

 

 

 

 

*(España). Se desempeña como profesora asociada de Literatura y Cultura Hispana en la Universidad de Nevada (EE.UU.) desde el 2002. Una breve selección de sus publicaciones incluye los libros: From Snowcaps to Desert Flats (2015); Huellas textuales del exilio: Autobiografía de escritoras republicanas (2010) y Escritura desplazada: Literatura de chilenas en la diáspora (2009); además de los artículos: “Sueños de cristal: Perspectiva desplazada y testimonio adolescente en Nada de Carmen Laforet” (2023); “El cementerio de los sueños en El embrujo de Shanghai de Juan Marsé” (2020); “Fantasmas en el hogar: La experiencia ética/estética de las ruinas de la nación en Nada” (2019); “Biutiful: La órbita trágico-redentora de la belleza” (2018); “Paradigmas culturales hispanos: El impacto del cine transnacional en la visión de la cultura hispana” y “Espacio exterior/interior en Ventanas de Manhattan de Antonio Muñoz Molina” (2017), entre otros.

 

 

 

** (Valparaíso-Chile, 1936 – Tennessee-EE.UU., 2003). Poeta, ensayista e investigadora literaria, fundadora y directora de la revista de poesía Tebaida. Publicó en ensayo La fábula de Píramo y Tisbe y la interpretación burlesca de la mitología grecolatina (1955), Análisis estilístico de la fábula de Píramo y Tisbe, de don Luis de Góngora (1958), Galatea y Tisbe. El discurso de los retratos: aproximación estructuralista a la lengua poética de Góngora (1974) y Alta Marea: Introvisión crítica en ocho voces latinoamericanas (1988); y en poesía Jaula gruesa para el animal hembra (1972), Oficio de mudanza (1987) y Señas distantes de lo preferido (1990).