Por Francisco Gálvez
Selección por Joaquín Fabrellas
Crédito de la foto www.diariocordoba.com
7 poemas sobre el cine
en la poesía de Francisco Gálvez
Francisco Gálvez es un poeta español. Nació en Córdoba (España) el 12 de junio de 1945. Estudió Dibujo Artístico y Grabado en la Escuela de Artes y Oficios y Geografía e Historia en la UNED. En 1973 funda la revista de poesía Antorcha de Paja y en 1999 la revista de literatura y editorial de libros La Manzana Poética. En 2000 es cofundador del Seminario de Poesía y Círculo de Traducción Poética. En la actualidad es el director del Seminario Internacional de Poesía “Lenguas peninsulares”. Con su libro Tránsito (1994) obtuvo el prestigioso Premio de Poesía Anthropos 1993, editado por dicha editorial en 1994 y con El paseante el Ciudad de Córdoba Ricardo Molina 2004 (2005). Ha publicado 13 libros de poesía. La edición de su primera antología poética Una visión de lo transitorio (1998) en la que reúne sus cinco primeros libros publicados entre 1981 y 1994. Además de los anteriores Tránsito y El paseante, entre su obra habría que destacar títulos como El hilo roto. Poemas del contestador automático (2001), El paseante (2005), Asuntos internos (2006), (El oro fundido (2015) y La vida a ratos (2019). La última antología de su obra poética Los rostros del personaje fue publicada en 2018 por Pre-Textos.
La figura de Francisco Gálvez es una de las más importantes de la lírica andaluza y española, puesto que su obra comienza a entenderse desde la heterodoxia creativa, propio de la escuela andaluza que se opuso al franquismo, para ir evolucionando a lo largo de los años hacia una voz más personal, tamizada por la experiencia y la reflexión poéticas. Se mueve Francisco Gálvez, tanto su obra lírica como su actividad de gestor cultural, en un amplio espectro de influencias y corrientes que visitan los principales movimientos que articulan el final de los últimos veinticinco años de poesía del siglo XX y que continúa en el XXI.
Su obra se mueve entre el inconformismo y la aceptación tranquila de la belleza, lo cotidiano y el diálogo.
Junto con otros poetas cordobeses, encabezaron, a través de la revista de poesía Antorcha de Paja (1973-1983), uno de los momentos más importantes de la poesía andaluza, tras el fenómeno novísimo de Castellet, los postulados del Grupo Claraboya de Agustín Delgado, y antes de que apareciese en el tablero lírico el grupo poético denominado La otra sentimentalidad.
Su obra y su compromiso poéticos le han reservado un lugar en la poesía española contemporánea.
7 poemas de cine
Cortometraje
Panorámica desde la calle de una ventana con luces apagadas.
Primer plano de la ventana.
Dentro alguien mira detrás de los visillos,
parece que vigila o no duerme.
Plano alejado de la calle con farolas menguantes
(aún es madrugada), en la esquina de la calle
un rostro aparece y desaparece breve,
en realidad, es medio rostro
asomado a una esquina.
Mira hacia la ventana,
una leve apertura en los visillos,
a nadie ve, pero lo presiente,
murmura, sus labios se mueven.
El medio rostro sabe que detrás de los visillos
alguien le observa.
La ventana ha sido un punto
de certeza, un encuentro
entre dos miradas, aunque sólo una
puede ver a la otra.
(de El oro fundido)
Días de cine
Al amanecer, casi madrugada,
caminas por las calles de una ciudad del sur
hacia un templo o café,
con las solapas levantadas del abrigo
y un cigarro entre los labios
para evitar el frío,
mientras desde una cartelera móvil
te miran a través del tiempo
Humphrey Bogart, Ingrid Bergman,
Fidel o el Che Guevara,
cuando fumar era culto,
liturgia de ser y estar,
daño menor que hoy dicen
lleva a la muerte. Pero nada éramos
sin ese humo y sus volutas,
nada sin compartir un cigarrillo
con la mujer que aún no sabías
si sería tu amor o tu amante,
mientras sientes la húmeda sensualidad
de sus labios en el papel del filtro.
Cortometraje cotidiano
(De Gilda a El color púrpura)
Primer plano del rostro de una mujer huyendo por un bosque.
Arrastra la corteza de un árbol milenario
y su piel se queda en la vegetación.
No sabe si resistirá
su cuerpo entre arbustos.
Camina sola,
nadie la ve,
y el día es luminoso.
Ella piensa en algún bosque donde quedarse un tiempo
y camina por una débil claridad.
Lleva la fuerza de la mirada
entre los muros,
y mientras su rostro huye
ojos de mucho tiempo la siguen.
¿Llegará a tiempo al lago?
Climax
La histórica bofetada de Glenn Ford a Rita Hayworth,
algo más que un gesto cinematográfico.
Voz en off
Lo que me dejó atónito fue el rodaje de aquella película,
¿a quién le contaría yo mis sueños?
(de La vida a ratos)
El pianista
Wladyslaw Szpilman
Suena el silencio de una guerra.
En las notas de un piano
abandonado
se encuentra con la vida.
Nunca se sabe cuándo una mirada
te salva de la muerte en la barbarie.
Chopin y su Nocturno.
Y algo de ceniza sobre las teclas.
El informe pelícano
Ese modo de contener
las emociones, saber esperar
y conseguir la verdad
que es belleza. Un deleite
las escenas finales:
la respuesta enigmática
con palabras calladas
de Gray Grantham:
«no hay nadie que pueda
ser tan perfecto»
(se refiere a ella), y la cámara
enfoca la sonrisa apenas
iniciada de Darby Shaw.
(Inéditos)