Por Roberto Contreras Soto*
Crédito de la foto (izq.) www.eldesconcierto.cl /
(der.) el autor
9+1 poemas de Pedazos de agua (2019),
de Roberto Contreras Soto
Manejar con simpleza la vida
como se unta un trozo de pan en una yema
Llevar en un vaso solo el agua de ese día
sin desgastarse en querer llamar
todas las cosas por su nombre.
*
Un niño explica a otro
qué es el rastro de un caracol
sobre la hierba.
*
Te levantas. Descorres la cortina. Calientas el café. Tomas unas uvas. Sales por la puerta trasera. Bordeas la leñera. Pillas un nido escondido de las gallinas. Notas cómo la escarcha se ha derretido. En la quebrada ves un ciruelo seco y piensas en el suicidio de un árbol. Es- cuchas un aleteo y supones que se trata de una perdiz. Sin motivo aparente recuerdas las palabras de Kenneth Rexroth, diciendo que había llegado a conocer mejor los poemas de Tu Fu que los suyos. Te dejas llevar y llegas a mediados del ’80 con tu hermano asombrados de que los gallos canten a cualquier hora del día. El graznar de los queltehues, te hace sentir un fluir por tus venas. Aún llevas una uva en tu mano. Algo anuncia que esto también pasará.
*
Rama impertinente
atraviesa el camino
golpea el parabrisas del auto
cuando voy por pescado a la caleta.
Esas mismas hojas de aromático eucaliptus
por la tarde acarician
mis brazos
mi pecho
mi cabeza
mis mejillas
mientras llevo hacia la pesebrera
a la yegua y su potrillo.
*
A la sombra del ciprés recoger guijarros
como joyas de un recuerdo futuro.
A la sombra del ciprés seguir el baile
de las ramas mecidas por el viento.
A la sombra del ciprés
sentir el crepitar de antiguas brasas.
A la sombra del ciprés
ver las cenizas barridas por la tarde.
*
El crujir de una manzana
al mascarla es un remedo
de todo lo que se quiebra.
Manzanas caen en el huerto
vida que se apaga
con un juntar de dientes.
*
Una ramita de poleo
impregna de infancia mis dedos
zumban las abejas.
*
El dolor
es un puente
que siempre cruzamos.
*
El que las palabras caigan como
piedras a un pozo no es señal de nada:
Ni un fracaso
Ni un logro
Es en esa quietud
donde las palabras dichas
pueden ser lo que son.
*
Contempla la vejez de la madera
pensando en sus propias astillas.
Remueve las brasas de una fogata
invocando a sus parientes muertos.
Consigue una noche interpretar
el lenguaje secreto de los pinos.
El río le dicta algunos nombres
que vienen a ofrecerle una esperanza.